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lunes, 10 de junio de 2013

Perro Abandonado Busca Dueño que le dé AMOR


2/2

   Apenas habían pasado un par de meses desde el primer encuentro entre JinKi y JongHyun. Ambos se llevaban bastante bien, congeniaban y se hicieron amigos muy pronto, pero nada más que eso había pasado, ya que ninguno quería forzar la relación. JinKi quería conocer al otro antes de dar el siguiente paso y JongHyun quería estar seguro de que sentía algo por JinKi antes de lanzarse de cabeza a una relación.

   Porque ambos sentían un escalofrío recorrer su cuerpo cada vez que se tocaban accidentalmente. Ambos se miraban de reojo esperando o quizás deseando que el otro no se diera cuenta de esa mirada. Ambos sonreían como bobos tras haber pasado un rato juntos. Y ambos esperaban ansiosos la llegada del momento en el que se volverían a encontrar. Pero esas no eran pruebas concluyentes para saber si en una relación, tendrían futuro.

   Por eso, ambos esperaban a estar seguros, a que el momento llegara, porque aunque el motivo por el que ahora fueran amigos fuera extraño, no quitaba que algún día, pudieran ser algo más.

   -JongHyun- llamó MinHo a su amigo, pero este no lo escuchaba, estaba más pendiente de que la pesa de 50 kl que movía no cayera sobre su cabeza- JongHyun- volvió a llamar y el otro por fin reaccionó y dejó la pesa sobre las barras para mirar a su amigo.
   -¿Qué quieres?- preguntó- estoy ocupado- MinHo frunció el ceño, pero luego suspiró. Molestar a JongHyun mientras hacía ejercicio no era muy recomendable y menos ahora, que hacía ejercicio para impresionar al hyung de TaeMin.
   -Pues… quería preguntarte cómo te iba con JinKi- murmuró MinHo rascándose la cabeza. En realidad no tenía por qué preguntar, radio patio lo tenía muy bien informado, pero si no lo hacía, sería muy sospechoso. La sonrisa boba que se instaló en la cara de JongHyun lo dijo todo.
   -Somos buenos amigos- contestó sin embargo- pero todavía no sé si podemos ser algo más.
   -Por la cara que acabas de poner me parece que tú sí lo tienes claro, pero que no te atreves a seguir adelante- el mayor hizo un mohín y se cruzó de brazos. Su amigo tenía razón. A él le gustaba JinKi, pero no quería precipitarse, no otra vez.
   -La última vez no me fue muy bien.
   -Olvida a KiBum- dijo MinHo poniendo mala cara al saber que su amigo todavía tenía pensamientos sobre la relación que había acabado hacía ya un año con aquel tipo que le hizo tanto daño- que saliera mal con él, no quiere decir que con JinKi sea igual.
   -¿Cómo puedes estar seguro?- preguntó receloso JongHyun.
   -Vamos… JinKi es el hermano de mi novio… lo conozco casi tanto como a él y nunca te haría sufrir- contestó- su naturaleza no es esa… antes de hacer sufrir a una persona que aprecia, es capaz de sufrir él mismo.
   -Tampoco quiero que sufra él- murmuró el mayor- yo quiero que esa sonrisa brillante que tiene siempre esté en su rostro- MinHo puso cara de asco al escucharlo hablar y JongHyun le pegó en el brazo.
   -¿Por qué me pegas?
   -¿Por qué pones esa cara?
   -¿Por qué eres tan cursi?
   -No soy cursi…
   -Ya…

-oooOOOooo-

   JinKi caminaba despreocupadamente por la calle junto a su hermano menor, que hablaba y hablaba de su novio MinHo y de lo maravilloso que era. La verdad, MinHo era alto, guapo, tenía buen porte, era cariñoso y además, quería a TaeMin más que a nada, así que, era un buen partido. Pero JinKi no prestaba mucha atención a las palabras de su hermano, ya sabía todo aquello que le decía, por lo que, ¿para qué prestar atención? Además, su mente espaciada tenía algo más importante en lo que pensar, o más bien, alguien.

   Habían pasado ya dos meses desde que conocía a JongHyun y se habían hecho grandes amigos, pero el otro estaba buscando una relación, de ahí que pusiera el cartel y JinKi todavía no sabía si lo que quería era una relación o no. Había tenido varias relaciones y en todas y cada una de ellas había sufrido demasiado.

   Antes de conocer a JongHyun estaba muy bien solo, pero ahora, ahora solo esperaba con nerviosismo los momentos en los que estaba con él, en su apartamento, hablando de una y mil cosas, viendo películas o jugando al Monopoly.

   -Hyung… ¿me estás escuchando?- dijo TaeMin viendo que su hermano mayor parecía estar en la Luna, como mínimo.
   -¿Eh?
   -Me parece que no me prestabas atención- el chico hizo un puchero y JinKi se rascó la cabeza, avergonzado.
   -Lo siento- dijo- tenía la cabeza en otro sitio- se disculpó- ¿qué decías, TaeMinnie?
   -Te preguntaba si ya habías decidido quedarte con el perro o no- contestó el menor y JinKi se sonrojó hasta las orejas.
   -Pero TaeMinnie…- intentó protestar, pero el otro no lo dejó.
   -A ver, te gusta, le gustas, ¿hay algo más?
   -Claro que hay más cosas, TaeMinnie- contestó el mayor.
   -No, no las hay- dijo muy convencido cruzándose de brazos- lo único que te pasa es que tienes dudas.
   -Es normal tener dudas.
   -Pero no tienes por qué tenerlas.
   -¿Por qué?
   -Porque le gustas mucho- dijo- MinHo dice que está todo el día hablando de ti y que cuando sale tu nombre en alguna conversación, pone una sonrisilla tonta- miró a su hermano- exactamente igual que tú.

-oooOOOooo-

   Esa tarde iban a pasarla juntos viendo una película. Una película de acción, con mucha sangre y mucha violencia llamada Ninja Assasin, pero que a ambos les gustaba en demasía. Aun así, no pudieron concentrarse mucho en el argumento de la película, aunque esta tampoco gozara de mucho, ya que estuvieron pensando en las conversaciones que habían tenido esa mañana y también se dedicaron miradas intensas y evaluativas, de reojo, mientras la sangre casi salía por la pantalla.

   Cuando la película acabó, ambos se miraron y sonrieron. JongHyun se levantó del sofá y sacó el DVD del reproductor, para guardarlo en su carátula mientras era observado atentamente por JinKi. Al girarse, descubrió al mayor lanzándole aquella mirada penetrante y se sintió un poco cohibido, pero a la vez, otro sentimiento recorrió su cuerpo. Un sentimiento que le decía que aquel era el momento.

   -Me gustas- soltó sin meditarlo. Pero ya lo había dicho y había creado en JinKi una reacción que no se esperaba, una sonrisa.
   -Tú también me gustas- contestó el mayor y JongHyun sonrió, acercándose de nuevo al sofá y sentándose en él, junto al otro, muy cerca.
   -Me gustas mucho y quiero que intentemos ser más que amigos- dijo mirando fijamente los ojos castaños de JinKi, que se convirtieron en una fina línea cuando la sonrisa de su rostro se amplió.
   -También me gustaría intentarlo- coincidió. JongHyun se acercó más a él, observando detenidamente el rostro del mayor y quedándose atrapado en el contorno de sus labios, que al hablar, creaban un efecto extraño en él, lo dejaban absorto.
   -¿Puedo besarte, JinKi?- preguntó y obtuvo un leve asentimiento por parte del otro.

   Entonces, lentamente se fue acercando al rostro del mayor, hasta que solo estuvieron a un par de centímetros de distancia. Ambos se miraron a los ojos unos segundos, mientras sentían la respiración del otro contra sus labios y después, salvaron la distancia que los separaba.

   Los labios de JinKi eran suaves, dulces, cálidos, los de JongHyun, firmes, deliciosos, adictivos. Solo se separaron cuando la falta de aire los obligó a hacerlo, pero en ningún momento dejaron de rozar los labios del otro.

   -Me gustaría pasar el resto de mi vida besándote- murmuró JinKi.
   -Y a mí me encantaría que lo hicieras- y volvieron a besarse.

-oooOOOooo-

   -Te dije que había sido una buena idea- murmuró MinHo sin apartar la mirada de sus prismáticos.
   -Hacen muy buena pareja- comentó TaeMin con una sonrisa, pero de repente puso un puchero- ¿cuándo me tocará mirar a mí?- su novio sonrió y le tendió los prismáticos para que pudiera ver lo que pasaba en el apartamento de enfrente.
   -¿Por qué no corren las cortinas?- preguntó SooJung- ¿es que les gusta que los vean o qué?
   -Que no corrieran las cortinas nos ha hecho el trabajo más fácil- contestó SeolRi- y ahora…- fue hacia TaeMin y le quitó los prismáticos, ignorando el puchero que este hizo- es mejor que dejemos de mirar… sabemos que está todo bien.



viernes, 17 de mayo de 2013

Perro Abandonado Busca Dueño que le dé AMOR



Perro Abandonado Busca Dueño que le dé AMOR


   JinKi paseaba por la calle tranquilamente, iba perdido en su mundo, como siempre. Había quedado con su hermano pequeño, TaeMin, en una cafetería, para hablar con él. Llevaban mucho tiempo sin verse, ya que ambos eran adultos y habían salido ya del nido.

   De repente, algo en una farola, llamó la atención del chico despistado y se acercó curioso a ver qué era aquello. Resultó ser un cartel, con unas letras en negro sobre el fondo blanco de un folio.

   -Perro abandonado busca dueño que le dé amor- leyó y encaró una ceja. Seguro que alguna perrera había colocado aquello allí. Suspiró y siguió andando, aquello no era problema suyo.

   Poco después, llegó a la cafetería en la que había quedado con su hermano pequeño y lo buscó por el lugar, pero no estaba. Seguro que llegaría tarde, como siempre. Se sentó en una de las mesas y esperó. Estuvo esperando bastante rato, hasta que por fin TaeMin llegó, con casi una hora de retraso.

   -Lo siento, lo siento- dijo una y otra vez el menor haciendo pequeñas reverencias a JinKi.
   -No pasa nada, TaeMinnie- contestó.
   -No, de verdad, lo siento mucho- se sentó en la silla que había frente a su hermano- es que MinHo cuando esta mañana se fue al gimnasio no me despertó- JinKi rio y su hermano lo miró mal- no te rías, hyung, ¿por qué te ríes?
   -Bueno… es que a tu novio no le gusta despertarte- dijo el mayor- dice que eres tan tierno dormido que no es capaz de hacerlo- TaeMin abrió mucho sus ojos mientras sus mejillas se coloreaban de vergüenza- por eso siempre llegas tarde.
   -Vaya… no… no lo sabía…- JinKi volvió a reír- no te rías- TaeMin hizo un puchero y su hermano dejó de reír escandalosamente, pero siguió haciéndolo por lo bajo- si tú también tuvieras un novio te pasaría lo mismo- el chico se cruzó de brazos mientras mantenía el puchero- deberías dejar de ser un pollo solitario.
   -Estoy muy bien solo, gracias- contestó JinKi con una sonrisa.
   -Pero te tienes que aburrir mucho solo en ese apartamento tan grande- comentó TaeMin- deberías comprarte una mascota que te dé compañía, ya que no quieres un novio…
   -Sabes que le tengo alergia a los gatos- dijo JinKi.
   -Eso ya lo sé, hyung- el pequeño sonrió- un gato no, porque le tienes alergia… pero… ¿y un perro?- propuso, y entonces JinKi recordó el cartel de la farola, algo convencido por su tierno hermano y porque su apartamento era bastante grande y estaba bastante solitario.
   -Quizás me compre un perro- murmuró y una sonrisa de satisfacción cruzó el rostro de su hermano pequeño sin que el despistado de JinKi lo supiera.

   Después de una larga charla con su hermano pequeño, JinKi volvió a casa, por el mismo camino de ida y buscó el cartel. Cuando lo encontró, lo miró de nuevo detenidamente. Además del anuncio, tenía un número de teléfono y una dirección. Escribió el número en su móvil, cuidando no equivocarse en ningún dígito y marcó, todavía no muy convencido de lo que iba a hacer. Escuchó varios pitidos antes de que una suave y dulce voz contestara.

   -¿Sí?- JinKi se sintió cohibido por la voz, pero tragó saliva y habló.
   -¿Usted ha puesto un cartel sobre un perro en una farola?- preguntó. Hubo un momento de silencio al otro lado de la línea.
   -Sí, he sido yo… ¿le interesa?- preguntó el chico.
   -Creo que sí- contestó JinKi- ¿le importaría que me pasara por la dirección y así poder hablar en persona?
   -No, claro que no, eso sería lo mejor.
   -Está bien, en unos momentos estoy allí- dijo JinKi.
   -Lo espero.

   JinKi colgó con el corazón latiéndole rápidamente en el pecho debido a aquella voz. Se había alterado mucho y no sabía por qué, pero aun así, apuntó la dirección en su teléfono y comenzó a caminar. Una media hora después, llegó a su destino, tras perderse varias veces en el camino, no tenía muy buen sentido de la orientación. Se colocó ante la puerta del apartamento y llamó. Unos segundos después, una chica más o menos de su altura, morena y de pelo corto, salió a recibirlo. Él conocía muy bien a esa chica, SeolRi, la hermana de MinHo. JinKi se había equivocado en la dirección.

   -JinKi oppa, ¿qué haces aquí?- preguntó ella sorprendida.
   -Creo que me he equivocado- murmuró el chico y SeolRi sonrió.
   -¿Dónde ibas, oppa despistado?- él le enseñó la dirección en el teléfono móvil- oh, eso es allí enfrente- giró a JinKi y le señaló los apartamentos que había enfrente de donde ellos estaban.
   -Muchas gracias, SeolRi.
   -De nada, JinKi oppa- el chico sonrió y echó a andar de nuevo.

   Cruzó la calle y fue hacia el otro edificio de apartamentos, el que le había señalado la chica, llamó a la puerta y esperó. Cuando esta se abrió, por ella apareció un chico más bajito que él, de piel tostada y bastante musculado. JinKi se dio cuenta de esto último debido a que la camiseta negra de tirantes ajustada del chico, dejaba muy poco a la imaginación.

   -¿Eres el chico que llamó antes?- preguntó con una sonrisa.
   -Sí- contestó JinKi y el chico se hizo a un lado.
   -Pasa- lo guio hasta una sala y lo hizo sentarse en el sofá- ¿quieres algo de beber?- JinKi negó- bien- se sentó a su lado- mi nombre es Kim JongHyun y soy el que ha colocado el cartel.
   -Lee JinKi- se presentó y tomó la mano que el otro le tendía. Estuvieron unos momentos en silencio, mirándose a los ojos y escuchando el golpeteo rítmico de sus corazones hasta que JinKi lo rompió- y bien… ¿dónde está el perro?- preguntó y JongHyun sonrió.
   -Yo soy el perro.

   JinKi casi se cae del sofá al escuchar aquello. No podía ser verdad, el chico le había visto cara de buena persona y seguro que aquello era una broma, seguro que se estaba burlando de él. Pero el chico estaba muy serio… ¿entonces?

   -¿Me estás tomando el pelo?- preguntó al final y el chico negó. JinKi se sentó derecho en el sofá, intentando volver a comportarse educadamente.
   -Tranquilo- dijo JongHyun al verlo- todos reaccionan así, si quieres irte, no te detendré- JinKi lo sopesó durante unos momentos, pensando si debería irse, pero luego negó con la cabeza.
   -Me gustaría saber la historia del por qué ese anuncio tan extraño- JongHyun sonrió.
   -Eres raro- le comentó.
   -Me lo dicen mucho- el dueño de la casa pareció dudar unos segundos, pero luego se decidió.
   -Entonces será mejor que te sirva un té, la cosa va para largo- comentó.
   -Me parece bien.

   JongHyun se levantó del sofá y fue a la cocina para preparar el té y JinKi tuvo que esperar unos momentos hasta que estuvo todo listo, momentos en los que se entretuvo mirando a su alrededor. cuando el chico regresó con una bandeja con dos tazas de humeante té, un plato con pastas y un azucarero, se volvió a sentar junto al otro.

   -¿Azúcar?- preguntó y JinKi asintió.
   -Sí, por favor, me gusta lo dulce.
   -Yo soy dulce- murmuró JongHyun.
   -¿Has dicho algo?- preguntó el chico que se había despistado unos momentos, pero el dueño del apartamento negó con la cabeza.
   -No me hagas caso- dijo echando el azucarillo.
   -Está bien- murmuró JinKi y tomó la taza entre sus manos, cuando el chico se la tendió- cuando quieras- invitó- te escucho.
   -Bien- JongHyun dio un sorbo a su té y comenzó a hablar- mi novio me dejó hace un tiempo… maldita diva caprichosa- murmuró por lo bajo- y bueno… quería encontrar a alguien porque no me gusta estar solo y ya ha pasado bastante tiempo.
   -¿Y se te ocurrió esto?- preguntó JinKi interesado.
   -Bueno… después de buscar y buscar mucho… pues… un amigo del gimnasio me dio esta solución, como siempre dice que me parezco a un perro…- contó- así que… me animé y bueno… un montón de personas han pasado por aquí, pero todas han salido corriendo al momento… menos tú- un incómodo silencio llenó el salón durante unos segundos- ¿tú… por qué estás aquí?
   -Oh pues… mi apartamento es demasiado grande para mí solo y mi hermano pequeño me aconsejó que tuviera un perro…- contó JinKi abreviando- vi tu cartel y… aquí estoy…
   -¿Qué piensas de todo esto?- preguntó JongHyun sin poder contenerse a saber la opinión de aquel chico que no había salido corriendo. El otro lo pensó durante unos momentos y luego respondió.
   -Pienso que eres una persona interesante… y que me gustaría ser tu amigo… en un principio- JongHyun sonrió ampliamente.
   -Me alegra saber eso.

-oooOOOooo-

   El teléfono de MinHo comenzó a vibrar en el bolsillo delantero de su pantalón vaquero y dejó lo que estaba haciendo (besar a TaeMin), para descolgar rápidamente al ver el nombre y la foto de su hermana en la pantalla.

   -Dime- contestó.
   -Oppa… la operación de unir al perro con el pollo está dando resultado, JinKi oppa no ha salido despavorido de la casa todavía- dijo la chica
   -Información de radio patio- escuchó MinHo decir a SooJung, la chica con la que su hermana compartía piso por detrás.
   -Shh… calla.
   -Gracias por hacerme este favor, SeolRi- dijo él ignorando lo que le había dicho su hermana a su amiga.
   -¿Cuántas veces te he dicho que me llames Sulli, oppa?- regañó la chica.
   -Está bien, está bien, Sulli… no te enfades, saeng, y gracias.
   -De nada, oppa- y colgó, MinHo se volvió hacia su novio y le sonrió.
   -¿Qué dice tu hermana?- preguntó.
   -La operación ha sido un éxito- TaeMin sonrió.
   -Espero que les vaya bien. 
   -Yo también.