Título: Glitch in the system
Autora: Riz Aino
Pareja: IDann (Dann + Ivan) (KINGDOM)
Clasificación: PG
Géneros: AU, high school, college, romance, fluff
Número de palabras: 1.301 palabras
Resumen: hay cosas, sentimientos, situaciones, que
Yoosung no sabe cómo interpretar… pero lo que sí sabe es que la forma en la que
lo hace sentir Seungbo es importante y debe entenderlo.
Notas: la historia fue inspirada tras ver el bl Semantic error.
Comentario de autora: me ha dado muy fuerte por escribir
historias de ambos, pero es que no me puedo contener porque son monísimos.
Espero que os guste.
Glitch
in the system
Su corazón late demasiado rápido
dentro de su pecho, demasiado rápido y demasiado fuerte, tanto, que Yoosung
siente que le falta el aire y abre la boca para inspirar y coger aire
desesperadamente. Un segundo antes estaba bien, su corazón no latía de aquella
forma y no le faltaba el aire, lo único que ha cambiado en su entorno ha sido
la llegada de Seungbo, el hermano mayor de su amigo Seungjun, echándole el
brazo por los hombros al verlo, pegándose a su cuerpo, sonriéndole mientras con
su otra mano le revuelve el pelo cariñosamente. Es Seungbo el que ha provocado
que todo su cuerpo se descontrole, que se sienta completamente diferente y que
solo quiera escapar, huir de aquel brazo que lo mantiene firmemente apretado
contra el cuerpo de Seungbo, huir de su calor, huir de su voz, cerca de su
oreja, que no le habla a él, si no a Seungjun… huir de Seungbo, que lo hace
sentir diferente, diferente a como se siente cuando él no está a su lado,
especial porque solo se siente así con él, extraño, porque nunca antes se ha
sentido de aquella forma y asustado. Hay cosas, sentimientos, situaciones, que
Yoosung no sabe cómo interpretar, pero a lo largo de los años, observando a las
personas que lo rodeaban y haciendo muchas preguntas, ha llegado a entender la
mayoría de ellas a pesar de que todavía se le escapen algunas cosas, como
aquella, que no comprende ni termina de interpretar, pero lo que sí sabe es que
la forma en la que lo hace sentir Seungbo es importante y debe de entenderlo.
—Yoosung —lo llama Seungbo, su
nombre resonando en sus oídos, vibrando dentro de éstos—. ¿Te vas a quedar
entonces en casa hoy?
Yoosung tarda en responder unos
segundos y su respuesta se limita a un simple asentimiento de cabeza que
provoca que una sonrisa enorme aparezca en el rostro de Seungbo y aquella
sonrisa provoca que el corazón de Yoosung vuelva a latir como si se quisiera
salir de su pecho, un golpeteo tan rápido que resuena dentro de su cuerpo y que
parece también resonar en la sala. Yoosung se lleva la mano al pecho para
tratar de acallar aquel golpeteo cuando Seungbo vuelve a hablar, dirigiéndose a
Seungjun esta vez.
—Mamá y papá no están, cocinas tú,
¿verdad? Mi queridísimo hermanito menor al que quiero más que a nada.
—¿Cuándo vas a aprender a cocinar,
mi queridísimo hermano mayor? El que se supone que debería cuidar de su hermano
menor porque ya es un adulto funcional e independiente que está en la
universidad —pregunta Seungjun, levantándose del lugar en el que lleva toda la
tarde sentado, cerrando sus libros y dejándolos a un lado.
—Sí, sí, sí, lo que tú digas
—replica Seungbo—. Tú vete a hacer la cena, yo me quedo aquí cuidando de
Yoosung.
Seungbo dice aquello y, justo
después, deja un beso sobre la mejilla de Yoosung, separándose de su cuerpo
para sentarse en la mesa, en la silla a su lado. Su corazón, que no ha dejado
de latir fuertemente dentro de su pecho durante todo aquel rato, ahora parece
que va a estallar y Yoosung siente varias cosas muy contradictorias, su cuerpo
se enfría y echa de menos el calor que desprendía el de Seungbo pegado a él,
pero su mejilla derecha, el lugar en el que el mayor lo ha besado, arde como si
hubiera estado expuesta al sol durante todo el día sin protección y se hubiera
quemado… y sus pulmones, de repente cerrándose a recibir cualquier tipo de
aire, los que lo hacen boquear como lo hace un pez fuera del agua.
—No le hagas esas cosas a Yoosung,
que es un niño inocente —dice su amigo, acercándose a Seungbo para pegarle
mientras el mayor se defiende a duras penas de las manos largas de Seungjun,
riéndose—. Yoosung, si se vuelve a acercar a ti, ven conmigo a la cocina —él
asiente, todavía tratando de recuperar el control de su cuerpo, de sus
sentimientos, de la situación—. No me fío ni un pelo de ti, hyung.
Seungbo le dice algo sobre que no se
preocupe y Seungjun se va del salón a regañadientes y lanzándole a su hermano
mayor miradas asesinas, dejándolos solos a ambos, dejando a Yoosung solo con la
única persona que provoca un montón de sensaciones y sentimientos que no
termina de entender, pero que quiere entender porque de verdad algo dentro de
él siente que es importante. En ocasiones, Seungjun le dice que es como un
robot, un robot que trata de entender los sentimientos de las personas y que,
cuando no puede hacerlo, se produce un error en su sistema y Yoosung entiende
mucho mejor a las máquinas que a las personas y esa referencia es para él mucho
más fácil de traducir que cualquier otra cosa, porque todavía no ha aprendido
qué es lo que significa que su corazón lata con fuerza o se quede sin aire
cuando Seungbo está junto a él.
Y en aquellos momentos no hay nadie
más con él que Seungbo, la persona que causa que todo en su cuerpo se
descontrole, por lo que Yoosung habla y hace una pregunta, una pregunta que
está destinada a entender por qué le pasa todo aquello y con la única
motivación de encontrar una respuesta de la persona que lo provoca.
—Hyung… ¿sabes por qué mi corazón
late muy rápido y me quedo sin aire cuando estoy contigo?
La pregunta debe pillar a Seungbo
desprevenido porque el mayor tose como si se acabara de atragantar con su
propia saliva y lo mira con los ojos muy abiertos. Yoosung sabe que aquella
reacción se debe a la sorpresa, pero no sabe por qué el hermano de su amigo
debería de sorprenderse cuando sabe perfectamente de sus dificultades a la hora
de entender el mismo que lo rodea y así mismo. Hace tres años que Yoosung y
Seungjun se conocen, desde que entraron en bachiller, y tres años desde que, de
vez en cuando, Seungbo aparece en sus sesiones de estudio o incluso les da
clases cuando sus propias clases y trabajos de la universidad se lo permiten.
En aquellos tres años se ha encontrado varias veces con situaciones que Yoosung
trata de entender y no puede y también le ha tratado de explicar cómo funcionan
alguna de las emociones de las personas que lo rodean o las suyas propias para
que Yoosung las pudiera entender. Por aquellos motivos, el chico no entiende la
sorpresa de su rostro; no obstante, su reacción cambia unos momentos más tarde
y una sonrisa amplia aparece en su rostro cuando lo mira, mostrando una
felicidad que solo ha visto en el mayor cuando a éste le han pasado cosas
realmente buenas.
—Puedo intentar ayudarte a
resolverlo —le dice Seungbo—. Creo que soy el único que podrá hacerlo… si me
dejas…
Yoosung asiente y la sonrisa en el
rostro de Seungbo se vuelve mucho más amplia, aunque pudiera parecer imposible.
El chico no sabe exactamente qué es lo que va a resultar de aquello, pero
quiere descubrirlo porque tiene que ser algo importante.