miércoles, 28 de noviembre de 2012

Ficha de Personajes de EXO Tao


EXO Ficha de Personajes














Tao: Hwang ZiTao.
Fecha de Nacimiento: 02-Mayo-1993.
Lugar de Nacimiento: QingDao, China.
Estatura: 183cm.
Edad: 19.
Grupo Sanguíneo: A.
Signo Zodiacal: Tauro.
Idiomas: Mandarín y Coreano.
Aficiones: Jugar baloncesto, practicar artes marciales, tomar fotografías y comer.
Símbolo: Reloj de Arena.













Poder: Control Del Tiempo.
Apodos: Kung Fu panda, Melocotón.
Animal favorito: El gato que ronda por su casa.
Personalidad: Es muy tímido y modesto, también muy reservado. Hace mucho aegyo. Le tiene miedo a los fantasmas y llora bastante.
Es sonámbulo.

EXO


Capítulo 4
Prácticas



   Todavía seguía algo asustado por lo que me había pasado los días anteriores, pero el haberme pasado una noche abrazando a BaekHyun mientras dormíamos, parecía haber obrado un milagro en mí, porque ya no me sentía tan mal como antes. Él siempre hacía que me calmara, tenía como esa especie de control sobre mí, cuando me exaltaba mucho, siempre estaba allí para calmarme, muchas veces me libró de peleas o de que acabara expulsado de la escuela por mis ocurrencias, desde niños, siempre había estado ahí, y todavía, seguía velando por mí.

   -¿En qué piensas?
   -¿Eh?- dije desorientado. BaekHyun estaba delante de mí, ya se había acabado su almuerzo, y me miraba preocupado.
   -¿Te encuentras bien?- me preguntó y yo asentí- pareces muy distraído, sé que no te gusta la comida de la cafetería, pero estás haciendo un volcán con el puré- miré mi plato y vi que era verdad lo que él decía y sonreí.
   -No tengo mucha hambre- contesté.
   -¿Quieres que vayamos al Burger?- normalmente esa sugerencia obraba milagros en mí, pero no hoy.
   -De verdad, no tengo hambre- recogí mis cosas y me levanté del lugar, noté cómo él hacía lo mismo y me seguía a una distancia prudencial. Sabía que me estaba evaluando, ése cerebro suyo no se podía estar quieto en cuanto notaba algo raro acerca de mí.

   Recorrí todo el campus hasta llegar al banco dónde solíamos sentarnos cuando teníamos que hablar de algo sobre lo que nadie podía enterarse. Estaba algo apartado y fuera de la vista y oídos de todos. Era un lugar que valía la pena, y yo lo necesitaba ahora mismo para poder contarle a BaekHyun todo lo que sentía en mi interior, y de esto, nadie más que él tenía que enterarse. Me senté en el banco y él me imitó. Inspiré hondo para hablar, pero antes de que alguna palabra saliera de mi boca, él comenzó.

   -Desembucha- dijo- que me tienes de los nervios con tanto secretismo hoy- sonreí- no te rías, sólo dime que ronda por tu cerebro de pájaro.
   -Tengo miedo…
   -Lo sé, pequeño, lo sé- su voz se suavizó y echó su brazo por mis hombros. Recargué un poco mi cabeza junto a la suya y suspiré.
   -No sé qué es lo que me pasa y tengo mucho miedo- seguí- el Lunes casi quemo mi casa, y ayer quemé un folio, y… yo no sé qué hacer.
   -Buff…- lo oí suspirar y su mirada se perdió en algún puto. A veces me gustaría estar dentro de su cabeza y poder ver qué es lo que piensa.
   -¿Qué piensas?- pregunté sin poder contenerme.
   -A lo mejor… no sé, esto te puede parecer estúpido… pero…
   -Dilo.
   -En los mangas, cuando alguien tiene poderes, lo siguiente que hace es comenzar a practicar para desarrollarlos- lo miré sin creerme lo que salía de su boca.
   -¿El serio de BaekHyun, está proponiéndome que haga cómo en los mangas?
   -Exacto.
   -¿Lo dices en serio?
   -Muy en serio- no me pude aguantar más y comencé a reírme escandalosamente- no te rías- me pegó en el hombro mientras sonreía- quiero ayudarte.
   -¿Cómo?
   -No sé, todo esto es muy repentino, pero a lo mejor en Internet hay algo… o no sé… en la Biblioteca Nacional… o en artículos científicos- contestó- a lo mejor eres un experimento científico, ¿no te has preguntado alguna vez por qué narices no te pareces a nadie de tu familia?
   -Según mi hermana es porque soy adoptado- dije- según mi padre, me cambiaron en el hospital por otro y mi madre dice que me parezco a un tío lejano suyo o algo así.
   -Entonces tengo razón y eres un experimento.
   -BaekHyun…
   -Seguro que fuiste algo que le salió mal al Gobierno y que trataron de ocultarlo y que…
   -BaekHyun- dije algo ya más cabreado, y noté un cosquilleo en mi mano derecha justo antes de que una pequeña llamarada saliera a través de mis dedos.
   -Interesante- murmuró mi amigo, me cogió la mano y comenzó a mirarla desde todos los ángulos posibles.
   -No me toques- dije apartando mi mano y él me miró haciendo un puchero con sus labios y poniéndome los ojos como el gato de Shrek- arhg- dije molesto. Él sabía exactamente lo que hacer para salirse con la suya- ¿y si te hago daño?
   -Para algo existen las pomadas para las quemaduras- volvió a coger mi mano- además, parece que es cuando te cabreas- siguió mirando y tocando mi mano. Él era mi mejor amigo, habíamos dormido juntos varias veces, e incluso cuando éramos pequeños nos duchábamos juntos, pero en estos momentos, me estaba poniendo muy nervioso e incómodo. De repente volví a sentir el cosquilleo y aparté la mano rápidamente, justo antes de que otra pequeña llamarada saliera de mis dedos- wow, impresionante, también cuando te pones nervioso, por cierto, ¿te pongo nervioso?
   -No- dije rápidamente- me pone nervioso que estés toqueteándome la mano.
   -Ergo, te pongo nervioso…
   -Vete a la mierda- me levanté y comencé a caminar.
   -¿Dónde vas?- sentí que salía detrás de mí.
   -A mi casa.
   -¿No me vas a hacer compañía esta tarde?- se colocó a mi lado.
   -Desde que te hago compañía por las tardes me he convertido en un monstruo- murmuré. Sentí sus brazos alrededor de mi cintura frenando mi avance.
   -No eres ningún monstruo, eres Park ChanYeol, mi loco e irresponsable mejor amigo-dijo- estaré aquí siempre, ya lo sabes.
   -¿Qué haría yo sin ti?- pregunté.
   -Comerte los mocos.
   -Haré cómo que no he escuchado eso…

-oooOOOooo-

   Llevábamos sentados en las mesas de la segunda planta de la Universidad desde que había salido de mi trabajo. Teníamos un callejero de Seúl extendido ante nosotros y ya habíamos marcado algunos lugares para orientarnos, pero no habíamos conseguido mucho.

   -¿Las dos veces lo sentiste en casa?- me preguntó Tao, a lo que yo asentí- podríamos establecer un radio de unos 5km para empezar.
   -Sí, estaría bien- contesté- no debe de controlar todavía muy bien sus poderes, tenemos algo de margen- Tao cogió un compás y trazó un círculo sobre el mapa que abarcaba más o menos los 5km acordados.

   De repente, sentí un escalofrío recorrerme el cuerpo y me levanté de la silla mirando a un lado y a otro. Otra vez quien hubiera despertado estaba utilizando sus poderes, y esta vez, estaba mucho más cerca que las veces anteriores.

   -¿Kevin? ¿Pasa algo?

   Simplemente lo ignoré y caminé por el lugar, al acercarme a la ventana, lo volví a notar. Me asomé rápidamente, buscando al causante, buscando a aquel que había despertado, pero allí no había nadie, sólo había un árbol enorme. Sentí a Tao detrás de mí y me giré.

   -¿Has vuelto a…- no lo dejé terminar su pregunta, pero sabía lo que intentaba decirme, así que asentí- entonces parece que no vamos a necesitar el mapa más- sonrió y fue hacia la mesa.
   -Es una buena noticia- dije- lo tenemos muy cerca.

-oooOOOooo-
  
   Miré a mi alrededor y suspiré. Todavía no sabía cómo me había dejado arrastrar por BaekHyun hasta aquel lugar, de verdad que no lo sabía.

   -¿Por qué estamos aquí?- pregunté ya sin poderme aguantar y abriendo mis brazos haciendo un gesto que abarcaba el lugar en el que estábamos.
   -Necesitas practicar para controlar eso y no quemar a nadie o a ti mismo sin darte cuenta- contestó.
   -¿Pero necesariamente tenía que ser un descampado el lugar en el que tengo que practicar?- dije algo cabreado- además, me estoy pelando de frío.
   -No es para tanto.
   -Lo dice el que va forrado con un abrigo polar, pero yo llevo una chaqueta y estamos en pleno mes de Enero- me quejé.
   -¿Y por qué no te abrigas?
   -Porque en el bus y el metro no hace frío.
   -Eres como un niño pequeño- BaekHyun suspiró- pues si tienes frío, haz un poco de fuego para calentarte.
   -Eres una mala persona- le dije formando un puchero en mis labios.
   -Lo sé- dijo- y ahora, practica.

   BaekHyun se pasó toda la tarde haciendo que me cabreara para que pudiera desarrollar ese poder inexplicable que había aparecido en mí, también, a veces se acercaba mucho a mí y hacía cosas que me ponían verdaderamente incómodo para que tuviera que controlar el flujo de fuego que salía de mis dedos.

   Al final de la tarde, podría decirse que podía pasar esa noche sin la presencia de BaekHyun y estar seguro de que no quemaría mi casa. Eso era un logro, teniendo en cuenta que hasta hacía dos días no sabía que tenía el poder de quemar las cosas a mi antojo. Me despedí de él, y cogí el bus y el metro para volver a casa, algo más tranquilo que los días anteriores.

-oooOOOooo-

   Me tumbé en mi cama y Kevin se sentó a mi lado en ella. Nos habíamos pasado toda la tarde recorriendo la Universidad buscando a la persona que había despertado, por si al encontrarse, Kevin podía sentir algo, pero la búsqueda no había dado ningún fruto y yo estaba tan cansado, que si me quedaba dormido, podría incluso pasar por muerto.

   -Hay demasiada gente en ese lugar- murmuró- no creo que nos encontremos a esa persona y sepamos quién sea a no ser que desarrolle sus poderes justo a mi lado.
   -Acaba de comenzar, su aura no puede ser muy fuerte, así que, no te frustres- intenté animarlo, pero tenía una cara de mala hostia que cortaba el ambiente de una manera impresionante.
   -La humanidad me ha debilitado.
   -La humanidad te hace ser mejor persona.
   -No soy una persona, Tao.
   -No- lo contradije por primera vez desde que lo conocía- ahora eres humano, da igual lo que fueras antes, esta es la vida que estamos viviendo en estos momentos.
   -Tenemos distintas opiniones- dijo.
   -Te darás cuenta muy pronto que esta vida es algo bueno.
   -No lo creo.

-oooOOOooo-

   Me levanté de la cama, me arreglé y salí de mi casa en dirección a la Universidad. Ya era Jueves, último día de clase de esa horrible semana. Tras la hora y media de viaje, llegué a mi destino. Me encontré en la entrada con BaekHyun, que seguramente me esperaba para seguir con lo del entrenamiento, ya que terminábamos antes.

   -¿Has quemado algo hoy?- ése fue su saludo.
   -¿Quieres que te queme a ti?- pregunté alzando mis manos en su dirección. Él se indignó, hizo un mohín y luego me pegó en el hombro, divertido. Había pensado en algo sarcástico que decirme, seguro. Se acercó a mí y pegó su boca a mi oreja.
   -Quémame- susurró sensual- pero hazlo en un lugar privado, ¿o es que te gusta que miren, pervertido?- y me guiño un ojo.

   Me quedé de piedra al escucharlo y abrí mis ojos sorprendido, tanto, que casi pensé que se me saldrían de las cuencas. Lo vi alejarse contoneándose como una mujer e ¿intentando seducirme? Tragué saliva, ya que se me había quedado la boca seca y miré fijamente cómo se alejaba hasta que su carcajada me despertó de mi estado.

   -Vamos, viejo verde, o llegaremos tarde.

   Salí tras él, todavía algo aturdido, y sin poder pensar una respuesta coherente a sus palabras. Me pasé la clase embobado, sin poder hacer nada más que mirar a BaekHyun sin que ése lo notara.

   Tras acabar, mi amigo me llevó al mismo descampado del día anterior a practicar, mientras él utilizaba su portátil y el módem móvil de su compañero de habitación para buscar algo en Internet que pudiera ser interesante.

   Había conseguido quemar satisfactoriamente una colilla y sólo una colilla, nada más, sin necesidad de que me enfadara o me pudiera nervioso, y me giré para darle un abrazo a BaekHyun, cuando vi lo que pasaba. Un chico más o menos de nuestra edad, castaño, estaba agarrando por el cuello a mi amigo, que me miraba muy asustado.



LETTERS FOR A STRANGER


LETTERS FOR A STRANGER



1/2

   Me llegaban cartas, cartas a montón. Cuando tenía tiempo las leía, pero a veces las tiraba directamente a la basura. Era famoso y eso era lo normal. Pero yo no era para nada normal, yo era Onew, y con eso, se explica todo.

   Por eso de que yo no era como los demás, tenía otras cosas en mente, y me gustaban las cartas que las locas de mis fans me enviaban, me gustaba sentirme querido por ellas, e intentaba dar el máximo esfuerzo para agradarlas.

   También, como era yo, Onew, hacía algo que ninguno de los otros idols hacía, y que si alguien se enteraba, pues, me llevaría la bronca del siglo. Pero no me importaba.

Desde hacía varios meses, sólo esperaba la llegada de una carta en concreto. Una carta en un sobre verde, del mismo color de la ropa que me ponía en los escenarios, y con una letra pulcra y hermosa, en la que venía la dirección de la SM y mi nombre.

   Cuando entre el montón de cartas recibía esta en concreto, mi corazón la tía con fuerza, y la guardaba, para en el primer momento en el que estuviera solo, abrirla y leerla.

   Y en eso estaba, revolviendo en las cartas hasta que la encontré. Miré a los lados para observar que mis compañeros no se dieran cuenta de que me guardaba la carta. MinHo y TaeMin estaban enfrascados jugando al Pro y no miraban más que la pantalla de la tele, puesto que los botones del mando se los sabían de memoria. KiBum, estaba recostado en las piernas de JongHyun, durmiendo a pierna suelta, mientras que éste veía el partido que se libraba y acariciaba con sus dedos distraídamente el cabello del otro.

   Guardé la carta en el bolsillo de mi sudadera, disimuladamente y sin hacer movimientos bruscos, para no levantar sospechas. Después agarré el montón de cartas y me las llevé para tirarlas a la basura. Fui a mi habitación y me encerré para poder leer con tranquilidad la carta. Me tumbé en la cama y saqué la carta. La abrí lentamente. Mis manos temblaban y mi corazón latía desenfrenadamente. Esa carta era muy importante, demasiado importante.

   En la que le había enviado anteriormente, le había pedido si nos podíamos encontrar algún día. Quería, no, necesitaba conocer a aquella chica llamada Naye, que me tenía loco desde que recibía sus cartas.

   La carta estaba en mis manos, doblada, no me atrevía a desplegarla, dependiendo de lo que contuviera esa carta, mi vida daría un giro de 180º, para bien o para mal, pero cambiaría sí o sí, y eso me asustaba, no me gustaban mucho los cambios bruscos.

   Inspiré varias veces para calmarme antes de dignarme a desdoblarla y poder leer lo que me había escrito. Cuando fui capaz de hacerlo, pegué mis ojos al papel y comencé la lectura.

   Querido JinKi:

   Me alegro muchísimo que te vaya bien, intento estar pendiente cada vez que puedo de toda noticia que salga del grupo, pero a veces estoy tan saturada, que no tengo tiempo. Yo estoy bastante bien, con mucho que hacer, pero bien. En cuanto a lo de quedar, la verdad, JinKi, no sé si eso sea una buena idea o no, pero me gustaría muchísimo verte.

   Como me dijiste, elijo el lugar. Hay una cafetería muy bonita y apartada del mundo en una callejuela del centro de Seúl, te adjunto la dirección junto al mapa.

   Para que puedas reconocerme, te daré una descripción de lo que llevaré ése día y de cómo soy. Tengo el cabello castaño y rizado, y soy delgada también. Llevaré puesta una camisa blanca, con una rebeca verde y unos vaqueros. El pelo lo llevaré suelto, y estaré leyendo un libro, sentada en la mesa más lejana de la puerta, para que así nadie pueda molestarnos.

   El día y la hora. ¿Qué te parece el día 28 de este mes? Y la hora, las cinco de la tarde.

   Nos vemos allí,
Naye.

   Suspiré tranquilo al ver que había accedido y me puse a mirar el mapa para saber dónde quedaba esa cafetería de la que hablaba. Cuando me ubiqué, vi que quedaba relativamente cerca del apartamento de la SM en el que vivía con los chicos. Me tranquilicé al saber que por lo menos podría llegar el día acordado a tiempo.

   Me levanté de la cama y cogí mi móvil para ver a qué fecha estábamos y para ir tachando los días que faltaban en el calendario para el encuentro, cuando de repente, vi que día era, abrí los ojos desorbitadamente.

   Hoy era 28.

   Miré rápidamente la hora. Las 16:27. Casi me da un ataque. No tenía tiempo más que para salir corriendo del apartamento y correr como si no hubiera mañana hasta la cafetería con el mapa en la mano, cosa que hice, sin que me importara lo más mínimo lo que mis compañeros me dijeron.

   Llegué a la cafetería y miré la hora. Las 16:55. Tenía todavía cinco minutos para recobrar el aliento y pretender que nada había pasado. En cuanto dieron las cinco, entré al local y la busqué con la mirada. La encontré en el rincón más alejado y escondido de la cafetería, y al verla mi corazón dio un vuelco.

   Era hermosa, más de lo que me imaginaba. Me acerqué a ella lentamente, intentando calmar mi corazón y mi mente, pero me era imposible. Cuando estaba a un par de pasos me detuve, ella me había notado. Alzó su cabeza y me sonrió. Su sonrisa no era algo de este mundo, era preciosa.

   -Hola, JinKi- me saludó, y su voz resonó en mis oídos de una manera dulce.
   -Hola, Naye.




martes, 27 de noviembre de 2012

Enamorado de Mi Enemigo


Enamorado de mi Enemigo


   Era un día normal y corriente, uno como cualquier otro en mi vida desde que había comenzado el instituto. Y en ese día, que había comenzado igual a todos, me di cuenta de que me había enamorado, y no de cualquier persona, sino de la persona que más me odiaba en el mundo...

   Kris…

   Él era un tipo imponente, llevaba repitiendo el mismo curso desde que yo tenía memoria, y ahora estaba en mi clase. Me miraba desde siempre con muy mala hostia y con recelo. Siempre que nos encontrábamos, me apartaba de su camino de un empujón.

   Yo no sabía qué hacer. Ni siquiera me gustaban los hombres, pero Kris hacía que se removiera algo en mi interior.

   -Buf- suspiré cansado tirándome encima de la cama.
   -¿Qué te pasa?- preguntó mi hermano entrando a la habitación que compartíamos desde que estábamos en aquel Internado.
   -No es nada, JungSoo- contesté, no le quería decir nada a mi hermano, no quería que se riera de mí o que me evitara por ser diferente.
   -Anda… dímelo…- comenzó a molestarme una y otra vez hasta que no tuve más remedio que contárselo. Nadie era más maruja que mi hermano, ni las marujas que había en su clase, ni siquiera esas eran tan marujas cómo él.
   -Creo que me he enamorado…
   -Wooo… eso es fantástico- dijo muy feliz.
   -… de un chico…

   Mi hermano se quedó pillado y dejó de saltar de la alegría para mirarme muy seriamente. Lo acababa de decepcionar. Él se esperaba a una cuñada guapa, y ahora no la iba a tener.

   -¿Estás seguro?- me preguntó.
   -Cada vez que estoy cerca me pongo nervioso, no puedo mirarlo a los ojos y desvío mi mirada, mi corazón se acelera y noto un cosquilleo en el estómago cada vez que me mira o si me toca, siento escalofríos.
   -Vaya…- susurró sentándose en mi cama- tiene toda la pinta…
   -Sí.
   -¿Te gustan otros chicos o sólo él?
   -No lo sé… no me he fijado antes en otros chicos… puede… o no… no lo sé…- me agarré el cabello desesperado.
   -Tranquilo, Channie, tranquilo- se acercó a mí y me abrazó- todo se solucionará.
   -Tú siempre tan positivo- contesté intentando sonreír, pero no tenía muchas ganas.
   -En la vida hay que ser positivo- me dijo- sino, todo te parece horrible.
   -Eres muy sabio- dije- cómo se nota que te estás haciendo mayor…
   -¡Oye!- se lanzó sobre mí y comenzó a hacerme cosquillas- ¿a quién llamas viejo?

   A la mañana siguiente caminaba hacia mi clase cabizbajo y metido en mis pensamientos, ése iba a ser otro día de infarto en el que con tan sólo ver a Kris mi corazón comenzaría a latir tan rápido en mi pecho que casi se saldría. Metido en mi mismo, como estaba, ni me di cuenta que enfrente de mí se colocó mi mejor amigo, BaekHyun, hasta que me saltó encima y se me enganchó como un mono.

   -Buenos días- dijo feliz, con una sonrisa de oreja a oreja, bajándose de mí.
   -Buenos días.
   -¿Y esa cara?- preguntó tirándome de los mofletes- ¿no me digas que sigues triste por ese inútil?
   -No es eso…
   -Claro que es eso- aseguró- ese tipo no te conviene, es un bruto, un borde, un malcriado y un inútil- BaekHyun intentaba decir insultos desagradables, pero no podía, además con esa cara de niño bueno, tampoco le pegaba mucho.
   -Ya, ya, lo sé- contesté- pero es algo que no puedo evitar.
   -Babo…- se agarró a mi brazo y echamos a andar, al girar la esquina, nos encontramos con el responsable de mis desvelos, de mis sentimientos encontrados y, en definitiva, de todos mis problemas. Nos echó a ambos una mirada asesina y luego siguió su camino- hablando del rey de Roma…- murmuró BaekHyun y me miró- ¿Channie?- se paró delante de mí, me cogió el rostro con sus manos y me agachó hasta quedar a su altura- no estés triste.
   -No estoy triste…
   -No me vengas con rollos- contestó- te conozco desde hace mucho.
   -BaekHuynnie…- susurré.
   -Estoy aquí, no te abandonaré- dijo.
   -Gracias- y seguimos nuestro camino.

   Las clases comenzaron y todo fue igual que siempre. Los profesores daban la chapa, los estudiantes pasábamos de ellos… vamos, como siempre. Pero había una cosa que no era como siempre. Normalmente, durante las clases, Kris no me miraba, pero eso no era así este día. Me miraba, y me miraba mucho. No quitaba sus penetrantes ojos de mí, pero no me miraba con odio o con enfado, me miraba de otra manera, una manera que no lograba identificar.

   Nos tocaba Deporte, y tras cambiarnos en los vestuarios, salimos al patio y el profesor nos puso a correr, dándole veinte vueltas al lugar. Yo tenía bastante fondo, pero BaekHyun no, así que me quedé algo rezagado con él. Mientras corríamos, me di cuenta de que el profesor me llamaba.

   -Te dejo solo- dije a mi mejor amigo.
   -Odio al profesor por llamarte ahora- murmuró.
   -Lo siento.

   Salí corriendo hacia el profesor, y cuando llegué, me di cuenta de que no estaba solo, con él estaba Kris. Miré hacia atrás buscando con la mirada a BaekHyun y él me hizo un gesto con las manos diciendo que me acercara, que no pasaría nada. Le hice caso y me coloqué cerca del profesor.

   -¿Quería algo?- pregunté.
   -Sí, ¿puedes ir con Kris a por unos materiales al gimnasio?- dijo.
   -Mmm… claro, sí…
   -Pues bien, vamos, daos prisa- le dio las llaves a Kris y comenzó a pegarle voces a los demás alumnos.

   Kris echó a andar y yo detrás de él. Nos dirigimos hacia el gimnasio, atravesando el patio y luego los jardines, hasta llegar al gimnasio, que estaba al otro lado del colegio. Él metió la llave en la cerradura, abrió la puerta y entró dentro. Entré tras él y la puerta se cerró por el aire que hacía. Vi a Kris moverse por el lugar y me acerqué a él.

   -¿Qué es lo que el profesor quería que buscáramos?- pregunté.
   -Quiere que saquemos unos materiales que están muy altos como para que él llegue.
   -Oh, vale.

   Kris y yo éramos los más altos del curso y casi del lugar, por lo que no me extrañaba que el medio metro del profesor nos mandara a nosotros a por los materiales. Él se subió a unas escaleras y luego comenzó a darme las cosas. Una bolsa de balones, una de petos, otra con conos… y así, con un montón de cosas.

   Cuando terminó, bajó de las escaleras y cogió la mitad de las cosas. Yo cogí la otra mitad y nos dirigimos hacia la salida. Kris giró la manecilla de la puerta, pero ésta no se abrió. Rebuscó en sus bolsillos intentando encontrar las llaves, pero no las halló. Se giró hacia mí entonces.

   -¿Tú tienes las llaves?- sólo pude negar con la cabeza ante su tono tan demandante- ¿cerraste la puerta?- volví a negar- ¡joder!- maldijo por lo bajo soltando todas las cosas que llevaba en el suelo, su brusco gesto me asustó un poco y me alejé algo de su lado- estamos atrapados- murmuró girándose hacia mí y frunciendo el ceño al ver que estaba más lejos que antes- ¿traes tu teléfono móvil?-me preguntó.
   -No- dije casi en un susurro- lo dejé en el vestuario.
   -Entonces no tenemos manera de comunicarnos con el exterior- dijo negando con la cabeza, parecía cansado- anda, suelta las cosas, sino te cansarás- le hice caso y solté todas las bolsas en el suelo mientras él se sentaba con la espalda recargada en la pared junto a la puerta.
   -Seguro que alguien se da cuenta de que no estamos- dije intentando que el ambiente se relajara. Esta era la vez que más palabras había cruzado con Kris, y mi corazón latía tan fuerte que pensaba que tenía que oírse en todo el gimnasio.
   -¿Con el profesor tan despistado que tenemos?- preguntó- déjame decirte sinceramente que lo dudo mucho.
   -Pero algún alumno… BaekHyunnie podría…
   -BaekHyun…- susurró con algo de jactancia.

   Me quedé petrificado ante el tono en el que dijo el nombre de mi mejor amigo. Parecía como si le tuviera un odio muy profundo, incluso más del que me tenía a mí. Me sentí muy mal por dentro, no tenía ningún motivo para odiar a mi amigo, él era una persona agradable con todos y muy simpático. No me pude contener.

   -¿Por qué odias a BaekHyunnie?- dije poniéndome de rodillas frente a él.
   -¿Quién te ha dicho que lo odie?- preguntó brusco.
   -Tu tono de voz- respondí.
   -Si te digo la verdad, sólo no me cae bien por diversos motivos- asentí algo aliviado. Entonces otra duda atacó mi mente.
   -Entonces, ¿por qué me odias a mí?

   Kris me miró de una manera muy extraña, como decepcionado por mis palabras y suspiró cansado, mientras agachaba su cabeza.

   -No es que te odie- murmuró y dijo otra cosa más, pero no pude entenderlo bien.
   -Entonces… ¿por qué siempre me miras como si quisieras matarme?- él alzó la cabeza.
   -¿De verdad parece que quiero matarte?- asentí y suspiró- ¿tan aterrador parezco?- preguntó, y sentí cómo mi corazón daba un vuelco al ver su mirada triste.
   -No, no, no, no, no- negué varias veces, con mi voz, mi cabeza y mis manos- no eres aterrador.
   -¿Entonces?
   -Serio, tal vez- dije- alguien serio.
   -Vaya… no sabía que me veía así- murmuró.
   -Bueno… se puede cambiar intentando hablar más con la gente y esas cosas- dije sincero sonriendo- y… me gustaría… saber sino me odias… ¿qué es lo… que piensas… de mí…?- no pude contenerme, parecía que estaba siendo sincero en sus respuestas así que le pregunté para saber a qué atenerme, para saber si tenía esperanzas, para saber si…

   Mis pensamientos se vieron interrumpidos por sus labios que chocaron contra los míos en un intento feroz de transmitirme todo lo que parecía no podía decir con palabras. Mi corazón latía desenfrenadamente, y mis labios correspondían su beso moviéndose con los suyos. La falta de aire fue lo único que nos hizo separarnos.

   Nos miramos a los ojos fijamente, y durante unos momentos, pensé que no había nada, ni nadie más en este mundo aparte de nosotros dos. Kris abrió sus piernas y me agarró con sus brazos de la cintura para que me pusiera en el hueco creado y así estar más cerca. Acto seguido, volvió a atacar mis labios, esta vez con desesperación, con ansia, y con algo más que no podía identificar. Al separarnos la siguiente vez, él agachó su cabeza y suspiró hondo.

   -Lo siento- murmuró, y mi corazón se paró al escuchar esas dos palabras.
   -¿Por qué?- pregunté con algo de mal humor. Me besaba como si fuera el último día de la Tierra y luego me decía esas dos palabras que herían mis sentimientos.
   -Yo… yo… no sé lo que hago… tú… estás saliendo con… BaekHyun… y…

   Todas las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar en mi cabeza. Las miradas de odio que nos dirigía, todo lo que habíamos hablado desde que estábamos allí dentro, sus acciones… todo… sonreí mientras le tomaba el rostro con mis manos.

   -Babo…- susurré- yo no estoy saliendo con BaekHyunnie- Kris alzó la cabeza y me miró sin comprender.
   -¿Entonces…?
   -Él y yo sólo somos buenos amigos, nada más.

   Y sin decir más palabras me acerqué a él y le di un dulce y lento beso en los labios. Kris pasó sus brazos por mi cintura, acercándome más y pegándome a su cuerpo, para acrecentar el contacto. Cuando nos separamos, respirábamos entrecortados, y nuestros rostros estaban adornados con sonrisas de felicidad.

   -Me gustaría… que nosotros… comenzáramos algo…- murmuró.
   -¿Me estás pidiendo salir?- pregunté algo incrédulo.
   -Si tú no quieres…
   -Claro que quiero- dije inmediatamente y le di un pequeño beso.

   Él sonrió contra mis labios y justo cuando otro beso iba a comenzar, escuchamos el ruido que hacía la puerta al abrirse. Nos separamos como pudimos y los dos quedamos sentados en el suelo a escasos metros pero sin ningún indicio de lo que había pasado. Por la puerta entró BaekHyun y oí cómo Kris suspiraba. Sonreí ante su reacción.

   -Channie- dijo el recién llegado abalanzándose sobre mí y abrazándome fuertemente- menos mal que estás bien- susurró- pensé que este desalmado podría haberte hecho algo- detrás de BaekHyun pude ver como la imponente figura de Kris se levantaba del suelo con una mirada de mala leche que asustaba.
   -No ha pasado nada- dije- nada malo, quiero decir…- él se separó de mí y me miró sin comprender- luego te lo cuento- murmuré- pero lo mejor ahora será que te separes de mí si no quieres que despertemos al dragón.

   Mi amigo pareció entender lo que había pasado entre nosotros al escuchar mis palabras y se levantó rápidamente, después me ayudó a levantarme para seguidamente murmurar un “le avisaré al profesor que estáis bien” y salir corriendo del lugar. Cuando desapareció de la vista, Kris me dirigió una mirada incrédula con una ceja alzada y yo me acerqué a él para abrazarlo.

   -Sigo queriendo salir contigo- dijo él- no hace falta que te me pegues tanto- sonreí y me abracé aún más fuerte a él.
   -Es que BaekHyunnie es muy efusivo- murmuré- lo siento, y… pensé que estabas celoso…
   -Y lo estoy…
   -No tienes por qué…
   -Está bien- dijo- pero a partir de ahora, esas muestras de cariño sólo están permitidas conmigo- sonreí por sus celos.
   -Está bien… pero no te prometo nada.

   Sé que iba a comenzara protestar, pero lo callé con un beso y luego cogí los materiales que habíamos ido a buscar. Kris me siguió poco después y me dio un beso en la mejilla antes de salir corriendo hacia la pista, con una gran sonrisa.

   Y así fue, cómo me enamoré de mi enemigo.

jueves, 22 de noviembre de 2012

[One Shot] Before This Song Ends {JaeZy} (Re-Write)

Título: Before this song ends
Autora: Riz Aino
Pareja: JaeZy (JB + Suzy) (GOTA – GOT7 + Miss A)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 2.304 palabras
Resumen:
—Antes de que esta canción termine, tienes que haberte acercado a ella y haberle hablado.
—¿Qué?
Notas: este fanfic fue escrito en el año 2012, y como me gustó mucho desde siempre pensé que lo mejor que podía hacer era re-escribirlo.
Comentario de autora: nunca antes había re-escrito uno de mis antiguos fics y al leerlo me he dado cuenta de lo mucho que he madurado en todo este tiempo. Espero que os guste.


Cada vez que JaeBum pasaba por el parque, ella se encontraba en el mismo lugar. Daba igual la temperatura que hiciera en el lugar, ya hiciera un sol espléndido o el cielo gris se cerniera sobre la ciudad amenazando con la lluvia, la hermosa chica se hallaba sentada en uno de los bancos del parque, con un libro en sus manos, demasiado concentrada leyendo como para darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor, demasiado centrada para percatarse de que JaeBum llevaba muchos meses observándola desde un lugar cercano, intentando decidirse a acercarse a ella y pedirle su número de teléfono —o, en su defecto, al menos intercambiar algunas palabras con ella—.

Pecador


Pecador

   Mi nombre es Choi SiWon, pertenezco al grupo Super Junior, ahora estoy en China, promocionándome junto con la sub-unidad Super Junior-M y soy una persona educada, respetuosa con mis mayores y agradable con todo el mundo. Hace unos pocos días seguiría presentándome como un fiel servidor de los designios de mi Dios, pero eso ahora ha cambiado. Ahora soy un pecador.

   Hace unas pocas noches soñé con mi hyung ZhouMi, y no de una manera sana. Había tenido un sueño nada propio de mí, había tenido un sueño en el que ambos pecábamos, tal y como lo hacían HeeChul y HanGeng hyung. Pero lo peor era que me había despertado con un gran problema entre las piernas.

   Desde ese día rezo a Dios cada dos por tres para que me perdone y leo la Biblia a cada rato que tengo libre para así enmendar mis errores y volver a ser puro de alguna manera, aunque sabía que eso no podría volver a ser posible. Me había convertido en un pecador, lo que temía más que a nada.

   Me dirigí al lugar en el que componíamos porque necesitaba desahogarme un poco. Tantos pensamientos impuros me estaban haciendo mucho mal. Antes de entrar al lugar, escuché una voz muy conocida, cantando. Me quedé parado en la puerta, a medio camino, sin entrar, pero tampoco sin salir.

   ZhouMi estaba sentado, componiendo. Lo oía cantar esporádicamente algunas palabras, y lo veía escribir y tachar, en algunas ocasiones en una partitura que tenía delante. Mi corazón latía a mil por hora. Era tan… Hermoso.

   Me asusté de mis propios pensamientos y carraspeé mientras movía mi cabeza de un lado a otro intentando alejar de mi mente eso. Sobresalté a ZhouMi al hacer ruido, pero tras verme, se calmó y me dedicó una sonrisa preciosa.

   -Me has dado un susto de muerte, ShiYuan- dijo- no te esperaba aquí.
   -Siento molestar, hyung- hice una reverencia.
   -No molestas- me dedicó otra hermosa sonrisa- puedes venir aquí conmigo- debió notar la cara de pánico que puse por que añadió- si quieres.
   -Claro, hyung- y me acerqué a paso lento a él hasta que me senté a su lado en el sofá en el que estaba.
   -Me alegra que aceptaras quedarte- dijo ¿aliviado?- hace días que te noto raro, cómo que no eres tú, así que, ya que ahora soy el líder, tengo que saber si te pasa algo- otra sonrisa de las suyas me desarmó, pero no había podido evitar decepcionarme ante sus palabras. Sólo se había preocupado por mí porque era el líder, nada más, mientras que yo tenía pensamientos impuros sobre él, tenía sueños húmedos y me había convertido en un pecador- ahí está otra vez esa cara que tanto me molesta- tomó mi rostro entre sus manos- ¿qué te pasa, ShiYuan?- cerré los ojos y negué con la cabeza. Ya volvía a tener esos pensamientos sobre él- ¿no quieres contármelo?- abrí mis ojos y vi cómo su expresión se había tornado triste. Mi conciencia no me permitía que él hubiera puesto esa expresión por mi culpa.
   -No es eso…- murmuré.
   -¿Entonces qué es?- preguntó- sabes que me tienes aquí para lo que necesites- en ese momento, tuve la necesidad de contárselo todo, de decirle todo lo que me pasaba por la cabeza cuando lo veía, de todo lo que me atormentaba, pero no podía hacerlo, ¿qué pensaría él de mí?
   -Hyung… yo…- cerré mis ojos fuertemente y las palabras comenzaron a salir de mis labios sin que yo pudiera retenerlas- hyung, yo… he estado teniendo pensamientos impuros sobre ti, cada vez que te veo, no puedo reprimirlos, y yo… yo estoy siendo un pecador debido a esto, pero no puedo dejar de pensar en ti, no puedo dejar de pensar que siento algo por ti…- en cuanto terminé de decirlo, la sala se quedó en silencio, y abrí mis ojos lentamente para ver la expresión de mi hyung, que tenía los ojos brillantes y su mirada perdida sobre mí- ¿hyung?
   -¿Era por esto por lo que me evitabas?- preguntó, y una lágrima cayó de su ojo derecho, que yo limpié rápidamente con mis dedos.
   -¿Hyung?
   -Me siento tan… extraño… yo… ShiYuan… también siento algo por ti- sonrió tristemente- pero… tu religión...- me sentí de una manera indescriptible. ¿Qué era esta maldita sensación que me oprimía el pecho? ¿Felicidad? ¿Plenitud? ¿Amor? Sí… eso era… AMOR- ShiYuan…
   -Hyung…- lo corté- sé que todo está mal… que nada es lo correcto… que acabaré en el Infierno como HeeChul y HanGeng hyung, pero… me gustaría… ser un pecador… contigo- una sonrisa radiante se instaló en su rostro, pero luego mordió su labio inferior con nerviosismo.
   -¿Estás seguro?- preguntó- ¿dejarías de lado tus creencias por mí?
   -No las dejaría de lado… seguiré creyendo en mi Dios… pero seré un pecador, y rezaré cada día mil veces para que me perdone por haberme enamorado de un hombre… y no de una mujer, como mandan sus designios…
   -ShiYuan… yo… no puedo pedirte que vivas esa vida…
   -Y no quiero que me lo pidas, hyung… lo hago por decisión propia.
   -Te quiero tanto- ZhouMi se abrazó a mi cuello fuertemente.
   -Yo también te quiero, hyung.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Ficha de Personajes de EXO


EXO Ficha de Personajes



















Kris: Kevin Wu.
Fecha de Nacimiento: 6 de Noviembre de 1990.
Lugar de Nacimiento: Guangzhou, China.
Nacionalidad: Chino y Canadiense.
Estatura: 190 cm.
Grupo Sanguíneo: O.
Signo Zodiacal: Escorpio.
Familia: Padre y madre y hermano (más pequeño)
Símbolo: Dragón de fuego.













Poder: Volar y Control del Fuego.
Idiomas: Inglés, Mandarín, Coreano y Cantonés.
Personalidad: tiene la responsabilidad, los grados del avance y retroceso, un buen cerebro, una línea clara de pensamiento, estilos apropiados de conversación, y una capacidad de reacción muy rápida. Cuando no está sonriendo, él es “un arma caminante de destrucción masiva”, la atmósfera es seria, pero cuando sonríe consigue que todos se relajen.
Vivió en Vancouver (Canadá).




Credits: @EXOPlanetSpain