domingo, 30 de noviembre de 2014

[Drabble] Ask Drabbles 2: El Beso del Ángel {DaeJae}

El Beso del Ángel

            Los ángeles no solían bajar a la Tierra, de hecho, solo lo hacían de vez en cuando, y solo porque tenían algún encargo de Dios. En esos momentos, pasaban completamente desapercibidos para los humanos porque escondían sus alas y vestían ropa normal, como las demás personas.

            No obstante, siempre había excepciones.

            Yoo YoungJae había nacido con el don de poder ver todo aquello que el resto de seres humanos eran incapaces de captar con los ojos que poseían. Desde pequeño, había pensado en sí mismo como una especie de monstruo, pero con el paso de los años, había acabado aceptándolo como parte de su ser y dedicaba su vida a ayudar a los ángeles que bajaban a la Tierra en sus misiones.

            Por estos motivos, el día que vio a DaeHyun enfrente de la puerta de su casa, esperándolo, supo inmediatamente que era un ángel y no le hicieron falta más que un pequeño intercambio de palabras para saber cuál era su misión y decidirse a hacer todo lo posible para ayudar a aquel ángel de belleza extraordinaria.

            Sin embargo, a pesar de conocer mucho sobre los ángeles y sobre sus misiones, YoungJae jamás se dio cuenta del verdadero propósito de la estancia de DaeHyun en la Tierra, solo lo supo cuando él se lo dijo.

            —YoungJae —lo llamó el ángel—. Bajé a la Tierra para realizar distintas misiones que Dios me encargó —comenzó—, y las he completado todas menos una, la más importante de todas ellas.
            —¿La más importante? —cuestionó el chico—. ¿Puedo ayudarte con ella?
            —Sí, sin tu ayuda jamás podría completar esta tarea —contestó.
            —¿Qué tengo que hacer?

            —Morir —comentó DaeHyun justo antes de acercarse a él y besarlo en los labios, empujándolo después a la carretera—, para convertirte en un ángel como yo —susurró, aunque YoungJae ya no lo pudo escuchar por el ruido provocado por el claxon de los coches y de las ruedas chirriando intentando frenar contra el asfalto.

sábado, 29 de noviembre de 2014

1004fallen

1004fallen

            1004fallen ha aceptado tu petición de amistad

            flydragon: ¿quieres salir conmigo?
            1004fallen: ¿por qué debería hacerlo? No te conozco de nada
            flydragon: entonces conozcámonos

            1004fallen te ha bloqueado


viernes, 28 de noviembre de 2014

Insomnia

Insomnia

            En las noches en las que tiene insomnio, LuHan sale de su habitación y va hacia la de MinSeok, se cuela en su cama  y lo abraza fuertemente, como si se tratase de un oso de peluche. El mayor nunca se despierta en esos momentos y solo de esta forma, LuHan puede volver a conciliar el sueño.

            Es por las mañanas, cuando ambos tienen que levantarse para ir a ensayar o a cualquier otro lado, cuando MinSeok lo regaña y le dice que no es un niño para tener que hacer aquello, pero LuHan siempre acaba ganando la disputa, callando los argumentos del otro con un beso.


            Las noches de insomnio se convierten en mañanas perfectas para LuHan y muchas veces, desea que lleguen una y otra vez solo por los increíbles despertares.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Devil Dancer

Devil Dancer

            Venderle su alma al diablo para ser el mejor bailarín del mundo había sido un pequeño precio a pagar para JongHyun. El en mundo del espectáculo se lo conocía como ChangJo y era conocido y alabado por todos. Ya no necesitaba todas aquellas horas y horas de ensayos hasta que caía medio muerto por el esfuerzo realizado, ya no escuchaba las palabras que lo habían hundido, los insultos. Su baile simplemente fluía con la música y JongHyun sentía que era la persona más feliz del mundo, además del mejor bailarín.

            Sin embargo, venderle su alma al diablo fue el peor error que pudo haber cometido y JongHyun lo supo solo cuando unas llamas azuladas comenzaron a ascender por su cuerpo en mitad de la actuación más importante de su carrera, llevándolo al infierno, frente a aquel demonio de pelo azul y mirada inocente.

            —Me vendiste tu alma por la fama y ahora que yo he cumplido mi parte del trato es hora de que tú cumplas con la tuya y me pertenezcas por toda la eternidad, bailarín maldito.



Sabor a mí

Título: Sabor a mí
Pareja: ChanYeol x OC (EXO)
Clasificación: PG
Géneros: romance, fluff
Número de palabras: 1.264 palabras
Resumen: ChanYeol tiene que dar clases de español para poder cantar una canción en el MuBank en México.
Notas: para quienes todavía no hayáis visto esta preciosidad de Baek, SuHo, Soo y Yeol cantando en español, os lo dejo aquí para que muráis de feels conmigo. Escrito para el cumpleaños de ChanYeol.
Comentario de autora: viendo la preciosísima actuación se me ocurrió esta idea Random y como no tenía ningún OC con ChanYeol pensé, ¿por qué no?

Sabor a mí


            EXO–K tenía que viajar a México para hacer una aparición en el Music Bank celebrado en aquel país. Ninguno de los seis había ido a un país latino, así que no teníamos ni idea de qué podíamos hacer, cómo debíamos comportarnos o incluso qué decir. No sabíamos absolutamente nada de español y en inglés tampoco estábamos demasiado avanzados, así que tendríamos que ir pegados a los traductores en todo momento para poder entender y hacer las cosas.

            No obstante, esto no sería demasiado reto. Ya habíamos estado en Rusia y Alemania, en Tailandia, China y Japón, países en los que no nos podíamos desenvolver solos y en los que finalmente habíamos salido del paso. Un par de palabras, aprender a presentarse en el idioma y en el caso del chino intentar cantar con más o menos acierto. No era demasiado complicado porque la ayuda de los miembros chinos siempre había estado ahí, pero cantar una canción en español era otro tema completamente diferente.

            El español no era nada parecido al coreano, absolutamente nada parecido y eso era un gran problema. Por ese motivo, estuvimos un par de semanas con una profesora de español que nos estuvo enseñando a leer y a pronunciar como era debido.

            Una profesora demasiado sexy, todo había que decirlo.

            Desde el primer momento en el que aquella treintañera había pisado la sala de ensayo en la que nos encontrábamos, mi cuerpo había reaccionado como el de un maldito adolescente, a pesar de que ya había pasado esa etapa hacía varios años. Lo primero que hice fue maldecir internamente porque sabía que probablemente no iba a sacar mucho más en claro de español de aquellas clases aparte de que la profesora estaba buenísima.

            Y no me equivocaba mucho.

            —ChanYeol, ChanYeol —me llamó BaekHyun, zarandeándome y sacándome de mi ensoñación.
            —¿Qué? —pregunté.
            —Llevas un rato perdido en ti mismo, ¿qué te pasa?
            —Nada, no me pasa nada —murmuré, esbozando una sonrisa—. Solo pensaba.
            —¿En lo buena que está la profesora de español?
            —Sí… —contesté sin pensar, pero inmediatamente me giré hacia él, encontrándolo con una sonrisa en los labios que decía “lo sabía”, así que me apresuré a retractarme—. No, claro que no. ¿Cómo me iba a gustar? Tiene más de treinta, me gustan las jovencitas.
            —Sandara Park —dijo, y cada sílaba de aquel nombre se clavó en mi pecho como una flecha.
            —Touché.
            —ChanYeol, soy tu amigo, me puedes contar estas cosas —dijo—. No tenemos mucho tiempo libre, pero para una charla de unos minutos como ahora sí —sonrió—. Así que cuéntame. ¿Qué te gusta de ella? —lo miré con recelo unos minutos y luego suspiré, comenzando a hablar.
            —Es sexy.
            —Obvio. Incluso TaeYeon me ha dicho lo sexy que es y me ha amenazado con cortarme los huevos si se me ocurre pensar en acercarme a ella con motivos que no tienen nada que ver con aprender español —dijo—. Así que algo más aparte de eso.
            —¿Cuándo me regaña porque no estoy aprendiendo correctamente? —me pregunté a mí mismo—. No sé, me pone cuando se enfada y se acerca y me grita y eso.
            —Masoquista.
            —No soy masoquista —repliqué—. Simplemente… eso me parece bastante excitante. ¿A ti no?
            —Yo solo me excito cuando veo a TaeYeon contonearse por ahí con tacones —respondió el otro.
            —Genial, yo soy masoquista, pero tú tienes un problema con ese fetiche tuyo de los tacones —le dije.
            —Y yo lo admito, no como tú —suspiré y me alejé de él, cuando se ponía en aquel plan no se podía hablar con él.

            Vagué por los pasillos de la empresa, saludando a todas las personas con las que me encontraba por estos. Tenía que centrarme en lo que me ocupaba, aprender a cantar las líneas que me habían tocado en un español entendible y olvidarme de la sexy profesora porque no me hacía bien y porque tampoco podíamos tener un revolcón sin que la despidieran.

            Llegué al lugar en el que se extendían diversas salas en las que ensayar el canto y me encerré en una de ellas, poniendo la canción ‘Sabor a mí’ en el reproductor y después el papelito en el que tenía la letra apuntada para cantar. Probablemente llevaba un par de horas allí encerrado, practicando, cuando alguien tocó en la puerta y dejé de hacerlo de inmediato, al descubrir que era mi sexy profesora de español la que se encontraba fuera. Rápidamente le abrí.

            —¿Profesora? —dije—. ¿Qué hace aquí?
            —Bueno, quería ver cómo llevabas la canción —respondió en un perfecto coreano que me hizo envidiarla.
            —Entre.

            Ella asintió y se metió en aquel pequeño cubículo de apenas dos metros cuadrados. Encendí de nuevo el reproductor y comencé a cantar tal y como había hecho antes, pero esta vez sin mirar el papel e intentando pronunciar lo mejor posible aquel idioma que se me resistía. Lo hice todo con los ojos cerrados, porque si los abría y veía a aquel monumento ante mí, sabía que no iba a poder hacerlo, solo cuando finalicé, los abrí.

            La profesora estaba ante mí con una sonrisa satisfecha en sus labios y me dieron unas ganas inmensas de besarlos, pero me contuve.

            —Lo has hecho genial, ChanYeol —aplaudió—. Si durante la actuación también lo haces así todas las chicas mexicanas que vayan al MuBank acabarán rendidas a tus pies, y probablemente todas aquellas que hablen español y que vean más tarde la actuación en internet.
            —Gracias profesora —murmuré.
            —La verdad es que no me esperaba que pudierais hacerlo tan bien, me habéis sorprendido —sonrió—. Tuve mil problemas para que Super Junior dijera bien ‘Mamacita’ y aún me siguen cambiando la ‘c’ por una ‘s’ —sonreí—. Estoy muy orgullosa.
            —Gracias.
            —Tendré un ojo puesto en ti cuando salga la actuación —abrió la puerta de aquel pequeño cubículo, dispuesta a irse, pero yo no quería que se fuera, quería que se quedara conmigo, quería que estuviera a mi lado mucho más tiempo.
            —Profesora —la llamé, ella se giró hacia mí.
            —Dime, ChanYeol.

            Tragué saliva porque no sabía exactamente qué era lo que iba a decirle. ¿Qué podía hacer? ¿Decirle que me ponía? ¿Qué era muy sexy? ¿Qué lo único que pensaba cuando estaba a mi alrededor era en besarla y en enterrar mi polla en ella? No, claro que no. Así que salí al paso con lo primero que se me ocurrió.

            —He estado pensando que me gustaría recibir clases de español —murmuré—. Tenemos muchas fans que hablan ese idioma y me gustaría agradecerles todo lo que hacen por nosotros desde tan lejos —ella esbozó una gran sonrisa cuando terminé de hablar y asintió.
            —Me parece perfecto —respondió—. Cuando vuelvas de México hablaremos con la gente de aquí para asignarte unas horas a la semana de clases de español —y con una sonrisa preciosa en sus labios, se despidió de mí.
            —Ojalá pudieras ser algo más que mi profesora, Laura —susurré para mí—. Mucho más.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

EXO 3ª Temporada

Capítulo 8
Reencuentros



            Me encontraba tumbado sobre la cama de mi habitación, aprovechando que estaba completamente solo ya que YiXing se encontraba con Kevin en alguna parte, tampoco me importaba mucho el sitio, simplemente quería estar unos momentos a solas para pensar. Hacía algunas horas había recibido la llamada de JongIn comentándole que SeHun se había desmayado a causa de utilizar sus poderes contra un enemigo.

            Aquello me había cabreado muchísimo, ya que mi pequeño había sufrido por causa de un ataque y aquello podría haberlo evitado teniendo con él las aguas milagrosas que había recogido en Changsha y que había tenido que utilizar con MinSeok. Por eso necesitaba un poco de calma. Ya había vuelto de visitar a mi chico y me había quedado un poco más tranquilo, aun así, lo único que deseaba era que SeHun no sufriera ningún tipo de daño.

            Mi teléfono móvil comenzó a sonar con Super Hero – VIXX, el tono que le tenía asignado a JongIn, y rápidamente me levanté de la cama y fui hacia el escritorio, donde se encontraba mi teléfono móvil y lo cogí, recibiendo la llamada, ya que temía que algo más grave le hubiera pasado a SeHun. Sin embargo, no fue la voz del moreno la que escuché al otro lado de la línea, sino la de mi chico.

            —Hannie —lo escuchó murmurar.
            —¿SeHunnie? ¿Estás bien? —pregunté atropelladamente, feliz por escuchar aquella voz.
            —Sí, estoy perfectamente —le respondió—. Un poco cansado, pero nada que no se pueda arreglar pasándome toda la noche durmiendo.
            —Me alegra escuchar eso —dije algo más aliviado.
            —¿Estabas muy preocupado por mí?
            —Demasiado —contesté, esbozando una pequeña sonrisa, casi viendo la expresión de satisfacción que apareció en su rostro al escuchar mis palabras.
            —Estoy bien —susurró—. No ha sido nada grave.
            —¿De verdad?
            —De verdad.
            —Veámonos mañana tras las clases.
            —Por mí perfecto.

-oooOOOooo-

            Cuando llegué a mi trabajo no me esperaba que allí se encontrara Kevin, terminando su turno. Hacía tiempo que no lo veía en aquel lugar, ya que se había cambiado al turno contrario para no cruzarnos cuando comenzó con su paranoia de que el enemigo no debía relacionarnos. Así que aquello me sorprendió bastante y apenas pude reaccionar cuando pasó por mi lado, sin siquiera dirigirme la palabra.

            —¿No crees que ya somos mayorcitos para evitarnos de esta manera? —pregunté y él se detuvo, girándose a mirarme—. Sabes que jamás estuve de acuerdo en que tuviéramos que estar separados de esta manera.
            —Lo sé, pero eso es algo que no puedo evitar —me respondió.
            —Sabes que no. Podemos estar unidos y ser más fuertes frente a ÉL —le contesté.
            —Este no es lugar para hablar sobre esto —susurró, acercándose a mí y mirando a las dos chicas que compartían el turno con nosotros y a los pocos clientes que había a esa hora en el lugar.
            —Entonces hablemos otro día de esto —propuse—. Todos juntos. Los doce, como aquella vez.
            —Eso nos volvería a poner en grave peligro —replicó.
            —Pero estando todos podremos lidiar con ello perfectamente.
            —Lo pensaré —acabó diciendo tras unos momentos en los que se quedó completamente en silencio, pensando quizás qué era lo mejor o pensando en cómo librarse de mí rápidamente.

-oooOOOooo-

            —Creo que estoy muerto —murmuró JongDae, dejándose caer sobre el regazo de su novio con pesadez, haciendo que el otro pegara un brinco porque no se esperaba aquella acción tan repentina.
            —Si estuvieras muerto, JongDae, no hablarías —comenté, riendo. Él hizo un puchero, pero no se levantó del lugar en el que había caído, parecía que estaba cómodo allí.
            —Lo que tú digas —murmuró.

            Sonreí al verlo de aquella manera. Durante el tiempo que MinSeok había pasado fuera de su vida había estado decaído, pero ahora que lo habían solucionado todo parecían muy felices juntos        y eso me alegraba porque era mi mejor amigo. La estancia en Changsha también parecía haber servido para acercarlos un poco más, ya que la madre de JongDae había intuido la relación que mantenían y se había mostrado abiertamente encantada con ella.

            —JongDae… —susurró MinSeok—. No hagas el vago y termina todo lo que tienes que hacer.
            —Estoy hasta los cojones de tantas fórmulas —contestó—. El profesor se ha pasado tres pueblos mandándonos tantas.
            —Ha sido seguramente para recuperar las clases perdidas por la huelga —comentó el mayor de los que estábamos allí—. A mí también me han mandado miles de cosas que hacer.
            —Encima de que la huelga la hacen ellos y que se han pasado dos semanas rascándoselos a dos manos…
            —Es lo malo de ser estudiante universitario —comenté, esbozando una sonrisa tranquilizadora—. Hemos quedado aquí todos juntos para poder hacer las cosas que nos han mandado sin deprimirnos, no nos jodas el ambiente.

            JongDae volvió a hacer otro puchero y se levantó del regazo de MinSeok a regañadientes para volver a ponerse con aquellas fórmulas que al parecer lo estaban volviendo loco. MinSeok me dedicó una mirada agradecida y luego ambos volvimos también a lo que teníamos que hacer.

-oooOOOooo-

            Cuando salí temprano por la mañana del piso que compartía, pensando en hacer algunas cosas de provecho, jamás me pude imaginar que algo como aquello sucedería. Estaba bajando las escaleras cuando me encontré con una persona que llevaba sin ver al menos cinco años.

            Amber, mi mejor amiga durante mi época de instituto en Canadá, salía de uno de los pisos y se giraba hacia mí, dedicándome una gran sonrisa al reconocerme y luego acercándose a mí para darme un gran abrazo que casi me dejó sin respiración.

            —¡Kevin! —exclamó—. No sabía que estabas viviendo en Seúl —dijo desde mi pecho.
            —Yo tampoco sabía que estabas viviendo aquí, y menos en mi mismo edificio.

            Amber rio y su risa vibró contra mi pecho. Después, se separó, con aquella gran sonrisa en su rostro, mirándome a los ojos con nostalgia. No había cambiado nada, quizás solo el color del pelo, antes de color rojo fuerte y ahora rubio. Le quedaba bastante bien aquel color, aunque a nadie mejor que a él le quedaba el tinte rubio, porque jamás reconocería que LuHan estaba bastante bien.

            —Te he echado mucho de menos —murmuró ella—. Te fuiste de improviso y te cambiaste el número de móvil, así que no podía contactar contigo.
            —Lo siento mucho, fue todo demasiado rápido y no me dio tiempo a avisar a nadie —contesté.
            —Lo entiendo —dijo Amber—. Son cosas que pasan, así que no te preocupes por ello —volvió a sonreír—. A partir de ahora podemos recuperar el tiempo perdido.
            —Si eso es lo que quieres…
            —Tan serio como siempre —la chica se agarró a su brazo—. ¿Dónde ibas? No tengo mucho que hacer, así que prefiero acompañarte y así poder hablar de todo lo que nos hemos perdido.
            —Iba a la universidad… a arreglar algunos papeles que necesito para este semestre —respondí, un poco confundido.

            Amber siempre había sido una chica muy cariñosa y vivaz, pero bastante tímida en muchas ocasiones y no me cuadraba demasiado que de repente hubiera cogido aquellas confianzas conmigo cuando llevábamos años y años sin vernos.

            —¿Te pasa algo, Kevin? —preguntó y tuve que negar con la cabeza. No sé si lo hice demasiado rápido como para que fuera creíble, pero al parecer ella pareció no notar nada raro.
            —Solo pensaba en los viejos tiempos.
            —No te quedes anclado en el pasado —comentó la chica—. Hay que avanzar hacia el futuro —y tras decir esto, Amber comenzó a andar.

-oooOOOooo-

            Desde nuestro regreso a casa habíamos tenido mucho cuidado de no hacer nada que pudiera espantar a mi madre porque ninguno de nosotros queríamos volver a tener que irnos de allí. Habíamos planeado lo que haríamos de producirse aquello, pero sabíamos que no estábamos preparados para llevarlo a cabo.

            Sin embargo, aquella distancia que habíamos puesto entre nosotros, me estaba volviendo completamente loco. No sabía cómo lo podía estar aguantando BaekHyun, pero yo necesitaba volver a sentir su cuerpo cálido contra el mío.

            —BaekHyun… —murmuré, él se giró hacia mí, ya que estaba sentado en el escritorio haciendo un trabajo.
            —¿Qué quieres? —preguntó.
            —A ti… —susurré meloso.
            —No pongas esa voz —me regañó—. No te pega nada.
            —Bueno… lo diré de otra forma —tomé aire y luego utilicé la voz más sexual que pude para intentar que cayera en mis redes—. Te quiero a ti.

            BaekHyun se estremeció y supe que había conseguido mi objetivo. Solo iba a necesitar un poco más de aquello para que se levantara de la silla del escritorio y caminara hacia mí contoneándose, antes de caer en mi cama, donde seríamos todo brazos y piernas enredados, danzando a nuestro propio ritmo y suspirando el nombre del otro hasta alcanzar el cielo.

            —No creo que sea conveniente —murmuró, aunque parecía que ni siquiera estaba convencido de sus propias palabras. BaekHyun estaba tan necesitado como yo y eso me gustaba.
            —Estamos solos… —susurré—. Mis padres no volverán hasta tarde.

            Con estas palabras, conseguí mi objetivo, ya que BaekHyun se levantó de la silla del escritorio y se lanzó sobre mí, besando con hambre mis labios.

-oooOOOooo-

            En las sombras, un hombre sonreía con autosuficiencia. Todos sus planes estaban saliendo a pedir de boca. Quizás algunos de sus subordinados habían perdido la vida por culpa de aquellos a quienes deseaba exterminar, pero ese era un bajo precio a pagar por sus objetivos. ÉL necesitaba que los doce dioses se confiaran y cometieran los mismos errores que en el pasado, solo de aquella forma, podría acabar con ellos de nuevo y así conquistar la Tierra, haciendo que esta pasara a engrosar la lista de planetas muertos que dejaba tras de sí.


Bite Me

Bite Me

            LuHan siempre le había dicho que o iba a morder hasta la muerte, pero realmente nunca lo había hecho. Su relación había comenzado de una forma extraña y, de hecho, formaban una pareja bastante extravagante. Pero eso a ChanYeol no le importaba porque después de estar tanto tiempo enamorado del Presidente del Club de Disciplina, de tantos golpes recibidos con y sin motivo, y de tanta ansiedad provocada por culpa del pensamiento del rubio, todo estaba relativamente bien.

            Relativamente bien porque de vez en cuando, a LuHan le daba conatos de tener que acatar las normas y volvían al principio. Sin embargo, ChanYeol ya sabía lo que tenía que hacer en aquellos casos de emergencia. Lo dejaba tranquilo durante unos días y luego soportaba con una sonrisa los golpes recibidos como el masoquista que era, porque después venían sus dulces besos, sus caricias y sus medias disculpas.

            —LuHan… ah… LuHan… —llamaba ChanYeol una y otra vez, sintiendo el placer que le provocaba la lengua del rubio en su miembro—. Muérdeme, muérdeme —pedía, suplicaba. Necesitaba sentir los dientes del otro clavarse en su piel—. Muérdeme hasta la muerte.
            —No —apenas fue un susurro, pero la respuesta de LuHan fue completamente clara contra su pene—. Si te muerdo hasta la muerte no te volveré a tener de esta forma nunca más.

            Su sincera respuesta hizo que un escalofrío recorriera el cuerpo de ChanYeol de una punta a la otra. LuHan estaba cambiando, poco a poco, pero lo estaba haciendo y, aquella respuesta, era como una declaración en oídos del más alto.

            —Yo también te quiero —murmuró, llevándose un pellizco en sus testículos por la confesión.




martes, 25 de noviembre de 2014

Mis Edits

Hola Hermosas Criaturas

Bueno, en esta entrada he querido mostraros algo en lo que he estado entreteniéndome en estos últimos tiempos. Desde que aprendí a utilizar el photoshop he estado haciendo pequeños edits, no soy ninguna experta, pero al menos ya puedo hacerme yo misma las portadas XD

Os voy dejando por aquí lo que he hecho. Decidme vuestra sincera opinión, si puedo mejorar con vuestra ayuda será genial ^^

Portada de FB de YiFan


Portadas para fics






















Peticiones de amigos








Fotos que no sé para qué las voy a utilizar pero que me dio la paranoia y no pude resistirme a hacerlas