Lovely Boy
-Vamos, Ricky, deberías dejarlo ya- dijo mi
amigo Chanjo poniendo una mano sobre mi hombro para consolarme.
-Sabes que no puedo…
-¿Cuántas veces van ya?- preguntó Chunji
mirando a Niel.
-No lo sé- contestó éste un poco pensativo-
a la tercera o la cuarta vez dejé de contar, y yo creo que ya ha pasado unas
cuantas veces más.
-Creo que van diez- contestó L.Joe después
de contar con sus dedos.
-Han sido nueve- dijo C.A.P. muy seguro de
sí mismo, pero los demás se quedaron con la respuesta de L.Joe.
-Bah, son muchas, tienes que rendirte-
terminó por decir Chunji.
-Sabéis que no lo haré- contesté mirándolos
mal- no me rendiré nunca.
-Y nosotros que estaremos aquí para recomponer
los pedazos de nuestro Ricky cada vez- Chanjo me atrajo hacia él y me abrazó.
-Gracias.
-oooOOOooo-
-Eres una víbora, Kate- dijo mi amiga
Lorraine.
-Lo sé, pero es que…
-Vamos a ver… te gusta, ¿no?
-Es mono… adorable… pero…
-Sí, es más bajito que tú, lo sé, ¿y?
-Pues ya sabes cómo me gustan a mí los
hombres…
-No, no lo sé…
-Un hombre…- iba a comenzar a explicarlo
cuando de repente vi cómo el chico que se me había declarado millones de veces,
bueno, exageraba, habrían sido como mucho una decena, se acercaba a donde
estábamos Lorraine y yo con una adorable sonrisa en su rostro pequeño enmarcado
por su cabello azul.
-¿Por qué paras?- preguntó mi amiga.
-Hola, chicas- escuchó la voz de él y
entonces lo entendió.
-Hola- dije poniéndome en posición
defensiva.
-¿Quieres salir conmigo, Kate?- preguntó con
esa sonrisa en su rostro.
-¿Cuántas veces tengo que decírtelo?- vi
cómo su rostro se apagaba, pero seguí- mi tipo es un hombre super caliente,
alto, mayor que yo y rico- enumeré con los dedos cada una de las cualidades de
mi hombre perfecto- tú no tienes nada de eso- otra vez esa sonrisa adorable en
su cara.
-Quería darte esto- cogió mis manos y dejó
en ellas un objeto- lo saqué de una bolita de una máquina- y con aquella
sonrisa, se alejó de mí.
-¿Qué es lo que te ha dado?- preguntó mi
amiga curiosa y yo abrí las manos, descubriendo un colgante para el móvil, de
Pucca. Lo miré de cerca, la muñeca era muy mona.
-Es mono…
-¿La muñeca o Ricky?- sonreí y eché a andar
hacia clase, aunque quedaban unos minutos para que tocara el timbre, sin decir
nada- pero contéstame…
-oooOOOooo-
-¿Otra vez?- dijo Niel moviendo su cabeza
desaprobatoriamente.
-No pasa nada, la siguiente seguro que…-
comencé a decir, pero Chunji me cortó.
-Abandona, esa chica no merece todo lo que
estás sufriendo por ella.
-Ella juega en otra liga- agregó L.Joe-
apuesto a que le gustan los tipos como C.A.P., pero con dinero- miré a mi
compañero, vi todos los rasgos que tenía que tener su hombre ideal, menos lo
del dinero y me hundí un poco más en mi miseria, pero no dejé que se me notara.
-Esa chica es muy fría- comentó Chanjo-
siempre tiene ese aire de superioridad, también, creyéndose mejor que nadie y
eso, aunque es guapa, eso sí que te lo tengo que reconocer, Ricky, tienes buen
gusto en cuanto a apariencia exterior… en la interior todavía te falta un poco
de práctica.
-Ella no es así- dije mientras me levantaba
mirándolos mal- no sabéis nada.
-Ah,
¿y tú sí?- dijo Chunji alzando una ceja, incrédulo. Sin decir ni una palabra me
fui de allí muy cabreado. Ellos no sabían nada, no podían juzgarla sin saber
nada.
Flash Back.
Caminaba tranquilamente por la calle, cuando
de repente vi que un niño pequeño lloraba a mares en medio del parque que
quedaba justo al lado. Me acerqué un poco, y entonces vi a la chica más popular
de mi instituto acercándose al pequeño.
-Hola, pequeñín…- la oí decir preocupada,
pero con una sonrisa amable y tranquilizadora, dirigida al niño- ¿qué te pasa?
-Mamá…- dijo el niño, al parecer había
perdido a su madre y por eso lloraba así.
-No te preocupes, yo estaré contigo hasta
que venga tu madre, ¿vale?- dijo pellizcándole la mejilla- vamos a pasarlo
bien.
Kate estuvo jugando con el niño en el mismo
lugar en el que estaban e intentando alegrarlo hasta que su madre apareció y le
dio mil gracias por ello. Cuando ella se fue del parque, tenía una sonrisa
hermosa. En ese momento, fue cuando me enamoré de ella.
Fin
Flash Back.
Me senté en el suelo de la azotea, había
caminado hasta allí arriba casi sin darme cuenta de lo que hacía, pero me
gustaba estar allí y sentirme libre por unos momentos, antes de volver abajo, a
la jungla.
-oooOOOooo-
-¿Cuántas veces van?- me preguntó Lorraine,
mientras yo jugueteaba con la Pucca colgada de mi móvil.
-No las cuento ya, me hace sentir mal- dije.
En esa semana el chico se me había declarado dos veces por día, siempre de
distinta manera y de forma que cada vez me resultaba más difícil rechazarlo.
-Tienes que decirle ya que sí…
-No puedo hacerlo… él no es mi tipo-
contesté.
-Pero no será malo salir con alguien que no
sea tu tipo alguna vez para ver qué cosas más te gustan.
-No lo sé, pero… de verdad, no sé qué voy a
hacer.
-Di que sí.
-oooOOOooo-
-Es imposible- murmuró Chanjo- déjalo ya,
esto te está destrozando.
-¿Imposible?- dije- no lo creo, sólo tengo
que esforzarme un poco más.
-Yo creo que es porque no lo estás haciendo
bien- comentó L.Joe- eres demasiado mono y haces cosas demasiado adorables, si
su tipo es alguien como C.A.P., no te le declares así, hazlo de otra manera.
-Ya no sé ni cómo declararme, lo he probado
todo y ya no tengo ideas- ya me estaba desesperando un poquito, pero no me iba
a rendir, no todavía.
-Espera una semana- dijo Chunji- sé un poco
desatendido con ella en esa semana, y cuando veas que ella está nerviosa y que
pide tu atención, entonces habrá caído a tus pies.
-Es una buena idea- comentó Niel- así,
creerá que ya te has olvidado de ella y no querrá dejarte ir.
-¿Tú qué opinas, Chanjo?- pregunté. La
verdad, la idea me parecía un poco disparatada.
-Lo veo bien.
-Entonces vale, aunque no sé si podré
ignorarla completamente…
-¿Y a mí no me preguntas?- dijo C.A.P. un
poco indignado.
-Nah, tu opinión no cuenta- contestó Chunji
por mí.
-Bueno, si me disculpáis- dijo L.Joe
levantándose- voy a declararme a una chica para que veas cómo se hace.
-oooOOOooo-
Estaba tan tranquilamente sentada en la
hierba comiendo mi almuerzo, cuando mi amiga me agarró del brazo y comenzó a
movérmelo con fuerza. La miré y ella disimuladamente me giró la cara hacia una
dirección. Casi me esperaba ver a Ricky con su declaración preparada, pero me
sorprendí al ver a uno de sus amigos. De repente pensé que a lo mejor venía a
decirme que él estaba muy mal y que era por mi culpa y me sentí fatal, pero me
sorprendió cuando en vez de dirigirse a mí, se dirigió a Lorraine.
-Hola- le dijo y ella saludó con la cabeza,
seguro que no le salía la voz, ése era el chico que le llevaba gustando un par
de años- no soy hombre de muchas palabras, así que seré claro y directo- hizo
una pausa y respiró- ¿quieres salir conmigo, Lorraine?
-Sí- él sonrió y le tendió la mano para
ayudarla a levantarse.
-Te la robo unos momentos- me dijo, y de la
mano, caminaron hasta perderse de mi vista. Sonreí, mi amiga se merecía una
gran alegría, y yo que me colgaran por estúpida.
-oooOOOooo-
¿Así de fácil le había resultado? ¿Sólo
presentarse así y decir eso? Yo ya lo había hecho y no había dado resultado,
¿por qué a él sí? Me desilusioné cuando algo hizo click en mi cabeza y lo
descubrí. A ella yo no le gustaba. Volví a mirar la escena y los vi alejarse de
Kate y a ella con una sonrisa encantadora en el rostro, que de repente se
esfumó y pasó a tener un rostro serio y triste. Sin saber siquiera lo que
hacía, pues me había propuesto ignorarla, me acerqué a ella.
-¿Kate?- dije, y ella me miró sobresaltada-
¿estás bien?
-Sí, estoy bien- contestó- ¿querías algo?
-Saber que te encuentras bien… y también…-
respiré hondo y me armé de valor- sé que no soy tu tipo, la verdad no soy el
tipo de nadie, pero de verdad, de verdad, me gustaría poder estar contigo, para
demostrarte cómo soy en todos los aspectos y veas si en alguno de ellos soy tu
tipo o… creo que te estoy suplicando- llevé una mano a mi cabeza y me despeiné
avergonzado- pero de verdad, me gustas mucho…- ella cogió de repente mi mano y
me acercó un poco a ella, invitándome a sentarme con ella en el suelo.
-Quiero decirte algo yo también- murmuró- sé
que he sido muy capulla contigo, que no me he portado nada bien, cuando tú has
sido tan agradable, que no me merezco nada de todo lo que has hecho por mí y
todo eso- iba a replicarle- pero… me has abierto los ojos de una manera que no
creí que fuera posible, tu insistencia, tu sonrisa, tu trabajo duro al ser
original y al no rendirte aun con mis respuestas negativas- suspiró- eres un
encanto, no te merezco, soy una mala persona.
-No- dije un poco más alto de lo normal, y
ella me miró sorprendida- eres un encanto de persona, por eso me he esforzado
tanto, porque eres una buena persona- sonrió tristemente- ¿qué me dices
entonces?- su sonrisa se agrandó un poco e hice lo que llevaba mucho tiempo
queriendo hacer, me acerqué lentamente, y le di un pequeño beso en los labios.
Cuando nos separamos, nos quedamos abrazados y ella susurró algo que me hizo
llorar.
-Gracias por intentarlo tan duro.