viernes, 31 de enero de 2014

[JUEGO] Respuestas al Trivial sobre Minako

Respuestas al Trivial

Pregunta nº1: ¿Cuál es mi nombre real?

Con que hubierais respondido Ana lo daba por válido, pero mi nombre completo es Ana Rosa Abad Acedo. Normalmente no utilizo lo de Rosa porque me trae malos recuerdos.

Pregunta nº2: ¿Cuál es mi signo del zodiaco?

Géminis.

Pregunta nº3: ¿Cuál es mi color favorito?

Lila.

Pregunta nº4: ¿Quién es mi esposa/parabatai?

Lore.

Pregunta nº5: ¿Cuándo y cómo conocí el kpop?

En Marzo de 2012, cuando fui a visitar la Universidad para elegir carrera me acerqué con mis amigas al stand de Estudios Asiáticos y las chicas nos contaron ciertas cosas que despertaron nuestra curiosidad.

Pregunta nº6: ¿Quién fue mi primer grupo kpop? ¿Y mi primer bias?

SHINee y JongHyun.

Pregunta nº7: ¿Quién es mi ultimate bias?

YeSung.

Pregunta nº8: ¿Cuál es mi grupo kpop favorito?

EXO.

Pregunta nº9: ¿Cuál es mi OTP favorita? ¿Cuál odio?

Kray y TaoRis.

Pregunta nº10: ¿Qué me animó a escribir fics kpop?

El concurso de las autoras de My First Kiss.

Pregunta nº11: ¿Quién es mi autora de fics kpop favorita?

Nerd, obviamente.

Pregunta nº12: ¿Cuál es mi fanfic favorito?

Bound (SeHo) de Nerd.

Pregunta nº13: ¿Quiénes son mis betas?

Esta era complicada, lo reconozco, pero siempre que me betean algo lo digo, así que quien hubiera estado atenta podía haberlo sabido. Son @pedonoona92, @Kim_Kimchi, @marmaladeheart y @sarang_unnie.

Pregunta nº14: ¿Os gustan mis fics?

Esta respuesta la contaba bien me dijerais sí o no.

Pregunta nº15: ¿Por qué creéis que he hecho este Trivial?

No era porque me aburría, eso lo puse para despistar. La verdad es que lo he hecho para saber quién es la persona que más sabe de mí, quien se interesa por conocerme realmente y quien solo aparece por aquí para leer de vez en cuando.


La persona que ha sacado más puntuación, se lleva un fic de regalo. Felicidades Yul ^^
Puedes decirme de qué grupo, pareja y género quieres que sea tu regalo ^^

miércoles, 29 de enero de 2014

Nothing Matters

Capítulo 5
Latidos


            La intensa luz que había en la habitación me hizo abrir los ojos lentamente. La noche anterior me había olvidado de bajar las persianas y esa era la consecuencia. La noche anterior. Abrí los ojos de golpe al recordar lo que había pasado.

            Después de que se fueran los demás, ShiXun y yo nos habíamos estado besando hasta que caímos rendidos por el sueño.

            Quizás para alguien de mi edad aquello le supiera a poco, pero debía tener en cuenta que hacía solo un día que habíamos comenzado a salir y, que como había confesado él, era virgen. Por lo que no quería hacer nada hasta saber exactamente si podía olvidarme por completo a YiFan y enamorarme de él.

            Suspiré y me removí un poco en la cama, notando en ese instante que no podía moverme mucho porque unos brazos largos rodeaban mi cintura. Sonreí porque al final había acabado abrazándome, aun cuando por la noche estaba reticente a hacerlo.

            Saqué la mano de las sábanas y busqué mi móvil sobre la mesita, palpando hasta que lo encontré. Miré la hora y me escandalicé. Era demasiado temprano, pero una vez despierto ya no me podría volver a quedar dormido.

            Con cuidado, me deslicé fuera del abrazo de ShiXun y de la cama. Después me puse mis pantuflas y avancé hasta la ventana para bajar la persiana, no quería que mi pequeño sufriera el mismo despertar que yo. Busqué algo de ropa y dejé lo que utilizaba para dormir sobre la silla de escritorio. Cuando estuve listo, me dispuse a salir, pero un sonido me hizo girarme en redondo.

            ―LuHan…

            ShiXun se había incorporado de la cama y se sobaba los ojos intentando despertar. Era adorable, pero era demasiado temprano como para que despertara, por lo que me acerqué a la cama y cuidadosamente lo tumbé de nuevo en ella.

            ―Duerme… es muy temprano ―susurré.
            ―¿Dónde vas? ―preguntó, dejándose mimar.
            ―A dar un paseo.
            ―Quiero ir contigo ―intentó levantarse de nuevo pero no lo dejé.
            ―No hace falta ―me incliné sobre él para dejar un beso en su frente―. Descansa. Vuelvo en un momento.

            No muy convencido asintió y se echó de nuevo en la cama. Lo arropé con las sábanas y acaricié su cabello durante unos momentos, hasta que sentí cómo su respiración se hacía más pesada, indicándome que se había quedado dormido.

            Con cuidado de no hacer ningún ruido que pudiera despertarlo de nuevo salí de la habitación y cerré la puerta. Suspiré al no notar nada que me dijera que lo había despertado y me dirigí hacia la cocina, quería comer algo antes de salir a andar y aclararme un poco las ideas; sin embargo, no llegué muy lejos.

            ―LuZi ―nada más escuchar eso me giré, sabiendo que me iba a encontrar a mi primo ZiTao.
            ―¿Qué quieres, ZiZi? ―le pregunté.

            Él se acercó a mí, pegándose mucho y mirándome con fiereza. Si no supiera que es incapaz de hacerle daño a una mosca, me hubiera puesto a temblar. Nunca antes me había mirado de aquella manera.

            ―ShiXun y tú… ¿de verdad sois novios? ―suspiré. Debía haberlo imaginado.
            ―Sí ―le dije.
            ―Cómo le hagas daño te las verás conmigo, ge ―amenazó y yo le sonreí, alejándome de él.
            ―Tranquilo, no le haré daño alguno.
            ―Lo digo muy en serio ―de repente, su mano agarró el cuello de mi camiseta―. Si te atreves a hacerle algo, me dará igual que seas mi primo.
            ―¿Por qué?
            ―Porque él es la persona que más quiero en este mundo.

            Y tras decir esto me soltó y se alejó de mí, dejándome sumamente confuso. ¿Le gustaba ShiXun? ¿Por qué nunca lo había dicho?

            Me dejé caer contra la pared del pasillo. Jamás me lo hubiera imaginado. Por ese motivo sentía aquellas miradas asesinas cuando me acercaba a ShiXun. Nunca hubiera pensado que procedieran de ZiTao. Ellos eran grandes amigos, pero nada hacía pensar que mi primo estuviera enamorado del que ahora era mi novio.

            Suspiré, cansado y luego seguí mi camino a la cocina. Esta vez no encontré a nadie en el lugar, así que me preparé mi desayuno y en cuanto comí salí a la calle. Necesitaba despejarme, más con lo que ZiTao acababa de decirme.

            Si yo hubiera sabido que mi primo estaba enamorado de ShiXun no hubiera ni pensado en salir con él, como me pasaba con MinShuo, con quien había tenido diversas oportunidades, pero que no había aprovechado en favor de YiXing.

            El aire frío de la mañana me daba en la cara y me despejaba, pero aun así, no podía pensar con claridad.

            ShiXun me agradaba mucho, pero ZiTao era mi primo. Igualmente quería olvidar a YiFan y el chico me estaba haciendo bastante bien ya que cada vez que estaba con él, YiFan pasaba a un segundo plano. No sabía qué hacer.


            Cuando llegué a casa ya todos estaban levantados, sentados a la mesa de la cocina comiendo su desayuno. Me senté junto a MinShuo y este me saludó con una sonrisa, parecía que su noche había sido mucho mejor que mi mañana, porque de la noche que había pasado no me podía quejar.

            ―¿Una buena noche? ―le pregunté dándole pequeños codazos en las costillas.
            ―Luego te cuento ―susurró.

            Esperé hasta que todos acabaran de desayunar, dirigiéndole miradas inquisidoras a YiXing, que simplemente me devolvía sonrisas pícaras, y sonrisas a ShiXun, que se sonrojaba y me las devolvía tímidamente. En cuanto la comida se acabó, me levanté de la silla y cogí del brazo a mi amigo para tirar de él y llevármelo a mi habitación.

            ―Cuéntame ―pedí nada más entrar.
            ―¿Qué quieres que te cuente? ―preguntó agachando su cabeza, avergonzado.
            ―Todo ―MinShuo me miró, pidiéndome que fuera más benevolente, pero él nunca lo había sido conmigo.
            ―Vale, ¿por dónde comienzo?
            ―Por el principio ―contesté sentándome en la cama e invitándolo a que se sentara conmigo.
            ―Bueno… cuando salimos de aquí, me llevó a su habitación y se subió a la silla de su escritorio para poder coger un colchón de la parte de arriba de su armario ―comenzó―. La silla se movía mucho, así que me acerqué para sujetársela ―tragó saliva y empezó a jugar con los dedos de sus manos―. En ese momento… YiXing se giró, con el colchón en sus manos y su… su entrepierna quedó justo enfrente de mi cara ―cubrió su rostro con sus manos para que yo no viera su sonrojo―. Intenté separarme, pero le di una patada a la silla sin querer, YiXing se tambaleó y se agarró a mí. Nos caímos sobre la cama liados con el colchón y con nuestras caras a centímetros la una de la otra ―mi amigo suspiró―. No sé si fue él o si fui yo, pero segundos después nos besábamos.
            ―Vaya… ―dije―. Parece el argumento de una comedia romántica o de una peli porno.

            En ese momento, MinShuo comenzó a toser como si se estuviera ahogando con su propia saliva y yo abrí mis ojos como platos.

            ―¿No me digas que…? ―comencé, pero él no me dejó seguir.
            ―No. No. No ―dijo rápidamente―. No pasó nada de eso.
            ―¿Entonces qué pasó?
            ―Solo… nos calentamos un poco, pero nada más.
            ―Y parecía tonto cuando lo compramos ―comenté y MinShuo me dio un golpe en el brazo, haciéndose el ofendido.
            ―¿Y a ti cómo te fue la noche?
            ―Bastante bien ―dije―. Aunque no avanzamos tanto como vosotros, solo nos besamos. Además, vosotros dos sois adultos, pero ShiXun todavía es menor.
            ―Asaltacunas.
            ―Gracias, tú fuiste el incitador, así que…
            ―Vale, está bien, ¿qué tienes pensado hacer entonces con él?, ya que no podéis hacer cosas para mayores.
            ―Supongo que tener citas o algo ―contesté―. ¿Ir al parque de atracciones? Eso siempre gusta.
            ―También al cine, pero no a uno X.
            ―Eso ya lo sé.
            ―¿Y a qué esperas? Aprovecha, que el verano son dos días y luego os vais a ver poco, porque vivís cada uno en una punta de la ciudad.
            ―Es verdad ―susurré―. En cuanto se acabe el verano nos veremos muy poco.

            Me levanté de la cama y me despedí de mi amigo antes de salir corriendo en busca de ShiXun. Lo estuve buscando por toda la casa durante un buen rato y cuando ya pensaba que a lo mejor había salido, lo encontré con ZiTao. Durante unos momentos me quedé parado, sin saber qué hacer.

            Mientras pensaba, sentí una presencia detrás de mí y me giré rápidamente para encontrarme a YiFan mirándome con una sonrisa.

            ―¿Observando a tu chico sin que se dé cuenta? ―preguntó y yo negué lentamente con mi cabeza. Me había impactado bastante verlo de pronto y mi corazón latía desenfrenado.
            ―No ―contesté y mi voz  sonó algo ronca, así que carraspeé―. Solo quería hablar con él un momento, pero me da cosa interrumpir su conversación con ZiTao.
            ―No hay problema ―dijo―. Yo venía a hablar con ZiTao, así que los interrumpo yo.

            YiFan me guiñó el ojo justo antes de pasar por mi lado y llegar hasta los dos chicos, desde atrás y sin hacer ruido, para tomar por sorpresa a ZiTao, que se asustó y profirió un grito demasiado agudo para proceder de un chico. Luego, hinchó las mejillas y le dio varios golpes a YiFan, antes de que este le dijera algo. Poco después apareció una sonrisa en su rostro y se despidió de ShiXun para seguir a mi primo mayor como si de un perrito faldero se tratase.

            Esperé a que ambos salieran de mi vista para acercarme a mi chico. Me senté a su lado y correspondí la sonrisa que me dedicó.

            ―¿Cómo has dormido? ―pregunté.
            ―Genial ―contestó―. No he dormido tan bien desde hace tiempo.
            ―Me alegra ―murmuré y él me sonrió.

            ShiXun se inclinó un poco hacia mí, para darme un beso, titubeante, así que crucé la distancia que nos separaba hasta que nuestros labios se tocaron. Unos momentos después, nos separábamos.

            ―Me gustaría ir contigo al parque de atracciones ―comenté. Una sonrisa enorme apareció en su rostro y me felicité a mí mismo por haber tomado la decisión adecuada.
            ―¿Cuándo? ―preguntó.
            ―El día que estés dispuesto a madrugar para hacer cola en la entrada.
            ―Cualquier día me viene bien.
            ―Perfecto.


            Tres días después, nos levantábamos al amanecer para coger el coche de mis abuelos y conducir hasta el parque de atracciones de la ciudad. Al final, se habían apuntado mis otros primos y el vehículo estaba lleno hasta los topes. Solo MinShuo no había asistido al viaje y se lo agradecía enormemente.

            Suspiré cuando la puerta del asiento del copiloto se cerró al ver entrar por ella a YiFan. Había cambiado su lugar con ShiXun, ya que al ser tan alto, sus piernas no entraban en el hueco que había entre los asientos de delante y los de detrás. Iban a ser dos horas mortales para mí, seguro que el tiempo correría mucho más despacio de lo que lo hacía normalmente.

            Durante todo el trayecto apenas pude concentrarme en la carretera. No dejaba de desviar mi mirada hacia YiFan, que escuchaba música moviendo su cabeza al ritmo de esta. Me ponía muy nervioso la cercanía, sobre todo cuando cambiaba las marchas, ya que su mano quedaba peligrosamente cerca de la mía.

            En esos momentos intentaba tranquilizarme mirando por el retrovisor la parte de atrás, pero no me gustaba nada lo que veía, ya que ZiTao se había quedado dormido abrazando a ShiXun y este no hacía nada para alejarlo, solo me sonreía nerviosamente cada vez que notaba mi mirada. YiXing estaba enfocado en su teléfono móvil, que milagrosamente no había olvidado en casa, escribiéndose seguramente con MinShuo.

            Así, dos horas después, llegamos al parque de atracciones y comenzamos a buscar un sito donde aparcar. Casi tardamos más en dejar el coche que en ir, lo único bueno fue que apenas tuvimos que hacer cola, ya que a la hora a la que llegamos no entraba casi gente al parque de atracciones.


            Pasamos todo el día de un lado a otro, los cinco juntos, por lo que no pude tener mucho tiempo a ShiXun para mí. ZiTao lo acaparaba bastante y acabé pasando el día más cerca de YiFan de lo que me hubiera gustado, porque YiXing estaba perdido en su propio mundo de arcoíris y unicornios, nubes de algodón de azúcar y demás cosas. Desde que había empezado a salir con MinShuo, estaban de lo más empalagosos.

            Cuando comenzó a anochecer, decidimos que la mejor atracción en la que podíamos subir era la noria, pero ese mismo pensamiento lo habían tenido las demás personas que estaban en el parque de atracciones, ya que la cola era inmensa. Sin embargo, aguantaría la espera, ya que podría estar a solas con ShiXun durante algunos minutos.

            ―LuZi ―dijo ZiTao de repente.
            ―Dime.
            ―Quiero un helado.
            ―Pues ve a por él.
            ―Pero tú eres mi gege, tienes que ir tú ―contestó inflando sus mejillas y haciendo pucheros.
            ―No pienso ir.
            ―Entonces les contaré a todos ese asunto que crees que solo sabe MinShuo, pero que yo también sé ―amenazó.

            Abrí los ojos como platos. No podía ser. Él no podía saberlo. Sin embargo, su rostro me decía que no era un farol y que estaba diciendo aquello porque realmente lo sabía.

            ―Iré ―suspiré.

            Lo último que vi antes de perderme entre la multitud fue la sonrisa triunfal de ZiTao. Cuando regresé con el maldito helado de chocolate, el que a él más le gustaba, me quedé de piedra. Ni ZiTao, ni YiXing, ni ShiXun estaban en la cola, solo quedaba YiFan.

            ―¿Qué ha pasado aquí? ―pregunté.
            ―YiXing se ha rajado. Dice que está muy alto ―bufó.
            ―¿Y ShiXun?
            ―TaoZi lo ha arrastrado a subir con él a la noria.
            ―Maldito aprovechado ―maldije para mí―. Se va a enterar en cuanto baje ese enano. ¿Los esperamos con YiXing?
            ―He comprado cuatro tickets. Me gustaría poder darle uso al menos, ya que me he gastado el dinero.

            No quería hacerlo, no quería subir allí con él. Bastante tenía ya con estar en la cola, rodeado de parejas que no se separaban ni para respirar. Pero me estaba poniendo ojitos, así que no pude evitar asentir, empezando a comerme el helado que había comprado.

            Unos momentos después, ya no había helado y estábamos montados en la cabina de la noria, uno enfrente del otro, pero mirando a los lados, disfrutando de la vista nocturna de la ciudad en silencio. Sin embargo, este fue roto por él.

            ―Odio que cuando estemos a solas no nos dirijamos la palabra ―dijo sentándose repentinamente a mi lado―. Antes cuando estábamos juntos nunca había silencios.
            ―Antes era antes y, ahora, ahora ―contesté.
            ―Sin embargo me gustaría que fuera todo como antes.
            ―Nada puede ser como antes.
            ―¿Por qué?
            ―Porque no puedo.
            ―¿Por qué?
            ―¡Porque no llevo cinco años olvidándote para nada!




martes, 28 de enero de 2014

Proyectos 2014

Hola, Hermosas Criaturas.

Esta sección ha nacido de mi incapacidad para terminar historias sin algo que me motive a ello. Por eso, quiero poner aquí todos los proyectos que tengo para este 2014 y así, poder acabarlos.

One-Shot/Two-Shot


[JongLo] Shy Boy (B.A.P.) 
[MaxKyu] Celos, Mentiras y Otras Cosas (Varios) 
[KaiXing] Won’t Let You Go, Even If I Die (EXO) 
[ChenBaek] Sexologist (EXO) 
[HanJoo] Slave to Love (ToppDogg) 
[NakTom] Nightmare (ToppDogg) 
[HongKi] 1, 4, 3 (I Love You) (F.T.Island) 
[KrisHun]Shanghai Nights (EXO) 
[KrisKai] On The Road (EXO)
[DaeJae] El Beso del Ángel (B.A.P.)

Seriales Cortos

[TaoHun] Dead Or Alive: Misconceptions Of Time (EXO) (5 Capítulos + Epílogo) 
[SeBaek] Private Lessons (EXO) (Prólogo + 5 Capítulos) 
[ChangYong] Want U Back (100%) (4 Capítulos)
[TaoHun] Dragons’ Slayers (EXO) (3 Partes) 
[KaiStal] Pink Tape (Varios) (4 Capítulos)
[KaiSoo] DANGER (EXO) (4 Capítulos)

Seriales Largos

[KrisLu] Nothing Matters (EXO) (Prólogo + 10 Capítulos) 
[Varias] ONE SHOT (B.A.P.) (Prólogo + 12 Capítulos) 
[KaiYeol] Tales Of Rivendell (EXO) (Prólogo + 18 Capítulos + Epílogo)
[TaoHun] Cazadores de Sombras: Ciudad de Metal (EXO) (Prólogo + 12 Capítulos) 
[Varias] EXO (EXO) (3ª Temporada: 24 Capítulos + 3 Especiales) (4ª Temporada: 12 Capítulos + Epílogo)


Significa que yo lo he escrito, si no está subido es porque no ha sido beteado todavía o porque no es el momento indicado para ello.

[Esta lista se irá actualizando a medida que cambie las cosas]

domingo, 26 de enero de 2014

Dead Or Alive: The Misconceptions Of Time

Dead Or Alive:
The Misconceptions Of Time




Portada: Daleth
Escritora: Minako Aino
Para: Daleth







Capítulo 1
Beautiful Ghost

            En el mundo, las personas se dividen en dos grupos: las que tienen el Don y las que no. La familia Hwang tenía el Don, el Don de poder ver a los muertos y guiarlos en su camino hacia la Luz. Por esta simple razón, Hwang ZiTao no se sorprendió cuando lo vio en la puerta de su casa, intentando que su vecina, una mujer menuda de rostro redondo y pelo entrecano, lo viera.

            —Buenos días, señora Kim —saludó, esta amablemente inclinó un poco su cabeza con una sonrisa.
            —Te he traído algo de comer —le mostró al chico una fiambrera—. El mayor lo hizo hoy en su clase de cocina y quería que te trajera un poco –en ese momento, ZiTao entendió el motivo de la visita.
            —¿Por qué no viene MinSeok ge, entonces? —preguntó, esbozando una sonrisa mientras tomaba con sus manos el recipiente.
            —Dice que debes cuidarte más y comer mejor —explicó la señora Kim—. Pero él no piensa venir, ya que no le haces ningún caso, por eso me envía a mí —ZiTao amplió su sonrisa y asintió.
            —Dígale a MinSeok ge que me cuidaré más y que siempre que quiera es bienvenido a casa —la mujer sonrió y luego se despidió de él.

            En cuanto la señora Kim desapareció tras la valla de la casa, ZiTao dejó la fiambrera sobre la mesita de la entrada y se encaró al fantasma, que lo estaba mirando fijamente.

            —¿Me ves? —preguntó este y ZiTao asintió, haciendo que su flequillo azabache se desparramara delante de sus ojos, cegándolo un segundo—. ¿Y por qué esa señora no me puede ver?

            El chico suspiró. Siempre le tocaba lidiar con los fantasmas más torpes del Universo, a su madre siempre se le aparecían las personas listas que ya sabían que habían muerto, pero que tenían un asunto pendiente. A ZiTao siempre le quedaba guiarlos desde el principio y a veces sentía que al menos, si tuviera un salario, se lo podría tomar mejor.

            Estaba por ser un poco brusco con aquel fantasma, cuando se fijó mejor en él. Parecía tener más o menos su misma edad, era castaño y vestía una camiseta de tirantes blanca, unos vaqueros azul claro y una chaqueta vaquera a juego, combinado todo con unos tenis negros y blancos. Como todos los espíritus, emitía un ligero resplandor, pero este era mucho más opaco que el de todos los otros fantasmas que el chico había visto en su vida, y eso que había visto muchos. Sin embargo, lo que le hizo replantearse su postura, fue aquella mirada asustadiza en los pequeños ojos del espectro.

            —Yo sí puedo verte —contestó al fin y el chico suspiró—. Sin embargo, los demás no pueden hacerlo —el alivio que pudo haber sentido el chico ante la primera frase se esfumó, tan rápido como había llegado y su expresión reflejaba una confusión absoluta.
            —¿Por qué? —ZiTao ya sabía que esa iba a ser la siguiente pregunta. Muchos años de práctica tratando con fantasmas.
            —Será mejor que entremos. No es recomendable hablar de estos temas en plena calle.

            ZiTao se hizo a un lado y abrió la puerta para que el otro entrara en casa. El fantasma vaciló un par de segundos antes de asentir y dirigirse lentamente hacia la puerta abierta. En el momento en que pasó por su lado, el chico notó que algo no iba del todo bien con aquel ser. Sintió que tenía que ser algún tipo de error.

            Intentó que no se le notara en el rostro la confusión que tenía en esos momentos y decidió que más tarde llamaría a su madre para aclarar sus dudas. De momento, tenía que cuidar de aquel muchacho, hasta que pudiera regresar al lugar al que pertenecía.

            Se internó en su casa, con la fiambrera en la mano y guio al chico hasta la cocina, donde lo hizo sentarse en una de las sillas que había en la gran mesa. ZiTao vivía solo en Corea, pero para las reuniones importantes de la familia, se reunían allí. Por lo que la casa era enorme, al igual que la mesa de la cocina.

            El muchacho se sentó mientras el dueño de la casa guardaba en la nevera el recipiente y suspiraba. Aquello iba a ser algo duro. Para ambos.

            Se giró con una gran sonrisa y se dirigió a la mesa. Se sentó junto al muchacho, bajo la intensa mirada de este. Un escalofrío recorrió la columna vertebral de ZiTao, como siempre le ocurría cuando lo miraban tan fijamente.

            —¿Cómo te llamas? —le preguntó. El chico despegó sus ojos de él para pensarlo unos momentos.

            Eso no era buena señal y se confirmaba cada vez más la teoría que ZiTao tenía en mente.

            —Creo que… —comenzó el muchacho, con la mirada perdida en algún lugar—. Creo que me llamo SeHun… —el tono de voz del chico se había suavizado, como si acabara de entender que algo no iba del todo bien con él.
            —Mi nombre es ZiTao —dijo el moreno y el otro asintió—. Aunque todo el mundo tiende a llamarme Tao.

            El silencio se hizo presente en la casa tras estas palabras. SeHun estaba perdido en sus pensamientos, como si tratara de recordar algo y ZiTao lo observaba detenidamente. Cuando el silencio comenzó a hacerse algo incómodo, el moreno carraspeó y con eso, ganó la atención del otro.

            —¿Qué es lo último que recuerdas? —preguntó con cuidado, como su familia le había enseñado a hacer.
            —¿Lo último que recuerdo?
            —Sí, ¿qué es lo último que hay en tu mente antes de que nos encontrásemos?

            El chico se quedó callado unos momentos y luego, comenzó a hablar.

            —Recuerdo a un chico, castaño, de piel clara y rasgos femeninos. Estaba con él y después… después estaba aquí, frente a la puerta de tu casa y la señora pasó de largo, sin verme —SeHun le dirigió una mirada asustada—. ¿Por qué?
            —No estoy muy seguro —contestó ZiTao con honestidad—. Pareces un fantasma, pero no lo eres del todo.

            SeHun se levantó rápidamente de la silla, mirándolo como si estuviera loco. Asustado de las palabras que acababa de escuchar.

            —No estoy muerto. No puedo estar muerto. Todo debe ser una broma.

            Y tras esto, salió de la cocina.

            ZiTao suspiró. Siempre le tocaban los fantasmas inexpertos, los jóvenes que no querían morir, que no creían haber muerto y que se lo ponían muy difícil. Sin embargo SeHun, aunque sus acciones fueran las mismas que cualquiera de estos fantasmas, no encajaba bien del todo.

            El chico se levantó de la silla y sacó su móvil de su bolsillo, dispuesto a llamar a su madre lo más pronto posible. Le dio a rellamada, ya que había hablado con ella la noche anterior y con el teléfono en la oreja, salió en busca de SeHun.

            Tras un par de tonos, pudo escuchar la voz de su madre, procedente del aparato y divisó a SeHun en la calle. Intentaba que todos y cada uno de los peatones pudieran verlo, sin éxito alguno.

            —¿Pasa algo, ZiZi? —preguntó su madre. Su voz sonaba preocupada—. Hablamos anoche y normalmente pasa una semana hasta que vuelves a llamar.
            —Ha venido un fantasma —contó.
            —Oh —sintió como la preocupación aumentaba un grado más—. ¿Qué problema hay?
            —No estoy seguro —ZiTao comenzó a caminar fuera de su casa, para no perder a SeHun de vista—. Parece un fantasma corriente de los que suelen visitarme. Tiene sus mismas reacciones. Sin embargo, hay algo en él que me inquieta.
            —¿Qué es?
            —Su halo no es tan brillante —comenzó—. Su figura es casi tan opaca como la de las personas vivas y aunque los demás no pueden verlo y yo sí, no atraviesa ningún objeto, se ha sentado tranquilamente en la silla sin traspasarla.
            —Hum. Eso es raro.
            —¿Podrías investigar en los libros de la familia? —le preguntó.
            —Sí, claro —contestó la mujer—. Ten mucho cuidado ZiZi y no pierdas de vista a ese muchacho.
            —Lo tendré y no lo perderé de vista —aseguró antes de colgar.

            ZiTao suspiró antes de guardar de nuevo su teléfono en el bolsillo trasero de los pantalones de chándal que usaba para estar en casa y buscó con la mirada a SeHun, asegurándose de no haberlo perdido. Lo encontró sentado en el asfalto, contra el muro de la casa de enfrente, la de la familia Kim. Su cabeza estaba sobre sus rodillas y en su rostro tenía un pequeño puchero que lo hacía ver adorable.

            El moreno se dirigió hacia allí y se colocó ante él, pero SeHun no levantó la cabeza. Por lo que al final, acabó sentándose a su lado en el duro asfalto. Pasaron unos momentos en silencio, ya que ZiTao esperaba a que el otro pudiera decir algo.

            —Yo…—comenzó—. He intentado que me vean… pero no me ven —escondió aún más su cabeza entre sus piernas, como si fuera un avestruz metiendo su cabeza en el suelo—. ¿Significa que estoy muerto? —la voz ahogada con la que lo dijo hizo que a ZiTao se le encogiera el corazón. Normalmente aquello era lo que pasaba. Sin embargo, ese chico, era muy diferente.
            —No lo sé con seguridad —dijo sinceramente—. Eres muy diferente a lo que me he encontrado hasta ahora.
            —¿Eso qué quiere decir? ¿Y por qué solo tú me ves?
            —Quiere decir que me he encontrado muchas veces en esta situación, pero tú eres diferente —contestó eligiendo sus palabras con cuidado—. Y te veo… porque tengo un Don.
            —¿Un Don?
            —En el mundo hay dos clases de personas: las que tienen el Don y las que no. Mi familia tiene el Don.
            —¿Qué Don?
            —Creo que ya sabes cuál es —SeHun levantó su cabeza y lo miró.
            —El Don de ver a los muertos.

            Después de pasar un rato más en la calle, ZiTao se levantó y ayudó a SeHun a hacerlo también, guiándolo hacia su casa. El moreno se sorprendió por lo sólido que era aquel fantasma, pero intentó que no se le notara en la cara. Llevó al chico hasta su salón y dejó que se tumbara en el sofá para pensar. En cuanto se aseguró de que no le pasaría nada malo si lo dejaba solo unos momentos, fue hasta la cocina a hacerse un té para relajarse.

            Sin embargo, se asustó como nunca cuando al entrar, encontró a su mejor amigo sentado en uno de los taburetes de la barra americana, esperándolo.

            —¡Joder! —dijo—. ¡Me has asustado, Kim JongIn!

            El nombrado hizo girar el taburete para mirarlo de frente y le enseñó una sonrisa torcida de dientes impecablemente blancos que hacían contraste con su piel, algo más oscura que la de la mayoría en ese país, igual que la de ZiTao.

            —Quería darte una sorpresa —dijo el chico.
            —Lo que me has dado ha sido un susto de muerte —ZiTao comenzó a avanzar a la cocina sin dejar de mirar al recién llegado—. ¿Por dónde has entrado y por qué razón? —preguntó, dejándose caer frente al muchacho, apoyándose en la barra con sus codos para colocarse a su altura.
            —Qué bien me conoces —murmuró JongIn—. Deberíamos comenzar a salir.
            —Ah… JongIn —suspiró—. Sabes que la política de mi empresa no me deja salir con nadie.
            —La Biblia de tu familia lo único que dice es que no puedes salir con muertos —replicó el otro—. De no poder hacerlo con tu mejor amigo no dice nada.
            —¿Por qué tuve que dejarte leer aquel libro? —se preguntó ZiTao.
            —Porque te pillé hablando con uno de tus fantasmas —el chico se levantó mientras hablaba y rodeó la barra, situándose junto a su amigo, muy cerca—. Quiero hacerlo le susurró, cargado de algo que hizo estremecer al dueño de la casa.
            —¿A qué te refieres? —preguntó pasando la lengua por sus resecos labios.
            —Sexo —murmuró JongIn contra su oreja y ZiTao se estremeció.
            —Cuando tu hermano JongDae nos pilló, dejamos muy claro que no volvería a suceder —recordó intentando parecer imperturbable, pero su interior no paraba de moverse.
            —Lo sé. Pero no puedo soportarlo.
            —JongIn —comenzó su advertencia.
            —Solo un polvo —sus brazos rodearon desde atrás la cintura de ZiTao y comenzó a mecerlo lentamente.
            —No podemos.
            —¿Por qué?
            —Hay un fantasma en casa.
            —Podemos ir a cualquier sitio —rebatió JongIn.
            —No puedo dejarlo solo —ZiTao retiró las manos de JongIn de su cuerpo y se giró para encararlo—. Es algo que nunca había visto y necesito tener veinte ojos sobre él.
            —¿Es más guapo que yo?
            —¿Celoso? —preguntó ZiTao divertido.
            —No, pero contesta.
            —No es más guapo que tú —una sonrisa se extendió por el rostro de JongIn—. ¿Contento?
            —Mucho.
            —Bien —el dueño de la casa se apartó de él—. ¿Quieres un té?
            —No, mejor me voy a casa. Nunca es agradable estar presente en tus sesiones de espiritismo.
            —No hago sesiones de espiritismo —replicó ZiTao.
            —Lo que tú digas —JongIn se dio la vuelta y salió, de la cocina y de su casa, por la puerta que daba al jardín.

            ZiTao sonrió levemente. Aunque las situaciones en las que JongIn le proponía intentarlo de nuevo lo dejaban agotado, todavía le agradaba saber que podían tener otra oportunidad.

            Pensando en ello y con una sonrisa en su rostro, comenzó a hacerse un té. En cuanto estuvo listo, se dirigió con la taza humeante en sus manos hacia el salón, rezando porque SeHun no hubiera desaparecido en ese breve espacio de tiempo. Se relajó cuando lo vio tumbado en el sofá, en la misma posición en la que lo había dejado.

            El chico retiró un par de cosas de la mesa baja y luego se sentó en ella, frente a SeHun, que lo observó detenidamente antes de hablar.

            —¿Esas ojeras son normales? —la pregunta hizo que ZiTao casi escupiera el sorbo de té que se acababa de tomar.
            —En mí, sí —contestó—. Tengo problemas para dormir —SeHun asintió y el silencio volvió a instalarse entre ellos—. Si tienes alguna pregunta, solo hazla.
            —¿Por qué no puedo recordar nada más que a ese chico y mi nombre?
            —Los primeros días son así. Poco a poco el bloque de tu mente irá desapareciendo —el chico volvió a asentir.
            —¿Me vas a ayudar?
            —Por supuesto.

☆☆☆


            A la mañana siguiente, ZiTao se despertó gracias al irritante sonido de su despertador. Se levantó de la cama, se dio un baño para despejarse y se colocó el uniforme del instituto al que asistía. Se dejó sin abrochar los primeros botones de la chaqueta, permitiendo ver la camiseta que llevaba debajo. Se miró en el espejo, observándose detenidamente hasta darse el visto bueno, luego bajó las escaleras y casi se muere del susto al ver un cuerpo sentado al final de ellas.

            Con cuidado, descendió los peldaños que le restaban y se colocó frente al chico. SeHun alzó la cabeza para mirarlo a los ojos y un escalofría recorrió el cuerpo de ZiTao.

            —Buenos días —saludó el dueño de la casa y el otro solo inclinó su cabeza un poco, devolviendo así el saludo—. ¿Recuerdas algo?
            —¿Debería?
            —Tras la primera noche, normalmente se tienen flashes de lo que sucedió justamente antes de… —el chico dejó su frase ahí, ya que SeHun puso una expresión extraña en su rostro—. Sin embargo, hay situaciones en las que no se recuerda hasta pasados varios días —el otro asintió lentamente—. SeHun, tengo que ir al instituto —contó—. ¿Te gustaría venir conmigo o prefieres quedarte en casa?
            —Prefiero quedarme aquí.
            —Está bien —dijo ZiTao, tras unos momentos—. Volveré lo más rápido posible para comenzar a ayudarte, ¿vale? —SeHun asintió y tras dirigirle una última mirada, ZiTao salió de casa.

            Nada más atravesar la verja, ZiTao se encontró con JongIn y ambos echaron a andar al instituto tras un breve saludo.

            El día pasó prácticamente en blanco para ZiTao. No podía concentrarse en nada que no fuera SeHun y en si estaría bien, solo en aquella casa tan grande. Estar preocupado por un fantasma era algo que nunca le había pasado. Sin embargo, no pudo dejar de pensar en él.

            No prestó atención ninguna a las clases. Tampoco les hizo mucho caso a sus amigos.

            Cuando el timbre anunció que había finalizado el horario escolar, ZiTao se apresuró a guardar todas sus cosas para poder salir corriendo a casa y encontrarse con SeHun. Estaba angustiado. Pero sus planes se vieron truncados cuando la mano de JongIn lo detuvo antes de que diera siquiera un paso.

            —¿Qué te pasa hoy? —le preguntó bajo la atenta mirada de sus otros dos amigos, JunMyeon y KyungSoo—. ¿Es por lo del fantasma ese? —dijo bajando la voz, porque el que JongIn supiera sobre su Don, no quería decir que el resto lo supiera.
            —Sí —susurró.
            —¿Por qué? —siseó haciendo más fuerte el agarre de su brazo.
            —Porque es completamente diferente a todo lo que me he encontrado antes y no sé qué hacer —la mirada de JongIn oscureció un segundo antes de alzarse un poco de puntillas y besar los labios de ZiTao.
            —Recuerda pensar en mí mientras estés con él —le susurró contra sus labios antes de retirarse.
            —Yo… tengo que irme… ya —murmuró antes de salir corriendo de la clase.

☆☆☆

            No había pasado siquiera ni una semana desde la aparición de aquel fantasma y ZiTao no podía estar más seguro de que aquella situación era totalmente diferente a todo lo que había vivido anteriormente.

            SeHun tenía todos y cada uno de los hábitos de los fantasmas con los que antes había tratado. No dormía, no sentía hambre ni sed, ni tampoco necesitaba ir al baño. Sin embargo, había muchas cosas que lo distinguían de todos los demás. Su resplandor no era tan brillante, su cuerpo era sólido y no se movía flotando, sino que caminaba de un lado a otro.


            Hwang ZiTao no podía estar más confuso. Y tampoco ayudaba en nada no tener ninguna noticia de su familia en China.