Nightmare
Los chicos de Topp Dogg llegaron a
sus respectivos apartamentos después de una presentación en un concierto que
los había hecho llegar a casa mucho más tarde que de costumbre. Todos estaban
muy cansados puesto que aquel día había sido demasiado largo y habían tenido
muy pocas horas de sueño.
Comenzaron a ducharse rápidamente
según el orden establecido desde que se habían mudado y los que todavía no
podían hacerlo, se entretuvieron jugando un poco para no quedarse dormidos con
el maquillaje, ahora corrido, y sudados por el calor que habían pasado bajo los
focos.
Cuando YoonCheol por fin pudo
meterse en la cama después de todo el ajetreo, ni siquiera se fijó en que
DolDol, su peluche, no estaba a su lado y cayó en un sueño profundo, al igual
que todos sus compañeros de cuarto y apartamento, al menos los que ya se habían
duchado.
YoonCheol estaba en un lugar que no
reconocía. Parecía un pasillo demasiado blanco y demasiado largo. Le daba
miedo, pero parecía que tenía que avanzar por allí para salir de ese sitio.
Comenzó a caminar rápidamente, pero apenas había avanzado algunos metros cuando
escuchó un sonido a su espalda.
El chico se giró, presa del pánico
para ver qué era aquello y cuando lo vio gritó. Era DolDol, pero quince veces
mayor de lo que era su tamaño real y su rostro estaba desfigurado en una mueca
de odio. DolDol lanzó un gruñido furioso y avanzó hacia él. YoonCheol salió
corriendo de nuevo, mirando hacia atrás de vez en cuando para ver cuanta
ventaja tenía sobre aquella criatura.
Por más que avanzaba, el pasillo
seguía siendo igual de largo y su perseguidor cada vez se acercaba más a él. El
chico gritó de nuevo y en ese momento abrió sus ojos.
Se encontraba en su habitación,
podía ver el colchón de arriba, donde dormía HanSol. El chico suspiró. Todo
había sido una pesadilla.
YoonCheol buscó a DolDol en su cama
y no lo encontró. Buscó bajo ella y tampoco lo halló. Se mordió el labio
inferior. Sin el peluche no podía dormir y seguro que SangDo se lo habría
llevado con él aprovechando que el dueño se duchaba.
El chico se levantó de la cama e,
intentando no hacer ruido que despertara a sus demás compañeros de habitación,
se dirigió a la que SangDo compartía con TaeYang. Quiso abrir la puerta, pero
esta no le hacía ningún caso, seguramente habrían echado el pestillo y por eso
no podía entrar.
YoonCheol volvió a morderse el labio
inferior. Sin nada que abrazar no podía dormir bien y la muestra era aquella
pesadilla en la que su amado DolDol lo perseguía por un pasillo blanco. Nada
más recordarlo, un escalofrío recorrió su columna vertebral.
El chico hizo un puchero. Tendría
que recurrir a una opción a la que llevaba sin recurrir demasiado tiempo.
Se puso unas pantuflas y salió del
apartamento en el que vivía, dirigiéndose al otro que habitaban los demás
miembros del grupo, aquel en el que dormía SangGyun.
Entró en el lugar, tras introducir
la clave correspondiente, y luego fue hacia la habitación que el chico
compartía y se subió en su cama, metiéndose entre las sábanas y abrazando a
aquel pequeño bromista y encantador dongsaeng con el que había compartido
muchas cosas.
El otro se removió al sentir su
abrazo y se giró, abriendo lentamente sus ojos, para ver qué era lo que había
perturbado su sueño.
—¿Hyung? —murmuró—. ¿Qué haces aquí?
—SangDo hyung me ha quitado a DolDol
y he tenido una pesadilla, así que no puedo dormir —contó. El chico le sonrió
cálidamente y lo abrazó contra su cuerpo, como si él fuera el hyung que tenía
que cuidar de su dongsaeng.
—Tranquilo, puedes dormir aquí —comentó.
—Gracias —susurró YoonCheol
abrazándose fuertemente al otro cuerpo y cerrando sus ojos para abandonarse al
sueño, ahora que podía abrazar a alguien, y además, se sentía muy bien y
tranquilo al hacerlo.