Mostrando entradas con la etiqueta 100%. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 100%. Mostrar todas las entradas

viernes, 21 de agosto de 2015

Want U Back

Capítulo 4
Adiós


            ChangBum llegó a su casa con el corazón todavía latiendo como loco dentro de su pecho por aquello que había presenciado algunos momentos antes. Estaba seguro de que aquella persona debía ser MinWoo aquel del que tanto le había hablado su profesor, aquel que tanto lo había atormentado en su pasado y que seguía atormentándolo en su presente, aquel del que el mayor tenía tanto miedo pero al que no había dudado en lanzarse a sus brazos a la primera oportunidad que se le había presentado.

sábado, 8 de agosto de 2015

Want U Back

Capítulo 3
El Regreso

            ChangBum hacía muy poco que se había marchado de su casa, pero ChanYong ya se sentía solo y desprotegido dentro de aquellas cuatro paredes, aunque en realidad, en algún lugar cerrado era en el sitio en el que más protegido se debía de sentir, porque de esa forma, MinWoo no podría acceder de nuevo a él. Al profesor le dolía ser tan débil, le dolía no poder enfrentarse a sus miedos, a sus deseos más oscuros… porque muy en el fondo, su corazón aún seguía latiendo por aquella persona que lo había abandonado tantos años atrás, la persona que había convertido su existencia en un infierno.

martes, 28 de julio de 2015

Want U Back

Capítulo 2
El Principio del Fin


            ChangBum se agachó lentamente y se colocó junto al hombre, sentado en el suelo. La mano del profesor seguía apretando fuertemente su muñeca, como si temiera que si la soltaba, el otro se escaparía. El chico tenía miedo, no sabía qué hacer en aquella situación, nunca había tenido que consolar a una persona que llorara y, además, la relación que tenía con aquel profesor no era precisamente cordial.

martes, 29 de abril de 2014

Kiss Me, Baby

 

            Llevaba bastante tiempo intentando que la relación que manteníamos fuera más allá, pero cuando yo era el único que lo intentaba, las cosas no salían exactamente como esperaba y finalmente todo acababa mal, peor incluso de lo que estaba en un inicio, por eso no me atrevía a intentar que él supiera cuáles eran mis sentimientos.

            Nuestra relación había comenzado el día que anunciaron los nombres de los trainees que formarían el primer grupo de la empresa y ni el suyo ni el mío aparecían en dicha lista. Ambos, destrozados, habíamos acabado en los brazos del otro y, a partir de aquel momento, cada vez que el trabajo era demasiado duro y la presión estaba por hacernos flaquear y abandonar, acabábamos en la cama, liberando nuestras tensiones.

            Pero ya habían pasado casi tres años desde aquel momento y todo seguía igual, a pesar de que yo, en todo este tiempo, había comenzado a sentir cosas por él; cosas que un hombre no debería sentir por otro hombre, y menos, cuando ambos habían debutado y ahora eran figuras públicas, menos, ahora que nuestra vida era pública.

            Pero yo ya no podía evitarlo, me había enamorado de él irremediablemente.


            Gemí su nombre sin poder contenerme cuando se introdujo en mí con una embestida seca. Apreté mis manos en puños, agarrando las sábanas y arrugándolas, a la vez que apretaba los dientes y escondía mi rostro en la almohada —después de tanto tiempo, tendría que haberme acostumbrado a la penetración, pero seguía sin poder hacerlo, por mucho lubricante que utilizáramos—. Él, por su parte, tomó mis caderas con sus manos y comenzó a mover mi cuerpo a la vez que el suyo para crear más fricción mientras me embestía con fuerza.

            Al principio me molestó un poco el movimiento tan salvaje pero, poco a poco, me fui acostumbrando a este. Sin embargo, no pude disfrutar al máximo de la penetración hasta que no dio en aquel punto que me mandó oleadas de placer incontenibles por todo el cuerpo y que me hizo suspirar.

            —Hyung… Hyung, hyung, hyung… —gemía una y otra vez al ritmo de sus embestidas.
            —Shhh… Si sigues así nos escucharán —me dijo, así que, volví a esconder mi rostro en la almohada para amortiguar con esta los sonidos que pudieran querer escapar de mi boca.

            Oía los gemidos ahogados de mi hyung a mi espalda, sentía sus manos en mi cintura, sus uñas clavándose en mi carne y su miembro en mi interior, rozando una y otra vez mi próstata, haciéndome morder la almohada. En aquellos momentos, soñaba con que él sacaba su miembro de mi recto, hacía que me girara y hacíamos el amor mirándonos intensamente a los ojos, mientras él me decía que me quería y besaba mis labios con desespero, cosa que jamás había hecho,

            Durante los casi tres años que llevábamos en aquella extraña relación nunca me había besado y, a pesar de que yo lo había intentado una y otra vez, se me había hecho imposible poder besar sus labios, por lo que eso se había convertido en mi mayor meta. Si podía besarlo algún día sería la persona más feliz del mundo.

            Fui sacado abruptamente de mis pensamientos cuando una de las manos de mi hyung agarró mi erecto miembro con fuerza y comenzó a masturbarme con rapidez, intentando que llegara al orgasmo lo más pronto posible. Gemí ahogadamente sin poder contenerme al ritmo de sus embestidas, que rozaban mi próstata, y al de su mano moviéndose sobre mi miembro. Sin poder evitarlo, me corrí manchando las sábanas de líquido blanco. Un temblor se apoderó de mi cuerpo y mi ano comenzó a contraerse una y otra vez alrededor de su pene, haciendo que pocos segundos después y tras un par de embestidas más se corriera en mi interior.

            Escuché sus jadeos, su respiración entrecortada y el sonido que hizo cuando sacó su miembro de mi recto. También escuché crujir los muelles de la cama cuando se levantó y el sonido de sus pies descalzos sobre el suelo de madera. Lo último que pude escuchar fue el ruido que hizo la puerta al cerrarse cuando él salió de la habitación.

            Me dejé caer sobre la cama, ya que seguía a cuatro patas, e intenté por todos los medios contener mis lágrimas. No podía más, no podía seguir así, no de esa manera. Cerré mis ojos y un par de lágrimas se escaparon de estos, al igual que el caliente semen que mi hyung había depositado en mi interior, salía lentamente de mi ano.



            Me levanté a la mañana siguiente, intentando ocultar lo horrible que me sentía por dentro pero, al parecer, no iba a ganarme la vida como actor porque nada más entrar en la cocina HyukJin me miró suspicaz, como si supiera exactamente qué era lo que me sucedía. Intenté sentarme lo más lejos de él y de su mirada durante el desayuno, pero no pude librarme de su persona en la furgoneta de camino a la empresa.

            —¿Problemas con MinWoo hyung? —preguntó.
            —¿Por qué piensas eso? —dije haciéndome el loco.
            —Porque sé cuál es la relación que os traéis entre manos, lo que tú quieres y lo que pasará si alguien ajeno a los miembros se entera de todo —contestó tranquilamente, como si aquello no tuviera la importancia que ambos sabíamos que tenía.
            —¿Qué es lo que sabes? —él me indicó que me acercara para poder susurrarme y que los demás miembros no nos escucharan, aunque estos se había quedado dormidos nada más sentarse.
            —Sexo como terapia para el estrés —me susurró y yo me alejé rápidamente—. Así empezamos SangHoon y yo —confesó—, ahora hemos madurado un poco y, tras hablarlo seriamente, decidimos que lo mejor para ambos y para el grupo era aceptar que lo que ambos queríamos era algo más que sexo. Así nos ahorramos problemas y malentendidos.
            —Porque los dos queríais lo mismo —murmuré cabizbajo, pensando en todas las veces que lo habíamos hecho y cómo en ninguna de ellas él se había quedado conmigo para abrazarme mientras dormíamos, ni siquiera en mi primera vez. Yo era un ser sentimental y mi hyung alguien más racional, o eso quería pensar cuando aquello sucedía.
            —Eso no puedes decirlo con seguridad —comentó.
            —¿Por qué lo dices? —pregunté curioso. HyukJin me estaba resultando una caja de sorpresas porque parecía que lo sabía todo.
            —MinWoo hyung te trata de una manera especial.
            —también trata de una manera especial a RockHyun hyung —repliqué.
            —Con él es así porque han pasado mucho juntos y son grandes amigos.
            —Pero…
            —¿Quieres un consejo?
            —La verdad es que…
            —Calla —HyukJin me tapó la boca con su mano, ahogando mi protesta—. Quien no arriesga, no gana; quien no pone todo su esfuerzo en conseguir algo nunca lo consigue. No te des por vencido y muéstrale a hyung cómo te sientes exactamente, si no lo haces él nunca lo sabrá.

            Después de decir aquello retiró su mano y me guiñó el ojo, buscando luego con la mirada a un dormido SangHoon al que le colgaba la cabeza hacia un lado, como si fuera Nick casi decapitado y sonrió de una forma encantadora.

            Miré al frente después de ver aquello, encontrándome con los ojos de MinWoo hyung mirándome fijamente. Un escalofrío recorrió mi columna bajo aquella mirada penetrante, pero intenté que no se me notara en mi cuerpo y le sonreí cálidamente. Él se giró de nuevo hacia delante y suspiré.

            Había tomado una decisión. Iba a seguir los consejos de HyukJin y lo iba a arriesgar todo por lo que pudiera surgir entre nosotros en un futuro.



            Volvíamos de la empresa cansados. Habíamos pasado el día ensayando los pasos de la nueva canción que íbamos a sacar al mercado y haciendo ejercicio para conseguir que nuestros abdominales se marcaran. Por esos motivos, habíamos salido bastante tarde del lugar y cuando entré a la furgoneta, me senté en el asiento que daba a una de las ventanas de cristales tintados y eché mi cabeza sobre esta para descansar un poco en el viaje de vuelta a casa. Con los ojos ya cerrados, sentí cómo los demás entraban en el vehículo y, cómo después de que se cerraran todas las puertas, este comenzaba a moverse; pocos segundos después, me quedaba dormido.

            Apenas habían pasado cinco minutos cuando sentí que alguien me zarandeaba y escuché que me decía que despertara. Remoloneé un poco e hice aegyo aun con los ojos cerrados para que me dejaran dormir un poco más, pero finalmente acabé siendo cargado en una espalda musculosa que desprendía un aroma que se me hacía demasiado conocido. Apreté el agarre de mis brazos y sonreí, MinWoo hyung estaba llevándome a cuestas.

            Estaba en mi propia burbuja de felicidad y solo abrí los ojos cuando sentí contra mi espalda el frío y mullido colchón. En mi campo de visión apareció mi hyung, alejándose de mí y yo alcé mi mano hacia él.

            —Hyung… —susurré.
            —Shh… Duerme, ChanYong… —se comenzó a retirar, pero lo agarré fuertemente del filo de su camiseta para que no lo hiciera.
            —No te vayas… Por favor, quédate…

            Los segundos que pasaron entre mi petición y el movimiento afirmativo de su cabeza se me hicieron eternos, pero cuando lo vi, suspiré aliviado. Le dejé hueco en mi cama y él se introdujo en esta. MinWoo hyung hizo el amago de abrazarme, pero finalmente se detuvo y me dio la espalda, por lo que fui yo quien buscó el calor de su cuerpo y lo abracé fuertemente contra mí, quedándome dormido escuchando el sonido acompasado de su respiración.



            Cuando me desperté a la mañana siguiente me sentí atrapado, no podía moverme. Abría mis ojos con lentitud y al ver el por qué no podía moverme esbocé una gran sonrisa. Mi hyung estaba durmiendo junto a mí, atrapándome entre sus brazos. Durante unos minutos me deleité observando la paz de su rostro al dormir y estuve tentado a besarlo, pero finalmente me contuve, aunque si seguía allí me sería imposible contenerme durante mucho más tiempo.

            Intenté salir de entre sus brazos sin despertarlo, pero aquello fue completamente imposible, en cuanto hice un movimiento algo más brusco él comenzó a protestar y, segundos después, sus ojos se abrían lentamente. Hice el ademán de levantarme de su cuerpo antes de que él pudiera verme bien, pero no pude hacerlo porque mi hyung apretó el agarre que mantenía en mi cintura.

            —Hyung… —suspiré.
            —Buenos días —susurró él.
            —Buenos días…
            —¿Has dormido bien? —me quedé rígido unos segundos, un poco sorprendido por la pregunta, aunque no debería estarlo porque hyung era una persona muy agradable, cuando no estaba conmigo en la cama, eso sí.
            —Mejor que nunca —murmuré a la vez que un sonrojo ascendía hasta mi rostro. Una de sus manos viajó hasta mi mejilla y la acarició con sus dedos suavemente—. ¿Hyung?
            —Llevaba mucho tiempo esperando que me pidieras que me quedara contigo —contestó—. Ahora parece que no puedo controlar mis acciones.
            —No lo…
            —Solo quiero saber una cosa —me cortó—. ¿Qué es lo que sientes por mí?
            —¿Cómo?
            —ChanYong… —susurró—. Déjame saber qué es lo que sientes por mí —durante unos momentos estuve indeciso, sin saber qué decirle, pero después recordé las palabras que me había dicho HyukJin y puse toda la carne en el asador, rezando porque no se me quemara o se me quedara cruda.
            —Siento mucho más por ti de lo que sentía en un principio —murmuré—. Creo que he comenzado a amarte, aunque eso implique cosas muy complicadas para los dos y para los demás miembros del grupo.
            —Entonces supongo que ambos sentimos lo mismo —comentó con una gran sonrisa—. Yo también he comenzado a tener esos sentimientos por ti… Creo que te amo, ChanYong.

            Mi corazón comenzó a latir agitado por su confesión. Mi hyung me amaba, me amaba como yo a él.

            —Siento haberme comportado de esta forma tan fría contigo durante todo este tiempo —susurró—. Pero no quería enamorarme de ti si tú solo pensabas en mí como alguien con quien desquitar las tensiones. No quería sufrir, pero finalmente, no pude resistirme a ti y cuando me pediste anoche que me quedara a dormir contigo fui el hombre más feliz de la Tierra. Así que… Por todo lo que te he hecho, ¿hay algo que quieras pedirme?
            —Bésame, por favor —susurré sin pensármelo y él sonrió, cortando inmediatamente la distancia que nos separaba y juntando sus labios con los míos.


            El beso fue mucho mejor de lo que había imaginado jamás, sus labios eran suaves y su lengua juguetona dentro de mi boca. Cuando nos separamos por la falta de aire lo hicimos con una sonrisa y los labios hinchados, mirándonos a los ojos con todo el cariño que durante aquellos últimos casi tres años no habíamos podido mostrarnos.

viernes, 25 de abril de 2014

Charged 100%

Charged 100%

            El nuevo grupo de la empresa iba a debutar. Se llamaban 100% y eran siete chicos, uno más que nosotros. También eran nuestros hyungs y grandes personas. Pero todo esto se sabía porque durante meses habíamos estado grabando un programa con ellos para ganar la atención de las fans y lo habíamos conseguido, más o menos.

            Los chicos estaban nerviosos en la sala de espera. Había varias cámaras grabando y aquello los ponía todavía peor. Parecía que volvían a sus primeros días en el programa, cuando aún no podían expresarse correctamente sin ponerse extremadamente nerviosos. Sin embargo, había uno de ellos que parecía estar bastante tranquilo a pesar de la situación.

            ChanYong caminaba distraídamente de un lado a otro intentando hacer bromas para animar a los demás y relajarlos. Parecía que aquello no era nada para él, como si el debut no fuera tan importante; pero yo sabía que estaba tan o más nervioso que los demás, porque lo conocía muy bien, demasiado bien.

            —Hyung —lo llamé. Él se giró hacia mí con una gran sonrisa.
            —Dime, Daniel.
            —¿Cuál es el lema de 100%? —pregunté.
            —¡Completamente cargados, somos 100%! —gritó entusiasmadamente.
            —Genial —le sonreí—. Ahora deja de hacer delante de mí como que no estás nervioso.
            —¿Eh?
            —Vamos… Puedes dejar caer delante de mí esa máscara de tranquilidad…
            —Daniel… —susurró y su grave voz tembló un poco. Le sonreí y me acerqué a él para abrazarlo.
            —Todo saldrá perfectamente —murmuré en su oído—. Estaré ahí fuera apoyándote como uno más.
            —Gracias… Lo necesitaba… —me apretó fuertemente contra su cuerpo y luego me dejó ir con una sonrisa—. Gracias, Daniel… No sé qué haría sin ti…
            —Yo sí sé lo que haría sin ti —murmuré más para mí que para que él lo escuchara—. Sin ti no merecería la pena estar aquí…



viernes, 20 de diciembre de 2013

Want U Back

Título: Want U Back
Pareja: ChangYong (ChanYong x ChangBum) (100%)
Clasificación: R
Géneros: AU, romance, escolar, drama, misterio, sobrenatural
Número de palabras: 9.431 palabras
Número de capítulos: 4 capítulos
Resumen: ChanYong es un profesor de instituto acosado por una serie de pesadillas cada vez más fuertes que anuncian la llegada de algo importante. ChangBum es uno de sus alumnos que sin quererlo se verá envuelto en los problemas de su profesor e intentará ayudarlo a lidiar con ellos.
Notas: este fic lo comencé a escribir en Diciembre de 2013 y después de un largo hiatus por fin ha sido terminado.
Comentario de autora: siento mucho haberos hecho esperar tanto tiempo por esta historia, pero una vez la inspiración se fue no pude recobrarla. Espero que os guste ^^