jueves, 30 de agosto de 2012

[Capítulo 5] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 5
La Vida Es Algo Agradable

Llegué a casa todavía con el corazón latiéndome rápido. Me duché y me puse la camiseta vieja y grande que tenía para dormir. Nada más me eché en la cama, me quedé profundamente dormida. A la mañana siguiente, me desperté con la melodía de The Name I Loved, cantada por Onew de SHINee. Nada en mi contrato decía que no podía escuchar música de otras agencias, así que, como la canción me encantaba la utilizaba de despertador. Me levanté y me arreglé para pasar a por los chicos, aunque ya no tenían compromisos con los medios, seguían teniendo compromisos con la agencia. Cuando entré al apartamento, parecía haber muy buen ambiente.

martes, 28 de agosto de 2012

Love Outside Logic


Capítulo 3
JR

-¿Por qué quieres hacer creer a todo el mundo que eres una chica?- su pregunta me dejó descolocado, ¿cómo podía haberme descubierto? Bueno, lo mejor era hacerse el loco.
-No sé de que me hablas- contesté y seguí mi camino.
-No me ignores- me agarró del brazo y me detuvo.
-Es que no sé de qué me hablas, de verdad- traté de hacerme el inocente.
-Eres un tío, no me lo niegues- dijo muy convencida.
-¿Por qué dices eso?
-Porque eres un tío- dijo simplemente.
-Esa no es una razón para que digas que soy un tío- le contesté soltándome de su agarre haciéndome el indignado.
-Choi MinKi- dijo- antes estabas estudiando en el Instituto que tiene el mejor equipo de fútbol.
-¿Cómo sabes eso?- susurré.
-Ves, lo sabía, no estaba loca eras tú- gritó en medio de la calle. Le tapé la boca con la mano.
-Cállate- le ordené con muy mala hostia.
-¿Por qué quieres hacerte pasar por chica?- volvió a preguntar, no se rendía.
-No es de tu incumbencia- dije y me alejé.
-¿Quieres que le diga a todas esas chicas que fueron amables contigo que eres un tío y que has jugado con ellas?- eso era chantaje.
-No me importa- dije volviéndome hacia ella. La verdad no me importaba nada qué les pasara a esas chicas. Eché a andar de nuevo.
-¿Y si se enterara cierto rubio peligroso?- preguntó. Me paré en seco. Hablaba de BaekHo. Lo de las chicas no me importaba, pero esto, extrañamente sí. No dije nada, solo me mantuve parado en el mismo lugar- claro, que tú y yo podemos llegar a un acuerdo- se puso a mi altura.
-¿Qué clase de acuerdo?- susurré, ella me miró y sonrió.
-Cuéntamelo todo y yo prometo guardar tu secreto- dijo.
-Hecho.

Volvió a sonreír y me cogió de la mano, tirando de mí hacia algún lugar. Yo sólo me dejé llevar. Pensaba en cómo decirle a alguien más lo que ocurrió, sólo se lo había dicho a su vecina fujoshi, y ella no contaba como persona. La chica se detuvo en la puerta de una cafetería.

-No- dije y ella me miró- no pienso hablar de esto y que la gente me escuche.
-Tranquilo- susurró- la cafetería es de mis padres, vivo arriba.
-Soy una chica- contesté.
-Claro, al igual que tu rubio es natural- dijo ella y tiró de mí.

Era un local pequeño, pero bonito, tenía su encanto, había que admitirlo. Una decena de mesas salpicaban el lugar decorado de una manera simple y sencilla. Una mujer apareció desde la cocina, era extranjera, se parecía mucho a Rose, así que supuse que sería su madre.

-Hola, mamá.
-Bienvenida, cariño- saludó- oh, ¿traes a una amiga?
-Sí- contestó- ¿nos podrías traer algo luego para merendar?
-Claro que sí, ¿no me presentas a tu amiga?
-Oh- me miró.
-Soy Ren, encantada- dije haciendo una reverencia.
-Eres una monada- dijo la mujer- ojalá trajeras más chica a esta casa y no tanto a tu novio.
-Pero si te encanta MingHyun- protestó ella.
-Claro que sí, pero quiero que te relaciones con chicas también-si esa pobre mujer supiera que yo también soy un hombre le da un ataque- encantada de conocerte Ren, os subiré algo luego.
-Hasta luego, señora- dije educadamente y subí las escaleras arrastrado por Rose. Llegamos a su habitación y me hizo sentarme en su cama. Luego se sentó a mi lado.
-Cuenta, soy toda oídos- la miré unos momentos, todavía no sabía cómo había accedido a aquello, bueno, sí lo sabía, pero no quería admitirlo. Suspiré y comencé a recordar.
-Él era un chico de mi clase, comenzó a hablar conmigo casi al instante de conocernos. Era muy amable conmigo, siempre me sonreía y me ayudaba- relaté, ella me miraba atentamente, yo bajé un poco la cabeza- comencé a sentir cosas extrañas por él, al principio lo achaqué a que era porque era mi mejor amigo y lo quería, luego me di cuenta de que lo quería, pero no por eso, lo quería como algo más que un amigo- no puede continuar, se me había formado un nudo en la garganta. Alcé el rostro, sentía mis ojos acuosos.
-No llores, pequeño- se acercó a mí y me abrazó. Dejé que lo hiciera, la verdad, su contacto no me era desagradable como el de las otras chicas. Me quedé un buen rato sollozando en sus brazos hasta que me calmé. Ella me miró muy seria- lo siento- susurró- no sabía que fuera tan duro, no quería hacerte pasar por ésto, lo siento muchísimo. Negué con la cabeza, no había creído a mi vecina fujoshi cuando me dijo que hablar de ello me haría olvidar, pero ahora estaba notando cómo mis lágrimas arrastraban el dolor de mi corazón lejos- no hace falta que continúes si no quieres.
-Quiero- susurré secándome las lágrimas.
-Pero...
-¿Después de hacerme chantaje para que te lo cuente no quieres saber toda la historia?- le pregunté intentando verme bien.
-Pero...
-Pues ahora te jodes y escuchas mi triste historia- le solté.
-No seas malhablado- me riñó- ahora eres una señorita, compórtate como tal- la miré extrañado- vamos, cuenta, ahora me ha salido la vena cotilla- sonrió, pero de pronto se puso seria- si necesitas que te abrace para que te sientas cómodo lo haré.
-Necesito que te calles y que te refieras a mí en femenino, no en masculino- le dije.
-Ok- la miré y ella cerró su boca como si fuera una cremallera, luego le puso un candado y tiró la llave. Me quedé flipando con lo que hacía, pero me sobrepuse a su excentricidad y comencé a hablar de nuevo.
-El año pasado, sin poder contenerme más le dije a mi mejor amiga que él me gustaba- susurré- ése fue el error más grave que he cometido en mi vida- Rose me sonrió animándome a seguir- ella le contó a él todo lo que yo le había dicho... a él y a todo el que se cruzara en su camino. En unos pocos días todo el Instituto se enteró, y como él era muy popular, todas las chicas del colegio se me pusieron en contra- conté- me hicieron el curso un infierno, pero lo peor de todo fue, que cuando él se enteró de que me hacían la vida imposible él intentó defenderme.
-¿Por qué eso fue lo peor?- preguntó ella- ¿No era tu mejor amigo?
-Me humilló al hacer eso.
-Oh, es verdad, El Hombre y Su ORGULLO.
-¿No habías cerrado tu boca con una cremallera, un candado y tirado la llave?
-Sí, pero por si no te habías dado cuenta, lo del candado era parafernalia... no sujetaba nada- contestó sonriendo.
-Eres un caso...
-Gracias, por cierto, ¿cuál era el nombre del chico?
-Kim JongHyun- contestó.
-¿No jodas? ¿El de SHINee?- dijo emocionada.
-No.
-¿El tiro a yo no sé qué que salió en los JJOO?
-No.
-Jo, pues cómo no hay Kim JongHyuns en Corea, especifica, que sino me pierdo.
-¿No te estoy diciendo que estaba en el Instituto conmigo?
-El de SHINee es muy joven...
-Rose- dije un poquito bastante cabreado.
-Lo siento, era para relajar el ambiente.
-No lo relajes, no hace falta.
-Ok, entonces, ¿quién es ese Kim JongHyun?- me preguntó.
-JR, el capitán del equipo de fútbol.
-¡De eso te conocía!- me gritó como loca levantándose de un salto- tú venías a sus partidos cuando jugabais en nuestro Instituto.
-¿Y te acuerdas de mi cara?
-Soy muy buena en eso- contestó.
-¿Se puede?
-Claro, mamá- la mujer entró y nos dejó unas pastas y unos refrescos, después se fue del lugar. Comenzamos a comer sin decirnos una palabra, pero de repente, Rose habló- espero que tú y yo podamos ser amigas- no supe como reaccionar a aquello, así que no dije nada, pero interiormente, también pensé que podríamos ser amigas.

domingo, 26 de agosto de 2012

[Capítulo 4] Terrorist In Love {Bang YongGuk}



Capítulo 4
Do What U Like And Luv What U Do


-Ni se te ocurra tocar eso- me dijo.
-¿Por qué?
-No me gusta que nadie vea lo que compongo antes de que esté terminado- antes de que me diera cuenta ya se había levantado y estaba muy cerca. Me arrebató el papel de la mano y se me quedó mirando fijamente. Nunca nadie me había mirado tan intensamente, sentí un escalofrío recorrer mi espalda- me da igual que seas la nueva manager- me dio la espalda y recogió todos los papeles, después, salió rápidamente de la habitación, dejándome sola. Suspiré. Iba a ser muy difícil llegar a llevarme bien con él.

sábado, 25 de agosto de 2012

Love Outside Logic



Capítulo 2
Rose
En el descanso para el almuerzo las mismas chicas volvieron a rodearme. Sinceramente, las chicas me daban asco. ¿Por qué me había vestido de chica si las odiaba? Porque las chicas tienen la vida mucho más fácil, o por lo menos eso pensé en ese momento.

-Vamos, Rennie, ven con nosotras a comer a la cafetería- me dijo Ara tirando de mí.
-Pero...- intenté protestar pero se agarró muy fuerte a uno de mis brazos.
-No digas que no- pidió con cara de perrito.
-Eso, eso- dijo Alice enganchándose al otro.
-Si vienes con nosotras podemos hablar de cosas de chicas contigo- dijo Lima, digo Lime.
-Será divertido- comentó Nara.
-Y así nos contarás cosas sobre ti, tenemos curiosidad- dijo YooYoung.

Pero la verdad era que anuque me dieran mil argumentos de porqué debería ir con ellas, nunca vería ningún motivo para ir. De repente a la clase entró una chica occidental, castaña y con los ojos verdes, y fue rápidamente a abrazar al chico que se sentaba delante mí, el tal MingHyun.

-¡Honey!- gritó.
-Que efusiva estás hoy- dijo él.
-Como siempre- contestó la chica y le dio un pequeño beso en los labios- te quiero, peque.
-¿Peque?- preguntó alzando una ceja, pero luego sonrió- yo también.
-Venga, ya basta de sobar a mi hermana- dijo un chico de la clase levantándose de su asiento. El otro del que había pensado que era algo guapo, además de MingHyun.
-Venga, Aaron, no seas así- pidió la chica- es mi novio, tiene que sobar, sino no tiene gracia-puso cara de pena.
-Pero, ¿qué coño pasa aquí?- susurré sin entender mirando la escena.
-Oh, ella es la novia de MingHyun oppa- me dijo YoonJo- se llama Rose, y aquel es su hermano Aaron oppa- me contó- ellos son medio americanos, aunque ella parece más occidental que él, además a Aaron oppa no le gusta que su hermana salga con su mejor amigo.
-Ahm- dije. Solo había susurrado mi pregunta, ni siquiera tenía interés en que me la respondieran. La chica tenía muy buen oído, tendría que apuntármelo. De repente la recién llegada me miró y sonrió.
-Hola, soy Rose- se presentó- ¿y tú?
-Ella es Rennie- contestó por mí Nara. Ella me miró algo raro.
-Pero déjala hablar, mujer- dijo la chica- ¿te llamas Ren?
-Realmente me llamo MinKi... pero no me gusta, así que prefiero que me llamen Ren.
-Claro, a mucha gente no le gusta su nombre, por ejemplo a DongHo- y señaló al pandillero que comía tranquilamente de una fiambrera.
-¿Algún problema?- gruñó mirándola con odio.
-Ninguno- contestó ella tragando saliva- hoy está menos borde de lo habitual, le habrá pasado algo bueno- se dirigió a mí y volvió a sonreir- ¿comes con nosotros?
-Es que no tengo hambre.
-¿No estarás a dieta?- preguntó YooYoung.
-No lo necesitas- continuó Alice palmeándome suavemente la barriga.
-Si quieres adelgazar- comentó Lime- sólo tienes que hacer ejercicio- enseñó su brazo algo musculado.
-No, ejercicio no- se quejó Ara escondiéndose tras YoonJo.
-No quiero perder peso- aclaré para que me dejaran en paz, qué pesadas eran- solo quiero quedarme aquí en la comida, hoy prefiero no salir de clase.
-Muy bien- pues disfruta- dijo Alice y las seis chicas se fueron. Miré a mi alrededor y vi que se iban por la puerta MingHyun, su novia y el hermano, peleándose. En el aula, nos quedamos el pandillero y yo.
-¿Por qué se habrán ido todos?- me pregunté. Me volví a sentar en mi pupitre y el chico me agarró de nuevo la mano.
-¿Te gustaría ver algo bonito?- me preguntó guiñandome un ojo. Lo miré sin entender, pero luego lo pillé, ¿quería algo conmigo? ¿Se me estaba insinuando? Era un tío, así que no tenía ese sexto sentido de las mujeres- tranquila- susurró- aunque tenga estas pintas no soy tan malo.
-No quiero correr riesgos- dije. Él esbozó una gran sonrisa.
-Eres muy prudente- murmuró cerrando su fiambrera- un reto- volvió a sonreir, se levantó y se fue del lugar. Me quedé unos momentos mirando el lugar por el que se había ido BaekHo.
-Un momento... ¿le le le le le gusto?... Pe... pe... pero, el piensa que soy una chica, ¿no? ¿No me habrá descubierto? Dios... ¿Por qué estoy nervioso?- me toqué la cara, ardía- ¿qué hago?

Me pasé el resto de la mañana intentando comportarme como una chica, tal y como me había enseñado mi vecina fujoshi, solo para calmarme, pero ese chico me ponía muy nervioso. Muy, muy nervioso, demasiado nervioso para mi gusto.
Volvía a casa después de las clases cuando sentí un peso extra agarrado a mi brazo. Me giré y vi a la novia de MingHyun sonriéndome. La desenganché con cuidado e hice una mueca parecida a una sonrisa.

-Hola- saludé- me has dado un susto de muerte- dije haciéndome el sorprendido.
-Conmigo no hace falta que finjas- dijo ella algo seria.
-¿Qué?- pregunté nervioso.
-¿Por qué intentas que todo el mundo crea que eres una chica?

viernes, 24 de agosto de 2012

Amante Secreto, Profe Indiscreto

4 Months Ago.

   Yo nunca me hubiera imaginado lo que me ocurriría en el momento en el que el nuevo profesor de música entró al aula. Era un chico joven, alto, tenía el pelo tintado de rubio y unos pequeños pendientes en las orejas. Llevaba una camisa negra ceñida al cuerpo y unos jeans muy oscuros. Casi ni parecía un profesor, sino más bien un perroflauta del parque de al lado de mi casa al que habían aseado y vestido bien. Entró en la sala de música y se dirigió hasta la mesa del profesor, se puso delante y se apoyó contra ella, dejándose caer y cruzando los brazos sobre su pecho. Y así se quedó por unos interminables minutos. Nos observaba y detenía su mirada en cada uno de nosotros inspeccionándonos minuciósamente. Cuando noté su mirada gatuna sobre mí me sonrojé inconscientemente. Al terminar, se levantó de la mesa y se aclaró la voz.

   -Mi nombre es Kim JongWoon- dijo- pero me podéis llamar YeSung.
   -YeSung- murmuró un chico de la clase- está de coña ¿no?
   -No.
   -Pues demuestre que se merece ese nombre.

  Él volvió a aclararse la garganta y comenzó a cantar. Sonaba como si fuera un ángel. Su voz era suave, pero potente. Me quedé embelesada, tanto por su voz como por la canción melódica.

   -¿Con esto basta para demostrar mis aptitudes?- preguntó tras acabar.
   -C... cla... claro...- susurró el chico y el nuevo profesor sonrió de satisfacción.
   -Comencemos con la clase, entonces.

2 Months Ago.

   -Necesito que alguien me ayude a organizar algunas cosas para nuestra próxima clase- todas las chicas alzaron la mano, el profesor YeSung se había vuelto muy popular y todas querían estar a solas con él- creo que me llevaré a Becca- me señaló.
   -Ahora mismo, profesor- me levanté y lo seguí por los pasillos, cuando llegamos a su despacho, él me abrió la puerta y me hizo pasar, tras esto, cerró con la llave.
   -Te extrañaba- susurró abrazándome por la espalda.
   -Aquí no- le dije intentando soltarme de su abrazo- nos podrían ver- me giré y me besó la frente, que quedaba a la altura de sus labios.
   -He cerrado la puerta y la persiana está bajada- contestó besando mis pómulos.
   -Nos podrían oír- dije y lo intenté alejar, en vano, todo hay que decirlo, ya comenzaba a sentir la tan conocida sensación de no poder decirle que no a nada cuando sus labios tocaban mi piel.
   -Es el despacho del profesor de música, está insonorizado- me besó la comisura de los labios. Ya no tenía ninguna otra queja aparte de que yo era menor, pero eso nunca nos había importado a ambos y comenzaba a perder la razón.
   - JongWook.
   -No me llames así- susurró en mi oído y me hizo estremecer.
   -¿Y cómo quieres que te llame?- le pregunté intentando alejarme de su adictiva voz y sus adictivos labios.
   -Sólo gime como sólo tú sabes hacerlo- y me dio un mordisco detrás de la oreja, en un lugar no visible. No pude evitar gemir y echar mi cabeza hacia atrás- me encanta tu voz- me susurró, y lamió la pequeña marca que acababa de hacer, volví a gemir- es suave, dulce y hermosa- me dio un rápido beso en los labios- como su propietaria- me besó de nuevo, esta vez lento, muy lento. Me agarró fuertemente por la cintura para pegarme más a él mientras el beso seguía intensificándose. Delineó mis labios con su lengua y luego la introdujo en mi boca, comenzó un delicioso juego que tuvimos que dejar a medias por la falta de aire. Nos separamos lo suficiente como para poder respirar pero nada más.
   -Te quiero...- susurré.
   -Yo te quiero más.

4 Months Ago.

   Apenas había pasado una semana desde que llegó YeSung, el nuevo profesor, y yo ya no podía estar más loca por él. Lo amaba con toda mi alma, su personalidad, su físico, y sobre todo su voz.

   -¿Rebecca?- me llamó él.
   -¿Sí?
   -¿Te importaría acompañarme a mi despacho a por unos papeles?- me preguntó.
   -Oh, claro, como quiera, profesor- lo seguí hasta el lugar y me hizo pasar dentro. El lugar estaba bastante desordenado y lleno de papeles por todas partes- ¿cuáles son los papeles?
   -Lo siento- susurró él- echaron al anterior profesor de una manera brusca, así que como venganza destrozó esto, todavía no he tenido tiempo de arreglarlo- se disculpó.
   -No importa.
   -¿Por qué lo echaron?
   -Se acostó con varias profesoras y alumnas, a la vez.
   -Oh- cogió un gran taco de papeles- creo que son estos- murmuró y me tendió la mitad.
   -Vale- los cogí.

   Él echó a andar de nuevo entre las cosas y llegó hasta la puerta antes que yo. Cuando se disponía a abrirla me tropecé con algún cacharro, y sin saber como, acabé en sus brazos antes de darme el golpe de mi vida contra el suelo.

   -Gracias- susurré y alcé mi rostro. Él tenía sus ojos fijos en los míos, desvié la mirada, avergonzada. El profesor me ayudó a levantarme del suelo, y cuando me disponía a volver a agradecerle, me puso un dedo en los labios.
   -Shh- susurró. Me miró de una manera intensa, centrando su atención en mi boca. Mi corazón latía a un ritmo desenfrenado desde que sentía el tacto de su piel en la mía, y el que la distancia que nos separaba se fuera acortando cada vez más, no ayudaba a calmarme. Respiraba acelerada, mi pecho subía y bajaba muy rápidamente, mi piel ardía allí por donde estaba siendo tocada por él.
   -Pro...
   -Shhh- volvió a decir- ahora mismo no estoy muy cuerdo- susurró- me estás volviendo loco, y por mí te haría el amor aquí mismo- me quedé perpleja- ardo por ti- yo también ardía- mi corazón late fuerte- mi corazón también latía así- ¿puedo besarte?
   -Sí.

2 Months Ago.

   Pasé mis brazos por sus hombros y apreté mi cuerpo contra el suyo. Él sonrió, le gustaba que yo llevara la iniciativa durante alguna que otra cosa en nuestras relaciones sexuales. Enrosqué mis piernas en su cintura y pude notar el efecto que yo provocaba en él. Me incliné para hablar en su oído.

   -Házmelo- dije con voz sensual- házmelo como sino hubiera mañana.

   YeSung me llevó rápidamente hasta el escritorio y me dejó sobre él. Comenzó a desabrocharse su camisa roja y cuando terminó la tiró por algún lugar. Se acercó a mí y se colocó entre mis piernas. Comenzó acariciándome las piernas, librándose de mis zapatos y calcetines, cuando llegó a la pantorrilla, sus labios tomaron el relevo de sus manos, y a medida que subía sus besos se iban haciendo más intensos e incluso mordía para dejarme marcas en zonas muy íntimas indicando que era de su propiedad. Me agarré fuerte al filo de la mesa mientras sentía sus dulces labios devorándome. De repente pasó a besar mis labios de nuevo, aproveché el momento para tomar el control del beso, agarrándome a su cabello y tironeando de este. Me separé mordiéndole el labio inferior y luego mordí su cuello.

   -Ahh- gimió. Dios, él si que sonaba como los ángeles. Mi exitación aumentó al oír su preciosa voz. Seguí besando, lamiendo y mordiendo su cuello en los lugares que sabía que lo harían gemir de placer- oh... ah... mmm... pa... para...- dejé su cuello y lo miré- ¿no querrás que me corra?
   -¿Tan excitado estás?
   -Y más- tocó con su lengua mi labio superior y luego empezó a besarme de nuevo, mientras sus manos volaban desabrochando los botones de la camisa del uniforme y las mías recorrían hábilmente su torso desnudo. Me dejó la camisa en los codos y mientras pasaba de mis labios a mi cuello, me desabrochó el sujetador. Aparté mis manos de su cuerpo y me quité de un tirón las dos prendas. YeSung se lanzó rápidamente a masajear mis pechos. Sus manos eran maravillosas, solo con ellas era capaz de tocar el cielo unos momentos y acabar en el infierno después. Sus labios se deslizaron por mi cuerpo y al igual su lengua, recorriendo cada centímetro de mi piel y entreteniéndose en cada recobeco que encontraba. Tenía mis manos en su pelo y mi cabeza echada hacia atrás, mientras, mis labios dejaban escapar gemidos cada vez más fuertes. De repente sentí sus manos en la cremallera de mi falda y lo aparté.
   -No- dije.
   -¿No?- preguntó muy desconcertado. Yo sabía lo que estaba pensando, pensaba qué coño haría con su erección si yo lo dejaba a medias. Lo empujé un poco y me levanté de la mesa. Comencé a desabrocharme la falda y me la fui bajando lentamente haciendo un bailecito sensual hasta que cayó a mis pies. Lo vi tragar saliva y sonreí. Repetí el proceso con mis bragitas mientras lo miraba sensualmente.
   -Quieres matarme, ¿no?- preguntó lamiéndose los labios y mirándome como si fuera una gran tarta de chocolate. Pegué mi cuerpo al suyo y comencé a besarlo de nuevo. Mis manos bajaron hasta el cierre de su pantalón, se lo desabroché y lo bajé rápidamente- hey- se quejó divertido- yo también quería hacerte un bailecito sensual- paseé mi mano por encima de la tela de su boxer tocando lentamente su erección- ahhh- gimió echando su cabeza hacia atrás y arqueando su cuerpo buscando más contacto. Bajé sus boxers y él terminó de quitárselos junto con el pantalón- quiero... que...- comenzó, pero no lo dejé terminar, lo llevé hasta el escritorio y lo puse en la misma posición en la que yo había estado antes.
   -Sé lo que quieres- le contesté. Me agaché y quedé en el suelo de rodillas, con su miembro a la altura de mi boca. Lo cogí con una mano y comencé a masajear sus testículos. YeSung gimió y se agarró al filo de la mesa. El pre-semen salía ya de su pene y lo utilicé para lubricarlo un poco. Miré hacia arriba y vi la cara de placer que tenía mi hombre y le di un lametazo.
   -Ahhh- gimió fuerte. Besé la punta y volvió a gemir. Sonreí, ya le estaban temblando incluso las piernas. Comencé a introducirlo lentamente en mi boca y a succionarlo, cada vez más rápido, cada vez más fuerte. Hasta que de repente, me paró y me hizo sacármela- para...- susurró- ¿o... quieres que... me corra?
   -Lo quiero- dije muy segura de lo que quería que pasara después.
   -¿Para...?
   -Para que mientras tú te repones- susurré sensualmente- yo disfrute de tus atenciones.
   -Eres perversa.
   -Lo sé.

3 Months Ago.

   -No podemos salir juntos- sentencié.
   -Ya lo sé- me contestó- tú eres muy joven y tienes toda la vida por delante, yo ya soy un viejo pervertido.
   -Tampoco es eso lo que quiero decir.
   -Lo sé, soy tu profesor, y está mal, además de la diferencia de edad- me miró algo triste. Mi corazón latía muy fuerte dentro de mi pecho.
   -Yo... la verdad...-
   -¿Qué?- preguntó con los ojos brillantes.
   -Realmente, ¿por qué la sociedad es así?- me miró sin entender lo que yo intentaba decirle- ¿por qué dos personas- hice una pausa y respiré hondo- dos personas, si se gustan deben ceder ante la sociedad en vez de ante sus sentimientos?- pregunté.
   -Entonces, ¿eso es un sí a que quieres salir conmigo?- me dijo entusiasmado.
   -No- su sonrisa se borró- digo, sí- volvió a sonreir- pero...
   -Tranquila, si la sociedad no se entera, la sociedad no podrá juzgar- se acercó a mí- prometo hacer sólo aquello para lo que me des permiso, no quiero asustarte- me abrazó- yo ya te considero lo más valioso que he tenido nunca.
   -A mí también me gustas- él sonrió y me dio un pequeño beso.
   -Lo siento- se disculpó y se alejó- no me has dado permiso para abrazarte ni para besarte.
   -Tonto- dije y sonreí- ¿me he apartado o te he pegado?- negó con la cabeza y yo me abracé a él- entonces puedes hacerlo.

2 Months Ago.

   Me volví a meter su miembro en la boca y lo seguí succionando, cuando noté que estaba casi a punto me lo saqué, subí besando su cuerpo hasta llegar a sus labios, y en ese momento, masajeé por unos segundos su miembro hasta que se corrió. YeSung gimió muy fuerte mientras se agarraba al escritorio para no caerse y cerraba fuertemente los ojos. Su cara orgásmica es lo mejor que he visto en mi vida.

   -Becca...- susurró- te quiero... mucho...
   -Yo también.

   Seguí, besándolo mientras se reponía un poco y cuando dejó de respirar entrecortado me abrazó fuertemente, tanto, que casi me deja sin aire.

   -YeSung...- susurré.
   -Prométeme que siempre estarás a mi lado- me dijo.
   -YeSung...
   -Sólo promételo si estás dispuesta a todo por mí- me miró muy seriamente. Él sabía algo que yo no, pero en ese momento no lo ví.
   -Lo prometo- dije.

   Él me volvió a abrazar y luego me besó salvajemente. Hizo que enganchara mis piernas a su cintura y me dejó de nuevo sobre el escritorio, se colocó entre mis piernas y agarró su miembro erecto de nuevo. Al parecer no había acabado del todo antes. Vi como la que iba a ser mi diversión desaparecía y comenzaba el placer para los dos. Me la metió de una embestida, no me dolió para nada, ya estaba acostumbrada a sentirlo dentro de esa cavidad y sólo gemí. Enganché de nuevo mis piernas a su cintura para hacer el contacto más profundo y lo abracé por los hombros, él se agarró a mis caderas antes de comenzar a emestir más fuerte y más hondo. Acabó corriéndose dentro de mí aunqe intentó no hacerlo, y yo, agotada, lo dejé sin protestar.

   -Te amo- susurré.
   -Yo más- me dijo, siempre me decía eso, me decía que me amaba más porque era más viejo, no tenía ninguna lógica, pero me hacía muy feliz al decirlo.

3 Months Ago.

   Acabábamos de tener nuestra primera vez. Estaba en su apartamento, aunque mi familia creía que estaba en casa de mi amiga Lorraine. Me revolví un poco en la cama y me abracé más a él intentando no despertarlo, pero él ya estaba despierto.

   -¿Cómo estás?- me preguntó dándome un beso en la frente.
   -Cansada- susurré- y algo adolorida... ¿para mañana estaré bien?
   -Sí, no te preocupes.
   -Entonces está bien.
   -¿El qué está bien?- me preguntó.
   -Hacer el amor cuando quieras- le dije- si va a ser tan placentero como al final, quiero todos los días.
   -¿Tú eres la misma Becca que yo conocía hace unas horas?- preguntó mirándome raro.
   -Soy la misma Becca que te quiere, sí, ¿eres tú el mismo JongWook?
   -No, ahora me llamo YeSung, pero si me preguntas si soy el mismo YeSung, sí, soy el mismo que viste y calza- lo miré mal- bueno, ahora ni estoy vestido ni tengo zapatos, pero que lo que quiero decir es que soy el mismo, que no he cambiado y que te quiero.

1 Month Ago.

   -No, por favor- susurré llorando ante el director.
   -Es lo que se debe hacer- me contestó muy calmado.
   -¡No!- grité- él es un ser humano que me quiere, yo soy otro ser humano y lo quiero, ¿¡qué mierda está mal!?
   -A mí no me levante la voz, señorita Song.
   -No entiendo su razonamiento, no entiendo qué está mal en que dos personas sean felices.
   -Sóis alumna y profesor- dijo como si con eso lo explicara todo.
   -Mi padre es ingeniero y mi madre esteticién.
   -¿Y eso qué tiene que ver?
   -Nada, como lo que usted ha dicho.
   -Señorita...- avisó.
   -Becca- me susurró al oído YeSung abrazándome por detrás- para, déjalo.
   -¿Por qué?
   -Nunca harás entrar en razón a este viejo cascarrabias- miró al director Lee SooMan- no hace falta que me eche, renuncio.
   -YeSung...
   -Yo puedo encontrar otro trabajo- me dijo- éste es tu último año, aprovéchalo y cumple la mayoría de edad- susurró y me dio un breve beso en los labios- te estaré esperando hasta entonces, te quiero- y salió del lugar.
   -Puedes denunciarlo si quieres- dijo el director una vez la puerta estuvo cerrada- por violación.
   -Óigame bien- le dije ya muy cabreada- si alguien tiene que denunciar por violación, en todo caso debería ser él- salí del lugar dando un portazo y entonces, comencé a llorar.

Present.

   Mi graduación había acabado y mi cumpleaños había sido algunos días antes. Ya era libre. No había vuelto a ver ni a hablar con YeSung en todo este tiempo. Esperaba que estuviera por allí, pero no lo ví. Había sido una ilusa al pensar que volvería a por mí.

   Mis amigas me arrastraron a celebrar, pero yo no tenía muchas ganas de nada. Me llevaron a un bar pequeñito, en el que hacían pequeños espectáculos en un miniescenario. Lorraine siempre decía que era un lugar muy agradable, yo nunca había ido allí.

  -Me aburro- dije y todas me miraron- me voy a casa- sentencié.
  -No- me dijo Lorraine agarrándome del brazo- ahora viene lo mejor, no te vayas- pidió.
  -Un rato solo- cedí.
  -Te lo pasarás bien- y en cuanto dijo esto, el escenario se iluminó y escuché una voz que jamás olvidaría. YeSung estaba en el escenario y cantaba como los ángeles. Me quedé embobada y con las lágrimas apunto de comenzar a salir de mis ojos. A mitad de la actuación me vio y sonrió. Cuando la música terminó, él saltó corriendo del escenario hacia mí y me abrazó.
   -Becca- susurró- no sabes cuánto te he extrañado.
   -Pensé que me habías olvidado.
   -Jamás podría olvidarte, te quiero, y eres lo más preciado para mí.
   -Yo también te quiero- dije y nos dimos un beso lento, el tiempo se detuvo a nuestro alrededor. Sólo éramos dos personas que se querían, ya no éramos profesor y alumna, ya nada estaba mal para la sociedad, aunque para nosotros nunca estuvo mal.

   Este fic es para celebrar el cumpleaños de YeSung, se lo dedico a él, por ser como es y para que nunca cambie, y también a mi amiga Lorena, por ayudarme. Os quiero a los dos.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Love Outside Logic


Capítulo 1
Ren

Caminaba lentamente por los pasillos hasta mi nueva clase en mi nuevo Instituto. Del anterior tuve que huir debido a las burlas y al acoso que sufrí. ¿Por qué? Porque era gay y porque me había confesado al chico más popular, Kim JongHyun, más conocido como JR.

Ahora comenzaba una nueva vida, en un nuevo lugar y de una nueva forma. Este nuevo Instituto no tenía uniforme obligatorio, por lo que podía vestir como me diera la real gana, y eso es genial para comenzarlo todo de una nueva forma.

Tenía la cara fina y el cuerpo delgado. Mis rasgos parecían más los de una chica que los de un chico, y por eso me haría pasar, por una chica, para no volver a sufrir. Dejé mi cabello crecer durante las vacaciones hasta que llegó a mis hombros, y me lo teñí de rubio platino. Vestía ropa unisex, ya que mis padres no sabían nada de lo que yo tramaba.

Durante todo el recorrido hasta la clase, los chicos se volteaban a mirarme, y las chicas murmuraban sobre mí. Me sentía genial siendo reconocido y no odiado, y cerré los ojos un segundo para disfrutarlo todo, y de repente me choqué contra una roca. Abrí los ojos y me encontré con un pecho musculado muy visible incluso a través de la camiseta que vestía. Alcé mi cabeza y vi a un chico rubio medio rapado, con varios piercings en sus orejas y cara de mala hostia. Si huía de mi anterior Instituto por haberme enamorado del chico popular, ¿qué podría pasarme en este si el primer día me tropezaba con el líder de los pandilleros? Cerré los ojos y agaché mi cabeza esperando un empujón o algo así de brusco, pero nunca llegó.

-¿Estás bien, preciosa?- me preguntó en cambio. Claro, ahora parecía una chica. Asentí con la cabeza levemente. Él sonrió. Tenía una sonrisa muy bonita- espero no haberte hecho nada- me tocó la mejilla y se apartó de mi camino. Suspiré. Ser una chica guapa tenía sus ventajas.

Seguí con mi camino y llegué a la clase. Me quedé fuera, esperando a que el profesor llegara y me presentara. El hombre con el que había hablado unos días antes apareció por la esquina y me saludó.

-Señor Choi- me dijo.
-Shh, ¿no hablé con usted de eso?
-Cierto, pero todavía no lo entiendo.
-No hace falta que lo entienda- le contesté- en este lugar quiero ser una chica y no un chico.
-Muy bien, ¿señorita Choi?- preguntó.
-Llámeme MinKi y ya está, así no tiene que decir género.
-Está bien- me contestó y entró a clase- chicos- llamó la atención de sus alumnos- tenemos una nueva adquisición para nuestra clase- se oyó un murmullo- pasa, Choi MinKi- y yo entré.

Los chicos se me quedaron mirando embobados y yo les eché un vistazo a todos buscando alguno guapo. Sólo había un par. En cuanto a chicas, no me fijé, ellas nunca me habían interesado. El profesor me mandó a un asiento junto a la ventana, el de detrás estaba vacío, y en el de delante, había un chico que me sonrió. La clase comenzó y unos momentos después, la puerta se abrió bruscamente, apareciendo por ella, el pandillero de antes con algo de sangre en el labio.

-¡Kang DongHo!- gritó el profesor- ¿¡con quién has peleado!?
-Con nadie- contestó el aludido.
-¿Y la sangre?- el chico se tocó el labio.
-Un pequeño accidente- dijo. El profesor suspiró.
-¿Era del Instituto?
-No lo sé.
-DongHo, sabes que no puedo seguir encubriéndote- dijo el hombre cansado.
-Nunca le pedí que lo hiciera, señor.
-Lo sé- el profesor se revolvió el poco pelo que le quedaba- siéntate, antes de que me arrepienta de no comunicar nada.

El chico caminó hacia el asiento que había detrás de mí, y pasando por mi lado, me sonrió de nuevo. Después, se sentó, y durante toda la clase sentí su mirada sobre mí. Era un chico bastante guapo el tal DongHo, la verdad. Alto, fuerte, muy musculoso y una sonrisa preciosa, nada que ver con JR, el era delgado, pero atlético y sus ojos felinos fueron lo que llamaron mi atención, aparte de su carisma. Pero... ¿qué hacía comparando a este pandillero que acababa de conocer con mi primer amor?

La clase se me pasó rapidísima, y en cuanto se fue el profesor, todas las chicas de la clase me rodearon. Yo era muy tímido con las chicas, pero lo había estado intentando arreglar este verano con una vecina fujoshi.

-Hola- me dijo una chica con el pelo castaño muy largo- eres muy guapa MinKi.
-Oh, gracias- le contesté. Mi nombre de hombre no pegaba nada conmigo ahora- pero... ¿podrías llamarme Ren?- dije- mi nombre no me gusta- Ren era lo primero que se me había ocurrido, pero me gustaba.
-Claro- me dijo ella- yo soy Ara.
-Yo soy Hye Lim- dijo una chica de pelo azul- pero llámame Lime.
-Mi nombre es Nara- siguió otra con el pelo pelirrojo.
-A mí me puedes llamar Alice- me dijo llamándome la atención una chica rubia.
-Pero te llamas JooHee- confesó una chica con el pelo castaño recogido con un moño.
-Ya sé que me llamo así, pero no me gusta, YooYoung.
-Yo me llamo YoonJo- dijo otra chica apartando a las otras dos de su camino- espero que nos llevemos bien todas.

Todas las chicas de allí comenzaron a presentarse y al final casi me da algo con tanta chica alrededor. Ellas no me gustan nada y tenerlas cerca me enferma. Debí poner alguna cara rara, porque el chico que tenía sentado delante me habló haciendo que toda la atención se desviara hacia él.

-Mi nombre es MingHyun.
-MinKi, pero puedes llamarme Ren- le contesté. Gracias a su intervención me sentía algo mejor.
-Oppa- dijo Ara abrazándome- no intentes conquistar a Rennie, tú ya tienes novia- eso me ponía enfermo, el que me abrazaran o me pusieran apodos, como odiaba a las chicas.
-Ya sé que tengo novia- contestó el chico- muy guapa, por cierto- sonrió.
-¿Entonces por qué ligas con nuestra Rennie?- preguntó una chica con el pelo azul, Lima creo que se llamaba.
-No ligo, solo me presento- aclaró- como todas vosotras.

Las chicas lo miraron mal y volvieron a rodearme. Suerte que llegó el profesor y todos volvieron a sus asientos. Antes de que me girara del todo, el pandillero agarró suavemente mi mano para que le prestara atención.

-Mi nombre real es DongHo, pero aquí, todos me llaman BaekHo- se presentó.
-Ren- susurré, porque la clase ya empezaba.
-Gusto en conocerte, Ren- contestó y soltó mi mano mientras sonreía. Yo hice una mueca parecida a una sonrisa y me volví.

Casi sin darme cuenta, toqué aquel lugar donde él me había agarrado, todavía notaba el calor y el cosquilleo producido por su roce. El rojo tiñó mis mejillas e intenté ocultarme bajo mi pelo. ¿Cómo era posible que me sintiera así? Apenas conocía a ese chico y ya hacía que me pusiera colorado. Sentí que no había sido una buena idea venir a este lugar como chica, pero ya no había marcha atrás, viviré como chica el resto del curso.

(N.A.: Los nombres de las chicas y sus características físicas no me las he inventado, son mis Noonas de Hello Venus, también de PLEDIS Entertainment. Son muy majas. Por si no las conocéis, os dejo el enlace de su MV ^^)

domingo, 19 de agosto de 2012

[Capítulo 3] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 3
Lo Que Me Gusta y No Me Gusta

La tarde se pasó rápida. Los chicos ensayaban y yo los observaba, realmente bailaban muy pero que muy bien. No le dirigí siquiera una mirada a YongGuk, ¿para qué? ¿para que me mirara mal o me dijera cosas bordes? No, gracias, no estaba el horno para bollos.

sábado, 18 de agosto de 2012

[Capítulo 2] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 2
El Trabajo es Trabajo

Pasados los primeros momentos incómodos en el apartamento, salimos hacía las oficinas de la compañía. Los chicos habían terminado la promoción de su anterior disco, y comenzaban ahora a prepararse para el siguiente, aunque les habían prometido unas vacaciones. Solo un par de semanas.
Cuando salimos del coche, ellos se dirigieron hacia la sala de ensayos y yo fui a los despachos. Me habían citado para darme todas las cosas que necesitaba y poder comenzar de firme con mi trabajo.

jueves, 16 de agosto de 2012

[Capítulo 1] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 1
El Trabajo Perfecto

Por fin tenía un trabajo. Ya llevaba varios años en Corea, y después de tanto esfuerzo y sacrificio, había conseguido algo que me gustaba. Ahora, era la nueva mánager del grupo B.A.P., el anterior, el señor Kang, se casó con su novia de toda la vida y buscó un trabajo algo menos movido.

martes, 14 de agosto de 2012

[Drabble] ÁNGEL {DaeJae}


Mi día comenzaba como cualquier otro. Llegaba a clase el primero, me sentaba en mi pupitre en la primera fila, cerca de la mesa del profesor, y esperaba a que ese día terminara sin ninguna incidencia. Pero siempre acababa mal. Yo era un chico algo solitario, aunque me gustaba la gente y hablar con ella, era muy tímido y por eso la soledad era lo único que había en mi vida, bueno, la soledad, los kilos de más y los golpes.

Todos los días, unos chicos de mi clase me golpeaban y se metían conmigo. Yo nunca los podía parar, solo lloraba mientras recibía los golpes. No podía hacer nada más. Ya había intentado perder peso, pero la comida siempre era una tentación. Había intentado abandonar mi timidez, y lo único que había conseguido, habían sido más golpes. Nunca había devuelto los golpes, eso hubiera sido incluso peor. Lo único que deseaba, era acabar mis estudios y salir de aquel lugar lo más pronto posible.

Llegó la hora del almuerzo y me fui a un lugar tranquilo en el que nadie me molestara. Pero mi tranquilidad duró lo que me duró la comida, unos minutos escasos. Los chicos que siempre me molestaban me acorralaron.

-Mirad a quién tenemos aquí- dijo uno de ellos.
-Oh, pero si es el cerdito- dijo otro. “Cerdito” era solo una de las cosas que me llamaban para hacerme sentir mal. Yo no dije, nada, ¿para qué?
-¿Se te comió la lengua un gato?- preguntó otro de ellos. Me levanté, dispuesto a irme a otro lugar, con más gente, para que no pudieran hacerme nada, pero el primero de ellos me retuvo.
-¿Dónde te crees que vas, bola de sebo?- agarró fuertemente mi hombro, clavándome las uñas, yo sólo miré al suelo- ¿eh? Respóndeme- y me pegó un puñetazo en el estomago que me hizo doblarme y caer al suelo.

Comenzaron entonces las patadas y puñetazos, siempre en lugares no visibles. Yo solo me encogí en el suelo y comencé a llorar. Ya no podía soportarlo más. Cuando se cansaron de molestar, se fueron y me dejaron allí tirado, llorando y magullado por todas partes. Pasé un buen rato así y de un momento a otro escuché pasos. Volvían al ataque. Los pasos se pararon a mi lado.

-No, por favor- susurré encogiéndome aún más.
-¿Estás bien?- me quedé paralizado al oír una voz hermosa que no reconocía- ¿hola?- sentí como se agachaba a mi lado. Poco a poco fui descubirendo mi cara y lo miré. Era el chico más guapo que había visto en toda mi vida. Sus ojos oscuros, su pelo rubio, su rostro perfecto. Era un ángel. Él sonrió al verme- no te asustes, no te haré nada- yo sólo pude confiar ante sus palabras, me levanté poco a poco, con dolor en todas las partes de mi cuerpo hasta que me quedé sentado frente a él- ¿Qué es lo qué te ha pasado?- me preguntó, pero yo no quería hablar de eso y agaché la cabeza- oh, bueno, intentemos otra cosa- suspiró- mmm, mi nombre es Jung DaeHyun- se presentó tendiéndome la mano- ¿cómo te llamas tú?- miré su mano, me daba vergüenza estrechársela- tranquilo, no voy a comerte ni nada por el estilo- dijo con una sonrisa en los labios. Estreché su mano delicadamente, parecía que si lo hacía más fuerte se rompería.
-Yu YoungJae- susurré.
-Muy bien, Yu YoungJae- dijo él- ¿quieres ser mi amigo?- yo sólo acerté a asentir levemente con la cabeza y a sonreir ampliamente. Tenía un amigo. Jung DaeHyun, mi ángel, iba a ser mi amigo, mi primer amigo.

Gracias a él, ya no estuve solo, siempre tuve alguien con quien contar. Los chicos que me molestaban dejaron de hacerlo y DaeHyun y yo nos hicimos muy amigos al principio, y algo más después de que pasara algún tiempo. La vida me sonreía por fin, gracias a mi ángel.

Habían pasado ya unos años, habíamos terminado los estudios y entrábamos a la Universidad. La noche antes, en nuestro apartamento, estábamos tirados en el sofá, él sobre mi pecho, siempre decía que le gustaba escuchar mi corazón y nuestras manos estaban entrelazadas.

-DaeHyunnie- susurré.
-Hum- me contestó él alzando su cabeza para mirarme.
-Te quiero.
-Yo también te quiero, baboo- respondió dándome un breve beso en los labios y volvió a su posición original. Yo comencé a tocar su pelo, me encantaba hacerlo, mientras pensaba en como le diría lo que quería decirle desde hacía mucho tiempo.
-Mi ángel- susurré.
-¿Qué?- preguntó sin entender.
-Tú eres mi ángel.
-¿Y eso?- dijiste interesado.
-Tú me salvaste y me haces feliz, ¿no es eso lo que hacen los ángeles?- le dije algo avergonzado. Él me miró fijamente y luego sonrió.
-Está bien- dijo finalmente- soy tu ángel, y tú también eres el mío, porque me salvaste y me haces feliz- repitió mis palabras- y por eso quiero que estemos juntos toda la eternidad, porque somos inmortales, ¿no?- reí antes sus palabras y lo besé.
-Para toda la eternidad, mi ángel.

viernes, 10 de agosto de 2012

[One Shot] POWER {BangHim}


   No había nadie en el apartamento de B.A.P., más que los dos mayores. Zelo y JongUp se habían ido a bailar a la sala de ensayos, y en cuanto a YoungJae y DaeHyun, no tenían noticias de ellos desde que se fueron por la mañana temprano. HimChan estaba un poco, bastante preocupado, tanto por los pequeños como por los medianos. Su cuerpo estaba en el sofá, viendo una película de guerra con YongGuk, pero su mente vagaba por el espacio infinito. Aparte de la preocupación por los chicos, también tenía otra más que añadir, sus sentimientos por aquel que veía ensimismado la película de guerra a su lado.

-Ah...- suspiró.
-¿Pasa algo?- preguntó el líder sin apartar la mirada de la pantalla.
-Nada- contestó el aludido- “pensaba que estaría demasiado concentrado en la película como para escucharme”- pensó.
-Estás preocupado por los chicos, ¿no?- dijo el castaño mirándolo de reojo.
-DaeHuyn y YoungJae no han dicho donde iban- contestó subiendo las piernas al sofá y abrazándose a ellas.
-Es molesto- comentó YongGuk dándole al pause a la película, dejando a los dos protagonistas a punto de besarse.
-¿A qué sí? -dijo HimChan algo entusiasmado porque el líder demostrara su inconformidad con este hecho- por lo menos deberían pensar que no sólo están ellos en el mundo y que hay gente que se preocupa por ellos...
-No me refería a eso- lo cortó el mayor soltando el mando sobre la mesa y mirándolo con intensidad.
-¿Entonces?- preguntó el comandante frunciendo el ceño sin entender qué era lo que el otro quería decir.
-Es molesto... que te preocupes tanto por ellos- contestó.
-Pero, ¿qué dices?- dijo HimChan algo cabreado- ¿cómo no me voy a preocupar por ellos?- preguntó- soy su hyung, debo cuidarlos.
-Pareces más su umma- dijo con desprecio YongGuk.
-Pues...- aquello le había dolido, ¿cómo era capaz de decir eso de esa manera? Había herido sus sentimientos, HimChan se sentía muy dolido- ¿sabes? Debería ser tu trabajo como líder el preocuparte. Si hicieras bien tu trabajo yo no tendría que ser la umma- contestó muy cabreado.
-Eres un idiota- dijo el mayor. El moreno estaba fuera de sus cabales. Primero umma, después idiota. Sin poder contenerse le propinó una bofetada muy fuerte. De lo fuerte que se la dio, le giró la cara. YongGuk se tocó la mejilla y lanzó una mirada de odio que hizo encogerse al menor- y encima pegas como una chica- HimChan volvió a alzar la mano dispuesto a pegarle, pero fue atrapado fuertemente por su muñeca. Levantó la otra mano y el proceso se repitió- no te atrevas a volver a golpearme- la mirada continuaba y apretaba tan fuerte las muñecas del menor que le estaba cortando la circulación.
-YongGuk- susurró a la vez que unas lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas- por favor- suplicó- suéltame, duele- se tragó todo su orgullo y cerró sus ojos abandonándose al llanto.

De repente la presión en sus muñecas dejó de sentirse y comenzó a notar como sus lágrimas eran secadas. Abrió sus ojos y se encontró con el rostro de un hombre diferente al que dejó al cerrarlos. Seguía siendo YongGuk, pero no era él.

-Lo siento, Channie- seguía secando las lágrimas- no quería hacerte llorar- había habido un gran cambio en su actitud. HimChan quería abandonarse a aquello... pero...
-¡Suéltame!- le gritó y se apartó de él, levantándose del sofá- ¡te odio!- se alejó y se fue hacia la puerta. YongGuk se levantó corriendo y lo alcanzó en la puerta, lo agarró y lo puso contra ésta bruscamente- ah- soltó un quejido HimChan.
-Te he pedido disculpas- le gritó dando un puñetazo a las puerta, justo al lado del rostro del menor- ¿por qué me odias?- preguntó en un tono más bajo.
-Hyung...- susurró- me estás asustando- sollozó de nuevo.
-No soporto verte llorar- dijo el mayor lanzándose hacia sus labios y besándolos con avidez. HimChan se quedó paralizado, con sus ojos abiertos contemplando el rostro de la persona que amaba. No correspondió al beso, no sabía cómo hacerlo y YongGuk se separó- Channie- el moreno no sabía qué hacer, segundos antes le gritaba y ahora le besaba. YongGuk estaba muy raro. Él sólo miraba a los ojos del mayor, intentando descifrar lo que le pasaba por la cabeza- ¡joder!- gritó el castaño dando otro puñetazo, más suave esta vez.
-No juegues conmigo- susurró HimChan. Fue lo único que pudo decir.
-No juego- contestó el mayor- ¿crees que te besaría si estuviera jugando? Joder, Channie- estaba muy serio y miraba a los ojos a su compañero- he renunciado a las mujeres por ti, UN HOMBRE- gritó esto último- ¿crees que estoy jugando?- HimChan no sabía qué responder- y ahora resusta que eres heterosexual- YongGuk comenzó a retirarse.
-No...- susurró el moreno- yo he... estado... esperando por... esto... y... - el mayor lo miró, HimChan no sabía dónde meterse, quería decirle que le correspondía, que era gay, que...

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el contacto con los labios del mayor. Seguía siendo brusco, pero esta vez HimChan se abandonó al beso, cerró los ojos y se dejó llevar. Pasó sus manos por los hombros del otro y agarró su cabello. YongGuk delineó el contorno de los labios con su lengua y cuando el moreno lanzó un gemido, introdujo su lengua en la cavidad. Una guerra de lenguas comenzó a librarse en sus bocas, y al final quedó en empate cuando tuvieron que separarse para coger aire.

Sin embargo, YongGuk no se alejó mucho. Podían sentir cada uno la entrecortada respiración ajena, y sus narices, se tocaban levemente. Desde que abrieron los ojos, mantuvieron el contacto visual. El mayor le puso las manos en las caderas a HimChan tras hacer un recorrido por sus costados, acariciándolos, para pegar sus cuerpos lo más posible y hacer así que sus partes se tocaran. El moreno ahogó un gemido cerrando los ojos.

YongGuk aprovechó para comenzar a besar y mordisquear el cuello del comandante, dejando marcas por allí por donde pasaba. HimChan echó su cabeza hacia atrás dejando un mejor acceso a su cuello. Pronto el castaño comenzó a besar más abajo, hasta donde la camiseta poco escotada le permitía. Al poco rato se cansó de esta incomodidad y cogió el filo de la camiseta, tirando de ella hasta sacarla por la cabeza del menor y tirarla por algún lado. Comenzó a besar su cuerpo, haciendo que se escapasen gemidos de la boca de HimChan. Se entretuvo en sus pezones, los mordisqueó, lamió y chupó hasta que se pusieron casi tan duros como las partes bajas de sus cuerpos. De repnte, YongGuk paró.

-Vamos a la habitación.

HimChan asintió. Quería dejarse llevar por todo lo que estaba pasando. Siguió al mayor hasta la habitación que compartían, al entrar, el castaño cerró la puerta y echó el pestillo, luego, se quitó la camiseta. Su cuerpo estaba mucho más trabajado que el del menor. YongGuk se acercó a aquel que lo miraba comiéndoselo con los ojos y comenzó a besarlo de nuevo, salvajemente. Cuando se separaron para coger oxígeno el mayor tumbó a HimChan sobre su cama, después, fue hacia su armario y comenzó a buscar algo. El moreno se incorporó sobre sus codos, curioso por saber qué tenía YongGuk en el armario que era más importante que atenderlo a él.

-¿Qué haces?- preguntó.
-Relájate y cierra los ojos- contestó el otro- es una sorpresa- HimChan hizo todo lo que le pidió, abrió los ojos, sólo cuando notó el frío del metal en sus muñecas.
-¿Qué?- dijo al ver sus manos atrapadas en unas esposas, unidas ambas al cabecero.
-Tranquilo- susurró YongGuk en su oreja y la mordió suavemente, después fue a su boca de nuevo, al terminar, succionó el labio inferior de su compañero- es solo para jugar un poco- aclaró.
-No creía que fueras sadomaso- comentó el moreno algo aturdido.
-Soy mucho más de lo que te imaginarías jamás.

Y dicho esto tiró de los pantalones del menor y se los sacó de un tirón. Le agarró la piernas y comenzó a besarlas, subiendo cada vez más, hasta llegar a sus partes. Comenzó a masajearlo con una mano mientras su boca seguía subiendo por ese cuerpo tan delicioso que se le presentaba delante hasta sus labios. El beso fue húmedo, caliente y excitante. El miembro de HimChan, ya de por sí excitado anteriormente, no cabía y dolía dentro de la única prenda que le quedaba. Gemía al sentir las manos del mayor dándole placer, pero no quería hacer mucho ruido y mordisqueaba los labios de éste para ahogarlos. YongGuk le quitó los boxers de una vez por todas y rompió el beso para quedárselo mirando.

-Eres excitante- comentó.
-Y tú un pervertido- susurró HimChan muy colorado.
-Ya lo sé- contestó el aludido mirándolo fijamente a los ojos- y esto no es nada pervertido para lo que voy a hacerte después- dijo sensualmente humedeciéndose sus hinchados y rojos labios.
-Oh- HimChan abrió los ojos como platos, y no pudo decir nada más porque notó la lengua de su hyung en uno de sus pezones. Éste lo lamía y mordisqueaba, y después de estimularlo, se pasó al otro- ahhh- gimió cuando sintió el mayor abandonaba sus pezones y puso su boca su pene. Le dio unos cuantos besos y lamidas antes de introducírselo. Al sentir la humedad de esa cavidad el comandante gimió fuerte mente, y fue a agarrarse al pelo del mayor, pero sus manos estaban sujetas con las esposas al cabecero- Yong- llamó entre gemidos, el líder hizo un ruidito para dar a entender que le había oído mientras seguía con su trabajo- esto... no... me... gusta...ahh- se quejó soltando un gemido. El castaño se sacó el pene de la boca.
-Cualquiera lo diría- contestó burlón y sopló la punta del miembro. HimChan volvió a gemir- ¿ves?
-No... es eso...
-¿Entonces?- le dio una lamida al pene de abajo a arriba, como si fuera un helado a punto de derretirse.
-Quiero... tocarte... también- contestó avergonzado, e intentó cubrirse la cara con sus manos, pero no pudo. Bufó.
-Me gusta que primero estés así- contestó el mayor y siguió con su lengua una de las venas que surcaba el pene- así no podrás detenerme cuando te haga cosas perversas.
-Yong- intentó protestar pero fue acallado con un beso. Las manos del mayor volaron hasta su miembro y siguió acariciando mientras besaba con rudeza, cada vez más fuerte, cada vez más rápido. De repente, el menor sintió un hormigueo en su abdomen que lo avisaba de que iba a correrse segundos antes de hacerlo. Notó como una endiablada debilidad se apoderaba de su cuerpo mientras las grandes y fuertes manos de su líder lo recorrían entero, proporcionándole escalofríos. El moreno cerró los ojos y se abandonó a las caricias y a las sensaciones que éstas le provocaban.
-¿Te gusta, Channie?- preguntó el mayor contra sus labios.
-Hum- acertó sólo a decir el comandante después de que un gemido se escapase involuntariamente de sus labios.
-Así me gusta- dijo YongGuk perverso, y le dio un mordisco en la oreja que lo hizo chillar- lo que viene ahora te va gustar más- y bruscamente lo agarró y lo puso a cuatro patas, haciendo que sus brazos quedaran cruzados y en una posición algo dolorosa por las esposas.
-Argh- se quejó- eres un bruto- gritó.
-Y lo que te gusta a ti que lo sea- contestó el otro, lascivo.
-Yong, no...- pero calló al sentir contra su trasero el miembro erecto del mayor- ahhh- gimió. YongGuk lo abrazó fuertemente por la espalda y comenzó a estimular su pene de nuevo mientras mordía y lamía su nuca.
-Me vuelves loco- susurró el líder en su oído mientras seguía masajeando el miembro ajeno con una mano y con la otra, acariciaba todo el cuerpo que se encontraba debajo de sí. Pero ponía más ahínco en el miembro, que era estimulado siendo tocado de arriba a abajo, lentamente, siendo presionado en los lugares más sensibles. Todo esto, hacía gemir a su dueño. Unos placenteros minutos después, HimChan estaba duro de nuevo- eso fue rápido- comentó el mayor.
-Nunca... he sido... tan rápido...- susurró HimChan- me... pones...
-Oh- dijo el mayor- ¿no soy el primero?- preguntó mordiendo su nuca, sin haber escuchado lo último que dijo el otro.
-¿Acaso... yo si soy... el primero?- preguntó con la respiración agitada.
-El primero, sí- susurró besando el mismo lugar que había mordido antes- pero de hombres- lamió ese mismo lugar haciendo estremecer al menor- de mujeres...- se quedó callado unos momentos mientras ponía una cara perversa- eso eso otra cosa- sonrió.
-No me hace... falte saber... de tus... conquistas... Cassanova- contestó HimChan algo molesto.
-¿Celoso?
-Mucho.
-Así me gusta- YongGuk le giró la cabeza para besarlo lentamente en los labios- me gustas- susurró- me gusta tocar y sentir tu cuerpo- acarició su abdomen- eres perfecto- le mordió la oreja.
-Eso... ya lo... sabía yo...
-¿Qué me gustas?
-No... eso no lo... sabía- contestó- me... he llevado... grata sorpresa...- sonrió aun sin creerse que fuera verdad el que le gustara a su hyung.
-¿Entonces?- ronroneó el mayor en su oído.
-Lo de que... soy perfecto...- YongGuk se echó a reír ante la poca modestia del comandante- eres tú... el que lo has... dicho primero, no... te rías- se enfadó HimChan.
-Lo sé, lo he dicho- mordió el lóbulo de su oreja- y lo que tú tendrías que haber dicho sería: “oh, ¿de verdad? Tú también eres perfecto, YongGuk”.
-Ni en sueños.
-Entonces tendré que castigarte- contestó el mayor con su voz grave agarrando con fuerza el miembro ajeno, haciendo que su dueño gritara, a medias de dolor, a medias de placer.
-Y... ¿cómo... vas a... castigarme?- preguntó el menor una vez repuesto.
-No querrás saberlo- susurró- aunque, de todas maneras, te vas a enterar- sonrió perverso, pasó sus manos del pene a los pezones y comenzó a tocarlos y a pellizcarlos para que se pusiesen más duros todavía.
-Ahhh...- gimió HimChan. De repente, una de las manos del líder se dirigió a su propio miembro y mientras mordía el cuello del menor, lo colocó en su entrada y comenzó a simular pequeñas penetraciones, ejerciendo un poco de presión en el lugar. El moreno volvió a gemir muy fuertemente.
-¿Preparado?- preguntó YongGuk y HimChan se tensó.
-¿Qué?- preguntó asustado- ¿no me preparas?- entró en pánico y comenzó a respirar más rápido de lo que ya lo hacía- ¿no traes lubricante?- volteó su cabeza hacia el mayor- ¿YongGuk?- sus ojos comenzaron a brillar.
-Este es tu castigo- susurró este y lo besó.
-¿¡Pretendes matarme a dolor!?- gritó el moreno.
-Tranquilo- susurró y dio un pequeño mordisquito a los labios- tranquilo...
-¿Cómo quieres que me tranquilice?
-Es la primera vez que lo hago con un tío- dijo YongGuk escondiendo avergonzado su rostro en el hueco del cuello del menor- no sé qué hacer.
-Pues en vez de ver tanta película de guerra, ponte una de porno gay- se quejó HimChan con algo menos de tensión al saber el motivo por el cual el líder era así de brusco.
-Con las chicas no hay tanto problema- comentó el otro.
-Ellas vienen lubricadas de serie- contestó el comandante- por lo menos déjame chupártela, y así hay lubricación natural.
-No quiero que tengas que rebajarte a eso.
-No me rebajo- dijo HimChan- de hecho lo hago muy bien.
-O sea, que no soy el primer tío- YongGuk se separó de él y éste se dio la vuelta y se sentó en el colchón.
-Si me quitas las esposas prometo darte mucho placer- susurró el menor, lascivo mientras se pasaba la lengua por los labios sensualmente.
-Está bien- dijo rendido. No sabía lo que tenía ese chico que lo hacía volverse un blando. Tras entrar en la habitación, había pensado en tener una tarde de sexo duro como tenía con las putas que se acercaban a él. Quería penetrarlo duro hasta partirle el trasero en dos, pero al ver sus ojos, esos ojos que lo volvían loco, se convertía en un blandengue. Le quitó las esposas, e inmediatamente, HimChan sqaltó sobre él y comenzó a lamer y besar su pene- ahhh... si... que te... das... prisa- comentó el mayor entre gemidos.
-No me molestes- cortó el menor- estoy trabajando- y dicho esto, se metió el miembro en la boca para darle placer al mayor inmediato, y para un no dolor de trasero para él después.
-Para... ahh... para...- pidió el mayor después de unos minutos- ¿no querrás que me corra antes de metertela?- HimChan se lo sacó de la boca y sonrió.
-Ten cuidado, ¿vale?- advirtió poniéndose a cuatro patas. YongGuk colocó su miembro en la entrada y se agarró a las caderas del menor antes de meterla del todo de una sola embestida- arghh- gritó el moreno de dolor, y unas lágrimas comenzaron a escaparse de sus ojos y a correr por su rostro- ¡bruto!- dijo casi sin aire.
-No podía aguantar más a sentir esto- las paredes de HimChan apretaban deliciosamente su miembro. Era caliente, como una mujer, pero YongGuk nunca se había sentido tan bien al meterla.
-No... te muevas... todavía...- el mayor asintió y comenzó a besar la espalda del menor mientras se acostumbraba a la intromisión, después de unos minutos, el moreno volvió a hablar- ya- susurró- lento, pequeños... vaivenes...
-Está bien- y comenzó tal y como el comandante le había dicho. Éste se agarraba a las sábanas, intentando contenerse para no volver a gritar. Al poco rato comenzó a mover sus caderas buscando más contacto y el mayor empezó a embestir más rápido, más fuerte, casi sacando su miembro y metiéndolo luego de golpe hasta el fondo. Jadeos, suspiros, gemidos, entrechocar de caderas, muelles de la cama, eso era todo lo que se escuchaba en aquella habitación. YongGuk comenzó a masturbar de nuevo el miembro del menor al ritmo de las embestidas hasta que los dos se corrieron y cayeron rendidos sobre la cama, respirando entrecortados. El mayor salió de HimChan y se tumbó de espaldas, el otro se abrazó a él, y se quedaron dormidos.

-OOOoooOOO-

-¡Parad la puerta!- se escuchó gritar en el hall, e instintivamente, al reconocer la voz, DaeHyun se colocó en medio de las puertas del ascensor para que no se cerraran- gracias- dijo JongUp llegando corriendo y entrando al ascensor seguido de Zelo.
-Menos mal que hemos llegado a tiempo- suspiró el maknae cuando ya estaban subiendo.
-¿Volvéis ahora de bailar?- preguntó YoungJae.
-Sí- contestó Zelo rápidamente mientras JongUp se ponía rojo- se nos ha pasado el tiempo volando- ¿y vosotros? ¿de dónde venís?- cambió de tema.
-Emm...- comenzó YoungJae.
-Hemos estado dando vueltas por la ciudad y en el cine- contestó DaeHyun ante el nerviosismo del otro.
-¿Qué peli habéis visto?- preguntó JongUp.
-La de Batman- contestó YoungJae.
-¿Eh? Pero esa íbamos a verla todos juntos- se quejó Zelo.
-Lo sé- respondió el mayor del lugar- pero es que no podíamos aguantarnos a verla, ¿verdad?
-Verdad- contestó automáticamente el otro.
-Yo quería verla- dijo el maknae haciendo un puchero.
-Si quieres, podemos verla otra vez- propuso YoungJae- a mi no me importa.
-¿De verdad?
-Sí.
-¿Y está chula?- preguntó emocionado JongUp.
-Pues...- YoungJae no sabía qué responder porque realmente no habían ido a ver la película, sino a otro sitio.
-Ya hemos llegado- cortó DaeHyun antes de que nadie dijera nada más.

Los cuatro salieron del ascensor y se dirigieron a casa. Nada más abrir la puerta del apartamento, se extrañaron al no ver a sus hyungs por el lugar, cuando de repente.

-Ahhh- se escuchó la voz de HimChan gritar de palcer.

Los cuatro se quedaron parados unos momentos en la puerta, en shock, y segundos después se escuchó otro gemido, esta vez de YongGuk. Los chicos comenzaron a retroceder y cerraron la puerta. Se miraron todos sin saber que decir, hasta que DaeHyun habló.

-¿Cenamos fuera?- propuso.
-Sí- contestaron los demás y salieron lo más rápido que pudieron del lugar.