Only
One Girl
“Sólo una chica fue
capaz de conquistar mi corazón antes que mi actual novia, a la que quiero más
que a nada. Fue hace mucho tiempo. Super Junior apenas era reconocido en ese
entonces y los miembros podíamos pasear por la calle sin miedo a que nos
reconocieran y un grupo de fans o antifans nos saltaran encima, como pasaba
ahora.
Recuerdo que ese día
también era mi cumpleaños, pero en ese entonces yo era más joven, y estaba
mucho más gordo que ahora, ahora soy un fideo, comparándome con aquel entonces,
pero sigo, que me desvío del tema. Caminaba por la calle sin cuidado alguno
cuando vi que una chica occidental se me quedó mirando fijamente.
De repente se levantó
y me señaló, poniendo una cara de sorpresa. La gente de alrededor se la quedó mirando,
y supe que no tenía escapatoria a no ser que hiciera algo. Abrió la boca para
decir mi nombre, pero yo me acerqué a ella y se la tapé con la mano. Entonces
comencé a disimular.
-Oh, cuánto tiempo-
grité- ¿cuánto hace que no nos vemos?- la gente de alrededor volvió a sus
cosas- no digas quien soy- susurré en ese momento-no quiero que nadie se entere
de nada- ella asintió.
-Seguramente un par
de años más o menos- dijo siguiéndome el rollo- wow, casi ni te reconocía
cuando has pasado por mi lado, cambiaste mucho en este tiempo que no nos vimos.
-Gracias- susurré.
-¿Por?
-Por no decir quién
soy.
-Y… ¿quién eres?- me
preguntó extrañada.
-Pero si me conoces-
dije un poco desesperado.
-No tengo ni pajorera
idea de quien eres- me contestó simplemente.
-Pero… -entorné los
ojos sin comprender.
-Nah, sólo jugaba- me
dio un golpecito en el hombro mientras reía- eres Shin DongHee, más conocido
como ShinDong, miembro del grupo Super Junior, tu cumpleaños es el día 28 de
septiembre y, por cierto, me encanta como bailas- casi me contó mi vida en un
momento, me asusté un poco.
-¿No serás una fan
loca?
-Nah, qué va-
contestó sonriendo- es que me encanta el grupo y todos vosotros me parecéis
maravillosos.
-¿Podrías decir
entonces todo lo que has dicho de mí de todos ellos?
-Claro, y más cosas,
¿por quién quieres que empiece?
-Déjalo, no hace
falta, te creo- le dije. De repente su teléfono comenzó a sonar en un idioma
que no reconocía.
-Perdona- me dijo y
contestó. Se puso a hablar en ese idioma extraño y poco después, colgó- lo
siento- miró su móvil y puso una cara rara- dios mío- gritó, y todo el mundo se
quedó mirándola- hoy es 28 de septiembre- dijo.
-Sí, ¿y?
-Hoy es tu
cumpleaños- contestó.
-Sí, ¿y?
-¿Y qué haces que no
lo estás celebrando?- me agarró del brazo- vamos, que te invito a algo.
Me pasé toda la tarde
a su lado, hablando de diversas cosas, riendo. Descubrí que teníamos muchas
cosas en común y me lo pasé de maravilla. Cuando ya era tarde nos despedimos, y
no he vuelto a saber de ella.”
-Vaya,
hyung- me dijo RyeoWook- nunca nos habías contado esa historia.
-Es
muy triste- continuó EunHyuk mientras se sonaba la nariz.
-¿Y
te gustaba esa chica?- me preguntó DongHae.
-Sí,
estuve bastante tiempo pensando en ella.
-Wow-
dijo SungMin- ¿cómo se llamaba?
-Ni
idea- respondí- no me dijo su nombre en ningún momento.
-¿Te
gustaría encontrarla de nuevo?- preguntó KyuHyun.
-Pues
sí, por lo menos para saber su nombre, siempre he tenido la duda de cómo se
llamaba y de dónde era- contesté sincero.
-Hey, chicos- dijo KangIn entrando al salón
alegremente- ¿por qué esas caras tan tristes?- preguntó al verlos a todos con
los ojos brillantes.
-ShinDong
hyung nos ha contado una historia muy bonita- contestó SungMin.
-Sí,
una vez en su cumpleaños conoció a una chica muy guapa y muy simpática, pero ya
no volvió a saber de ella- contó RyeoWook.
-¿Quién
te ha dicho que era guapa?- pregunté- si yo no he dicho nada.
-La
cara que ponías lo decía todo- contestó KyuHyun- y además era occidental, las
occidentales son guapas.
-Pues
si buscas a una occidental guapa- comentó KangIn- en el portal hay una, he
estado un rato hablando con ella, es muy maja.
No
había terminado casi ni de escuchar la frase cuando ya salía corriendo en busca
de la chica de la que él había hablado. La encontré de espaldas al portal,
esperando nerviosamente. Parece ser que me escuchó, porque se giró y me sonrió.
Era
ella, algo más mayor, pero era ella. Mi corazón latía rápido, por la carrera
más que nada, pero también por la ilusión de verla de nuevo.
-Hola-
dijo.
-Hola-
contesté.
-Nos
volvemos a encontrar- susurró.
-Sí.
Nos
quedamos en silencio. Un silencio nada incómodo, era relajante a decir verdad,
hasta que unos minutos después, ella habló.
-Sólo
quería decirte: “Feliz Cumpleaños”.
-Gracias-
contesté.
-Pues…
ya es un poco tarde para invitarte a algo, así que… bueno, nos veremos otro
día- comenzó a girarse pero la detuve agarrándola delicadamente de la mano.
-Dime
tu nombre- susurré- para agradecerte como se debe por lo menos.
-Victoria,
mi nombre es Victoria.
-Muchas
gracias, Victoria- dije.
Y
la dejé marchar. Por el momento. Sabía que la encontraría de nuevo. Otro 28 de
septiembre.