Título: The Last
Sundae
Pareja: KeyAri (Key x
Ari) (WGM)
Clasificación: G
Género: romance,
fluff
Número de palabras:
1.020 palabras
Resumen:
la lista de cosas sundae para Ari–chan se acaban justo cuando lo hacen las
grabaciones del programa, pero ella no quiere perder la oportunidad de tachar
una última cosa de la lista.
Notas:
Os dejo los capítulos del WGM Global de Key (SHINee) y Yagi Arisa (modelo) por
si tenéis curiosidad aquí.
Comentario de autora:
no he podido resistirme a escribir esto porque Ari–chan es tan adorable y tan
mona y tan cuca y tan… ¡qué alguien me deje adoptarla, por favor! Total, que
espero que os guste.
The Last
Sundae
—¡Corten!
Con aquel grito del director, las
cámaras comenzaron a apagar las luces rojas que indicaban que estaban grabando y
también empezaron a ser retiradas del lugar en el que Key–oppa y yo nos
encontrábamos. Era el último día de rodaje y aquella había sido la última
escena, nuestra despedida, después de aquello, no volveríamos a grabar aquel
programa, cada uno volvería a sus propios trabajos y no volverían a estar en
contacto nunca más, a pesar de que los sentimientos que habían crecido en mi
pecho a lo largo de los últimos meses junto a él no iban a desaparecer así como
así.
—Bueno, terminamos de grabar —murmuró
él, girándose hacia mí—, has hecho un gran trabajo todos estos meses —me dedicó
una sonrisa bastante amplia—. Llevaba mucho tiempo queriendo grabar este
programa y contigo ha sido muy divertido, así que muchas gracias, Ari–chan.
Asentí, porque no sabía qué decirle,
a pesar de que él me estaba hablando en japonés y esa era mi lengua materna, no
podía hablar, no me salían las palabras. Además, temía que si abría mi boca,
las lágrimas comenzaran a aflorar en mis ojos.
—Me hubiera gustado que la grabación
durase mucho más —comentó Key–oppa—, de todas formas SHINee no va a hacer
comeback este año y tengo tiempo de sobra solo con el musical, ¿por qué tiene
que acabarse tan pronto?
Ver a oppa refunfuñar sobre aquello
hizo que mi corazón comenzara a latir rápidamente. Quizás él tampoco se quería
separar de mí, quizás él quería quedarse para siempre a mi lado, quizás tuviera
los mismos sentimientos por mí que yo sentía por él.
—Me gustaría al menos haber
terminado la lista sundae —murmuré—, y también quería añadir cosas nuevas que
pensé después.
—Puedes seguir haciéndolas aunque yo
no esté —contestó, haciendo que mi corazón diera una punzada de dolor.
Quizás solo me estaba imaginando que
de verdad él sentía algo por mí. Aquellas palabras habían hecho que toda mi ilusión
se desmoronara. Key–oppa no quería saber nada de mí, yo solo era una niña a la
que había tenido que cuidar durante el programa y con quien había tenido que
lidiar algunos meses, nada más.
—Hacer las cosas de la lista sundae
no tiene sentido si no las hago con oppa —susurré, mirando al suelo.
—Entonces podríamos vernos de vez en
cuando —propuso él y alcé mi cabeza rápidamente, muy sorprendida—. Yo tendré
que ir a Japón muchas veces y tú tendrás que venir a Corea también, podríamos
vernos si nuestras agendas no están muy apretadas, ¿qué dices?
—Estaría bien… pero… ¿no te causaría
problemas?
—Si sabemos escondernos no pasará
nada —me comentó confidencialmente—, pero por ahora no podremos vernos en un
tiempo, así que si quieres hacer algo de la lista antes de que nos vayamos esta
noche podemos hacerlo.
—Déjame pensarlo un momento, hay
muchas cosas —pedí y él asintió.
Comencé a recordar lo que habíamos
hecho y lo que no, lo que habíamos apuntado y tachado de la lista, lo que yo
quería hacer pero que finalmente no había sido posible y de repente di con
ello. Miré a Key–oppa y le sonreí, después alargué mi mano hacia él y tomé la
suya para llevarlo lejos de las miradas indiscretas de las cámaras, de los
miembros del staff y de cualquiera, porque quería que aquel momento fuera para
nosotros solos.
—Oppa —dije cuando nos alejamos del
mundo—, ya sé qué es lo que quiero tachar de la lista.
—Muy bien, dime.
Le sonreí, pero no le contesté con
palabras. Me acerqué a él y, con un valor que no sabía que poseía, lo besé. No fue
demasiado largo, pero tampoco demasiado corto y los pequeños labios de oppa se
ajustaban perfectamente a los míos. Tan suaves, tan cálidos, tan húmedos, tan
perfectos. Me separé a regañadientes, porque no quería hacerlo, pero tampoco
quería que Key–oppa se enfadara, así que lo hice, notando cómo mis mejillas
ardían de la vergüenza.
—Ari–chan —murmuró, su voz se había
hecho un poco más aguda de lo normal, como cuando estaba sorprendido o enfadado
y sus ojos estaban abiertos como platos.
—Yo… quería tachar eso de la lista —murmuré—,
quería darte mi primer beso.
—Ari–chan —volvió a murmurar, esta
vez de una forma más calmada—. Me lo podrías haber dicho antes.
—¿Por qué?
—Porque así podría haber hecho que
fuera especial —contestó con una sonrisa.
—¿Oppa…?
—Pero si quieres, podemos hacer que
el segundo sí lo sea.
Casi sin darme cuenta de lo que
hacía, acabé lanzándome a sus brazos y abrazándolo fuertemente. No podía créelo,
no podía creer que él también sintiera algo por mí, no era posible.
—Key – oppa…
—Mandémonos mensajes, llamémonos de
vez en cuando y veámonos cada vez que sea posible Ari–chan —propuso—, no
quiero que esto sea la última cosa que tachar de la lista sundae, quiero tachar
contigo todos tus sundaes.
—Yo también quiero tacharlos contigo…
Apreté más fuerte mi abrazo y él me
atrajo hacia su cuerpo. Esbocé una gran sonrisa en mi rostro. Aquella no sería
la última vez que lo viera, aquella no sería la última cosa que tacharía de la
lista sundae. Aquello significaba que después de todo, él también tenía
sentimientos por mí, así que estaba muy feliz porque eso hacía que pudiéramos
tener un futuro más allá del programa ‘We Got Married’.