Mostrando entradas con la etiqueta JYJ. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta JYJ. Mostrar todas las entradas

sábado, 7 de marzo de 2015

Chocolate Oppai

Título: Chocolate Oppai
Pareja: JYJ (JaeJoong x YooChun x JunSu) (JYJ)
Clasificación: NC–17
Géneros: humor, smut
Número de palabras: 1.325 palabras
Resumen: “Para comer chocolate hay quienes lo muerden y quienes lo chupan, a mí me gusta lamerlo” – Kim JaeJoong.
Avisos: contiene sexo explícito.
Notas: esta historia fue escrita justo después de ver esta fancam de su concierto estas navidades en Fukuoka (Japón).
Notas de traducción: chocolate oppai; chocolate erótico japonés con forma de pechos femeninos.
Comentario de autora: realmente no soy muy fan de JYJ, pero algunas de sus canciones me gustan bastante, así que estoy introduciéndome poco a poco en el mundillo. Espero que os guste esta paranoia que se me ocurrió.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Kiss Me

Kiss Me

            Mi señora BoAh se encontraba en el patio de la casa. Caminaba con gran planta y vestía un hanbok sobrio que le sentaba de maravilla. Era preciosa y todos los trabajadores del lugar alzábamos la cabeza a su paso para poder observar aquella belleza. Sin embargo, ninguno tenía la oportunidad de dirigirle siquiera la palabra si ella no lo permitía, quizás, era yo al único al que siempre le permitía hablarle, aunque siempre con gran educación y respeto.

            Llevaba ya varios años trabajando en aquel lugar, desde que ella contrajo matrimonio con mi señor, YunHo. Probablemente era quien más años llevaba junto a ellos dos.

            —JaeJoong —me llamó.
            —¿Sí, señora?
            —¿Te importaría ayudar y cargar algunas cosas a mi habitación? —preguntó—. Mis damas no pueden hacer ese trabajo.
            —Puedo hacerlo.

            Dejé lo que estaba hacienda y comencé a seguirla, primero por el patio y después por los pasillos de la gran casa hasta llegar a la habitación en la que dijo que se encontraba aquello que debía cargar. Por el camino, fue enviando a sus damas, cada una a un lugar diferente para hacer trabajos de la casa, hasta que nos encontramos solos dentro de aquella habitación.

            En cuanto la puerta fue cerrada, mi señora BoAh se giró hacia mí con una sonrisa en sus labios, haciéndome una petición que después de tanto tiempo ya no me parecía extraña.

            —Bésame.


            Y yo, sin vacilar, sin poner excusas como la primera vez, me acerqué a ella hasta que salvé la distancia que separaba nuestros labios y acaté su petición, besándola con suavidad.