Capítulo 19
¿Qué Es Un Beso?
Estaba un poco preocupado. YiXing llevaba ya demasiado tiempo dentro del
baño. Estaba así por su tendencia a quedarse dormido cuando se duchaba. Comencé
a dar vueltas por todo el salón como un león enjaulado, haciendo que Tao me
mirara mal, ya que le tapaba la pantalla de la televisión y él estaba viendo su
dorama muy entretenido.
-¿Quieres estarte quieto?- me dijo.
-No.
Suspiró y se movió más cerca de la tele, cortándome el paso para que no
cruzara por delante de él. Miré mi reloj de nuevo y me mordí el labio inferior.
A lo mejor me estaba volviendo paranoico y él estaba solamente dándose un baño
más largo. O a lo mejor le había pasado algo grave.
No
pude aguantar más y me dirigí rápidamente al baño para averiguarlo. Llamé a la
puerta y esperé su respuesta, pero no la hubo. Volví a llamar y tampoco hubo
repuesta a mi llamada.
-YiXing- grité mientras golpeaba la puerta- YiXing.
En
ese momento me asusté. Seguro que le había pasado algo. No lo pensé más y abrí
la puerta que no tenía el pestillo echado, entrando como una exhalación al
baño, encontrándome a YiXing dormido en la bañera. Rápidamente me acerqué a él
y empecé a zarandearlo para que despertara hasta que abrió levemente sus ojos.
-Kris…- susurró y sentí como mi corazón, que hasta hacía unos momentos
no había parado de latir, se quedaba estático.
-¿Estás bien, Lay?- pregunté y él negó con la cabeza- ¿qué te ha pasado?
-He
tenido otro sueño- murmuró- me encerraste en algún lugar…- las lágrimas comenzaron
a brotar de sus ojos y lo abracé, no importándome que estuviera mojado- sentí
cómo morías…- se apretó fuertemente a mí- No me dejes nunca, Kris- pidió.
-No
lo haré.
-oooOOOooo-
Después de que todo se calmara y los chicos se fueran, me acerqué a
KyungSoo con una taza de té caliente en las manos. Estaba sentado sobre mi cama
con la mirada perdida, igual que los días anteriores. Debía hacerlo salir de
aquel lugar oscuro en el que se había encerrado y debía hacerlo antes de que
perdiera el camino de vuelta.
-KyungSoo…- susurré sentándome a su lado- tú fuiste quien me apoyó
cuando caí en la desesperación, quien me dijo que debía ser fuerte y afrontar
todos los problemas- él ni siquiera se inmutó- déjame ayudarte, déjame decirte
que no estás solo- pasé mis brazos por sus hombros- estoy contigo y no te voy a
dejar solo jamás porque eres una persona muy importante para mí.
Los
siguientes minutos pasaron en silencio, un silencio nada cómodo, ya que temía
que los estridentes latidos de mi corazón fueran también escuchados por él. no
podía permitirme que él supiera que hacía tiempo que había dejado de verlo como
un dongsaeng al que cuidar.
-Hyung- lo escuché susurrar y lo miré.
-¿Sí?
-Gracias- murmuró abrazándose a mí hasta que quedamos ambos tumbados en
la cama tan juntos, que no se sabía dónde acababa uno y empezaba otro.
-oooOOOooo-
Una
semana. Llevaba una semana sin verlo. Una semana desde que me había besado y
luego había desaparecido. No sabía dónde se metía ni lo que estaba haciendo,
así que me tenía muy preocupado. Ni siquiera me contestaba mis llamadas o a mis
mensajes en el Kakao.
Me
giré en la cama y me quedé mirando la suya que ahora estaba vacía. Me dolía el
corazón. Ojalá no le pasara nada estando solo, o jamás podría perdonármelo.
Debía haberle dicho antes de que escapara que no quería que se fuera, que me
gustaba.
Estos pensamientos no me dejaban dormir. Era demasiada la angustia por
no saber dónde podría estar.
Había preguntado a los chicos, pero ninguno de ellos me supieron decir
dónde podría haber ido, incluso le pregunté a Kevin llevándome conmigo una
ración de mala hostia, pero necesitaba saber dónde estaba, porque si cerraba
los ojos, todavía podía sentir el leve cosquilleo de sus labios sobre los míos.
-¿Dónde estás, Minnie?
-oooOOOooo-
Nos
habíamos enredado y enroscado a más no poder en el sofá mientras veíamos una
película de miedo llamada El Resplandor. A mí el niño del triciclo me cansaba
ya, pero a BaekHyun le daba demasiado miedo, por eso estábamos tan pegados que
apenas podía apreciar dónde acababa su cuerpo y comenzaba el mío.
En
esa situación estábamos cuando mi padre llegó, se colocó delante de la tele,
tapándonos el mejor momento de la película y nos miró con una cara demasiado
extraña.
-¿Qué significa esto?- preguntó.
-BaekHyun tiene miedo- contesté en voz baja y mi chico alzó un poco la
cabeza, con disculpa, intentando levantarse de mi cuerpo, pero no lo dejé.
-Si
vais a hacer esto que no os vea tu madre- dijo.
-¿Por qué?
-Porque no podría soportar quedarse sin nietos, así que sed discretos- y
tras esto, se fue.
BaekHyun y yo nos miramos a los ojos. Nos habíamos quedado sin palabras.
Mi padre había insinuado que sabía que estábamos juntos. ¿Cómo era posible eso?
-oooOOOooo-
Escuché sonar mi móvil desde el salón y salí corriendo hacia mi
habitación. Esperaba seriamente que Kevin y YiXing no estuvieran haciendo nada
asqueroso allí, no sería muy agradable de ver. Sin embargo, lo que yo temía era
lo que pasaba.
Kevin estaba entre las piernas de YiXing, desnudo, chupándosela y YiXing
parecía estar a punto de llegar al orgasmo. Ahora entendía a JongIn cuando se
asqueaba por habernos visto en el tema. No era nada agradable de ver desde
fuera con gente a la que conocías.
En
ese momento, YiXing gimió débilmente y su expresión fue de placer infinito.
Había llegado, así que, antes de que alguno se diera cuenta de mi presencia,
caminé rápidamente hacia el escritorio, cogí mi móvil y salí corriendo de la
habitación, deseando que no me hubieran pillado y haciéndome una nota mental
para disculparme ante JongIn por los espectáculos que le habíamos dado a lo
largo de los cuatro años que SeHun y yo llevábamos juntos.
En
cuanto llegué al salón, desbloqueé el móvil y entré al Kakao para encontrarme
con un mensaje de SeHun.
Hunnie: ¿Quedamos esta tarde en la cafetería
de siempre? He convencido a JongIn para que me acompañe y para que luego nos
deje la habitación de la Residencia libre.
¿A
qué hora?
Hunnie: ¿A las 5? ¿Te viene bien a esa hora,
LuLu?
No
puedo esperar para que llegue.
Hunnie: Yo tampoco.
No
sabes cuánto te necesito.
Y
tras esperar unos momentos y no recibir respuesta, cerré la aplicación.
Probablemente SeHun se habría quedado sin palabras, todo sonrojado y JongIn
estaría haciéndole bromas. No me importaba que no me contestara ahora mi niño
tímido, ya lo haría en la cama.
No
cabía en mí de excitación. Por fin podríamos hacerlo después de tanto tiempo
separados.
-Tao- le dije al chico que estaba viendo entretenidísimo un dorama chino
desde la tele por cable.
-¿Qué?- preguntó sin mirarme.
-Esta tarde voy a quedar con SeHun, ¿me acompañas?- en ese momento él me
miró y me sonrió.
-Te
acompaño.
-oooOOOooo-
-Todavía no sé por qué he aceptado hacer esto- murmuré y él alzó su
cabeza del Bubble Tea que estaba tomando.
-Porque me quieres y porque Tao ha aceptado que no podemos estar
separados y no le va a decir nada a Kevin de nuestros encuentros- me contestó
con una sonrisa amplia.
-Sí,
eso lo sé, y se lo agradezco- dije- pero lo que no entiendo es por qué debo
estar yo aquí.
-Para que no sospechen de las salidas de LuHan, Tao viene con él, por
eso y para que el pobre no se aburra, te necesitamos aquí.
-¿Y
no se puede ir a cualquier lugar a hacer el gilipollas?- él negó y yo puse un
puchero.
-Por
muchas caritas que me pongas no te vas a librar- contestó- además, Tao es un
buen chico, te caerá bien.
-Lo
dudo mucho.
-oooOOOooo-
Por
fin llegamos a aquel lugar en el que habíamos quedado con SeHun y con JongIn.
Estaba muy nervioso debido a que en el último encuentro que había tenido con el
chico moreno, él me había besado. Desde ese momento, no había podido dejar de
darle vueltas al asunto y aunque LuHan me había aclarado las intenciones que
había tenido el otro para hacerlo, no podía dejar mi mente quieta.
Verlo fue todavía peor y apenas me centré en la conversación mantenida
durante todo el rato que estuvimos en la cafetería. Solo me di cuenta de que
algo raro había pasado cuando me encontré en la calle, junto al chico moreno,
despidiendo a los otros dos.
-Bueno, ya que se han ido, nosotros podemos
irnos también- lo escuché decir.
-LuHan me dijo que tenía que quedarme contigo-
contesté.
-Eso mismo me dijo SeHun- contestó él- pero
yo no pienso hacerle caso- lo miré sin entender- no me malinterpretes, no es
que no me caigas bien- explicó- pero tengo cosas más importantes que hacer que
pasar el tiempo con un tío al que apenas conozco.
-Un tío que apenas conoces pero que besaste
el otro día- apunté y él iba a replicar, pero calló durante unos momentos.
-Eso no fue un beso- dijo.
-¿Entonces qué es un beso?- pregunté.
-Otra cosa.
-Enséñamelo- pedí con el corazón latiéndome
a mil por hora.
-Yo no…
Pero no lo dejé acabar. Me acerqué
rápidamente a él y besé sus labios durante algunos segundos. Pudo haberme
apartado, pudo haberme rechazado, pero no lo hizo, así que me atreví a lamerle
el labio. Sin embargo, en este momento, él se separó rápidamente de mí.
-¿Eso era un beso?- pregunté y él solo se
tapó la boca con las manos y salió corriendo. En cuanto vi su figura
desaparecer entre la multitud que se nos había quedado mirando, me arrepentí de
lo que había hecho.