martes, 31 de diciembre de 2019

[One Shot] The winter's lovers {JBaek}


Título: The winter’s lovers
Autora: Riz Aino
Parejas: JBaek (JR + BaekHo) (NU’EST)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 1.263 palabras
Resumen: hace frío en la ciudad cuando cae la primera nevada… pero el amor de DongHo y JongHyun es tan cálido que no importa la temperatura que haga.
Notas: historia escrita para el día 3 del reto 31 Days of Fluff.
Comentario de autora: básicamente un día estaba super moñas y hacía frío y se me ocurrió que podía hacer algo navideño para variar, así que, estuve escuchando un montón de canciones moñas y cuquis para escribir la historia. Espero que os guste.


            Hacía demasiado frío en la ciudad y pocas personas eran las que se atrevían a estar en la calle con aquellas temperaturas, prefiriendo quedarse al calor del interior de sus casas o de sus zonas de trabajo antes que pasar frío en el exterior. No obstante, aunque hacía frío allí fuera, JongHyun prefería mil veces estar allí en aquellos momentos, cuando estaba a punto de caer la primera nevada del invierno sobre la ciudad de Seúl, que estar en el interior. Quizás su cuerpo se resintiera luego un poco por el frío, pero le había hecho aquella promesa a su novio, la promesa de ver la nieve caer por primera vez en el invierno junto a él y habían hecho hasta lo imposible por poder encontrarse aquel día en la parte antigua de la ciudad para pasear por las calles llenas de casas antiguas reconvertidas en tiendas típicas o en cafeterías y restaurantes para los turistas que llegaban a la ciudad. Por ese motivo, JongHyun sentía que estar fuera en ese momento, era lo mejor que podía estar haciendo… y su decisión se volvió aún más fuerte cuando caminando hacia él con una sonrisa entre las pocas personas que había en la calle normalmente muy transitada, apareció su novio DongHo.


            Había sido idea del chico que trataran de ver la primera nevada juntos, era demasiado romántico y le encantaba hacer todas aquellas cosas que la gente decía que eran muy románticas y que hacían las relaciones duraderas. Ya habían colgado un candado con sus nombres en un montón de lugares en los que se suponía que sus deseos se cumplían y habían ido a muchos sitios románticos a lo largo del país. Y JongHyun quizás no era tan romántico como DongHo, pero le encantaba hacer todo aquello que a su novio le emocionase solo por ser capaz de ver aquella encantadora sonrisa que el chico esbozaba en dichas ocasiones.

            —¿Has tenido que esperar mucho? —le preguntó DongHo cuando llegó hasta él. JongHyun negó porque realmente había llegado hacía tan solo unos minutos y solo le había dado tiempo a dar una pequeña vuelta por el lugar, mirando los escaparates de las tiendas que se encontraban en aquel trecho de calle en el que habían quedado previamente—. Espero que no hayas pasado mucho frío.

            DongHo se acercó a él para estrecharlo entre sus brazos y JongHyun no pudo evitar sonreír mientras rodeaba la cintura de su novio en respuesta, sintiendo inmediatamente el calor del cuerpo ajeno envolviéndolo por completo. Si por él fuera, se quedaría en los brazos de DongHo por el resto de la eternidad, pero no podían hacer eso en mitad de la calle con aquel frío… o se quedarían congelados, por eso, se separó de su novio y le sonrió lo más cálidamente que pudo antes de preguntarle.

            —¿Y dónde querías ir a ver la primera nevada del año?
            —A un sitio espectacular —le respondió DongHo, devolviéndole otra sonrisa igual de encantadora.

            Después de aquello, la mano de DongHo simplemente encontró su camino hasta la suya y la tomó para comenzar a caminar por las calles de la parte antigua de la ciudad, subiendo y bajando las empinadas cuestas. Sus manos enguantadas y unidas arrancaron las miradas de algunos de los escasos transeúntes que había en el lugar, todavía poco acostumbrados a ver a dos chicos juntos de aquella forma a pesar de que cada vez era más corriente. A ellos no les molestaron las miradas, ni les prestaron atención, simplemente siguieron caminando hacia su destino hablando de cómo les había ido el día en sus respectivos trabajos mientras poco a poco las luces de la ciudad comenzaban a iluminar su camino, ya que el sol había comenzado a descender hacia su ocaso tras las opacas nubes blancas de las que caían débiles copos de nieve.

Para cuando llegaron a su destino, la noche prácticamente había caído sobre Seúl y la nieve había empezado a caer, primero en copos pequeños y finos que apenas cuajaban en el suelo y después de una forma mucho más insistente, comenzando a teñir de blanco la capital bajo sus pies, provocando una estampa preciosa. JongHyun supo al instante el por qué del empeño de su novio en que fueran allí con la primera nevada de aquel invierno… aquello era precioso.

            —¿Te gusta?

Fue lo que le cuestionó DongHo, colocándose tras él y abrazándolo por la espalda fuertemente, aprovechando sus alturas similares para colocar su cabeza sobre su hombro y dejarla descansar allí. JongHyun casi pudo sentir la sonrisa del chico en su voz cuando le hizo la pregunta y no pudo evitar esbozar otra al contestarle, observando el hermoso espectáculo ante ellos.

            —Por supuesto… me encanta.
            —Me alegra —murmuró DongHo, moviendo su cabeza un poco hacia él y dejando un beso contra su cuello que provocó que un escalofrío recorriera la espina dorsal de JongHyun, por el contraste del aire frío y los labios cálidos de DongHo contra su piel—. Sé que lo que menos apetece es estar aquí fuera con este frío… pero merece la pena.
            —La merece mucho —respondió él, estando completamente de acuerdo con su novio.

            No estuvieron mucho tiempo en aquel lugar porque la nieve comenzó a caer mucho más fuerte y, antes de que les calara la ropa, decidieron que lo mejor era ir volviendo al apartamento que ambos compartían, agradeciendo el abrigo y el calor del bus que los llevaba hasta su destino. Durante el trayecto, estuvieron simplemente el uno junto al otro, agarrados a las barras del vehículo para no caerse con los frenazos que éste daba sobre la carretera resbaladiza, hablando en voz baja de todo y de nada, queriendo robarse besos el uno al otro, pero sin atreverse del todo a hacerlo porque en el autobús cada vez había más y más personas, provocando que el calor que al principio se agradecía resultara al final casi asfixiante.

            Cuando se bajaron en su parada lo hicieron cogidos de la mano, sonriendo porque por fin eran libres del agobio del bus, aunque el aire frío del exterior era demasiado helado como para que se sintieran aliviados por el del calor del bus. No obstante, el camino a casa era corto, así que, no tuvieron que pasar mucho más tiempo en la calle, al frío viento cortante de la ciudad de Seúl bajo la primera nevada del invierno, para llegar al maravilloso calor de la vivienda.

            Una vez allí, poco tardaron en cambiarse de ropa, quitándose el frío del exterior y metiéndose bajo las sábanas y las mantas de la cama, abrazándose el uno al otro para entrar en calor, con sonrisas en sus rostros porque a pesar del frío, habían vivido una gran experiencia el uno junto al otro… y eso era lo único que realmente importaba.










Notas finales:
—La Navidad a veces me pone moñas… no me hago responsable porque esto haya sido una moñez muy grande.







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