Título: Birthday gift
Autora: Riz Aino
Pareja: YugBam (BamBam +
YuGyeom) (GOT7)
Clasificación: PG
Géneros: romance, fluff
Número de palabras: 855
palabras
Resumen: BamBam le ha
preparado a YuGyeom un regalo de cumpleaños que recordará para siempre.
Notas: drabble escrito
para Haneul.
Comentario de autora: adoro
demasiado a YuGyeom y a BamBam junto y, aunque ya no sean bebés cuquis como
antes, yo sigo viéndolos como mis niños. Espero que os guste.
Birthday gift
17 de
Noviembre de 2016
—BamBam
—murmuró Kim YuGyeom, después de suspirar varias veces, tratando de calmarse
para no saltar sobre el otro y pegarle porque lo tenía ya muy harto con sus
tonterías—. Si me has comprado un regalo dámelo ya y acabemos con este
sufrimiento, suponiendo que me lo hayas comprado.
El
mayor solo por unos meses, le sonrió de una forma enigmática, haciendo que
YuGyeom no pudiera hacer más que suspirar de nuevo. Ya llevaba cerca de una hora
siguiéndole el juego a su compañero de grupo y ya se estaba cansando de todo
aquello, porque ya había ido de un lado a otro de la empresa siguiendo las
indicaciones de éste para encontrar su “regalo de cumpleaños”, regalo que
supuestamente BamBam había escondido allí. Después de una hora había acabado en
aquella sala de ensayo con el chico y éste se negaba a darle todavía su regalo,
pero le había dicho que estaba en ese lugar, motivo por el cual el menor había
decidido armarse de un poco más de paciencia para por fin obtener su regalo —porque
BamBam no era de gastarse el dinero en los demás y menos de comprar regalos de
cumpleaños—.
Y
sin embargo, probablemente YuGyeom acabaría matando al chico porque éste solo
le había dicho que el regalo estaba allí, que era muy grande y visible y que
fuera a cogerlo, pero el menor no había encontrado nada por más que había
buscado.
—BamBam…
—susurró de nuevo, un poco más cabreado que antes ante el silencio del otro.
—Vale
—dijo el chico—. Vamos a hacer una cosa, te doy tu regalo si me haces aegyo.
YuGyeom
cerró sus ojos y suspiró de nuevo, si no lo hubiera matado allí mismo. BamBam
sabía perfectamente lo poco que le gustaba tener que actuar de aquella forma,
ser mono no iba con él y por eso trataba siempre de evitarlo porque a pesar de
ser el menor de todos ellos, era también el más sieso en ese sentido. BamBam
sabía todo aquello y aun así se lo estaba pidiendo, básicamente para hacerle
pasar un mal rato antes de obtener su regalo por fin.
—Me
voy —murmuró YuGyeom, girándose, pero BamBam lo detuvo, tomándolo del brazo
para que no lo hiciera.
—No
te vayas —le pidió—. Solo aegyo,
porfa, solo te voy a pedir eso antes de darte el regalo ya por fin.
Aquello
lo pidió el mayor haciéndole aegyo a
su vez y poniéndole caritas monas para que sucumbiera a él. La verdad era que
YuGyeom quería irse de allí, pero no podía resistirse cuando hacía cosas como
aquella, así que se quedó unos momentos y le dio algunas vueltas a lo que le
pedía. No quería, porque no le gustaba nada, de hecho, más bien lo odiaba, pero
si lo hacía, obtendría su regalo y eso era algo que quería bastante, por lo que
sopesó las opciones y finalmente acabó asintiendo, aceptando lo que el mayor le
pedía.
—Está
bien.
Por
eso, durante los siguientes diez segundos de su vida, Kim YuGyeom hizo un poco
de aegyo para conseguir su regalo de
cumpleaños y cuando terminó, miró fijamente a BamBam, pidiéndole mudamente que
le diera lo que le había comprado antes de que lo asesinara y tirara su cuerpo,
metido en bolsas de basura, a los contenedores que había en el garaje de la
empresa. BamBam le sonrió simplemente durante unos segundos antes de hablar.
—Cierra
los ojos y te daré el regalo.
—Vale.
YuGyeom
no se negó a aquello porque por fin iba a obtener el tan ansiado regalo y cerró
sus ojos en cuanto el mayor se lo pidió. El chico pensó que BamBam iría a algún
lugar de la habitación en el que jamás se le habría ocurrido mirar para
dárselo, pero éste en lugar de hacerlo, se acercó a él los pocos pasos que lo
separaban y tomó sus labios durante unos segundos antes de separarse a la vez
que YuGyeom abría sus ojos, bastante sorprendido por una parte y por otra,
sintiendo que su corazón latía con fuerza.
—Mi
regalo son mis sentimientos por ti —murmuró BamBam, sin mirarlo a los ojos—. Me
gustas, Kim YuGyeom. ¿Aceptas mi regalo?
El
menor no pudo hacer otra cosa más que sonreír porque no sabía ni por qué se
había esperado que le hubiera comprado algún regalo cuando jamás había hecho
algo parecido por ninguno, pero también sonrió porque aquel regalo le había
encantado y, en realidad, era el mejor regalo que el chico le había podido
hacer.
—Lo
acepto con gusto —susurró, adelantándose un paso para volver a rozar una vez
más sus labios con BamBam.
No hay comentarios:
Publicar un comentario