Título: Obliviate
Autora: Riz Aino
Pareja: JinGyeom (JinYoung
+ YuGyeom) (GOT7)
Clasificación: R
Géneros: AU, drama, smut
Número de palabras: 1.222
palabras
Resumen: cuando se
despierta, lo único que JinYoung desea es que YuGyeom no recuerde nada de lo
sucedido la noche anterior.
Advertencias: mención a
relaciones sexuales, aunque no la práctica de las mismas.
Notas: historia escrita
para mí, porque solo me quedaban unos pocos drabbles para llegar al final y me
parecía una ridiculez no llegar a un número redondo. También porque el
PepiGyeom se merece amorcito.
Comentario de autora: a pesar de
que son mis dos amores de GOT7 y a pesar de que se están todo el rato
chinchando y siendo idiotas el uno con el otro, nunca antes había escrito de
ellos, así que, quería hacer algo bonito. Espero que os guste.
OBliviate
Cuando
aquella noche en la que iban a celebrar el cumpleaños de su mejor amigo JaeBum,
se presentó también a la fiesta el hermano menor de éste, JinYoung no le prestó
demasiada atención porque desde que tenía quince años —cuando conoció a JaeBum
al entrar al instituto—, aquel niño había estado revoloteando en torno a ambos.
Era su hermano menor y había cumplido la mayoría de edad el mes anterior, así
que tenía mucho sentido que estuviera allí también con los demás en la fiesta,
bebiendo alcohol de la misma forma que ellos. Por eso, aunque durante la noche
se lo encontró unas cuantas de veces, no le prestó demasiada atención y
simplemente siguió bebiendo alcohol hasta que la noche dejó de existir para él.
Cuando
JinYoung se despertó a la mañana siguiente, lo hizo con un dolor de cabeza
horrible y totalmente desubicado, porque la habitación en la que estaba no le
sonaba de nada. El chico se encontraba tumbado de lado y podía ver un
escritorio y una ventana, además de unas estanterías llenas de libros y de
mangas, pero nada más; también sentía que había alguien con él en la cama a su
espalda y que el colchón no debía de
ser muy ancho porque la mayor parte de su cuerpo se tocaba con el del otro
ocupante, y por el bulto que notaba justo bajo su trasero desnudo, era un chico.
JinYoung suspiró.
No
era la primera vez que se acostaba con alguien estando borracho y amanecía en
un lugar desconocido —también estaba completamente seguro de que aquella no
sería la última vez que le sucedería— así que el chico simplemente esperó hasta
que el dolor de cabeza remitiera un poco antes de comenzar a moverse como si de
un ninja se tratara para poder salir de la cama sin despertar a la otra persona
y salir del lugar antes de que se despertara. Tenía años de práctica, por lo
que no le costó ningún trabajo deslizarse fuera de las sábanas y quedarse de
pie frente a la cama, viendo por primera vez al chico con el que se había
acostado la noche anterior.
JinYoung
abrió sus ojos, totalmente sorprendido y soltó una maldición por lo bajo al ver
que era YuGyeom, el hermano menor de su mejor amigo quien se encontraba allí.
—Maldita
sea, ¿qué es lo que he hecho? —murmuró para sí mismo.
No
recordaba demasiado de la noche anterior, solo que había estado bebiendo y que
había visto al menor varias veces… pero se forzó a pensar un poco más,
encontrando un momento de la noche en el que YuGyeom le había estado tirando
los tejos y él había respondido a aquel flirteo de forma positiva. También
recordó que habían ido dando tumbos por la calle hasta que habían llegado el
piso en el que vivía la familia y que se habían desnudado el uno al otro,
metiéndose mano de forma descarada, antes de acostarse juntos.
En
ese momento, JinYoung lo único que quería era esconderse en el agujero más
grande que encontrara y no salir de él en toda la eternidad. Se había acostado
con el hermano menor de su mejor amigo, el chico que hasta hacía un mes o algo
así seguía siendo menor de edad. JinYoung también se quiso pegar con la pared
en la cabeza, varias veces, para ver si así se le arreglaba la mala conexión
que tenía en el cerebro o se quedaba más tonto de lo que ya había demostrado
que era.
Sin
embargo, no pudo hacer ninguna cosa porque en ese momento, un murmullo
procedente de la cama le anunció que YuGyeom estaba despierto y, antes de que
pudiera hacer algo para esconderse, el chico abrió sus ojos y lo miró
directamente. Por primera vez en su vida, a JinYoung le habría gustado ser un
mago y poder tener algún hechizo que hiciera olvidar al menor absolutamente
todo lo que había sucedido.
—¿Hyung…?
—murmuró—. ¿Por qué estás fuera de la cama? Tengo frío, entra de nuevo.
YuGyeom
se acordaba perfectamente de que se habían acostado a pesar de haber bebido y a
pesar de estar recién despierto y con la mente más dormida que enfocada.
JinYoung no tenía escapatoria ninguna. Trató de buscar alguna excusa, pero su
mente no andaba especialmente cooperativa y el menor le dio un par de
palmaditas al colchón a su lado para que se volviera a tumbar. El chico
simplemente se rindió y suspiró, si esperaba a que el menor se quedara de nuevo
dormido, podría escapar sin que se diera cuenta, solo tenía que esquivar a los
demás miembros de la familia para que nadie viera que habían pasado la noche
juntos.
JinYoung
volvió a la cama y se tendió sobre esta, todavía desnudo, tapándose
inmediatamente con las sábanas y colocándose de lado, mirando hacia la ventana.
Solo unos segundos después, sintió el cuerpo de YuGyeom pegándose al suyo, uno
de sus brazos rodeándole la cintura y sus piernas buscando entrelazarse con las
ajenas. Un escalofrío que no pudo reprimir recorrió la columna vertebral del
mayor y JinYoung se sintió extraño ante ese hecho, pero no pudo darle más
vueltas, porque en ese momento, YuGyeom habló contra su nuca.
—Siempre me has gustado, hyung… gracias por aceptar mis
sentimientos.
JinYoung se mordió el labio inferior
con culpabilidad, pero antes de poder decir nada, una escena más de la noche
anterior le vino a la mente. Una escena en la que YuGyeom se encontraba bajo su
cuerpo mientras él lo penetraba, diciéndole una y otra vez en apenas un susurro
que siempre había estado enamorado de él y cómo él lo había besado y le había
dicho “te quiero”.
El mayor nunca había visto a YuGyeom
con aquellos ojos, solo había sido el hermano menor de su mejor amigo, el niño
que había visto crecer y que siempre había querido estar con ellos a todas
horas. Y sin embargo, borracho y en mitad del sexo le había dicho que lo
quería, por lo que no tenía forma de retractarse, no sin romperle el corazón al
chico, no sin hacer que su mejor amigo comenzara a odiarlo por haberle roto el
corazón a su hermano menor. La única opción que le quedaba era estar con él… y
en el fondo, a JinYoung le hizo un poco de ilusión aquella opción, aunque con
la mente tan espesa no pudo saber por qué y simplemente se quedó dormido,
arropado por el cuerpo de YuGyeom.
No hay comentarios:
Publicar un comentario