sábado, 29 de abril de 2023

[One Shot] Deukae Bingo Collection: Feel like {GahJi}

Título: Feel like

Autora: Riz Aino

Pareja: GahJi (JiU + Gahyeon) (Dreamcatcher)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, college, smut, pwp

Número de palabras: 1.105 palabras

Resumen: Gahyeon está a punto de alcanzar el cielo con sus dedos cuando se da cuenta de que ha dejado de estar sola en su habitación.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas.

Notas: historia escrita para completar la casilla del bingo “masturbation”.

Comentario de autora: empezar las colecciones con cosas calentitas es mi modo de vida y espero que esto os caliente el cuerpo mucho para todo lo que se viene. Espero que os guste.

 

Feel like

 

Gahyeon jadeaba levemente, su corazón latiendo fuertemente dentro de su pecho, sus ojos cerrados y sus labios apretándose de vez en cuando, de la misma forma que su cuerpo se contraía sin que pudiera hacer nada por evitarlo. Su mano izquierda se agarraba a las sábanas, arrugándolas, mientras que sus piernas se abrían y cerraban irremediablemente, sin que las pudiera controlar, solo dejándose llevar, sintiendo mil millones de diferentes sensaciones por todo su cuerpo. Sus dedos en su mojada entrepierna, tocando su clítoris de forma errática, resbalando en el interior de su vagina, de forma descontrolada, solo dejándose llevar por el placer. Una y otra vez, cada vez más cerca del ansiado orgasmo que llevaba creciendo y desarrollándose desde hacía un buen rato, pero que todavía no terminaba de llegar. Estaba a punto, a punto de dejarse llevar por el más exquisito de los placeres, solo le faltaba un poco, muy poco… pero justo antes de que lo pudiera alcanzar, un golpe de algo cayendo sobre el suelo la asustó y Gahyeon rápidamente abrió sus ojos y aparto su mano de su entrepierna, dándose cuenta de que a su habitación compartida de la residencia había entrado Minji, su compañera, y el golpe que había escuchado había sido el de la mochila que ésta había dejado caer al suelo, presumiblemente sorprendida por la forma en la que la había encontrado, porque la mayor no dejaba de mirar su cuerpo desnudo con los ojos como platos.

 

Gahyeon tardó unos momentos en reaccionar, pero en cuánto lo hizo, gritó y después tapó su desnudez con las sábanas de un tirón y se enredó en estas, cubriéndose hasta la cabeza y haciéndose una bolita de vergüenza sobre su cama, su corazón latiendo rápidamente dentro de su pecho, la humedad de su entrepierna resbalando por sus piernas y un ligero eco fantasmal de un orgasmo prácticamente alcanzado pero que no había terminado de llegar.

 

—Lo siento… supongo —murmuró Minji unos momentos después—. El profesor de esta hora no ha venido y he decidido pasarme por aquí para soltar mis cosas porque he quedado con mis compañeros para almorzar e ir al cine… no me esperaba encontrarte masturbándote.

 

Gahyeon volvió a chillar, frustrada y avergonzada, y se encogió todavía más, poniéndose en posición fetal. No podía creerse que Minji la hubiera pillado de aquella forma. Siempre había tenido mucho cuidado cuando se masturbaba para que la mayor no se diera cuenta, o lo hacía en el baño si estaba ella allí o aprovechaba las horas en las que sabía perfectamente que estaba sola porque la otra tenía clases, como en aquellos momentos, porque normalmente la avisaba si no tenía clases… pero ese día no la había avisado y la había pillado así, tocándose, completamente vulnerable, a punto de alcanzar el orgasmo.

 

—Si quieres, en compensación, te ayudo a que te corras —dijo Minji.

—¿¡Qué!? —Gahyeon salió de entre las sábanas, totalmente anonadada con lo que la otra le acababa de proponer, encontrándose a Minji a los pies de su cama, con su mirada fija en ella, una sonrisa pícara en sus labios y un brillo salvaje en su mirada que provocó que la chica tuviera que tragar saliva.

—Sabes perfectamente que voy a hacer un buen trabajo y que lo vas a disfrutar mucho, Gahyeon —comentó la mayor, hundiendo las rodillas en su colchón y comenzando a gatear lentamente hacia ella después—. Déjame hacerte llegar al orgasmo, ya estás desnuda y ya te he pillado, ¿qué más da que te brinde un poco de mi ayuda?

 

Y Gahyeon quiso correr, quiso huir por la vergüenza y porque no sabía cómo podría mirar a Minji a la cara después de que ésta la tocara, pero una parte de ella, la parte que se había quedado a escasos momentos de alcanzar al orgasmo estaba demasiado tentada a hacer lo que ésta le había propuesto. Su entrepierna ardía de calor y estaba completamente húmeda, necesitada de atención para poder alcanzar aquel tan ansiado orgasmo… y Minji estaba allí, mirándola con un fuego intenso y salvaje en sus ojos, que no se despegaban de su cuerpo desnudo.

 

—Está bien —acabó diciendo.

 

Minji soltó un ruidito para celebrar aquella pequeña victoria y, antes de que Gahyeon se diera cuenta de nada, la mayor la había empujado hacia atrás por los hombros y ha había hecho tumbarse de espaldas en el colchón, desenredando las sábanas de su cuerpo, abriéndole las piernas y comiéndosela con la mirada antes de inclinarse contra su entrepierna y comenzar a comérsela de verdad, su lengua lamiéndola entera, introduciéndose en su vagina y haciéndola gemir por las sensaciones tan intensas que le estaba provocando. Gahyeon no tardó prácticamente nada en volver a calentarse, en volver a estar a punto de alcanzar el tan ansiado orgasmo, su respiración completamente irregular, de su boca escapándose un gemido leve tras otro, su cuerpo tensándose una y otra vez, sus piernas queriendo cerrarse mientras la sensación de placer y cosquilleo se iba acumulando en su cuerpo más y más hasta que, al final, acabó corriéndose, llegando al orgasmo gracias a la experta lengua de Minji, quedándose completamente exhausta y desecha sobre la cama.

 

Mientras trataba de volver a recuperar su respiración, después de que absolutamente todas las partes de su cuerpo hubieran sido recorridas por una corriente eléctrica que la habían hecho tener algunos espasmos y contracciones involuntarias, sintiéndose en el paraíso tras aquel orgasmo, Gahyeon abrió los ojos, encontrándose con la visión de Minji lamiéndose los labios y mirándola con un deseo absoluto que no había mermado inmediatamente al hacerlo, una imagen que provocó que un escalofrío de placer recorriera todo su cuerpo y que se volviera a sentir completamente excitada.

 

En aquellos momentos, Gahyeon no lo sabía, pero aquella no iba a ser la última vez que se sintiera como si hubiera alcanzado el cielo con sus dedos debido a la lengua de Minji; no obstante, tuvo la absoluta certeza de que aquel día, ella iba a ser el almuerzo de la mayor.

 

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