miércoles, 4 de enero de 2023

[One Shot] A long night {JunWook}

 Título: A long night

Autora: Riz Aino

Pareja: JunWook (Junji + Nine) (OnlyOneOf)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, idols, romance, smut, pwp

Número de palabras: 5.066 palabras

Resumen: cuando Junhyung abrió aquella aplicación después de tantos meses, no se imaginó que la persona con la que había quedado sería uno de los idols del momento.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas.

Notas: historia escrita por el lanzamiento del álbum de Nine, undergrOund idOl #6.

Comentario de autora: ha sido una larga espera, pero por fin, por fin, ha llegado el último solo álbum, el que más estaba esperando porque tenía muchísimas ganas de escribir esta historia. Espero que os guste.

 

 


Junhyung suspiró profundamente después de dar una última vuelta en la cama sin ser capaz de conciliar el sueño, incorporándose y quedándose sentado sobre esta. El chico valoraba mucho sus horas de sueño, pero desde que se había cruzado medio mundo para cumplir su sueño, el cambio de horario le había sentado fatal y todavía no se acostumbraba a la nueva zona horaria en la que se encontraba. Había veces en las que Junhyung se preguntaba si de verdad le compensaba todo el esfuerzo que había realizado para que lo admitieran en la mejor academia de flamenco del mundo, que se encontraba en España, sobre todo, en noches como aquella, en la que no podía dormir por más que lo tratase y por más cansado que estuviese. Al final, después de mirar a la nada en su oscura habitación durante unos momentos, Junhyung decidió salir al salón y sentarse en el sofá como un búho, encendiendo la televisión por si echaban algo que fuera tan aburrido que lo pusiera a dormir de puro aburrimiento. Comenzó a cambiar de canal, uno tras otro, encontrándose películas muy antiguas, repeticiones de programas de humor, varias señoras demasiado maquilladas y engalanadas echando las cartas del tarot y una peli porno. Aunque Junhyung se había ido al sofá a ver cualquier cosa que lo aburriese y durmiese, al final acabó dejando la peli porno porque era lo único que le había llamado un poco la atención, a pesar de que ésta era un poco ridícula, pero al menos el protagonista era muy guapo y tenía una polla grande que a Junhyung le gustaría probar y, al final, en lugar de quedarse dormido por aburrimiento, el chico comenzó a sentirse bastante caliente y empezó a tocarse por encima de los pantalones de chándal viejos que usaba como pijama, rozando su miembro, sintiendo cómo este se endurecía y crecía a medida que lo hacía, sin apartar los ojos de la pantalla, de aquel actor porno guapo que había aparecido ante él, su respiración volviéndose cada vez más irregular y notando su cuerpo cada vez más sensible hasta que finalmente acabó llegando al orgasmo y se corrió dentro de sus calzoncillos. Junhyung se quedó durante unos momentos con la mirada perdida, mirando la televisión sin realmente ver nada, recuperando un poco la respiración y sintiendo cómo sus músculos se relajaban y notaba cómo los párpados le pesaban un poco; no obstante, en el momento en el que se recuperó del orgasmo, el chico se sintió completamente despierto de nuevo.

 

—Maldita sea —no pudo evitar murmurar.

 

Excitarse con la película y llegar al clímax había hecho que su cuerpo entrara en un estado somnoliento, pero no había sido suficiente y Junhyung sabía que, aunque lo hiciera de nuevo iba a seguir siendo insuficiente, por lo que, acabó echando mano a su teléfono móvil y lo desbloqueó, entrando a una aplicación para follar. Cuando se había mudado allí, se la había descargado porque le habían comentado que era la aplicación por antonomasia para los tíos que querían tener una noche loca con otros tíos sin tener que dar ni pedir explicaciones y, al principio la había usado bastante, la novedad y sus ganas de experimentar nuevas cosas impulsándolo a ello, pero la monotonía de su vida en las últimas semanas había hecho que cada día la usase menos hasta que se había convertido en una aplicación olvidada ocupando memoria interna de su teléfono móvil. Junhyung vagabundeó un poco por ella, buscando en la zona en la que se encontraba algún chico mono con el que pudiera acostarse esa noche, echar un buen rato y cansar su cuerpo para poder dormir de una vez por todas, sin encontrar ningún buen candidato durante varios minutos. Estuvo a punto de dejar su búsqueda, pero entonces apareció ante él el perfil de un muchacho de rasgos asiáticos, de nariz larga y boca grande, sus ojos oscuros y la expresión pícara de su rostro invitaban al pecado… y Junhyung decidió mandarle un mensaje inmediatamente, sin siquiera pensar en lo que hacía, solo porque de verdad necesitaba un poco de acción ahora que había abierto aquella veda. El mensaje fue corto y conciso, un simple “¿te gustaría que quedásemos ahora?” y tras mandarlo, soltó el móvil. Junhyung se levantó del sofá y fue a su cuarto para cambiarse los calzoncillos manchados de semen. Ni siquiera tardó mucho en quitárselos y echarlos a la cesta de la ropa sucia, colocándose unos nuevos, pero cuando fue al salón, vio que la luz de notificaciones de éste parpadeaba y rápidamente lo desbloqueó, descubriendo que el muchacho al que le había hablado había contestado a su mensaje con un “me parece perfecto” en coreano, seguido de la dirección de un hotel y el que debía de ser el número de su habitación.

 

Junhyung sonrió por haber conseguido lo que quería y buscó la ubicación de aquel hotel, puesto que no le sonaba el nombre, descubriendo que se encontraba a apenas unos veinte minutos a pie desde donde él vivía, así que, rápidamente respondió al mensaje, avisándole de que llegaría al lugar en una media hora y llevaría lubricante y condones para no tener que depender de que el otro chico tuviera o no con él o tuviera que salir a comprarlos. Después de enviar aquel mensaje y de recibir el “ok” por parte de su cita de esa noche, Junhyung volvió a su cuarto para quitarse el chándal viejo y casi raído que llevaba puesto y cambiarse, poniéndose algo un poco más decente, unos vaqueros y una camiseta negra que tenía sobre la silla de su escritorio y que solo se había puesto un rato aquella mañana para ir a la compra. Tras vestirse rebuscó en el cajón de los calcetines y cogió una tira con cuatro condones y un bote de lubricante neutro que había comprado hacía no mucho y que todavía no había tenido la oportunidad de usar porque no se le había acabado todavía el bote que tenía abierto. No tardó mucho en arreglarse, cogerlo todo y salir por la puerta, encaminándose hacia el lugar en el que había quedado guiado por el mapa de su teléfono móvil, para no perderse en el camino ya que, a pesar de que no estaba especialmente lejos de donde vivía, nunca había ido a aquel lugar y todavía le costaba manejarse por aquella ciudad, aunque llevaba ya un tiempo viviendo allí.

 

Escuchando música mientras caminaba por la calle aquella madrugada, cuando la gente decente ya había vuelto a sus casas y a la indecente todavía les quedaba noche para rato, el camino se le hizo corto a Junhyung, probablemente porque había caminado mucho más rápido de lo que pretendía ante la expectativa de un poco de sexo que hiciera que su noche se volviera un poco más interesante, en vista de que ya se había desvelado y conciliar el sueño le sería imposible a no ser que cansase su cuerpo con un poco de actividad. Al llegar al hotel que indicaba el mapa, simplemente tuvo que subir la escalinata de la entrada y después cruzar el hall hasta donde estaban los ascensores. A pesar de que la mujer que se encontraba en la recepción del hotel lo miró con curiosidad al entrar, no lo detuvo ni le llamó la atención, así que, Junhyung entró en el cubículo de metal y después revisó la corta conversación que había mantenido con su cita para asegurarse de cuál era el número de la habitación antes de pulsar el botón de la séptima planta y esperar pacientemente hasta que éste lo llevó a su destino. Cuando salió del ascensor miró los números de las habitaciones de ambos lados del pasillo para ver hacia qué dirección debía de ir y después retomó su camino hasta llegar a la puerta de la habitación, quedándose parado ante ella unos momentos antes de inspirar hondo y golpearla levemente. Junhyung tuvo que esperar un poco para que la puerta de la habitación se abriese y ante él apareciera un muchacho bajito, con el pelo alborotado y mojado, mirándolo con extrañeza y curiosidad detrás de unas inmensas gafas que le ocupaban media cara. La misma mirada se replicó en los ojos de Junhyung porque aquel chico no era aquel con el que había hablado por la aplicación momentos antes, aunque también era bastante mono.

 

Wookjin... llamó el chico, girando su cabeza hacia el interior de la habitación y pasando olímpicamente de Junhyung. No me habías dicho que esperases a nadie.

No te lo he dicho porque estabas en la ducha replicó una voz desde dentro y Junhyung escuchó luego jaleo en el lugar, hasta que apareció ante él el muchacho con el que había hablado, con una sonrisa pícara en su rostro. Ahora que ya lo sabes puedes irte a dormir con Kyubin y Taeyeob.

¿Y si no me voy? cuestionó el otro chico, cruzándose de brazos.

Si no te vas, entonces tendrás que ver el maravilloso espectáculo que vamos a organizar este tío bueno y yo y no sé si tus ojos puros van a soportarlo respondió.

 

El muchacho de las gafas le puso mala cara al escuchar aquello y después entró corriendo a la habitación, cogiendo un par de cosas antes de pasar por su lado y salir al pasillo, donde Junhyung se encontraba, deteniéndose en la puerta de al lado. Durante unos segundos, simplemente movió su pie izquierdo nerviosamente, como si no supiese qué hacer exactamente, pero después se giró hacia ellos y se asomó dentro de la habitación para espetarle al otro chico algo.

 

Espero que te lo pases de lujo y deseo que este tío tenga un buen pollón para que en el concierto de mañana no puedas bailar.

 

Tras decir aquello, volvió a dirigirse a la otra habitación y llamó a la puerta con sus nudillos fuertemente. Junhyung se encontraba bastante confuso, sin entender qué era aquel espectáculo que se había encontrado y tratando de procesar qué era lo que ambos se habían dicho el uno al otro, chinchándose, pero antes de que pudiera hacerlo del todo, el muchacho con el que había quedado alargó su mano y lo tomó del brazo, tirando de él hacia el interior de la habitación y cerrando la puerta a sus espaldas, con aquella sonrisa pícara que no había abandonado su rostro en ningún momento.

 

No le hagas caso a Yongsoo le dijo el muchacho. Está amargado porque lleva todo el tour sin follar.

 

Tour. Concierto. Yongsoo. Kyubin. Taeyeob. Wookjin. Todas aquellas palabras formaron una maraña en la mente de Junhyung, que acabó parpadeando rápidamente mientras todas ellas comenzaban a formar sentido en su cabeza, abriendo los ojos como platos cuando finalmente todas las piezas del rompecabezas encajaron. No podía ser. Semanas atrás, Sungho, uno de sus amigos en Corea lo había avisado de que había un grupo que estaría de gira por Europa y pisaría España, por si estaba interesado en ir a verlos y Junhyung le había dicho que si tenía tiempo y se acordaba, se compraría una entrada para verlos, pero las semanas habían pasado y a Junhyung se le había olvidado completamente aquello, hasta ese mismo instante en el que la mitad de los miembros de ese mismo grupo habían aparecido ante él. Trató de hablar y de decirle al muchacho que tenía que irse, que no quería que por su culpa no pudiese bailar en el concierto al día siguiente y que había sido un error ir allí porque no quería ningún lío con las fans locas que siempre rodeaban a aquellos grupos de kpop, pero solo pudo abrir y cerrar la boca repetidas veces, como si fuera un pez boqueando, hasta que una carcajada del muchacho rompió el bucle.

 

Supongo que te acabas de dar cuenta de quiénes somos comentó el idol. No tienes que preocuparte por nada y solo disfrutar, que es para lo que has venido aquí esta noche.

 

A Junhyung le habría gustado replicarle, pero al final simplemente cerró la boca y asintió a lo que el muchacho le había dicho. Realmente había ido allí para pasar un buen rato y no quería tener ningún tipo de dramas con nadie, le debería dar igual que la persona con la que se iba a acostar fuera famosa o tuviera un concierto al día siguiente porque no lo iba a volver a ver y porque no era su problema, él solo había querido una cita esa noche para tener la actividad física necesaria para cansar su cuerpo y relajar sus músculos y así poder conciliar el sueño, a la vez que para bajar la excitación que había creado la visión de la película porno. Por eso, simplemente se acercó al chico que estaba ante él, dejando que sus cuerpos quedaran simplemente a unos escasos centímetros el uno del otro antes de inclinar levemente su cabeza hacia la derecha y atrapar los labios de éste con los suyos, provocando que aquella sonrisa que había mantenido en su rostro se ampliase al rozar contra su boca, durante un solo segundo, antes de responder al beso con ganas, pasando sus brazos por el cuello de Junhyung y atraiéndolo hacia su cuerpo y haciendo que este se tambaleara un poco por el inesperado movimiento que acabó provocando que ambos se movieran hasta que la espalda del idol chocó contra la pared, un quejido saliendo de su boca abierta por el choque contra ella. Junhyung aprovechó el acceso a su boca para introducir su lengua en ella, enredándola con la del chico a la vez que sus manos se instalaban en su delgada cintura, agarrándose a su cuerpo y pegándose mucho más a él, metiendo su pierna derecha entre las piernas de Wookjin y rozando con su muslo la entrepierna de éste a la vez qué él mismo se frotaba contra la pierna del chico.

 

El beso, con sus lenguas succionándose la una a la otra, fue uno de los besos más intensos que Junhyung había dado en los últimos tiempos, candente, húmedo, electrificante. Había quizás demasiados adjetivos que lo describían, pero Junhyung era incapaz de pensar en todos ellos porque la forma en la que sus labios se encontraban, la forma en la que se movían contra los del otro, queriendo más y más y no paraban hasta que lo conseguían, dejándose sin respiración poco a poco, a medida que pasaba el tiempo, el aire escapándose de sus pulmones mientras ellos seguían comiéndose la boca, sin poder ni querer detenerse. Junhyung había estado caliente desde antes de entrar a aquella habitación de hotel, pero cada vez lo estaba más, cada vez se sentía más como si estuviera a pocos momentos de convertirse en vapor, su piel ardiendo, casi a punto de ebullición y la forma en la que se estaban rozando el uno contra el otro no ayudaba para nada a que se sintiese de otra forma. Los jadeos hicieron aparición entre sus besos, quedándose cada vez más sin aire y teniendo que separarse de vez en cuando para poder respirar antes de seguir besándose, una y otra vez, mientras sus manos comenzaban a moverse, no parando quietas en ningún momento. Las de Wookjin habían comenzando a agarrarse con firmeza a sus hombros, a su espalda, apretándolo todavía más contra su cuerpo, si eso era posible, provocando que no hubiera ni un solo centímetro entre ambos, mientras que las de Junhyung se colaban por su camiseta, tocando sus costados y subiendo por ellos hasta alcanzar sus pezones, jugando con ellos, pellizcándolos levemente con sus dedos. Un gemido salió en ese momento de los labios del idol, que no pareció poder contenerlo por la forma en la que se alejó de sus labios, sorprendido por su propia voz.

 

Perdona... soy demasiado sensible... murmuró el chico, dedicándole una sonrisa tímida, como si estuviera avergonzado de su reacción.

 

A Junhyung no le había parecido nada de lo que estar avergonzado, de hecho, era probable que aquel gemido inesperado hubiera provocado que la tirantez dentro de sus pantalones fuera todavía más acusada. Por aquel simple motivo, tuvo una idea, la idea de hacer una pequeña travesura para ver cómo de sensible era aquel chico que tenía ante él, sin delatar en su piel lo que estaba ocurriendo aquella noche, al menos no en un lugar que fuera visible para todos los que asistieran a su concierto al día siguiente.

 

No tienes por qué disculparte le dijo, inclinándose sobre él después, acercándose a su oído para susurrarle: puedes seguir haciéndolo, me ha gustado escuchar tu voz.

 

Y tras aquello, mordió el lóbulo de su oreja, arrancando de los labios del idol otro gemido, esta vez mucho más fuerte que el anterior, mucho más grave, como si hubiera salido desde lo más profundo de su garganta. Junhyung no pudo evitar sentirse satisfecho con aquella reacción y le dedicó una sonrisa pícara al chico una vez se alejó un poco de su cuerpo para ver el efecto que había causado aquella pequeña travesura suya. Wookjin había cerrado sus ojos levemente y su boca estaba abierta en una expresión que derrochaba una sensualidad absoluta, además, Junhyung pudo notar contra su muslo cómo su miembro había crecido y se había endurecido a marchas aceleradas y ahora estaba duro como una roca. Él mismo estaba de aquella forma contra la pierna del idol, excitado por los besos, por el calor, por los roces y por los gemidos que había arrancado de sus labios.

 

Si vuelves a hacer algo como eso jadeó el chico, mirándolo fijamente a los ojos cuando volvió a ser dueño de su cuerpo, voy a acabar corriéndome muy rápido y no querrías eso, ¿verdad?

Me gustaría ver tu cara cuando llegas al orgasmo respondió Junhyung sin siquiera pensar en lo que decía.

Vale... dijo Wookjin. Necesito que nos vayamos a la cama ahora mismo.

 

Junhyung no pudo evitar la sonrisa que apareció en sus labios. La voz del chico había sonado casi desesperada por ello y le había hecho demasiada gracia, quizás más de la que debería. Notó un golpe suave en su pecho inmediatamente después de esbozar aquella sonrisa, un golpe que le había dado el muchacho ante él con una expresión de reproche en su rostro que le pareció bastante adorable, una expresión que se transformó casi al instante en otra sonrisa antes de que Wookjin lo cogiera del brazo y comenzara a tirar de él por el estrecho y corto pasillo hasta el fondo de la habitación, donde se encontraban un par de camas simples y las maletas de los dos inquilinos de aquella habitación tiradas por el suelo, abiertas, con todo revuelto. Al chico pareció darle bastante igual que tuvieran que sortear un par de obstáculos antes de llegar a la cama y a Junhyung tampoco le importó en lo más mínimo porque había ido allí para lo que había ido, no para juzgar el orden o desorden del lugar. Al llegar hasta la cama, el chico se subió a ella y sin más preámbulo que aquel, se quitó la camiseta que vestía, sacándosela por la cabeza y tirándola sin ningún miramiento por la habitación, sin siquiera dedicar una mirada a ver dónde caía. A quien sí miró fue a Junhyung, alzando levemente una de sus cejas, inquisitivamente, antes de hablar:

 

¿No te desnudas? le preguntó.

 

Junhyung sonrió y después asintió, comenzando a desvestirse también, sacando primero los condones y el lubricante que había cogido de su casa, dejándolos sobre la cama, quitándose después los zapatos, la chaqueta, la camiseta y los pantalones, dejándose puestos los calzoncillos por el momento, aunque estos le apretaban en su miembro, que estaba deseando ser libre y, sobre todo, ser tocado. Dejó toda su ropa sobre la cama que no iban a usar para cuando tuviera que ponérsela para salir de allí encontrarla sin ningún problema y después se subió a la cama con Wookjin, que ya se había quitado absolutamente toda su ropa, quedándose completamente desnudo ante él mientras no dejaba de observar su cuerpo con hambre. Junhyung sabía que su cuerpo no era moco de pavo, al bailar, tenía unas piernas fuertes y musculosas que podían aguantar casi cualquier cosa y unos abdominales que podían hacerle pasar por alguien que se mataba estando todo el día en el gimnasio, pero que le salían con hacer simplemente un poco de ejercicio de mantenimiento. No obstante, la misma persona que se había quedado embobada mirando su cuerpo, tampoco tenía nada que envidiar. Junhyung sabía que los idols debían de tener cuerpos de infarto porque parte de su trabajo era aquel, ser guapos y tener un buen físico, pero Wookjin parecía haber llevado su cuerpo un poco más allá de lo que debía ser el requerimiento estándar. Los músculos de sus brazos eran grandes y todo su torso estaba increíblemente definido. Junhyung había notado un poco de aquello cuando lo había rozando bajo la ropa, en busca de aquellos sensibles pezones suyos que lo habían hecho gemir, pero no había imaginado el alcance de sus músculos solo con aquel leve roce.

 

Si te dejas los calzoncillos puestos creo que no vamos a poder hacer mucho comentó el chico, con una sonrisa en su rostro, el tono de su voz denotando que bromeaba, pero teniendo un brillo intenso y hambriento en su mirada, que no dejaba de recorrer el cuerpo de Junhyung de arriba abajo.

Había pensado en un poco de juego antes de pasar directamente a nada, para preparar un poco el terreno respondió Junhyung, acercándose a él, intentando ser seductor, pero no sabiendo si lo terminó por conseguir o no.

No hacen falta juegos respondió el chico. Creo que ambos estamos ya lo suficientemente calientes y duros.

 

Razón no le faltaba. Junhyung estaba muy caliente y Wookjin también parecía estarlo bastante, por lo que los juegos quizás sobrasen entre ellos en esos momentos. Claudicando y cediendo a los deseos del muchacho, se terminó de desnudar, quitándose también los calzoncillos y re-colocándose sobre la cama, sintiendo cómo su miembro ahora solo pulsaba simplemente en busca de placer y no dolía por estar encerrado en aquellos apretados calzoncillos. El chico ante él se relamió al verlo por fin completamente desnudo y después esbozó una sonrisa pícara.

 

Antes, mientras nos besábamos, había notado algo comenzó, y mientras tenías los calzoncillos puestos se intuía bastante que lo que había ahí debajo era importante el idol soltó una pequeña carcajada, pero creo que vamos a necesitar bastante lubricante si mañana no quiero cantar sentado sobre un cojín de hemorroides en el concierto.

 

Junhyung no pudo evitar reír porque no se había esperado que el chico saliera por ahí, pero las reacciones a su miembro siempre habían sido intensas y Junhyung se sentía bastante orgulloso de su tamaño y, sobre todo, de su técnica.

 

Date la vuelta le dijo al idol ante él, moviendo su dedo incluso a la vez que hablaba. Quiero tener el mejor acceso posible.

 

Wookjin asintió y, sin rechistar, hizo lo que Junhyung le había dicho, dándose la vuelta y colocándose a cuatro patas sobre el colchón, abriendo sus piernas para darle un mejor acceso a Junhyung, que se mordió el labio inferior al ver aquella estampa, ese trasero respingón, esas piernas delgadas, pero fuertes, del color de la porcelana y suaves. Se deleitó ante la vista ante él durante unos momentos, pero después cogió el bote de lubricante y comenzó a hacer su trabajo para que el chico pudiera tomarlo entero sin ningún dolor ni dificultad y sin querer hacerle daño para que al día siguiente pudiera seguir moviéndose y bailando correctamente en el concierto. Introdujo primero un dedo en su interior, notando una leve resistencia en las paredes del chico, aunque no demasiada, como si estuviera acostumbrado a aquello y fueran sus estrechas caderas lo que oponían aquella resistencia. Después de unos momentos introdujo dos y comenzó a penetrar al chico con ellos, echando un poco más de lubricante en su entrada para que éstos no tuvieran problema alguno en adentrarse en él una y otra vez, buscando con ellos encontrar aquel punto dentro de su interior que lo dejaría temblando de placer y totalmente receptivo para que siguiera adentrándole dedos en su cuerpo. Junhyung tardó un poco en hallarla, pero cuando dio con su próstata, acabó echando un poco más de lubricante en sus dedos y siguió penetrándolo con ellos, una y otra vez, dando contra aquel lugar, mientras escuchaba los gemidos del idol, a veces ahogados, como si tratase de pararlos, otras veces fuertes, sin contención alguna.

 

Continuó con el trabajo de prepararlo durante bastante rato, añadiendo un tercer dedo con mucho más lubricante y sintiendo en ese momento cómo el cuerpo de Wookjin se tensaba de forma irremediable y ofrecía bastante más resistencia a pesar de que no dejaba de tocar su próstata una y otra vez. Con la mano que tenía libre decidió distraerlo de toda incomodidad que pudiera estar sintiendo y llevarla hasta sus sensibles pezones, comenzando a pellizcar uno de ellos para arrancarle un gemido mucho más intenso, salido de lo más profundo de su garganta. Junhyung no pudo evitar la sonrisa que se extendió por su rostro porque con aquello había hecho que su cuerpo se relajase más y que las paredes de su recto no ofreciesen tanta resistencia a sus dedos, por lo que siguió tocando sus pezones hasta que finalmente sintió que tendría el espacio suficiente para internarse en él y no hacerle ningún daño. Sacó sus dedos de su interior y rápidamente buscó los condones que había llevado para abrir uno de ellos, tocándose un poco para provocar que su erección se volviese un poco más dura antes de penetrarlo, colocándose el condón inmediatamente después y embadurnándolo con el lubricante, volviendo a echar un poco más de aquel líquido viscoso en el ano de Wookjin.

 

Trata de no tensarte le dijo a Wookjin, inclinándose sobre él y dejando un beso en su nuca, colocándose pegado a su cuerpo, agarrando su cintura con una mano y sujetando su miembro con la otra, guiando su punta hasta la entrada del chico. Si te duele, solo tienes que decirme que pare y te preparo más.

Déjate de preparaciones jadeó el chico. Llevo un buen rato necesitándote dentro.

 

Junhyung no pudo evitar reír por aquello y después comenzó a empujar poco a poco, introduciéndose en el cuerpo de Wookjin sin prisa pero sin pausa, deteniéndose o avanzando según notaba la resistencia de las paredes del chico a la penetración, tocando su miembro o sus pezones para distraerlo de cualquier incomodidad y a veces teniendo que echar un poco más de lubricante incluso para que resbalase mejor. El idol era demasiado estrecho y se sentía a punto de estallar en el mayor de los placeres, pero apretó los dientes y trató de poner como prioridad no hacerle ningun daño al chico ante él, mientras las penetraciones se iban haciendo cada vez más fluidas y fáciles a medida que pasaba el tiempo, su cuerpo acostumbrándose a ellas y respondiendo mucho mejor, comenzando a gemir y a buscar más y más contacto, más y más profundidad moviendo sus caderas con Junhyung para conseguirlo. Junhyung se sentía bastante cerca del orgasmo y, por cómo en algunos momentos, el cuerpo del chico se tensaba cuando empujaba contra su próstata, estaba seguro de que no tardaría mucho más en correrse. Por esos motivos, salió del cuerpo de Wookjin para hacer que la postura cambiase, cogiendo su cuerpo entre sus brazos para girarlo y dejarlo tumbado en la cama sobre su espalda, echándose sobre él de forma inmediata y volviendo a penetrarlo, esta vez de una forma mucho más profunda, sintiendo cómo las piernas del chico se enredaban en su cintura para no dejarle escapatoria posible mientras lo embestía una y otra vez, cada vez más rápido, cada vez más fuerte, hasta que ninguno de los dos pudo soportarlo más.

 

Cuando Wookjin llegó al orgasmo, su cuerpo se tensó por completo durante un solo segundo, antes de que leves espasmos comenzaran a recorrerlo por completo mientras su semen se derramaba sobre sus estómagos, y su rostro fue una completa fantasía, sus ojos entrecerrados, su boca abierta después de haber lanzando un gemido profundo, grave y alto que debía haber sido escuchado en las habitaciones que tenían a los lados y sus mejillas sonrosadas por el calor y la falta de aire. Junhyung no tardó en seguirlo en aquel orgasmo, había sido demasiado para su miembro, que no había parado de penetrarlo durante el clímax del chico y con aquellos pequeños temblores en su cuerpo que lo apretaron más mientras había provocado que su, ya de por sí sensible miembro, acabara no soportándolo más. Inmediatamente seguida al placer, notó la debilidad de su cuerpo y acabó dejándose caer sobre la cama junto al chico mientras respiraba de forma entrecortada, tratando de recuperar su respiración y sintiendo por fin en cada fibra de su ser el cansancio que había estado buscando. Quizás, con un poco de suerte, se quedaría dormido en unos pocos minutos, mientras su cuerpo todavía sentía los estragos de aquel orgasmo. La intención de Junhyung de dormir se vio frustrada, no obstante, cuando estaba en los albores del sueño, casi a punto de caer, al notar cómo el cuerpo de Wookjin se subía sobre él y comenzaba a darle besos por todo su pecho, llevando su mano hasta su miembro y quitándole el condón que se le había ido resbalando a medida que se le había ido bajando la erección, tocándolo para que ésta no perdiera su vigor. En ese momento, Junhyung se dio cuenta de que aquella iba a ser una noche muy larga y que, quizás, no iba a dormir ni un solo minuto hasta que llegara el alba.


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