martes, 12 de marzo de 2024

[One Shot] One summer day {HaniBani}

Título: One summer day

Autora: Riz Aino

Pareja: HaniBani (Park Wonbin + Hong Seunghan) (RIIZE)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, romance, smut, pwp

Número de palabras: 4.011 palabras

Resumen: el parque de atracciones nunca le había parecido tan interesante a Wonbin antes de que Seunghan le propusiera subirse a la noria con él.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas y semi-públicas.

Notas: historia escrita debido a un sueño muy random que tuve con dos señores follando en una noria.

Comentario de autora: hay veces en las que me pregunto qué es lo que tengo en la cabeza para hacer cosas tan aleatorias. Espero que os guste.



Quiero churros dijo Chanyoung, justo cuando acababan de bajar del barco vikingo.

¿Tiene hambre mi niño pequeño? le preguntó en ese momento Sungchan al otro chico, hablándole como si fuera un bebé y acercándose a él para cogerlo de los mofletes mientras Chanyoung trataba de zafarse de su agarre.

Creo que he visto antes un puesto de churros por allí comentó Eunseok entonces, señalando el camino por el cual habían venido antes para hacer cola para montarse en la atracción.

Vamos entonces a por churros dijo Shotaro alegremente, cogiendo a Sohee del brazo y comenzando a andar en la dirección marcada sin esperar a nada ni nadie más.

 

Wonbin no pudo evitar reírse ante aquello. Un par de palabras de Chanyoung, dichas en voz tan baja que apenas se habían escuchado con el jaleo que había en el lugar, era todo lo que el resto había necesitado para ponerse manos a la obra para cumplir el deseo del chico. Seunghan, que estaba a su lado, también había observado la situación con una sonrisa, pero aún no se había movido del sitio, siguiendo a los demás que ya se habían puesto en marcha para ir detrás de Shotaro y Sohee.

 

¿Vamos? le dijo a Seunghan y éste se volvió hacia él con una sonrisa pícara en sus labios.

¿Y si nos escapamos tú y yo un ratito ahora que nos hemos librado de ellos? cuestionó éste.

 

Wonbin lo miró durante unos instantes y, antes de que los demás se girasen hacia ellos o los buscasen, asintió. La sonrisa de Seunghan se hizo más amplia y lo cogió de la mano antes de echar a correr en la dirección opuesta a la que los otros se habían marchado. Wonbin se echó a reír por aquello, pero se dejó guiar por Seunghan para poder pasar un rato a solas con él porque, después de todo, aquel plan había sido suyo. Hacía tan solo un par de semanas, habían estado hablando tranquilamente en la cafetería sobre cómo querían pasar sus primeras vacaciones de verano juntos como pareja, haciendo algunos planes para pasar el rato, para divertirse y sobre todo, para estar solos. Seunghan le había propuesto una cita en el parque de atracciones, pasar el día juntos subiéndose en diferentes atracciones, echarse mil y una fotos, comer cosas ricas y pasarlo bien. Wonbin no había tardado en decir que sí al plan, pero en el mismo momento en el que decía que sí, Sungchan llegaba hasta ellos, habiendo escuchado justo esa parte de la conversación y auto-invitándose él y al resto de su grupo de amigos al plan. Lo que había comenzado como una cita de pareja había acabado siendo una pequeña excursión de un grupo de amigos a los que no les habían dicho aún que estaban saliendo juntos, así que, pasar un rato a solas aquel día, era un lujo que no se podían permitir desaprovechar.

 

Corrieron durante unos minutos entre el gentío, alejándose así lo más rápido posible de sus amigos, hasta que se quedaron sin aire después del esfuerzo y tuvieron que parar para recuperar el aliento, ambos todavía con sonrisas en sus caras. Sería problema de sus yo futuros explicar por qué se habían separado del resto y qué era lo que habían hecho, pero el presente era todo suyo y estaba claro de que tenían que aprovecharlo.

 

¿Dónde podemos ir? preguntó Wonbin, una vez tuvo el suficiente aire para poder hablar de nuevo.

Creo que en esta dirección estaba la noria respondió Seunghan. Así podemos pasar sobre 45 minutos juntos y sin que nadie nos moleste Wonbin asintió ante la idea. No debe de haber demasiada cola ahora, se suele llenar para ver el atardecer.

Pues vamos allá.

 

Con sus manos todavía unidas, echaron a andar de nuevo, esta vez con rumbo fijo y no solo con la intención máxima de escapar. Apenas unos minutos después llegaron hasta los pies de la noria, en la que no había más que una veintena de personas esperando en la cola, lo cual era bastante poco. Cuando habían llegado aquella mañana para montarse al gyro, habían tenido que hacer una cola de más de una hora, así que, esperar unos pocos minutos por montarse allí no era algo que les pudiera molestar. Se pusieron a la cola y, acto seguido, Seunghan sacó su móvil para que se hicieran algunas fotos para hacer tiempo, ya que no tenían tantas fotos juntos como pareja.

 

Estás especialmente guapo hoy comentó Seunghan, flirteando.

Deja de ser idiota replicó Wonbin, provocando que una sonrisa pícara se extendiera por el rostro de Seunghan.

No soy idiota, solo digo la verdad contestó y después se acercó más a él, para susurrarle al oído: estás tan guapo que ahora mismo lo único que quiero es follarte hasta que no puedas volver a andar nunca más.

 

Wonbin se separó de él, mirándolo completamente escandalizado y mirando a su alrededor para cerciorarse de que absolutamente nadie había escuchado lo que éste le había dicho. La gente que había con ellos en la cola no parecía estar prestándoles ninguna atención, cada uno a lo suyo, por lo que Wonbin se relajó un mínimo sabiendo que nadie más había oído lo que él había oído, pero no pudo relajarse del todo, su corazón latiendo rápidamente dentro de su pecho por lo que Seunghan le acababa de decir. Wonbin no era inocente, a aquellas alturas de la vida obviamente no lo era, había tenido sus buenas raciones de sexo antes de que él y Seunghan se volvieran pareja y también junto a el menor, había sido activo y pasivo por igual y disfrutaba de ambas posiciones, eligiendo una u otra dependiendo de cómo se sintiera ese día en concreto... pero, a pesar de aquello, Wonbin seguía siendo un poco tímido con eso de hablar sobre sus relaciones o sobre sexo en público. Suponía que era porque había sido criado de una forma bastante conservadora y, además, era tímido. Seunghan por el contrario, aunque tenía también algunos momentos de timidez, solía salir bastante de su zona de confort y ponerse algunos retos personales para tener cada día más y más confianza en sí mismo, algo que Wonbin admiraba. Sin embargo, en aquellos momentos, mientras esperaban en cola para subirse a la noria, no era el mejor lugar para que la confianza de Seunghan hiciera acto de presencia y decidiera tentarlo de esa forma.

 

Estamos en público, Seunghan murmuró después de un momento, acercándose al menor para que solo éste pudiera escucharlo. No deberías hablar sobre lo que quieres hacerme si no vas a poder hacerlo ni ahora ni dentro de varias hora.

¿Y por qué no puedo hacerlo ahora? replicó Seunghan, la sonrisa pícara no había abandonado su rostro en ningún momento y Wonbin tuvo que tragar saliva, sintiendo su garganta repentinamente seca. Siempre he querido hacer algo en un lugar en el que sentir un poco de adrenalina porque nos pueden pillar.

¿De verdad quieres traumatizar a cualquier crío que entre al baño a mear, Hong Seunghan? le cuestionó, entre escandalizado y sorprendido... pero bajo todo aquello había también una pizca de curiosidad.

No, no, no quiero traumatizar a ningún crío que entre al baño dijo, no pudiendo aguantarse la risa. Vamos a estar en un sitio a solas dentro de poco en el que vamos a tener unos cuarenta y cinco minutos para nosotros sin que nadie nos moleste.

 

Wonbin lo miró confuso y Seunghan lo único que hizo para sacarlo de su confusión fue señalar a la noria ante ellos. Unos segundos tardó Wonbin en terminar de procesar toda la información y abrir sus ojos al máximo sin poder creerse lo que Seunghan le acababa de decir. Primero y quizás lo más importante, el chico le había insinuado que quería tener sexo con él afuera, para sentir adrenalina por si eran pillados; segundo, le había propuesto que lo hicieran en la cabina que les tocase de la noria porque allí no traumatizarían a nadie. Aquello era tan escandaloso que Wonbin quería gritar y tirarse de los pelos, si alguien los pudiese ver, si alguien se enterase de lo que hacían allí, caería la desgracia sobre ellos, se convertirían en un meme de internet si a alguien se le ocurriera echar fotos y contarlo y, si llegaba de alguna forma a sus amigos, a sus familias, qué sería lo que pensarían.

 

Wonbin tuvo que detener su tren de pensamientos porque éste estaba yendo demasiado rápido y, lo primero de todo, él ni siquiera había accedido a la propuesta de Seunghan, ¿por qué estaba pensando en las consecuencias, en las peores consecuencias de unos actos que ni siquiera había cometido? El chico inspiró hondo y trató de calmarse para entender por qué se había puesto nervioso de esa forma. ¿Quería acaso llevar a cabo lo que Seunghan le había propuesto? Ese pensamiento, esa pregunta que se había hecho a sí mismo provocó que una corriente eléctrica recorriese todo su cuerpo y en ese momento Wonbin entendió qué era lo que le había pasado. En el fondo, la idea lo atraía lo suficiente como para querer hacerlo, lo cual lo aterraba y a la vez excitaba de una forma que no era capaz de comprender. Lo que sí sabía era que podía salir de su zona de confort, aunque quizás no tanto cómo le había propuesto Seunghan, sí lo suficiente como para probar hacer algo nuevo y excitante, algo que jamás se le habría ocurrido hacer si el chico que tenía ante él no se lo hubiera propuesto y no estuviera pillado hasta las trancas por él.

 

¿Quieres ser cómo Sungchan y Eunseok hyung? replicó Wonbin entonces, tras llegar a un acuerdo consigo mismo.

No busco que el resto de mis amigos me pillen con tu polla en mi boca, la verdad contestó Seunghan. No estoy preparado para la mirada de absoluto terror de Sohee y que no quiera volver a acercarse a mí... pero me alegra saber que aunque te escandalice, no te escandaliza lo suficiente como para dejarme aquí tirado.

Me escandaliza bastante comentó el chico, pero quizás también quiera probar hacer algo excitante y divertido por una vez y añadió antes de que Seunghan pudiera decir algo más: eso sí, me niego absolutamente a hacer algo más que tocarnos el uno al otro, no quiero que la cabina se bambolee tanto que todo el mundo sepa lo que estamos haciendo.

 

Una sonrisa completamente encantadora apareció en el rostro de Seunghan y Wonbin supo que acababa de firmar su sentencia de muerte, pero en el fondo le dio bastante igual porque haría lo que fuera dentro de un rango de cosas posibles de hacer por él por ver esa preciosa sonrisa en Seunghan una y otra vez.

 

Has tomado la decisión correcta fue lo que dijo el chico al final.

 

No estuvieron mucho rato más en la cola y los minutos que pasaron en ella, se dedicaron a lanzarse miraditas el uno al otro hasta que quedaron los primeros en la fila, para poder montarse en la siguiente cabina que llegase hasta el suelo. Seunghan se separó unos momentos de él para ir hasta el muchacho que estaba trabajando en la atracción y decirle algo, señalando a Wonbin, y obteniendo del trabajador una sonrisa y un asentimiento de cabeza a lo que fuera que el chico le había dicho. Wonbin frunció su ceño, confuso, cuando Seunghan volvió hasta él y no tuvo ni que preguntarle qué era lo que le había dicho al muchacho que llevaba la cola porque Seunghan se lo dijo en cuanto llegó a su lado, susurrándole al oído para que nadie más lo escuchase.

 

Le he pedido que nos deje subir solos porque voy a pedirte que seas mi novio en la noria dijo. Ha accedido sin rechistar.

 

Wonbin se sorprendió ante la maquinación de su chico. La verdad era que a algunas de las personas que había ante ellos las había subido en la misma cabina a pesar de ser dos parejas diferentes y que no se conocían de nada para así agilizar la cola, algo que si les sucedía a ellos les habría jodido lo que tenían pensado hacer allí arriba, así que, había sido una buena idea conseguirles estar solos. No obstante, Wonbin no tuvo tiempo para decirle al chico que lo había hecho bien, porque unos segundos más tarde, la cabina bajaba ante ellos y de ella salían los ocupantes anteriores, dándoles entrada a ellos y el chico se enfocó en no hacer el ridículo subiéndose a la cabina a pesar de que aquello se movía a velocidad de tortuga, no quería caerse por torpe. Seunghan y él se ayudaron mutuamente a subir y después se sentaron cada uno en uno de los asientos, el uno frente al otro, mientras el muchacho de la atracción les cerraba la puerta.

 

Los dos se quedaron en silencio mientras comenzaban a ascender muy lentamente, todavía a nivel del suelo. Wonbin no sabía qué hacer ni qué decir, por lo que se dedicó a mirar nerviosamente por la ventana, intentando ver un poco las vistas del parque de atracciones que se extendía ante él, pero no viendo demasiado porque estaban todavía demasiado bajos. En ese silencio nervioso y un poco incómodo estuvieron ambos hasta que, pasados unos pocos minutos, Seunghan se movió con cuidado dentro de la cabina y se sentó junto a él, sus espaldas mirando hacia el eje central de la noria para que las personas que fueran en el lado contrario o sobre ellos no pudieran ver más que sus nucas a través de las ventanas. Wonbin no pudo evitar desviar su mirada hacia Seunghan cuando este se colocó a su lado, sus brazos y sus piernas rozándose, encontrándoselo mirándolo con un deseo infinito en sus ojos que provocó que tragase saliva de nuevo.

 

Creo que estoy muy excitado comentó Seunghan, su voz sonando grave y necesitada, como cuando estaban en la cama, no sé cómo lo he hecho para aguantar toda la cola sin ponerte la mano encima.

 

La mano izquierda de Seunghan fue directamente a parar a la entrepierna de Wonbin, tocando su miembro por encima de sus pantalones y el mayor tuvo que morderse los labios para que un jadeo vergonzoso no saliera de su boca ante aquello. Ni siquiera se había dado cuenta de que él mismo estaba caliente, excitado y necesitado... pero lo estaba, mucho, y bajo la intensa mirada de Seunghan sentía que podía derretirse hasta no ser más que un charquito. No obstante, no se iba a dejar hacer solo porque a aquel juego iban a jugar los dos. Seunghan lo había metido en aquello e iba a salir de allí como él, sin poder tenerse en pie. Así que, Wonbin también llevó su mano hasta la entrepierna del chico y comenzó a tocar por encima de la tela, provocando que jadeos débiles comenzaran a escaparse de sus labios. Oh, sus labios, aquellos labios que Wonbin no querría hacer otra cosa más que besar en esos instantes, pero se contuvo de hacerlo porque estaban en un lugar en el que las personas lo podían ver y llamarían mucho la atención si en ese momento se ponían a morrearse como si no hubiese mañana, cuando lo que tenían que aparentar era que allí no estaba sucediendo nada raro.

 

Wonbin no se había esperado que ambos de verdad estuvieran tan excitados como lo estaban y, quizás, aquella actividad podía ocasionar que en un futuro hicieran algo más osado por satisfacer esa excitación de tocarse en público... pero en esos momentos realmente no le importaba demasiado, lo único que el chico tenía en mente era tocar a Seunghan y hacerlo sentir bien, de la misma forma que el otro lo estaba tocando a él. No tardaron en estar completamente duros dentro de sus pantalones y, como si hubieran tenido un acuerdo mutuo, ambos fueron a la vez a bajar las cremalleras de los pantalones ajenos para liberar sus miembros. Aquello provocó que los dos se rieran nerviosamente por tener exactamente el mismo pensamiento en el mismo instante, pero no tardaron en enfocarse de nuevo en su tarea, una vez sus miembros estuvieron fuera de sus pantalones y al contacto directo de sus manos.

 

No necesito ni saliva para tocarte murmuró Seunghan, haciendo que un sonrojo se extendiera por las mejillas de Wonbin y la punta de sus orejas. Estás tan mojado que estoy seguro de que si me sentara sobre ti podrías metérmela sin problema.

Cállate replicó Wonbin.

 

Su respuesta hizo que Seunghan riese, pero Wonbin no guió hacerle caso a aquella risa y se enfocó en tocar el miembro del chico, escupiendo un poco en su mano para hacer un poco más fácil el deslizamiento ya que éste no estaba tan mojado como él. No llevaban demasiado tiempo juntos de esa forma, habían sido amigos antes de ser novios y se conocían bastante, sabían qué era lo que los ponía nerviosos, qué era lo que les gustaba y solían molestarse el uno al otro más Seunghan a Wonbin que otra cosa, pero también sucedía al revés en algunas ocasiones, no obstante, desde que habían comenzado a salir juntos como pareja, les había quedado claro que el conocimiento previo había sido totalmente clave para entenderse en la cama sin problemas. Mientras habían experimentado la primeras veces, el uno con el otro, solo tenían que mirarse para darse cuenta de que lo que hacían le gustaba o no al contrario, si quería que siguiera por ese camino o le causaba alguna molestia o malestar, por eso, apenas habían necesitado unos pocos intentos para encontrar todas las teclas que hacían que el otro se quedase temblando de placer por sus acciones. Y, en esos momentos, no tenían tiempo para ponerse románticos o para disfrutar de las vistas mientras se tocaban porque en un suspiro habían llegado hasta lo más alto de la noria y solo les quedaba comenzar a bajar.

 

Deberíamos... cambiarnos de lado comentó Wonbin, jadeando porque estaba sintiendo demasiado placer en esos momentos.

 

Seunghan miró a su alrededor, sin dejar de mover su mano sobre el miembro de Wonbin y, tras unos pocos segundos, acabó asintiendo. En el momento en el que dejó ir su miembro, Wonbin sintió frío porque la cálida mano del chico lo hacía sentir demasiado bien y no quería sentirse de otra forma en ese instante; no obstante, era algo necesario, así que, él también soltó el miembro de Seunghan y, cuando este se movió por la cabina, apenas levantándose para colocarse en el lado contrario, Wonbin lo siguió haciendo lo mismo y volviendo a darle la espalda al resto de la estructura de la noria. Una vez instalados de nuevo, ninguno perdió el tiempo, porque no tenían tiempo que perder, comenzando a tocarse de nuevo, una y otra vez, el uno al otro, buscando llevar al contrario hasta el orgasmo más exquisito.

 

El miembro de Seunghan en su mano era más pequeño y algo más grueso que el suyo, pero Wonbin se había acostumbrado a tenerlo entre sus dedos y a tocarlo como a Seunghan le gustaba y volvía loco, así que, usando todas sus habilidades y todos sus conocimientos aprendidos, Wonbin llevó al orgasmo a Seunghan, provocando que el chico se corriese en su mano y que, parte de su semen, acabase cayendo sobre el suelo de la cabina, lanzando un gemido intenso, pero corto al candente aire que se había comenzado a respirar en el lugar. Seunghan se quedó completamente estático durante unos momentos, su mano quieta sobre el miembro de Wonbin, respirando de forma entrecortada y tratando de volver en sí. No fueron más que un par de minutos en los que se dio el gusto de perderse en su propio orgasmo antes de volver al ataque y comenzar a mover su mano perezosamente contra el miembro de Wonbin, antes de aumentar la velocidad de la nada y dejar al chico sin respiración, agarrándose al asiento con la mano que no tenía manchada con el semen del menor por todo lo que estaba sintiendo en esos momentos hasta que finalmente no pudo contenerlo más y acabó corriéndose también, teniendo uno de los orgasmos más intensos que había tenido hasta el momento y notando cómo todo su cuerpo se volvía de gelatina mientras su mente se nublaba.

 

Wonbin ni siquiera fue totalmente consciente de cómo Seunghan sacaba de su mochila unos pañuelos y comenzaba a limpiarlo todo como si allí no hubiera sucedido absolutamente nada que no tuviera que suceder hasta que no quedó rastro alguno de su actividad, guardando sus miembros también dentro de sus pantalones y cerrando las cremalleras. Antes de que Wonbin pudiera terminar de procesar todo lo que había pasado, todo lo que habían hecho, todo lo que su cuerpo había sentido mientras lo hacían y cómo había acabado, el chico ya había terminado de dejarlo todo impoluto y se había sentado de nuevo a su lado, echando la cabeza de Wonbin sobre su hombro y entrelazando sus manos sobre sus muslos.

 

Ha estado bien, ¿verdad? comentó.

Sí... susurró Wonbin porque de verdad que había estado bien.

La próxima vez podríamos buscar algún sitio en el que poder hacer algo más y... empezó Seunghan, pero antes de que siguiera por aquellos derroteros, Wonbin lo cortó.

No, ni se te ocurra dijo. No hay próxima vez en la que hagamos más cosas.

Bueno... ya veremos contestó el chico, con una sonrisa enorme en la cara, pareciendo la persona más feliz del universo en esos momentos.

 

Y aquella sonrisa se le contagio a Wonbin a pesar de que su mente hubiera empezado a ir a toda velocidad de nuevo sobre un nuevo posible encuentro. Habían hecho aquello y no había pasado absolutamente nada, quizás se habían arriesgado un poco, pero había merecido la pena y al final sería una experiencia que ninguno de los dos olvidaría, así que, se dedicó a disfrutar de la paz y relajación que le había dado el orgasmo observando un poco el paisaje a su alrededor, sin pensar en nada más. Cuando se bajaron de la cabina de la noria, el muchacho que les abrió la puerta les dedicó una sonrisa de aprobación al verlos cogidos de la mano y Wonbin volvió a sentirse un poco avergonzando, pero Seunghan apretó su mano con más fuerza y después ambos salieron en busca de sus amigos, esperando y deseando que no les hicieran demasiadas preguntas sobre dónde habían estado, soltándose las manos también para que fuera menos sospechoso, unos amigos que ni siquiera parecían haberse dado cuenta de que habían hecho una pequeña escapada romántica a la noria porque cuando llegaron hasta ellos estaban tranquilamente comiendo churros y ninguno se había percatado de que habían desaparecido durante casi una hora.

 

(Si Eunseok les dedicó una mirada extraña cuando dijeron que habían ido al baño y había una cola terrible, ninguno de los dos creyó que fuera lo suficientemente sospechosa, así que, simplemente se dedicaron a ser los mejores amigos del mundo durante el resto de horas que pasaron en el parque de atracciones, hasta que la noche cayó y se despidieron de todos, yendo hasta la casa de Wonbin, que era la que quedaba más cerca, para que Seunghan hiciera con él lo que le había susurrado que quería hacerle antes de montarse en la noria: follárselo tan fuerte que al día siguiente Wonbin tuvo una leve cojera).

No hay comentarios:

Publicar un comentario