Día 13: Un ship que la
gente shippee pero tú no
Gimme the Light
Él es la luz que la guía a través de
la oscuridad. Él es quien se preocupa por BoMi cada vez que llega a casa con
varias copas de más, apestando a una mezcla de alcohol, tabaco y algo que no
logra identificar pero que por la mirada perdida de su chica piensa que son
drogas. BaekHyun es quien se encarga de traerla al mundo real y de recordarle
que no está sola, que lo tiene a él y que no hace falta que vuelva a hacer
aquello.
BoMi lo sabe. Lo sabe y aunque lo
intenta no puede hacer nada. Una vez que entró en el mundo de la oscuridad
firmó un trato en el que no podía regresar al mundo de la luz.
“Si
me amas, déjalo”.
Eso es lo que BaekHyun siempre le ha
dicho y aun si ella le dice que lo ama, que es la persona más importante y que
jamás quiere separarse de él, es algo que no está en su mano. Si pudiera
dejarlo, lo habría hecho en cuanto lo conoció. Hubiera cogido la mano que le
tendía y habría aceptado volver a la luz.
Pero eso es lo único que no puede
hacer.
Le está haciendo daño. Se da cuenta
de que le hace mucho daño con sus acciones, con la vida que lleva y lo último
que quiere es que él, quien tanto la ayudado, quien nunca la ha dejado sola,
quien siempre ha estado allí para ella y quien la ama, sufra.
Por eso se marcha. Por eso deja que
la oscuridad la envuelva del todo. Porque de esta forma, BaekHyun dejará de
preocuparse por ella y dejará de intentar llevarla de vuelta a un mundo al que
dejó de pertenecer hace tanto tiempo. Esa es su decisión y por más que le duela
dejarlo atrás, le duele mucho más ver su ceño fruncido y sus ojos llorosos que
le piden que vaya con él y se aleje del lugar al que verdaderamente pertenece.