Nothing Matters (when you're in love)

Capítulo 3

Charlas

            No me permití a mí mismo que pasara demasiado tiempo antes de hablar con YiXing y MinShuo, debía dejarlo todo listo aquel mismo día o sino se convertiría en un problema más grande de lo que debería y no quería que eso pasara por nada del mundo.

            Por este motivo, apremié a Fan a salir de la cama antes de que se pasase el día y, aunque me costó muchísimo tiempo (y muchísimos besos) conseguirlo, le propuse una ducha compartida. No nos tocamos mucho mientras estuvimos bajo el agua, solo algún que otro beso o roce accidental y algunas palmaditas en nuestros traseros mientras el otro nos enjabonaba las espaldas, pero nada más que eso. No queríamos que nuestros abuelos nos descubrieran por nada del mundo.

             Tras la refrescante ducha, ambos fuimos a la cocina a desayunar, pero al ver la hora que era preferimos coger un par de galletas y así matar el hambre hasta el almuerzo, al que le quedaba ya poco. Buscamos a la familia dentro de la casa, pero no los hallamos, fue entonces cuando recordé los golpes que me habían despertado algunas horas antes y guie a Fan hasta el jardín trasero, encontrándolos a todos allí.

            Mis abuelos, ShiXun y JunMyeon se encontraban sentados en la tarima de madera techada que daba acceso al jardín, mientras que los demás estaban subidos al centenario árbol bajo el cual habíamos pasado muchas aburridas tardes de verano Fan y yo, cortando algunas de sus ramas, aquellas que se acercaban peligrosamente al tejado de la vieja casa.

            —Oh, por fin os levantáis —comentó mi abuela—. Ya estaba pensando que iba a tener que mandar a ZiTao a despertaros de una forma poco agradable —sonrió.

            —Lo siento —dijo Fan—. Sigo bastante cansado por el viaje y no he podido evitarlo.

            —No te preocupes —lo tranquilizó mi abuelo—, no pasa nada contigo, pero Lu Han tendría que haberse levantado hace horas —hice un puchero mirando a mi abuelo, pero este lo obvió y mi primo tuvo que salir en mi defensa.

            —Bueno, lleva despierto unas horas, pero no lo he dejado salir —rio.

            —Es un maldito koala —dramaticé y me senté junto a ShiXun, lo más alejado que pude de JunMyeon, que no me quitaba la mirada de encima desde que había llegado. Me daba escalofríos a veces, y no de placer, como la mirada de Fan.

            —¿Podemos ayudar en algo para compensar esto? —preguntó él y mi abuelo asintió.

            —Claro que sí —el hombre señaló el árbol—. Ayudad allí arriba.

            —Yo no puedo, los lugares altos y yo no somos compatibles —murmuré.

            —Un hombre debe enfrentarse a sus miedos, Lu Han —replicó mi abuelo.

            —Bueno, yo me enfrento a ellos, pero si estando allí arriba me da un mareo, me caigo y me rompo la crisma…

            —Yo me encargo —dijo Fan antes de que la conversación siguiera por aquellos lares.

            Me puso una mano en el hombro al pasar por mi lado y luego caminó hasta el árbol, encaramándose a él con facilidad y comenzando ayudar a mis otros primos y a MinShuo, que parecían bastante desbordados con lo que estaban haciendo. Mi abuela se disculpó a los pocos minutos para ir a hacer el almuerzo y mi abuelo la siguió, dejándonos en aquel lugar a la sombra a ShiXun, a JunMyeon y a mí.

            No podía pedir nada más. El chico al que le había hecho mucho daño y aquel que parecía tener una obsesión conmigo… estaba por ponerme a saltar de alegría por eso.

            —¿Cómo te ha ido el curso? —escuché que me preguntaba ShiXun, en voz baja, para que la persona que nos acompañaba no escuchara nuestra conversación.

            —Bien, supongo. Ya he acabado mi grado superior —contesté en ese mismo tono.

            —Me alegra mucho —comentó él, esbozando una pequeña y tímida sonrisa.

            —¿Cómo te ha ido a ti?

            —Bastante bien —respondió—. Ha sido un año bastante entretenido.

            —¿Sí? Eso es genial —ShiXun amplió su sonrisa. Seguía siendo bastante inocente y puro a pesar de todo lo que había pasado el verano anterior y todo lo que le había hecho pasar. Aquel pensamiento fugaz me hizo recordar que quería hablarle sobre aquello, así que aproveché ese momento porque estábamos solos para poder hablarle—: Lo siento mucho.

            —¿Por qué? —preguntó, bastante confundido por mis palabras.

            —Por… lo del año pasado —aclaré y entonces lo entendió al instante.

            —No hace falta que te disculpes, lo pasado, pasado está —dijo, pero su sonrisa se había vuelto algo triste.

            —Pero…

            —En serio, gege, no debes preocuparte por eso —me cortó—. Estuve enamorado de ti durante muchos años y cumplí mi sueño pudiendo estar contigo aunque fuera tan poco tiempo. Sin embargo, aunque fuiste mi primer amor y eso será algo que jamás podré olvidar, ZiZi me ha hecho ver muchas cosas, me ha dado muchas posibilidades y creo que me estoy enamorando de él, de una forma mucho más fuerte de lo que una vez lo estuve de ti.

            —¿De verdad? —cuestioné de forma seria y él asintió.

            —De verdad, estoy bien.

            —Me quitas un gran peso de encima —suspiré—. Llevo todo el curso torturándome, pensando que probablemente me odiabas, me querías matar y toda clase de situaciones en las que no acabábamos bien y me sentía muy mal por todo lo que pasó.

            —Yo también he estado pensando mucho este tiempo y al final he llegado a esta solución —asentí lentamente y le sonreí un poco.

            —Entonces… ¿amigos? —pregunté, tendiéndole mi mano a ShiXun. Él la miró unos momentos y luego negó con la cabeza antes de abrazarse a mi cuello fuertemente.

            —Amigos —susurró y yo lo apreté fuertemente contra mi cuerpo.

            —¡LuZi! —escuché gritar a mi primo ZiTao—. ¡Suelta inmediatamente a mi novio!

            ShiXun y yo nos separamos lentamente y no porque mi primo menor nos lo dijera, sino porque ya habíamos sellado lo pasado y nos habíamos enfocado en el futuro. Después de esto, me giré hacia el árbol y le saqué la lengua a ZiTao, burlándome de él, para luego sonreírle de forma cálida a Fan. De una forma que le decía que no debía preocuparse por ShiXun nunca más, que todo estaba arreglado entre nosotros por fin y que solo lo quería a él.

            Cuando después de almorzar nos quedamos todos dentro del hogar al fresco que daban los diversos ventiladores que había repartidos por toda la casa, aproveché para ir a la habitación de mi primo YiXing y así hablar con él sobre lo que había pasado aquella mañana temprano con su amigo. Fan no se enteraría de nada porque se había quedado dormido nada más echarse sobre la cama y dudaba que se despertara en mucho tiempo, además, MinShuo también se encontraba en aquella habitación, así que mataría dos pájaros de un tiro.

            Lo que no me esperaba cuando entré sin llamar al lugar, fue encontrarme a mi mejor amigo y a mi primo completamente desnudos y erectos, dispuestos a lanzarse el uno sobre el otro.

            —¡Pero qué cojones! —dije antes de salir de la habitación, cerrando la puerta de un portazo.

            —¿Sabes lo que significa llamar antes de entrar? —me cuestionó mi primo.

            Por su voz parecía bastante enfadado y lo entendía, los había pillado en pleno momento de ebullición y si para mí no había sido bonito, para ellos debía haberlo sido mucho menos. Nada más imaginarme que algo así nos pudiera pasar a Fan y a mí hacía que la sangre me hirviera y que tuviera ganas de matar seriamente a la persona que nos hubiera interrumpido justo en ese instante.

            —Lo siento —murmuré con sinceridad—. No quería molestaros, vosotros seguid a lo vuestro, ya vendré más tarde.

            —No, tranquilo, si ya nos has cortado el rollo —contestó MinShuo—. En cinco minutos estamos vestidos, entra entonces.

            —Está… ¿bien? —pregunté sin muchas esperanzas.

            —Sí —dijo YiXing—. Entra en cuanto te avisemos.

            Algunos minutos más tarde, entraba a la habitación después de que me dieran el permiso para ello, y les volvía a pedir perdón una y otra vez a mi primo y a mi amigo. No me detuve hasta que ambos me pegaron una colleja que me dejó el cerebro retumbando unos segundos dentro de la cabeza.

            —¿Qué era lo que querías? —me preguntó sin dar rodeos mi primo YiXing.

            Nunca había sido alguien que le diera muchas vueltas a las cosas, así que le agradecí que lo dijera rápido para así decidirme a no dar rodeos yo tampoco y contar las cosas claramente antes de que todo fuera a peor. Carraspeé un poco y los miré a ambos antes de hablar:

            —Tu amigo JunMyeon me ha acorralado esta mañana temprano en el pasillo y me ha besado.

            Mi confesión hizo que los ojos de las dos personas que estaban en aquella habitación además de mí se abrieran como platos  y casi se les salieran de sus cuencas. Debía haber sido menos brusco y haber dicho las cosas con un poco más de tacto, dando vueltas y preparándolos para la noticia. No servía para estas cosas. No servía.

            —¿Cómo puede ser posible? —preguntó YiXing después de salir del shock inicial.

            —No lo sé, solo sé que desde que llegó no para de echarme miradas muy penetrantes y bastante perturbadoras —contesté—. ¿Verdad MinShuo? —mi amigo asintió rápidamente.

            —Ayer me comentó que se sentía observado por JunMyeon y era verdad, así que le he tenido un ojo echado al chico mientras estábamos todos juntos y no para de observarlo como si fuera un león y Lu Han un antílope que se quiere comer.

            —Y a pesar de que ambos creíamos que no podía ser alguien muy lanzado y acosador, que solo me iba a mirar y poco más —comenté—. Hoy me ha acorralado y me ha besado y yo por supuesto no le he devuelto el beso porque quiero a Fan demasiado y no puedo hacerle nada parecido porque si no volvería a sufrir por mi culpa y eso es lo único que no quiero.

            —Y por eso no se lo has dicho tampoco, ¿verdad? —dijo YiXing.

            —No quiero preocuparlo.

            —Si te ve raro alrededor de JunMyeon te va a preguntar porque estará preocupado ya que no le cuentas nada —siguió mi amigo—, pero bueno, ese es otro tema, lo que hay que resolver primero es que este te deje en paz y no vuelva a atacarte.

            —Lo sé, eso es lo principal —murmuré.

            —Yo hablaré con él y le diré que no se acerque a ti, que ya tienes una hermosa relación con una persona a la que quieres mucho y que no quieres estropearla por nada del mundo —dijo mi primo.

            —Muchas gracias.

            Sin más, me abracé a YiXing, colgándome de su cuello y acabando ambos tumbados sobre su cama, él debajo de mi cuerpo intentando resistirse a mi abrazo y salir de ahí. Sin embargo, ninguno pudimos movernos cuando, de repente, MinShuo se lanzó sobre nosotros al grito de “sándwich de Lu Han”. YiXing protestó que no podía respirar y que nos alejáramos de él, que pesábamos mucho, pero ninguno de los dos que estábamos arriba se movió durante un buen rato.

            Después de algunas horas más en la habitación de mi primo en las que estuvimos hablando de diferentes temas que no tenían nada que ver con el amoroso, salía de allí, alegando que ya era hora de volver a mi propia habitación y darle un poco de atención a Fan, que se la merecía y esa tarde no le había hecho el más mínimo caso. Me despedí de ellos como si no los fuera a ver en años, cuando en realidad bajaríamos a cenar en una o dos horas a lo sumo y los vería de nuevo, y luego salí por fin de aquel lugar.

            Estaba un poco más tranquilo después de haber hablado con ellos y de que me hubieran asegurado que hablarían con JunMyeon para que no volviera a hacer nada más como aquello. También quería comentarle a Fan, siguiendo los consejos de MinShuo, que algo ocurría con el coreano, aunque no le dijera exactamente que me había besado.

            Iba tan metido en mi propio mundo que casi no me doy cuenta de que ZiTao caminaba directamente hacia mí hasta que no me topé con él, chocándome contra su cuerpo.

            —Uich, perdón ZiZi, no te había visto —dije, tratando de recuperar el equilibrio y no caerme al suelo. Mi primo me agarró por los hombros para que finalmente no lo hiciera—. Gracias.

            —No hay de qué —me sonrió de una forma completamente adorable y eso me hizo querer agarrarlo por los mofletes y estirárselos como si fuera una abuela—. Oh, por cierto, LuZi.

            —Dime.

            —He estado hablando con ShiXun y me ha comentado que ya lo habéis dejado todo aparcado y claro entre vosotros.

            —Sí, de eso hablábamos antes —contesté.

            —Me alegra que esto haya acabado bien, después de todo —murmuró ZiTao—. ShiXun llevaba un tiempo distraído y me ha contado que era porque no sabía cómo enfrentarte adecuadamente después de lo que pasó el verano pasado.

            —Yo tampoco sabía cómo enfrentarlo adecuadamente, pero al hablar se ha arreglado todo —dije con una sonrisa—. Hazlo muy feliz, ShiXun es un chico muy agradable y se lo merece todo.

            —Lo haré.

            Le sonreí a mi primo menor y luego me despedí de él, volviendo a dirigirme hacia mi habitación. No estaba muy lejos, aun un par de pasos de distancia, cuando sentí que unas manos rodeaban min cintura desde atrás y me tensé irremediablemente porque aquellas no eran unas manos conocidas. Me solté de aquel agarre y me di la vuelta para descubrir que, efectivamente, el dueño de aquellas manos no era alguien que fuera conocido para mí y que me hubiera abrazado en miles de ocasiones. Era JunMyeon, que me miraba con una sonrisa pícara en su rostro.

            —Oye, lo de esta mañana —comenzó—. Sé que he sido un poco brusco, pero es que te he visto medio desnudo y no he podido contenerme.

            —No vuelvas a hacer nunca más algo como eso —le dije, cortándolo antes de que siguiera diciendo gilipolleces varias como esa que acababa de salir de su boca.

            —¿Por qué? —cuestionó.

            —Porque no me gusta, así que no lo vuelvas a hacer —eché a andar de nuevo hacia mi habitación, para la que solo me quedaban un par de pasos y alargar la mano para abrirla, pero el coreano me cogió del brazo y me detuvo.

            —He escuchado partes de la conversación que has tenido con ShiXun y sé que estuvisteis juntos el verano pasado —anunció.

            —Y como bien habrás comprobado no salió bien, así que déjame en paz —me solté de su agarre y casi estaba a punto cuando él volvió a hablar.

            —Pero me calientas mucho.

            —Pues abre el congelador y mete tu polla allí, verás cómo te enfrías inmediatamente —y dicho esto, por fin entré a mi habitación.