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domingo, 11 de agosto de 2013

Idol Asian Awards 2013

2/2


   Seguía jodidamente caliente. La promesa de que podría desahogarme dentro de poco tiempo hacía que siguiera empalmado y cada vez más ansioso por sentir los labios de mi hyung envolviendo mi polla. Intenté respirar tranquilo y calmarme, pero simplemente no podía.

   Me volví a mi izquierda y lo vi, con sus ojos fijos en la actuación que ahora había en aquel escenario a pocos metros de nosotros. Se veía muy sexy.

   Todavía no me podía creer lo que había sucedido apenas unos minutos antes. Yo no quería contarle que era un puto adolescente hormonado que se calentaba con cualquier cosa y se follaba a cualquiera para bajarse el calentón, porque él era especial. Pero cuando lo hice, él no me rechazó, no me miró con asco, no se decepcionó de mí, simplemente me prometió que me daría placer.

   Me mordí el labio inferior y luego me lo lamí, mirándolo con deseo contenido. En ese momento, él se giró hacia mí, dedicándome una hermosa sonrisa y yo me calenté aún más. No podía esperar el momento en el que hicieran la pausa, no podía. Era demasiado para mí.

   Sin ser consciente casi de lo que hacía, le puse una mano en el muslo a mi hyung y este se tensó un poco, pero luego me sonrió, mientras yo comenzaba a mover arriba y abajo mi mano, lentamente. No lo iba a tocar como a ChanYeol hyung antes, no, Lay hyung era distinto, no podía hacerle aquello.

   Me limité a hacer aquello durante unos momentos, como si estuviera haciendo fan-service para las locas que nos estaban gritando desde atrás, pero el simple hecho de estar rozando su pantorrilla y que él tuviera esa cara de gusto era demasiado. Me incliné hacia él para volver a susurrarle en la oreja.

   -Hyung… muy caliente…- él sonrió, cómo si le hubiera dicho algo gracioso o le hubiera contado un chiste- quiero ya…
   -Pronto- susurró.

   Comencé a alejarme de él, poco a poco, paseando mi nariz por su cuello de una manera algo descarada y luego besando su hombro por encima de aquella fina ropa de color blanco que llevaba. Noté su estremecimiento y sonreí, a la vez que algunos gritos me indicaban que había más fans locas a las que les iba a encantar la pareja que hacíamos y escribirían miles de fanfics sobre nosotros.

   -No hagas eso- me riñó- hay mucha gente…
   -Pero a las fans les encanta- murmuré haciéndome el inocente y él se giró hacia atrás para saludar a las chicas con una enorme sonrisa.

   En su oreja izquierda había un piercing, que se había hecho apenas un par de días antes, y me entraron ganas de mordérsela, pero no era el momento y detuve mis ganas. Se veía demasiado sexy con él, creo que LuHan ya se lo había dicho, Chen hyung había bromeado al respecto y Kris hyung simplemente le había dicho que ya era hora, que se uniera al club de las orejas agujereadas, refiriéndose a él y a Tao. Bufé recodando el momento y cómo los miembros chinos se habían dado un abrazo como si fueran los TeleTubbies.

   -Me gusta tu piercing- le dije y él me sonrió antes de volver a prestar atención a la Gala.

   No sé cuánto tiempo estuve mirándolo de reojo, si fueron segundos, minutos u horas, pero adoraba mirarlo. No sabía qué era lo que lo hacía tan especial para mí, pero él era la persona más especial del mundo. Las fans lo adoraban, los chicos lo adoraban y yo lo adoraba.

   Negué con mi cabeza intentando pensar en otra cosa que no fuera él, pero me encontraba regresando a todo lo que él representaba al cabo de unos segundos. Le hacía mal a mi calentura no dejar de pensar en él, pero parecía que era imposible. Lo tenía allí al lado y sus labios, su cuello… su todo… no me dejaba.

   Suspiré y me gané una mirada de su parte. Colocó su mano en mi hombro y luego se inclinó sobre mí para volver a susurrarme.

   -No desesperes, pequeño- dijo- un par de premios y hacen descanso.

   Una sonrisa se instaló en ese momento en mis labios y él se alejó de mí con una sonrisa también. Lo que me había dicho implicaba que en breves me iba a sentir en el Paraíso. No podía esperar. Lo miré y vi que otra vez estaba prestando atención a la gala, yo no podía, además, hablaban en chino y yo no me enteraba de nada.

   Mis ojos comenzaron a delinear el contorno de su perfil, deteniéndose en us labios unos momentos. Me encantaría poder besarlos y que estos envolvieran toda mi erección. Nada más pensarlo, mi polla dio otro tirón. Me relamí los labios y seguí, esta vez deteniéndome en su cuello, su sensible cuello. Nunca había probado a soplarle, pero había visto sus reacciones y eran algo demasiado tierno.

   No me pude aguantar y me incliné sobre él como si le fuera a decir algo, pero lo que hice fue soplarle. En cuanto mi aliento rozó su cuello dio un respingo y casi se cae de la silla. Después me miró con reproche y rápidamente me pego un manotazo en el brazo. Me comencé a reír como un loco y él hizo un puchero. Estaba demasiado tierno con esa expresión, pero me sentí algo mal por hacerle eso.

   -Lo siento- le dije- solo quería comprobar lo sensible que eras- Lay hyung esbozó una pequeña sonrisa y se inclinó sobre mí.
   -Te voy a torturar ahora en el baño- murmuró con una voz demasiado sexy y sentí que iba a explotar.
   -Ya…- jadeé.
   -Unos minutos más…

   En cuanto dijo eso, los presentadores anunciaron que harían una pequeña pausa para que los asistentes a la Gala pudieran estirar un poco las piernas. No tardé mucho en levantarme rápidamente de mi silla, seguido de mi hyung, que se despidió de los chicos diciéndoles que íbamos unos momentos al baño.

   Caminamos rápidamente por todo el lugar, esquivando al personal del evento que corría de un lado a otro y tratando de pasar desapercibidos por las fans, cosa que era casi imposible, más después del espectáculo que les habíamos estado dando en las mesas. Pero bueno, lo intentamos.

   Nos adentramos en el BackStage del lugar buscando el lugar en el que se encontraba el baño. Era él quien me guiaba por aquellos intrincados pasillos, claro que era porque era quien sabía chino. Apenas tardamos unos momentos en llegar al lugar indicado como baño por un par de muñequitos y nos metimos en el que señalaba que era para hombres.

   Una vez allí dentro ya no me pude controlar y giré a mi hyung hacia mí, agarrándolo por la nuca de una manera firme, para estrellar mis labios contra los suyos mientras nos guiaba a uno de los cubículos y nos encerraba en él. Comenzó a corresponder mi necesitado beso y este se volvió húmedo cuando nuestras lenguas entraron en juego.

   Nos separamos jadeando y lo miré a los ojos, su mirada estaba cargada de deseo. Inmediatamente después volvimos a besarnos, iniciando él esta vez el beso, invadiendo mi boca con su lengua y haciéndome gemir, suplicando por más. Me podría correr tranquilamente solo con sus besos, eran demasiado excitantes.

   Pero fue todavía más excitante cuando sus labios abandonaron los míos y trazaron un camino de pequeños besos húmedos desde mi mentón hasta mi cuello, para luego subir hasta mi oreja, que comenzó a maltratar. No pude evitar jadear y gemir débilmente por sus acciones. Sus besos quemaban en mi piel como fuego.

   -No hagas ruido- me susurró de manera muy sexy- ¿no querrás que nos descubran?

   Ahogué un gemido cuando me mordió el lóbulo de la oreja y luego negué con la cabeza. Él sonrió satisfecho y me hizo sentarme en la taza del váter. Con un movimiento rápido se quedó de rodillas y acercó su cabeza a mi entrepierna. Su respiración aun por encima de las dos capas de ropa que llevaba me hizo estremecer y mi polla palpitó porque por fin iba a ser atendida.

   Sus dedos volaron por encima de mi erección y me mordí mi labio inferior para no gemir, estaba muy necesitado. Mi hyung jugó con la cinturilla de mi pantalón y luego lo desabrochó, dejando que mi polla fuera más visible, después, retiró un poco mis boxers, lo suficiente como para que esta fuera por fin liberada de su prisión y accesible. Jadeé al sentir el contacto del aire.

   Mis ojos se encontraron con los suyos unos momentos antes de que se pasara la lengua por sus labios, humedeciéndola. Tragué saliva cuando se inclinó de nuevo y sin romper el contacte visual, me dio un lametón desde la base a la punta siguiendo una de las venas. Eché mi cabeza hacia atrás cerrando los ojos, muriéndome de placer y mordí mi puño para no gemir.

   Él siguió haciendo aquello, mandándome pequeñas ráfagas de placer absoluto por todo mi cuerpo. Luego comenzó con los besos, mordiendo de vez en cuando. Me sentía morir y ni siquiera se la había metido en la boca, esa excitante boca. De repente, dejé de sentir sus labios sobre mi erección y abrí mis ojos que se habían cerrado por el placer para mirarlo. Sonreía traviesamente mientras me miraba a los ojos.

   -¿Quieres que te la chupe?- preguntó lamiéndose los labios de nuevo y yo asentí- dilo.
   -Chúpamela- él sonrió y se alzó un poco para volver a besarme invadiendo mi boca. Lo tomé por las mejillas para acercarlo aún más a mí y profundicé aquel beso tan desesperado. Cuando nos separamos, un hilo de saliva unía nuestros labios.

   Volvió a colocarse de rodillas y se inclinó sobre mi polla. Tras echarme una mirada lasciva que me calentó más de lo que ya estaba, ahuecó sus mejillas y comenzó a descender lentamente.

   -Ahhhh- gemí sonoramente al sentir aquella humedad y aquel calor que rodeó mi erección. Rápidamente volví a llevar mi puño a mi boca, no nos podíamos permitir el lujo de que nos descubrieran.

   Él empezó a subir, utilizando su lengua, sus dientes y sus labios para apretarme y hacerme sentir en el Paraíso. Siguió con un vaivén lento durante unos minutos y luego comenzó a cambiar el ritmo, un ritmo más rápido, más desenfrenado. Movía su cabeza arriba y debajo de una manera frenética. Me mordía, me lamía, jugaba con mis huevos y con eso, me estaba llevando al orgasmo.

   Sentí un fuego en mi bajo vientre y pisé fuerte el suelo, levantando las caderas, hundiéndome más en su boca, avecinándome al placer más absoluto, sin embargo, él paró todo movimiento.

   -Nunca más- lo escuché decir tras sacarse mi polla de su boca y dejarme al filo del orgasmo. Intenté fijar mi vista en él y vi que estaba muy serio- nunca más vayas a que los demás te toquen, nunca más si quieres una mamada o follar vayas con los demás…
   -Hyung…
   -A partir de ahora… seré yo el único que pueda tocarte…- estaba muy confuso por sus palabras, pero a la vez, feliz. Mi corazón latía rápidamente en mi cuerpo y no era porque estaba próximo a correrme, era por saber que no quería dejarme escapar, dejarme ir con alguien más. Asentí bajo su penetrante mirada respirando entrecortado, próximo a un orgasmo que al que él no me estaba dejando llegar- solo yo puedo…
   -Sólo tú- dije.


   Él sonrió antes de meterse mi polla en la boca y hacer unos cuantos movimientos rápidos que me llevaron al orgasmo más exquisito e intenso de mi vida.




La mayoría de las cosas narradas en este fic... ocurrieron de verdad... y por si las moscas... os dejo un par de vídeos y un montón de gifs y fotos para que lo veáis.



 
 










viernes, 9 de agosto de 2013

Idol Asian Awards 2013

Idol Asian Awards 2013



1/2


   Estaba caliente, demasiado caliente, no podía contenerme. No tenía por qué haberle hecho caso a JongIn. No tenía por qué haber visto aquel vídeo porno que se había descargado en el móvil en el vuelo hasta Beijing, pero no me había podido negar a ello. Y ahora estaba muy caliente.

   No me había podido desahogar, vamos, masturbar, porque apenas bajamos del avión fue ir de un lado a otro rápidamente sin descanso.

   Por eso ahora estaba así. Sabía que no era ni el momento ni el lugar, pero necesitaba que me dieran mimos, me daba igual quien fuera y donde fuera. Bien podría hacerme una paja yo mismo, pero estaba tan necesitado que lo que me hacía falta era una buena mamada.

   Estábamos sentados en aquella mesa viendo la entrega de Premios, pero yo no podía fijar mi vista en nada, era demasiado el calor que palpitaba en mí como para prestar atención. Cerré mis ojos fuertemente intentando pensar en cualquier cosa que me enfriara, pero nada lo hacía.

   Casi pego un brinco y me levanto de mi asiento cuando en un momento dado sentí una respiración en mi cuello que me hizo estremecer y me puso el vello de punta de la nuca. Abrí mis ojos para encontrarme que era Lay hyung, que me quería susurrar algo. Acerqué mi oreja para escucharlo bien.

   -¿Te pasa algo?- me preguntó. Su voz sonaba preocupada, pero no podía decirle que estaba bien, que sólo necesitaba un polvo. No a él.
   -Estoy bien- le dije al oído. Él asintió, aunque no muy convencido.

   Me giré hacia el otro lado y así no verlo o seguro que me empalmaba más de lo que ya estaba, aunque eso era casi imposible. Sin embargo, él ya lo había logrado otras veces, como cuando bailaba con los ojos cerrados, sintiendo la música, con el sudor recorriendo su piel de caramelo…

   Un tirón en mi entrepierna me hizo dejar que esos pensamientos murieran en mi mente. No necesitaba más imágenes eróticas para encenderme, ya lo estaba, y bastante, además.

   Me fijé mejor en ChanYeol hyung, que estaba intentando captar la atención de BaekHyun hyung a su lado. Habían tenido otra pequeña pelea en la furgoneta de camino a la Gala y ahora el mayor lo ignoraba. Últimamente tenían muchas peleas sin sentido que duraban un par de días y luego estaban como siempre.

   Imaginaba que era por las reconciliaciones. Aquellos dos eran unos viciosos y muchas veces Tao había venido a dormir conmigo debido a estas, lo que no sabía era a qué cama acudía XiuMin hyung.

   Sonreí. Podría matar dos pájaros de un tiro si lo que mi mente planeaba funcionaba a la perfección. Me quitaba el calentón y hacía que aquellos dos tuvieran una noche de lo más movidita.

   -Hyung- susurré acercándome a su oreja- me aburro…- intenté poner mi voz más melosa y cuando él se giró para mirarme, le sonreí tiernamente.
   -Yo también me aburro- me dijo suspirando- ¿qué podemos hacer?

   Le sonreí malvadamente, tal y como hacía Chen hyung a todas horas, y comencé a jugar con su oreja. Él me sonrió, parecía un perrito al que le gustaba que le coscaran las orejas.

   Miré un poco más allá de él para encontrarme con una mirada asesina de BaekHyun hyung, pero no le hice caso y seguí jugueteando con ChanYeol hyung hasta que volvió su cabeza en otra dirección, dejándome apreciar las cositas brillantes que le habían colocado en su cuello. Seguro que ChanYeol hyung se estaba muriendo por despegárselos a lametones y mordiscos.

   En ese momento decidí que era hora de llevar todo más lejos y así obtener lo que quería.

   Dejé de jugar con la oreja de ChanYeol hyung y llevé mi mano a su cuello, rozándolo. Después de notar cómo se estremecía ante mi tacto, seguí mi camino por su brazo, hasta acabar con mi mano posada en su pierna izquierda. Le sonreí antes de seguir con mi exploración.

   Moví mi mano lentamente hacia su entrepierna y la toqué durante un segundo antes de que él se tensara y apartara mi mano de aquel lugar, lanzándome una mirada de reproche. Inmediatamente después, y aun agarrando mi mano para que no pudiera volver a tocarlo, se giró hacia BaekHyun, pero este lo ignoró completamente. En ese momento me incliné hacia él para volver a susurrarle.

   -Hyung…
   -¿Estás loco?- me espetó volviéndose hacia mí- estamos rodeados de gente y BaekHyun…
   -Eso nunca te ha importado- murmuré.
   -Estás caliente.
   -Lo sé… y quiero que me enfríes…
   -No puedo… BaekHyun…
   -Si metes la mano por debajo del mantel no se dará cuenta… ni él ni nadie…
   -No…

   Se estaba negando, pero nadie se negaba a mí. Ni siquiera Kris hyung podía negarse si me acercaba a él, caliente. Así que, menos podía hacerlo ChanYeol hyung, con quien ya había tenido mis más y mis menos, eso sí, siempre cuando BaekHyun hyung estaba lejos y no podía enterarse de nada.

   Llevé mi mano de nuevo a su entrepierna y esta vez lo pude manosear durante unos momentos antes de que volviera a apartar mi mano, con sus mejillas rojas como si fueran tomates y su polla despertando levemente.

   -SeHun- me regañó y yo sonreí pícaro, dispuesto a hacerlo caer en mis encantos hasta que él me tocara y por fin se acabara mi tortura.

   Pero hubo algo que me detuvo. Una mano me agarró mi brazo izquierdo y me giré rápidamente, apartando mi atención de la polla de ChanYeol hyung. Me encontré a Lay hyung mirándome entre preocupado y asustado. Él era el único que no me había visto cuando entraba en ese estado y parecía sorprendido, pero cuando me calentaba, me daba igual todo, debía tener lo que quería.

   -SeHun…- murmuró y se inclinó sobre mí para llegar a mi oído- ¿qué te pasa?

   Lo miré durante un buen rato mientras él se retiraba. No podía decírselo o me tomaría por un adolescente hormonado que lo único que pensaba era en tener relaciones sexuales con quien fuera, cuando fuera y donde fuera. Claro que, eso era lo que era. Pero él no podía saberlo.

   Él era la única persona a la que no quería hacerle pasar por uno de mis calentones. Él era la persona que más apreciaba. Él no era como LuHan, siempre dispuesto a ser mi follamigo cuando lo necesitaba, ni tampoco era Tao o JongIn, que con unas cuantas palabras calientes y un par de manoseos caían rendidos a mis brazos. Bueno… o como los demás, que simplemente tenías que ir hacia ellos con la polla apuntando al frente y te complacían como querías.

   Lay hyung no era como ellos y yo no quería que dejara de ser tan tierno e inocente. Además, no quería que viera mi verdadera cara. ¿Por qué? Porque me gustaba... pero no como los demás… él me gustaba de otra manera.

   -No es nada- acabé diciendo, pero él no se lo tragó, aunque a mí lo que me gustaría era que alguien se tragara mi polla un rato. Negué con la cabeza alejando esos pensamientos de mi mente.
   -SeHunnie, no me mientas…- dijo- he visto cómo tocabas a ChanYeol…
   -¿Quieres que te diga lo que me pasa, hyung?- pregunté y él asintió.
   -Por favor…- llevó su mano a mi mejilla y la rozó uno momento- no me gusta no saber qué le pasa a mi dongsaeng favorito…- sonreí tristemente antes de inclinarme hacia él para contarle toda la verdad.
   -Estoy muy caliente y necesito tu boca en mi polla.

   Nada más decirlo me arrepentí y me alejé rápidamente de él, abochornado. No tenía que haberlo dicho, pero su mirada, sus palabras y mi necesidad no me habían dejado otra opción. Él abrió sus ojos de una manera desmesurada, pero luego recordó que no estábamos solos, sino que había muchos artistas a nuestro alrededor y muchas fans con sus cámaras apuntando bien a cada mínimo detalle o movimiento que hiciéramos.

   Pasó un buen rato mirándome, en silencio, como si estuviera pensando mil cosas y atando cabos sueltos que antes no sabía no por dónde coger. Hasta que de repente, me sonrió y se volvió a inclinar sobre mí para hablar en mi oreja.

   -Cuando quieras- fue lo que dijo.

   Esta vez fui yo quien se quedó en el sitio, con los ojos como platos mientras él se alejaba de mí. No podía creerlo. ¿Mi hyung se me acababa de insinuar? A ver… ¿me acababa de declarar que cuando quisiera podría follarle la boca? ¿Estaba soñando o algo?

   -Hyung…- murmuré pasándome la lengua por los labios antes de tragar saliva fuertemente. Se me había quedado la boca seca- si lo que dices es en serio… no sabes lo que dices…
   -Claro que lo sé- contestó- y no sabes cuánto lo deseo- y me enseñó una sonrisa pícara.

   En ese momento pensé que moriría, pero me repuse y una vez más me acerqué a él para susurrarle.

   -Tú, yo y el baño en cuanto hagan una pausa- mi voz sonó demasiado ronca y demasiado cargada de placer- piénsalo- y me retiré de él guiñándole un ojo.