martes, 16 de noviembre de 2021

[One Shot] Secret Secret {Chuuves}

Título: Secret Secret

Autora: Riz Aino

Pareja: Chuuves (Yves + Chuu) (LOONA)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, college, romance?, smut, pwp

Número de palabras: 2.916 palabras

Resumen: JiWoo se siente demasiado caliente después de encontrarse a SooYoung, su compañera de habitación, masturbándose en secreto.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas.

Notas: historia escrita debido a un sueño bastante explícito que tuve sobre cómo Yves desvirgaba a Chuu.

Comentario de autora: un día, de repente, la idea hizo pop en mi cabeza y no pude dejar de pensar en ella, así que, la escribí, sin más. Espero que os guste.

 


            Caliente. Excitada. Húmeda.

 

            JiWoo llevaba demasiados días de aquella forma. La temperatura de su cuerpo mucho más alta que de costumbre, su piel mucho más sensible que nunca. Incluso la tela del sujetador rozando sus pezones o la costura de sus vaqueros ajustados contra su entrepierna hacían que se volviera completamente loca de placer.

 

            Nunca antes se había sentido de aquella forma. Hasta el momento solo había tenido algún que otro día en el que había estado excitada y se había masturbado para que se le pasara el calentón… pero en aquella ocasión, por más que se tocaba, nunca llegaba a sentirse realmente satisfecha. Sabía que necesitaba algo más… sabía que lo que necesitaba es que fuera otra persona la que la tocase… y sabía a la perfección quién debía de ser aquella persona… pero JiWoo, a pesar de ser dicharachera y tener buen don de gentes, jamás se había visto en la situación de pedirle expresamente a alguien que tuviera sexo con ella.

 

Apenas hacía un par de meses que se había ido de casa de sus padres y había acabado en aquella residencia de estudiantes en Seúl y durante su adolescencia se había dedicado en cuerpo y alma a estudiar, así que, nunca había tenido una relación y todo lo que sabía de su cuerpo simplemente había sido para saciar su curiosidad y libido momentáneas… ni siquiera había introducido sus dedos en su vagina, no queriendo desvirgarse ella misma sin darse cuenta.

 

            No obstante, JiWoo no podía aguantarse más las ganas, no podía parar de pensar en cómo sería tener sexo y no podía dejar de querer que, aunque la relación que tuviera con ella no fuera más que cordial por ser compañeras de habitación, fuera ella la que hiciera con su cuerpo lo que quisiera.

 

            Ella.

 

            SooYoung.

 

            JiWoo había conocido a SooYoung en el primer día que había llegado a dejar sus cosas en la habitación de la residencia que ambas compartirían aquel año. Desde el primer momento le había parecido guapísima y una tía increíble, con un montón de estilo para vestir y muchísimo carisma. Desde el primer momento, había llamado su atención. Desde el primer momento, JiWoo se había quedado prendada de SooYoung. Pero solo un poco más adelante, se había dado cuenta de que su personalidad fuerte y su forma de decir las cosas claras, provocaba algo en su interior que nunca antes nadie había provocado… solo un poco más adelante, JiWoo se había dado realmente cuenta de que su compañera de habitación le gustaba.

 

            No obstante, lo que había hecho que JiWoo estuviera caliente, excitada y se sintiera completamente necesitada no había sido solamente el hecho de que SooYoung le gustara.

 

            No.

 

            Lo que lo había provocado había sido otra cosa.

 

            JiWoo había vuelto a la habitación más temprano de lo habitual porque una de sus clases se había cancelado porque el profesor había faltado y había decidido que era una buena idea volver y descansar un poco antes de volver a ir al campus aquella tarde para más clases. Al entrar a la habitación, lo que se había encontrado la había dejado completamente estática, sin poder reaccionar, sin poder hacer nada, solo mirar.

 

            SooYoung estaba desnuda. Masturbándose. Hundiendo sus dedos en su interior mientras gemía bajito. Sus ojos cerrados. Su boca levemente abierta. Una expresión de placer infinito pintada en su rostro. Y JiWoo había mirado, había mirado casi sin poder parpadear hasta que SooYoung había acabado alcanzando el orgasmo. Solo entonces, JiWoo pudo salir de su ensimismamiento y, con cuidado, sin hacer ningún ruido, salió de la habitación. En ningún momento, SooYoung se dio cuenta de que ella había estado allí, si lo hubiera hecho, JiWoo se habría muerto de vergüenza allí mismo.

 

No obstante, ver aquel lado de SooYoung lo había cambiado todo para ella.

 

            Porque ahora JiWoo no podía dejar de estar caliente, excitada, húmeda por su culpa, por culpa de haber visto a SooYoung masturbándose.

 

            Ahora, lo único que JiWoo quería era que SooYoung la tocara como se había tocado a sí misma.

 

~

 

            —JiWoo… ¿hay algo que quieras decirme? —le preguntó SooYoung, haciendo que se sobresaltara porque no se había esperado que la otra le hablara.

            —¿Qué? —preguntó en respuesta—. No, no. No tengo nada que decirte.

            —Creía que sí —contestó la otra—. Porque desde hace día no paras de mirarme como si quisieras decirme algo.

 

            JiWoo sintió que su corazón se paraba durante un segundo. Creía que había sido discreta, que solo la había mirado cuando ésta no estaba pendiente de ella, creía que no había dado ninguna muestra de que algo hubiera cambiado, pero parecía que no había sido lo suficientemente discreta porque SooYoung se había dado cuenta.

 

            —Siempre me has mirado —continuó SooYoung—, pero estoy acostumbrada a que las chicas y los chicos me miren —una sonrisa pícara apareció en su rostro en ese momento—. Pero tu mirada ha cambiado en los últimos días… ahora me miras con deseo, JiWoo. Si fuera un tío pensaría que lo que quieres es que te meta la polla hasta el fondo, pero lo único que puedo hacer por ti es comerte el coño —SooYoung soltó una pequeña risa—. Si quieres, no tengo ningún problema en hacerlo, me pareces adorable.

 

            JiWoo se quedó sin habla, con la boca abierta, sin poder creerse lo que acababa de escuchar. No podía haber escuchado bien.

 

            SooYoung siempre había hablado de forma clara y directa y eso siempre le había encantado a JiWoo, pero en aquellos momentos se sentía cómo si le hubiera disparado directamente al corazón con sus palabras y la hubiera asesinado totalmente. Realmente creía que había sido discreta, que SooYoung no se había podido dar cuenta de que la miraba con deseo… pero ésta se había dado cuenta.

 

            SooYoung se había dado cuenta y le había propuesto que tuvieran sexo.

 

            JiWoo llevaba días caliente, excitada, húmeda. Llevaba días pensando en que quería que SooYoung se la comiera entera, necesitándolo, pero ahora que estaba allí, en esa situación, no sabía que hacer ni qué decir. Tragó saliva y abrió la boca de nuevo para tratar de decir algo; no obstante, las palabras no salieron de ella por más que lo intentó.

 

            —Parece que te he dejado sin habla —comentó SooYoung—. No tienes que hablar, con que muevas tu cabeza afirmativa o negativamente tengo suficiente.

 

            Y JiWoo asintió.

 

            Sin pensárselo siquiera, JiWoo asintió.

 

            —Perfecto —fue lo único que respondió SooYoung.

 

            JiWoo estaba sentada en su cama. Simplemente había estado allí sentada mirando su móvil y, de vez en cuando, observando a SooYoung de reojo, mientras esta estaba en el escritorio, haciendo algún trabajo para la facultad. SooYoung se levantó de su silla y se dirigió hasta la cama de JiWoo, subiéndose a ella de rodillas, hundiendo el colchón bajo su peso, gateando hasta llegar hasta ella, mirándola fijamente, sus ojos ardiendo con deseo, acercándose más y más a su cuerpo hasta que sus rostros solo estuvieron separados por unos cuantos centímetros.

 

            JiWoo tragó saliva porque SooYoung estaba demasiado cerca y estaba nerviosa. Más nerviosa de lo que nunca lo había estado antes.

 

            Sus ojos se encontraron con los de SooYoung, quien la miró intensamente durante unos instantes hasta que su mirada se desvió hacia abajo, hacia sus labios. JiWoo no tuvo tiempo de pensar, un segundo más tarde, los labios de la mayor chocaban contra los suyos, dejándola completamente paralizada. No obstante, esto le duró poco, ya que los labios de SoYoung, moviéndose insistentemente sobre los suyos, provocaron que JiWoo comenzara a responder al beso con ganas, moviendo su boca al mismo ritmo que la de SooYoung.

 

            Aquella era la segunda vez que besaba a alguien. La primera había sido un par de años atrás, en el pasillo del instituto, cuando un chico de último curso le había dicho que le gustaba y la había besado.

 

            Comparando ambos besos, JiWoo podía decir que el de SooYoung era mejor.

 

            Sus labios se movían rítmicamente sobre los suyos, su cabeza inclinándose de vez en cuando a un lado o a otro, su lengua a veces rozando su boca. JiWoo partió sus labios en una de aquellas ocasiones en la que la lengua de SooYoung los rozó y, de forma inmediata, ésta introdujo su lengua en su boca, explorándola, jugando con su propia lengua, enredándola con ella. JiWoo sintió cómo su pulso se aceleraba y cómo le costaba respirar debido al cambio de ritmo del beso, mucho más intenso, más rápido, más húmedo… y para cuando finalmente SooYoung se separó de su rostro, JiWoo se sintió casi mareada.

 

            —¿Te ha gustado? —le preguntó SooYoung, con una sonrisa ladina.

 

            JiWoo asintió.

 

Le había encantado.

 

            SooYoung no parecía estar agitada, no parecía que el beso le hubiera afectado en nada… pero JiWoo estaba allí, jadeando, con el corazón acelerado, la mirada perdida y probablemente con las mejillas completamente rojas. Antes de que pudiera decir nada más, SooYoung volvió a acercarse para dejar un beso corto sobre sus labios y sonreírle de forma encantadora al separarse.

 

            —Eres adorable —le dijo.

 

            Y JiWoo quiso protestar porque no solo era adorable, también era otras cosas… pero la boca de SooYoung de repente se encontraba en su cuello, besando, lamiendo, mordisqueando su piel y sus manos se habían colado por debajo de su camiseta y habían recorrido el camino hacia sus pechos, apretándolos por encima del sujetador. JiWoo emitió un pequeño gemido sin poder evitarlo y, al instante, notó la sonrisa de SooYoung contra la piel de su cuello, para inmediatamente después seguir besando su cuello una y otra vez. JiWoo no sabía si la mayor estaría dejando marcas o no, pero en aquellos momentos tampoco le importaba mucho aparecer al día siguiente con el cuello lleno de chupetones, tenía el pelo largo, los podía esconder perfectamente… lo único que le importaba, lo único que necesitaba, era que SooYoung la siguiera besando y tocando todo lo que quisiera.

 

            Estaría completamente a su merced.

 

Dejaría que SooYoung hiciera todo lo que quisiera con su cuerpo.

 

            Solo esperaba que aquello por fin aplacara su libido.

 

            La boca de SooYoung siguió besando su cuerpo, buscando mucha más piel que besar y tocar, besando sus clavículas, sus labios alcanzando hasta el máximo que podían por el escote de su camiseta. Cuando comenzó a estorbarle, se alejó de su cuerpo un momento, dedicándole una sonrisa pícara antes de agarrar el filo de su camiseta y tirar de ella hacia arriba, descubriendo su cuerpo. JiWoo levantó sus brazos instantáneamente, sin cuestionarse nada, su camiseta siendo completamente retirada. Sintió un poco de vergüenza cuando los ojos de SooYoung se quedaron clavados en ella, en su cuerpo, pero no intentó cubrirse, simplemente apartó la mirada, incapaz de hacer otra cosa.

 

            SooYoung le retiró el sujetador y después se inclinó de nuevo hacia delante para seguir besando su cuerpo, esta vez entreteniéndose en sus pechos, lamiendo y mordisqueando uno de sus pezones mientras que con su mano masajeaba su otro pecho y pellizcaba suavemente ese pezón, endureciéndolos, haciendo que JiWoo sintiera pequeñas oleadas de placer por todo su cuerpo y que notara cómo poco a poco, se iba humedeciendo su entrepierna. Tras unos momentos, SooYoung dejó de lamer su pezón para trazar un camino descendente de besos por su vientre hasta llegar a su entrepierna, separándose un momento de su piel para dedicarle un guiño que provocó que a JiWoo se le cortara la respiración durante un segundo.

 

            Llevó entonces sus manos a la cinturilla de su pantalón para desabrochárselo y JiWoo levantó sus caderas para que pudiera bajárselo sin problema por las piernas, quedándose solo en bragas ante ella. Por acto reflejo, cerró sus piernas, intentando taparse, haciendo que SooYoung riera, su risa resonando en la habitación que ambas compartían.

 

            —Realmente eres adorable —comentó la mayor.

 

            SooYoung colocó sus manos sobre sus rodillas e hizo una mínima presión para volver a abrirle las piernas, metiéndose entre ellas e inclinándose sobre su cuerpo, rozando su nariz contra su entrepierna, contra su clítoris, haciendo que JiWoo gimiera. SooYoung la besó por encima de la tela de sus bragas y luego se alzó, asomando entre sus piernas para dedicarle una sonrisa pícara.

 

            —Estás completamente mojada aquí abajo —le dijo.

 

            JiWoo se sonrojó de pies a cabeza.

 

            Había estado caliente, excitada, húmeda desde que había visto a SoYoung, desde que la había visto masturbándose. Había pasado demasiados días sin saber qué más hacer porque nada satisfacía su deseo sexual y en aquellos momentos, desde que SooYoung había comenzado a besarla, a tocarla, JiWoo se sentía como si estuviera a punto de arder de placer. Le encantaba aquello. Adoraba cómo SooYoung la estaba haciendo sentir y quería más… pero sus palabras la ponían terriblemente nerviosa.

 

            SooYoung rio al verla completamente sonrojada, pero JiWoo no se lo tomó a mal, debía de ser un cuadro de aquella forma.

 

            —Adorable —volvió a decir SooYoung.

 

            Y, entonces, la mayor le retiró sus bragas para lamerla entera.

 

            JiWoo gimió alto.

 

            Hundió sus talones en el colchón.

 

            Y cerró sus ojos, dejándose llevar por el placer.

 

            La lengua de SooYoung era caliente, húmeda, la hacía sentir increíble y JiWoo no podía parar de gemir, a veces más alto, a veces solo jadeos, porque el placer que estaba sintiendo era muchísimo más del que había sentido nunca antes cuando ella misma se había tocado. Nunca antes se había sentido tan al borde del orgasmo como en aquellos momentos… y cuando la mayor introdujo su lengua en su vagina, JiWoo se quedó completamente sin respiración. Aquello era increíble. Totalmente increíble. Podía sentir en todas sus terminaciones nervosas cómo casi estaba, cómo el orgasmo más increíble de su vida estaba llegando.

 

            No obstante, antes de que pudiera alcanzarlo, SooYoung se separó de ella, lamiéndose los labios. Terminó de retirarle las bragas y empezó a tocar su entrepierna, introduciendo uno de sus dedos lentamente en su interior.

 

JiWoo gimió levemente ante aquello.

 

Nunca antes se había sentido igual.

 

Era increíble. Aquella sensación.

 

Era demasiado.

 

            Cuando SooYoung introdujo el segundo dedo, JiWoo notó la presión, notó cómo le dolía levemente, notó cómo algo que había opuesto un poco de resistencia en su interior se quebraba y SooYoung lo notó también, sacando sus dedos rápidamente y mirándola, con los ojos muy abiertos al darse cuenta de que, junto con el jugo de su excitación, había un poco de sangre.

           

            —No me habías dicho que eras virgen —le dijo.

            —No creía que fuera relevante —respondió, sintiéndose un poco avergonzada.

 

            SooYoung alzó una ceja, pero no dijo nada más, simplemente volvió a su tarea. La tarea de hacerla sentir en el paraíso.

 

            Cuando introdujo sus dedos en aquella ocasión, no hubo resistencia alguna y JiWoo dejó escapar un pequeño gemido. SooYoung se recolocó sobre la cama, con los dedos todavía en su interior, para poder alcanzar sus labios y volver a besarla mientras la penetraba una y otra vez, dejándola sin respiración, entre sus besos y sus dedos en su vagina. JiWoo comenzó a notar cómo el orgasmo volvía a estar próximo y, aquella vez, nada la detuvo de alcanzarlo de una forma demasiado exquisita. Su cuerpo se tensó durante un segundo, antes de quedarse totalmente laxo, distintos escalofríos de placer recorriendo todas sus terminaciones nerviosas.

 

            JiWoo jadeaba, respiraba de forma entrecortada y sus ojos estaban cerrados, disfrutando todavía de los últimos momentos del orgasmo, cuando finalmente la otra se separó de ella.

 

            —Esto era lo que querías que hiciera, ¿verdad? —le preguntó SooYoung.

 

            JiWoo abrió sus ojos y vio una sonrisa pícara en el rostro de la chica. Con su mente todavía nublada por el reciente orgasmo, ni siquiera pensó en mentir. Solo asintió a aquello, haciendo que la sonrisa de SooYoung se volviera un poco socarrona.

 

            —¿Te ha gustado?

            —Ha sido… increíble… —respondió, todavía jadeando un poco.

            —¿Y lo querrías repetir? —cuestionó la mayor, acercándose a su rostro, dejando un corto beso contra sus labios.

            —Sí —casi gimió.

            —Perfecto —murmuró SooYoung contra su boca—. Este será nuestro pequeño secreto…

 

            SooYoung volvió a besarla, esta vez metiéndole la lengua en la boca, buscando dejarla sin respiración otra vez. JiWoo respondió al beso, todavía extasiada por el orgasmo, por lo que le acababa de decir SooYoung y por todo lo que había ocurrido entre ellas.

 

            Ahora tenía que guardar dos secretos.

 

            El secreto del motivo por el cual no dejaba de estar excitada.

 

            Y el secreto sobre que se acostaba con SooYoung.

 

            Aunque no le importaba nada tener que guardarlos si de aquella forma podía seguir sintiéndose así de increíble durante muchísimo más tiempo. Nunca había pensado que el sexo de verdad fuera tan maravilloso, pero ahora que lo había probado con SooYoung, no quería dejar de hacerlo.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

—Llevaba muchísimo tiempo sin escribir algo sobre LOOONA y llevaba eones sin hacer nada explícito yuri, así que tenía muchísimas ganas. Me costó un poco sacarlo adelante por la falta de costumbre, pero estoy contenta con el resultado.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario