miércoles, 12 de diciembre de 2012

My Love


My Love


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   Estábamos sólo nosotros dos solos en el apartamento, los demás se habían ido y nos habían dejado tirados. Para un día que teníamos libre y en el que podíamos hacer lo que nos diera la gana, dormir, básicamente, y ellos se largaban, dejándome solo, con el acosador de JongHyun.

   A ver, que no es que no me gustara que me abrazara o se pusiera cariñoso y esas cosas, pero, es que eso a veces me hacía sentir algo confuso, y no me gustaba sentirme así de raro, bueno, ya venía raro de serie, pero no era ese tipo de rareza a la que estaba acostumbrado, sino que era otra cosa.

   La verdad, ni sabía lo que se me pasaba por la cabeza cuando mi hyung se me acercaba, me abrazaba o me daba un beso y luego, tan tranquilamente se iba de mi lado, dejándome con aquella sensación de no saber qué narices era lo que me pasaba.

   Estaba tumbado en el sofá del apartamento, en silencio, pensando, cosa rara en mí, pero bueno, a veces había que hacer esas cosas también, o me iría muy mal en la vida. De repente, mi hyung entró al salón con una sonrisa de oreja a oreja y se me tiró encima casi sin darme tiempo a reaccionar, y provocando que mi corazón comenzara a latir a mil por hora, ya fuera por el susto que me había pegado o por otra cosa más, que no llegaba a entender.

   -JungShin…- dijo él- tu hyung necesita mimitos…- se abrazó fuertemente a mí.
   -Cómprate un perro- contesté y él negó con la cabeza.
   -No quiero comprarme un perro.
   -Bueno, pues ve con tu amigo JongHyun de SHINee, él es lo más parecido a un perro que conozco y así no te lo tienes que comprar- volvió a negar con la cabeza, aunque esta vez lo vi sonreír ante mi ocurrencia.
   -Quiero que me de mimitos mi dongsaeng favorito…- miré de un lado a otro como buscando a la persona de la que hablaba y al percatarse de eso me dio un golpe en el brazo, riendo divertido- no busques, babo, eres tú- sonreí.
   -¿En serio?- pregunté creí que no era yo y te habías equivocado, por eso buscaba a MinHyuk.
   -Nah, eres tú, eso ni lo dudes- escuchar eso de sus labios, despreciando al lovely boy, y diciéndome que yo era mejor, me hizo sentir increíblemente bien e increíblemente raro. Aunque en realidad no lo había despreciado, pero me gustaba pensar que sí para sentirme mejor, más querido, más… ¿cómo me sentía exactamente? No podía ni describirlo, pero ahora tenía una sonrisita boba al saberme mejor que alguien, y más si ese alguien era guapo y agradable, no como yo, que era un puerco espín o algo por el estilo- JungShin…- lo volví a escuchar decir.
   -¿Qué quieres, hyung?
   -Quiero decirte algo.
   -Sólo dilo.
   -Te asustarás cuando te lo diga y no te querrás acercar más a mí- contestó, y eso hizo que mi curiosidad saliera a la luz y que pusiera toda mi atención en lo que él pudiera llegar a decirme, pero un silencio incómodo, de los que nada me gustaban a mí, se instauró entre nosotros y tuve que romperlo antes de que me estallara la cabeza.
   -Soy muy raro, lo mismo y todo reacciono bien.
   -Yo…- lo oí buscar oxígeno desesperadamente para lo que fuera que me iba a decir y luego comenzó a hablar saliendo a la luz su acento de Busán, lo que me indicó que estaba muy nervioso- yo… es que JungShin… la verdad, me creerás un… pervertido o algo así… por estar siempre encima tuya… y de los demás… pero es que soy cariñoso… y no lo puedo evitar… también sé que… no te quejas… ni tú ni ninguno… pero es que a veces…- estaba viendo cómo se estaba enrollando como una persiana y lo corté antes de que pudiera seguir con su retahíla de cosas sin sentido.
   -Hyung, al grano.
   -¡Qué me gustas!- soltó de golpe y sopetón escondiendo su rostro en mi pecho, avergonzado- ale… ya lo he dicho…

   No sabía cómo sentirme con esa declaración, pero todo las cosas raras que me pasaban interiormente, parecían haberse calmado y ahora sonreía cómo un estúpido. No sabía qué podía significar eso, pero… bueno… sí lo sabía, me agradaba que mi hyung hubiera dicho que yo le gustaba, por algún motivo desconocido, me agradaba de sobremanera… bueno… motivo desconocido, no. Mi corazón no paraba de latir cómo si se le fuera la vida en ello, y de mi rostro no se quitaba aquella sonrisa. Tenía todos los síntomas de lo que se definiría como rareza dentro de aquella sociedad anticuada que era la coreana, pero tampoco debería de importarme mucho, yo ya era raro de serie, así que, tampoco me costaba tanto aceptar lo que hacía tiempo que sabía que me pasaba pero que no había tenido el valor o la cabeza para reconocer. Me gustaba mi hyung, y ya.

   -Tú también me gustas…- estas palabras salieron de mis labios, y vi cómo una sonrisa se extendía por su rostro, antes de lanzarse a darme un tímido beso.

-oooOOOooo-

   ¿Cuánto tiempo había pasado desde que confesamos nuestros sentimientos? ¿Seis meses? No podía decirlo con exactitud, pero podría jurar que fue más o menos por ahí. Las promociones, grabaciones y ensayos, me volvían medio loco y ya no sabía prácticamente ni en que día vivía.

   Bueno, mi relación con JongHyun, delante de los demás seguía siendo igual, pero en cuanto nos quedábamos a solas, salía a relucir su lado cariñoso y pegajoso, que en los últimos tiempos se había desarrollado hasta niveles insospechados, y nos besábamos por las esquinas, en lugares apartados, en lugares en los nadie pudiera vernos, también al despiste de los demás cuando veíamos una película, pero no habíamos pasado más de ahí.

   Siempre que lo intentábamos, aparecía un problema u otro. La primera vez que lo intentamos, en el baño, se rompió la ducha y lo inundamos, la segunda, rompimos la cama, la tercera, casi nos pilla YongHwa en el sofá y la cuarta, a MinHyuk se le ocurrió volver antes de cualquier lado al que hubiera ido y nos descubrió en la cocina, comiendo fresas.

   Ya no lo intentamos más veces, aunque ambos queríamos, pero ni queríamos ser objeto de burla de los otros dos miembros, ni queríamos traumatizarlos o algo, así que, nos aguantábamos sólo con besos excitantes y caricias exploradoras que acababan con largas sesiones de desahogo en el baño para poder tranquilizarnos. Aunque a veces, eso no era suficiente, y las ganas nos iban a poder algún día, y ese día llegó.

   Estaba dormido, pero en cuanto sentí que mi cama se hundía por el peso de otra persona, me desperté sobresaltado, viendo cómo en penumbra, JongHyun, mi hyung y mi novio, se subía en mi cama y me acechaba como un felino a punto de atacar a su presa.

   -Hyung…- lo llamé adormilado cuando lo noté sentarse sobre mi cuerpo, tras haber retirado las sábanas que me cubrían.
   -JungShin- susurró- quiero hacerlo.
   -¿Hacer qué, hyung?- pregunté sin entender. Todavía estaba más dormido que despierto y no sabía a lo que JongHyun se refería. Tenía mucho sueño, demasiado.
   -Quiero sexo- mi cerebro tardó un buen rato en procesar estas palabras, pero cuando lo hizo, abrí mis ojos como platos, mientras comencé a sentir sus manos traviesas tocando mi cuerpo por debajo de la ropa con la que anoche me había quedado dormido.
   -Hyung… para…- le sujeté las manos intentando pararlo, y en el intento se quedó, porque no pude detenerlo- los demás nos escucharán.
   -No están aquí- susurró en mi oído, y me mordisqueó y lamió esa parte de mi cuerpo, haciéndome suspirar y poniendo mi piel como la de una gallina.

   Mi ropa fue lentamente retirada por sus manos, hasta que me quedé completamente desnudo y mientras, éstas, iban tocando mi piel. Comencé a palpar su torso desnudo, su espalda, su trasero por debajo de los boxers, la única prenda que llevaba puesta, y se la quité, a la vez me giraba y ahora era yo el que me ponía encima, haciendo rozar así, nuestros miembros ya erectos. Ambos gemimos ante el contacto y nos miramos con los ojos brillantes por el deseo y la lujuria. Empecé a moverme sobre él, de adelante hacia atrás, haciendo que la fricción nos llevara al placer más absoluto.

   -Ah~ ah~ JongHyun~ ah~ más…

   En el momento en el que gemí eso, noté su mano sobre mi pene, tocándolo a la vez que el suyo, moviendo ambos más rápido, más fuerte, hasta que los dos nos corrimos y yo caí sobre su cuerpo, con un sueño impresionante.

   Quería seguir, quería ir más allá de aquello con él, pero mi cuerpo no me respondía, mis párpados comenzaron a pesar y mis ojos se cerraban poco a poco.

   -Quiero más…- logré murmurar.
   -Otro día- lo escuché susurrar mientras acariciaba mi cabeza- ahora descansa- noté sus labios sobre mi frente, depositando un beso cariñoso, y luego comenzó a cantar, My Love, fue entonces cuando me quedé dormido es sus brazos.

2 comentarios:

  1. Nunca se me había ocurrido lo de parejas entre los de CNBlue .__. creo que los veo muy machos (?) pero me gusto mucho este fic ^^ Casi todas las veces me sorprendes con las parejas xD

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    1. Me alegra que te gustara ^^
      Fue una petición que me hicieron y la verdad, yo me quedé un tanto extrañada... pero parece que ha gustado... me han pedido segunda parte ^^
      Mi trabajo es sorprender y hacer que os gusten las cosas que escribo, si consigo las dos cosas me siento realmente feliz!!
      Muchas gracias
      Nos leemos

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