miércoles, 26 de octubre de 2022

[One Shot] Shinin star {YooRie}

Título: Shining star

Autora: Riz Aino

Parejas: YooRie (Rie + Yoojung) (OnlyOneOf)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, idols, romance, pwp, smut

Número de palabras: 4.553 palabras

Resumen: cuando Taeyeob decidió acercarse a ver a un muchacho hacer busking no se imaginó que aquello fuese a cambiar nada en su vida… pero en ésta entró Rie y lo hizo por la puerta grande.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas.

Notas: historia escrita en conmemoración por el lanzamiento del solo de Rie en el proyecto de undergrOund idOl #4.

Comentario de autora: yo no me esperaba que saliera el teaser a las alturas de la vida a las que salió y no tenía preparado esto así que lloré sangre para poder hacerlo y tenerlo a tiempo. Espero que os guste.



 

            Taeyeob miró la hora en su teléfono móvil y suspiró profundamente. Ni siquiera sabía por qué se esforzaba en tratar de llegar a la hora en la que había quedado con su amigo Junhyung siempre llegaba tarde. Intentar contactar con él para preguntarle cuánto le quedaba era simplemente estúpido porque el chico no miraba sus mensajes y siempre tenía el móvil en silencio, por lo que, no se daría cuenta siquiera de que estaba tratando de saber su paradero y el tiempo que tendría que esperarlo. Había veces en las que el chico se preguntaba si le merecía la pena ser puntual con alguien como Junhyung y se planteaba que la siguiente vez que quedasen le diría que fuera una hora antes de la que él mismo pensara ir.

 

Odiaba muchísimo tener que esperarlo, pero era lo que iba a tener que hacer, así que, simplemente volvió a suspirar y decidió darse una vuelta por el lugar, si para cuando Junhyung llegase no estaba en el sitio en el que habían quedado, estaba seguro de que lo llamaría para ver donde estaba. Por eso, vagabundeó por las calles, sin rumbo fijo, mirando algún escaparate que otro de tiendas que se encontraba en su camino, pero sin entrar para comprar nada, hasta que llego a una pequeña plaza en la que había un pequeño corro de gente en torno a algo. Curioso por naturaleza, Taeyeob decidió acercarse hasta el lugar, escuchando mientras se acercaba cómo la música sonaba, cada vez más fuerte, hasta que se asomó por encima de la multitud, siendo él, más alto que la mayoría de las chicas que se agolpaban en aquel círculo y vio de qué se trataba. En el centro del círculo, había un muchacho bailando una canción que a Taeyeob no le sonaba de nada, pero que las muchachas a su alrededor coreaban, emocionadas… y no era para menos. Aunque Taeyeob no hubiera escuchado la canción antes, era pegadiza, y el chico que estaba bailando lo hacía a las mil maravillas, por lo que no pudo evitar quedarse completamente embobado observándolo.

 

            Ver a muchachos que querían convertirse en idols o a idols de poco renombre bailar por las calles era algo que solía ocurrir a menudo en el centro, pero Taeyeob nunca había estado realmente interesado en ello, por lo que siempre había pasado de largo; sin embargo, aquel día tenía tiempo, no tenía realmente otra cosa que hacer hasta que Junhyung llegase, y el chico que se encontraba allí se movía de una forma increíblemente precisa e hipnótica, por lo que Taeyeob no pudo apartar la mirada de él ni aunque hubiera querido hacerlo. Sabía un poco sobre baile porque de niño había estado en varias academias y aquel muchacho ante él era demasiado bueno, tanto, que incluso se quedó boquiabierto cuando éste hizo un movimiento que requería fuerza y además una técnica bastante avanzada de coordinación, sin perder la sonrisa encantadora que mostraba en su rostro a pesar de que el baile era bastante exigente. Cuando la canción acabó, el círculo de chiquillas que se encontraba a su alrededor y algunos curiosos viandantes como Taeyeob, no pudieron evitar empezar a aplaudir porque aquella actuación que había hecho había sido increíble y en el rostro del muchacho apareció una sonrisa amplia que provocó que sus ojos se convirtiesen en dos medias lunas, dándole un aspecto bastante adorable.

 

            —Gracias por haber venido a esta sesión repentina de busking, aunque os he avisado con muy poco tiempo —dijo el muchacho, una vez bebió un poco de agua y recogió el micro que una persona le tendió—. Muchas gracias también al staff que me ha permitido hacer esta pequeña locura improvisada y a las personas que se han acercado hasta aquí para verme actuar —continuó, haciendo una pequeña reverencia de agradecimiento a las personas que se encontraban ante él—. Espero que os animéis a escuchar mi nueva canción y le deis mucho amor.

 

            Después de decir aquellas palabras, el muchacho se despidió, diciendo su nombre, “Rie” y un coro de “no” se dejó oír procedente de todas las chicas que debían de ser sus fans, provocando que de nuevo una sonrisa adorable apareciese en su rostro para después prometerles a las chicas que volverían a verse pronto. En ese momento, los ojos de aquel idol desconocido para Taeyeob se encontraron con los suyos y parecieron brillar de una forma diferente durante un segundo, de una forma algo intensa; no obstante, solo fue un instante, porque desapareció casi en el mismo momento en el que apareció, así que Taeyeob no estuvo seguro de si fue real o fue producto de su imaginación. No tuvo mucho tiempo para darle vueltas de todas formas, porque su móvil comenzó a sonar y acabó alejándose del gentío para cogerlo.

 

            —Junhyung —dijo al descolgar—. ¿Por dónde vienes?

            —Hyung… no quiero que te enfades conmigo… —comenzó el chico y los labios de Taeyeob se apretaron de forma casi inconsciente, sabiendo qué era lo que venía detrás de esa frase—. Al final no voy a poder llegar, lo siento un montón.

            —Un día de estos te juro que te rajo, entierro tu cuerpo en algún monte y le vendo tus órganos al mejor postor para irme de vacaciones a las Maldivas.

 

            La respuesta de Taeyeob provocó que las personas a su lado se giraran hacia él mirándolo sobresaltadas, pero no le importó en absoluto. Habían quedado hacía unos días y Junhyung no solo llegaba tarde, sino que al final no iba a llegar, así que estaba enfadado porque la tarde que habían planeado al final no iba a poder ser y tenía derecho a planear cómo matar a su amigo y sacar beneficio de la venta. Junhyung se disculpó con él varias veces mientras Taeyeob despotricaba y, al final, acabaron despidiéndose preparando una nueva quedada para verse pronto y para que su amigo se resarciera de todo. Cuando Taeyeob colgó el teléfono y se lo guardó en los pantalones se dio cuenta de que había ido caminando sin dirección concreta mientras hablaba y que había acabado delante de una pastelería/cafetería en la que los dulces que había en el escaparate tenían muy buena pinta, por lo que, para quitarse el disgusto y terminar de aplacar el enfado, decidió entrar y pedir algo.

 

            Era un local más bien pequeñito, había unas cuantas mesas desperdigadas por él y parecía bastante acogedor e íntimo. No había mucha gente y algunas de las mesas estaban incluso medio escondidas de la vista, dando aún más sensación de intimidad, además, el lugar estaba lleno del olor de los dulces expuestos tras el mostrador, donde había una alegre chica que le tomó nota del pedido y lo invitó a sentarse donde gustase. Taeyeob tardón un par de minutos en decidirse por el dulce y el café y después acabó dirigiéndose a una de las mesas que se encontraban más apartadas para esperar que lo llamasen para ir a recoger su pedido.

 

            Ahora que ya no tenía planes con Junhyung, no sabía realmente qué hacer porque aquello que iban a hacer ese día lo habían aplazado para la siguiente salida, así que, tenía que pensar en algo nuevo porque se negaba a volver a casa después de haberse preparado para pasarse toda la tarde fuera. Por ese motivo, comenzó a mirar en su móvil sitios a los que poder ir por la zona para entretenerse, porque sabía que habían abierto un montón de nuevos negocios en los alrededores, pero no muchos de ellos le llamaban la atención y la mayoría de ellos estaban enfocados para ir en pareja, por lo que estaban completamente descartados si no quería pasarse todo el rato aguantándose las arcadas por lo empalagosa que era la gente y llorando por dentro porque llevaba bastante tiempo sin novio y tampoco había tenido demasiado tiempo para salir de fiesta o hablar con alguien que no fuera un psicópata de la app de citas para echar una noche. Tan centrado estaba en aquella tarea, que no se dio cuenta de que alguien se dirigía directamente hacia él hasta que no escuchó cómo la silla frente a él se movía, arrastrada por el suelo, y levantó la cabeza de la pantalla de su móvil, encontrándose al hacerlo con el muchacho que había estado viendo bailar unos momentos antes. Taeyeob parpadeó rápidamente, bastante confuso, pero el muchacho se llevó un dedo a sus labios gruesos y le pidió silencio. Taeyeob siguió completamente confuso, pero cuando vio aparecer a un par de chicas por la puerta del local, escaneando con sus ojos todo el lugar, entendió que el muchacho ante él estaba tratando de pasar por ser alguien normal para que sus fans no lo molestasen durante un rato y había elegido sentarse a su mesa, que estaba lejos de la vista de la puerta, el asiento tras una columna y de espaldas a ésta, para esconderse. Las chicas estuvieron rondando durante unos momentos por la entrada, pero después se acabaron yendo, sin haber encontrado lo que buscaban.

 

            —Si te estabas escondiendo de un grupito de chiquillas, acaban de salir por la puerta e irse —le dijo al muchacho ante él y éste se giró, asomando su cabeza detrás de la columna, antes de volverse hacia él, suspirando profundamente.

            —Gracias —murmuró—. Solo quería dar una vuelta por aquí porque no tengo más compromisos hoy, pero no se me había pasado por la cabeza que estarían todavía por la zona.

            —No ha sido nada —respondió Taeyeob a su agradecimiento—. A veces debe de ser cansado ser idol. Te he visto antes bailar en la calle —aclaró, para no asustarlo por si éste no quería ser reconocido—. No estoy muy puesto en idols, pero eres bueno.

            —Te he visto entre el público —dijo el chico, provocando que Taeyeob frunciera su ceño levemente, confuso—. Destacabas un poco entre las demás personas que había allí.

            —Era más alto que la mayoría, supongo —comentó, entendiendo que, entre todo el corro de chicas que apenas medían metro y medio, hubiera podido destacar.

            —Y mucho más guapo también.

 

            El muchacho le dedicó una pequeña sonrisa tímida después de soltarle aquel cumplido y agachó su cabeza como si estuviera avergonzado de haberlo dicho, pero éste había provocado que las mejillas de Taeyeob y la punta de sus orejas se volviesen de color rojo brillante. Hacía demasiado tiempo que no recibía un cumplido como aquel así en general, pero, sobre todo, hacía demasiado tiempo que no lo recibía de alguien guapo, porque el idol que tenía ante él, era un muchacho bastante guapo. Sus ojos eran grandes y expresivos y sus labios eran gruesos y tenían pinta de ser bastante apetecibles, además, su voz era dulce y suave y, si la canción que había estado bailando era suya, cantaba también increíblemente bien. Cuando lo había visto haciendo el busking antes le había llamado la atención la forma en la que se movía, como si hubiera nacido para ello, ahora que había recibido aquel cumplido por su parte, Taeyeob no había podido evitar que su cuerpo sintiese algo más, una especie de interés, algo de atracción, a pesar de que no sabía nada de él.

 

            —Perdona si te ha incomodado el cumplido —murmuró, levantando de nuevo su cabeza para mirarlo a los ojos—. No he podido evitarlo.

            —No, no —replicó Taeyeob rápidamente, moviendo sus manos incluso—. Me ha gustado recibir un cumplido de alguien tan guapo como tú.

 

            El muchacho ante él abrió sus ojos con sorpresa por su respuesta, pero una sonrisa encantadora apareció en su rostro justo después, volviendo sus ojos dos medias lunas. Aquello entre ambos, ese pequeño intercambio era una forma de tantearse mutuamente, ambos pareciendo tener algo de interés en el otro, viendo si dar el paso o no queriendo asegurarse de que no iban a meter el pie en arenas movedizas. Taeyeob imaginaba que el otro, al ser idol, debía de tener bastante más cuidado del que podía tener él, asegurarse completamente de que lo que podía hacer antes de lanzarse de golpe.

 

            —Mi nombre es Taeyeob —le dijo—. Si quieres, puedes pedir algo y quedarte un rato aquí, para asegurarte de que las chicas que te seguían ya no rondan por aquí.

            —Rie —respondió el muchacho—. Y me encantaría… he visto un pastel de chocolate antes que tenía muy buena pinta.

 

~

 

            En la pastelería/cafetería, hablando un poco de todo y de nada, Taeyeob pasó un buen rato con Rie. El chico le contó algunas cosas sobre su vida cómo idol, cómo realmente no era demasiado conocido y por eso a veces tenía que tratar de llamar la atención de la gente de a pie y hacía algunos eventos como el que había visto Taeyeob aquella tarde. Taeyeob por el contrario le contó un poco sobre su aburrido trabajo de oficina que apenas le daba tiempo libre durante los días de semana y el por qué estaba allí solo cuando se suponía que había quedado. Los dulces que habían pedido también estaban increíblemente buenos y el ambiente del lugar era bastante agradable y no tan masificado como cabría esperar de un sitio en aquella zona de la ciudad, por lo tanto, no tuvieron tampoco ningún incidente más con las fans del chico. No obstante, aunque a ambos parecía que le habría gustado poder estar en el local durante muchas más horas, empezaba a hacerse tarde y tampoco podían ocupar la mesa durante más tiempo, por eso, acabaron levantándose y saliendo del local.

 

            —Ha sido una tarde agradable, gracias a ti, Rie —dijo Taeyeob.

            —Lo mismo digo, Taeyeob —respondió.

 

            El chico abrió la boca para decir algo más, pero la cerró inmediatamente, mordiéndose el labio inferior, indeciso. Taeyeob podía ver en él que quería tratar de decirle algo que le provocaba conflicto y, esperaba no estar imaginando cosas, pero parecía cómo si el muchacho no quisiese despedirse de él tan pronto. Taeyeob tampoco quería separarse de él, realmente quería comprobar si de verdad el idol tenía algún tipo de interés en él o no antes de hacerlo, antes de separarse de él por ese día. Entendía que Rie tuviera que andar con pies de plomo, pero Taeyeob necesitaba lanzarse un poco a la piscina porque el chico le había parecido alguien bastante interesante y había sido muy agradable con él, además de haber flirteado con él en algunos momentos, de forma bastante sutil, algo que había provocado cosas en Taeyeob, que había avivado algunas cosas que llevaba un tiempo sin sentir. Por ese motivo, acabó dando un paso hacia él, acercándose a su cuerpo e inclinándose in poco para poder agacharse a la altura del oído del muchacho y susurrarle.

 

            —Podríamos seguir pasando un rato agradable en mi casa… no vivo muy lejos.

 

            Cuando se alejó de Rie lo hizo cruzando los dedos a su espalda, bastante nervioso por cuál podía ser la respuesta del chico ante él, pero al ver cómo una sonrisa aparecía en su rostro, todo su cuerpo dejó de estar en tensión.

 

            —La verdad es que tengo el móvil bajo mínimos de batería, no me vendría mal poder enchufarlo durante un rato —comentó—. Y me gustaría poder pasar un poco más de tiempo contigo.

 

~

 

            Taeyeob le había dejado el cargador de su móvil al chico y justo después había ido a la cocina de su pequeño apartamento para servirles a ambos un poco de agua. El camino hasta su casa había sido más silencioso de lo que había sido el encuentro mientras merendaban y la tensión entre ambos había comenzado a hacerse un poco más palpable. Tensión, atracción, interés. Taeyeob no sabía cómo llamarlo exactamente, pero tampoco creía que le hiciera falta ponerle un nombre a algo como aquello, solo sentía que quería estar más tiempo con él y podía ver cómo Rie también quería aquello. Mientras llenaba los vasos de agua fría de la nevera, pensó que quizás hablarían un poco más, que quizás tratarían de conocerse algo más, pero en cuanto dejó los vasos de cristal sobre la mesa baja y se sentó en el sofá al lado del idol, éste se lanzó rápidamente sobre él y atrapó sus labios con los suyos, de una forma casi hambrienta. El beso lo tomó por sorpresa porque Taeyeob no se había esperado que éste simplemente se lanzase de aquella forma después de haber estado titubeando durante todo el rato que habían pasado juntos, cada vez que tenía que dar un paso en su dirección; sin embargo, en el momento en el que se repuso de ella, Taeyeob simplemente lo correspondió con la misma hambre que Rie le estaba mostrando.

 

            Sus manos se enredaron en el cuello de Rie, hundiendo sus dedos en el pelo de su nuca mientras el chico se inclinaba sobre él más y más y provocaba que se fuera reclinando hacia atrás, hasta quedar prácticamente tumbado sobre el sofá, con el idol entre sus piernas, sin dejar de besarse una y otra vez. Los labios gruesos de Rie se amoldaban a la perfección a los suyos, mucho más finos, llevando un ritmo acelerado que los dejaba a ambos sin respiración. Su lengua húmeda, caliente, se abría paso entre la boca de Taeyeob y se enredaba con la suya, profundizando el beso y dejándolo todavía más sin aire cuando parecía que aquello no podía ser posible. Fue un beso demasiado intenso, casi mareándolo, y cuando terminó, tan abruptamente como había empezado, con Rie alejándose de su cuerpo como si nunca hubiese estado pegado a él, Taeyeob no supo siquiera qué sentir porque lo único que podía hacer era jadear para recuperar el aire que le había faltado en sus pulmones y mirar al idol, cuyos ojos parecían arder con un fuego demasiado fuerte mientras observaba el caos que había provocado en él y cómo lo había dejado tras el beso.

 

            —Perdona… —murmuró el chico—. Yo no… quería simplemente… lanzarme sobre ti… pero no he podido contenerme… eres demasiado guapo y… has estado siguiéndome el rollo todo este rato y…

 

            Taeyeob quiso decirle al chico que no tenía que disculparle por darle aquel beso, que aunque lo hubiera sorprendido le había gustado y que quería mucho más de él que un simple beso porque había comenzado a sentir cómo la temperatura de su cuerpo subía, pero en lugar de aquello, en lugar de usar las palabras, Taeyeob decidió que no quería perder el tiempo con aquello y simplemente se incorporó lo suficiente como para enredar de nuevo sus manos en la nuca de Rie y tirar de él hacia abajo hasta que sus bocas se encontraron de nuevo en otro intenso beso, esta vez siendo él quien llevó las riendas de este, dejando al idol sin respiración y con sus gruesos labios hinchados, rojos y húmedos. Rie lo miró durante unos momentos, dedicándole una sonrisa encantadora antes de volver a inclinarse sobre él para atrapar de nuevo sus labios, comenzando esta vez a explorar con sus manos su cuerpo, primero por encima de la ropa, tocando sus costados, buscando después el filo de su camiseta y metiendo las manos bajo esta, rozando su piel, provocando que Taeyeob jadeara por el contacto de aquellas manos que eran como fuego allí donde rozaban.

 

            Sus cuerpos no tardaron en calentarse, por los besos, por los roces y ambos comenzaron a necesitar más contacto. Taeyeob rodeó la cintura de Rie fuertemente con sus piernas, haciendo que el chico acabase tumbado por completo sobre su cuerpo, sus entrepiernas rozándose y ambos jadeando, casi gimiendo, dentro del beso. Aquello estaba escalando de una forma bastante rápida, pero a Taeyeob no le importaba tampoco demasiado, llevaba demasiado tiempo sin que alguien lo tocase y su cuerpo respondía solo a las caricias de las manos de Rie y a sus besos intensos que lo dejaban sin respiración. Lo único que Taeyeob quería era más, más y más… no se iba a conformar solo con eso.

 

            —Cama… vamos… a la… cama… —le pidió a Rie, entre besos, entre jadeos.

 

            Rie se separó de él y lo observó con sus grandes ojos oscuros que brillaban llenos de deseo durante unos momentos antes de asentir. No obstante, separar sus cuerpos por completo para poder dirigirse al dormitorio parecía ser algo que ninguno podía hacer, por lo que tardaron un buen rato en dejar de tocarse y levantarse del sofá y, sin prácticamente separarse del todo del cuerpo del otro, dándose besos, metiéndose las manos por debajo de la ropa para ir quitándosela a medida que avanzaban por el pequeño apartamento de Taeyeob, las camisetas enredándose en sus cabezas por la precipitación de ir desnudándose de camino y haciéndolos reír, antes de acabar tiradas por el suelo. Taeyeob agarró a Rie con fuerza por el trasero, hundiendo sus dedos largos en sus redondas nalgas, metiéndolas por debajo de la cinturilla de sus pantalones y Rie no tardo en meter sus manos entre medias de sus cuerpos para desabrocharles a ambos los pantalones y bajárselos, dejándolos solo en calzoncillos. Notar cómo el idol también tenía una incipiente erección contra la suya hizo que Taeyeob acabase sonriendo contra la boca de este antes de termina finalmente su recorrido, subiéndose a la cama.

 

            —¿Te importa que sea yo? —preguntó Rie, hundiendo el colchón bajo su peso al subirse junto a él, gateando hasta colocarse entre sus piernas, rozando la cara interna de sus muslos hasta llegar a su entrepierna y tantear con su dedo índice su ano—. Mañana por la mañana tengo una grabación y tengo que bailar.

            —No me importa… no me importa nada…

 

            Y sabiendo que el chico no iba a saber dónde se encontraban los condones ni el lubricante y que como siguieran adelante iba a ser mucho más complicado detenerse, Taeyeob se estiró un poco sobre la cama para alcanzar el cajón de su mesita donde guardaba todo aquello para sacar un par de condones y un bote nuevo de lubricante, tendiéndoselos inmediatamente al chico y recolocándose sobre la cama. Rie no tardó en quitarle los calzoncillos y sacárselos por las piernas, rozando con sus dedos su piel deliberadamente. Una vez la prenda estuvo retirada, le abrió las piernas y se introdujo entre ellas, echándole lubricante y comenzando a tantear su entrada sin perder el tiempo. El contraste de su cuerpo caliente con el líquido viscoso y frío causó que el cuerpo de Taeyeob se tensara de una forma irremediable, pero la voz de Rie, suave y aterciopelada pidiéndole que se relajase en apenas un susurro hizo que destensase su cuerpo y se dejase llevar por las sensaciones que le provocaban los dedos del idol en su trasero.

 

            Taeyeob solía participar de ambos roles, había días en los que le gustaba más estar en la parte activa y otros días en los que lo único que necesitaba era dejarse hacer… y aquel día, junto a Rie, era uno de aquellos días. El muchacho ante él era tan diferente en la cama a lo que le había mostrado en el rato que habían pasado juntos, su personalidad suave y su cautela mostrando lo que quería habían desaparecido por completo en el momento en el que se había lanzado sobre él para besarlo y eso había encendido demasiadas cosas en Taeyeob, cosas que seguía encendiendo mientras lo preparaba con cuidado, pero a la vez con una rapidez y maestría que daban la práctica, sabiendo exactamente dónde debía tocar y cuando para dejarlo sin respiración, para causar que su miembro se fuera endureciendo aun sin haber sido tocado en ningún momento, jugando con el placer que recorría todo su sistema nervioso, desde su cabeza hasta la punta de los dedos de sus pies.

 

            Taeyeob se sintió al borde de alcanzar el orgasmo un par de veces solo con los dedos de Rie en su trasero, pero cuando hundía los talones en el colchón y alzaba sus caderas, esperando por el ansiado clímax, el otro paraba, lo observaba fijamente, con deseo mal disimulado y esperaba a que se le pasase la sensación para volver a dejarlo al borde del abismo otra vez, como si quisiera que le suplicase. No obstante, no tuvo que hacerlo al final porque el idol pareció no poder aguantarse mucho más y acabó sacando sus dedos del trasero de Taeyeob después de haberlo preparado a conciencia y abrió el envoltorio del condón con sus dientes porque sus manos estaban resbalosas por el lubricante antes de ponérselo y echarse aún más lubricante por encima. Inclinándose sobre Taeyeob para alcanzar sus labios y besarlo con hambre, llevando sus piernas hasta sus hombros para comenzar a introducirse lentamente en él, sin forzarlo, solo dejando que poco a poco su miembro se fuera deslizando dentro de él. Cuando finalmente estuvo completamente dentro, ambos jadearon y el beso se detuvo, demasiado perdidos en su propio placer como para atender a nada más. Los dos se quedaron completamente estáticos durante unos momentos, hasta que la corriente eléctrica que había recorrido sus cuerpos se acabó dispersando y, entonces, la locura comenzó.

 

            A pesar de que Rie había sido cuidadoso con él durante todo el tiempo que lo había estado preparando, en el momento en el que fue su miembro el que comenzó a penetrarlo, todo aquel cuidado desapareció y sus caderas comenzaron a moverse a un ritmo rápido, una y otra vez, dentro y fuera de él, buscando el máximo placer para ambos. Taeyeob no tardó en alcanzar el orgasmo, su cuerpo que había sido dejado tantas veces al borde del abismo alcanzando el ansiado clímax, derramando su semen sobre su estómago y su pecho, respirando de forma entrecortada y sintiendo cómo su placer no acababa porque en su cuerpo todavía sensible, Rie seguía penetrándolo una y otra vez, buscando su propio orgasmo. Taeyeob acabó agarrándose demasiado fuerte a su espalda, hundiendo sus dedos y sus uñas en ella, sin parar de retorcerse por el placer hasta que finalmente el idol acabó corriéndose y su cuerpo se quedó completamente estático, dentro de él, jadeando para recuperar la respiración y sin despegar los ojos de Taeyeob, con una sonrisa de satisfacción absoluta en su rostro.

 

            Cuando Taeyeob había salido aquella tarde y se había acercado al grupo de personas que veían a un chico hacer busking para hacer tiempo, jamás se había imaginado que pasaría todo lo que había pasado y que acabaría acostándose con aquel muchacho, aquel idol con el que esperaba poder tener algún tipo de encuentro más, porque no creía que estuviera satisfecho con solo tenerlo para él aquel día.

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