sábado, 10 de febrero de 2024

[One Shot] IMPURITIES {Purinz}

Título: IMPURITIES

Autora: Riz Aino

Pareja: Purinz (Kim Chaewon + Huh Yunjin) [LE SSERAFIM]

Clasificación: NC17

Géneros: AU, romance, smut, pwp

Número de palabras: 3.968 palabras

Resumen: 

Impureza:

f. adj. lat.

Condición de lo que no es puro. Falta de pureza o castidad.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas.

Notas: historia sacada del baúl de los recuerdos porque literalmente llevaba años cogiendo polvo y me decidí a escribirla cambiando al grupo inicial (Red Velvet) por LE SSERAFIM.

Comentario de autora: las fotos de señoras sobre camas maquillando a otras señoras llevan años persiguiéndome y tenía que escribir esto de una puñetera vez. Espero que os guste.

 


 

Yunjin se miró en el espejo del baño una última vez antes de decidirse a salir. Todavía no se terminaba de reconocer cuando miraba su reflejo, su pelo rubio y con algunas mechas de varios colores no era lo que la chica estaba acostumbrada a ver cuando se miraba al espejo, tampoco terminaba de acostumbrarse a las uñas de gel que tenía en sus dedos y que cada vez que cogía algo, se le terminaba cayendo. Sakura le había dicho que, al final, se acabaría acostumbrando a coger las cosas de una determinada manera y Kazuha le había comentado que, aunque el color de pelo la hiciera parecer una extraña los primeros días, en apenas una semana estaría encantada con el cambio... pero habían pasado un par de días desde que había dejado que sus amigas la arrastrasen a la peluquería para hacerse aquel cambio de look y Yunjin todavía no se sentía realmente cómoda con ello. Antes de hacer esa locura de decolorarse el pelo y aguantar el picor y dolor en la cabeza durante horas hasta que su pelo negro había pasado a un rubio pollo casi radiactivo, la chica estaba acostumbrada a pasar desapercibida, a que nadie le prestase la más mínima atención, mimetizándose con el resto de los universitarios que caminaban como zombies y apenas habían tenido tiempo para peinarse por la mañana, pero desde que estaba rubia, desentonaba demasiado entre la multitud porque era más alta que la media de chicas y ahora destacaba más ese color.

 

Desde ese momento, no habían parado de acercársele hombres a pedirle citas, hombres a los que Chaewon siempre espantaba con miradas de odio y con comentarios sarcásticos que herían su orgullo y los ridiculizaba, pero eso no hacía que dejasen de intentarlo nuevos pretendientes cada día y, Yunjin, que nunca había querido llamar la atención, eso la estresaba mucho, así que su nueva situación la tenía en tensión cada vez que iba a la facultad. No obstante, tenía que romper una lanza en favor de sus amigas, que eran las que le habían propuesto el cambio de look, porque en el fondo, aunque no terminase de reconocerse y aunque tuviera inconvenientes, se veía mucho más guapa y su confianza en ella misma estaba creciendo, de hecho, había crecido tanto que esa noche, por primera vez en mucho tiempo, iba a salir a beber y de discotecas con ellas. Después de mirarse por una última vez en el espejo y arreglarse el jersey, que llevaba toda la espalda al aire, y la falda corta, pasando apenas por debajo de su trasero, Yunjin salió finalmente a su habitación, donde Chaewon la estaba esperando, sentada sobre su cama y concentrada en teclear algo en la pantalla de su móvil hasta que escuchó el ruido de la puerta y alzó su cabeza, para mirarla de arriba abajo, una sonrisa pícara apareciendo en su rostro al hacerlo.

 

Eres un pivonazo, ¿lo sabías? le dijo, soltando el móvil y además levantándose de la cama. Date la vuelta que te vea por detrás Yunjin hizo lo que le pidió y se giró para que pudiera ver la parte de atrás. Buah, sabía que te iba a quedar de lujo este jersey con la falda de cuero le dio un leve tortazo en el culo que hizo que Yunjin diese un pequeño respingo. Ven a la cama que te maquille y terminamos de dejarte preciosa.

 

Yunjin asintió y siguió a la chica hasta su cama, donde se sentó en el filo, observando cómo Chaewon abría el bolso que había llevado a su casa para pasar la noche y sacaba de él un par de neceseres gigantes llenos de un montón de maquillaje. Yunjin nunca se había maquillado demasiado, no sabía hacerlo bien, de hecho, pero la chica que tenía delante era una experta maquilladora, aprendiendo a base de tutoriales en internet había acabado convirtiéndose en la mejor y cada vez que iba a algún sitio, siempre llevaba un maquillaje acorde al look que llevaba, que le quedaba de lujo y resaltaba la ropa que llevaba. Dentro de aquel cuerpo pequeñito había mucho empeño y talento y Yunjin la admiraba mucho, así que, sabía que iba a dejarla increíble usando los colores que más le favorecieran a su piel y a la ropa que llevaba. Chaewon estuvo un par de minutos rebuscando en sus neceseres y sacando de ellos diversos tipos de maquillaje que dejaba sobre la cama al lado de donde se encontraba sentada Yunjin, hasta que finalmente pareció contenta con la selección que había hecho.

 

Túmbate sobre la cama, cerca de la luz de la lamparita, para que te vea mejor y no haya sombras le pidió.

¿Cómo me vas a pintar si estoy tumbada? cuestionó Yunjin, algo confusa.

Vamos a estar las dos más cómodas contigo tumbada le contestó.

 

Yunjin seguía confusa, sin imaginarse cómo iban a poder estar las dos más cómodas de esa forma, pero ella era la que sabía de las dos, así que le hizo caso y, con cuidado de no arrugarse la ropa y de no despeinarse mucho, Yunjin se acabó tumbando sobre la cama, de espaldas, con la cabeza sobre su almohada y cerca de la mesita de noche para que la luz de la lámpara que tenía sobre esta cayera sobre su cara. Como la luz de la bombilla le molestaba y, de todas formas para que su amiga la maquillase iba a tener que cerrar los ojos en unos pocos momentos, Yunjin los cerró directamente. Por ese motivo, se perdió cómo su amiga se subía con ella en la cama, llevaba todo lo que había sacado hasta otra zona de la cama donde le venía mejor para coger cada cosa que necesitase y no vio el momento en el que ésta pasaba por encima de su cuerpo una de sus piernas hasta que no sintió un peso sobre su cintura. Yunjin abrió en ese momento sus ojos y observó con gran sorpresa a Chaewon sobre ella, con aquel vestido con el escote triangular y un lazo bajo su cuello llevando los tirantes hasta el final de su espalda, que también llevaba descubierta, negro y tan corto y estrecho que se le había subido a la cintura al ponerse encima y ahora se le veían las bragas por completo. Yunjin tuvo que obligarse a respirar porque se había quedado sin aire ante lo que tenía ante ella y parpadear varias veces para poder creérselo.

 

¿Por qué... por qué estás sobre mí? preguntó, su voz temblando.

Para poder verte de frente y maquillarte bien respondió Chaewon, como si aquello no tuviera ninguna importancia, cogiendo una de las paletas que había dejado sobre la cama. Cierra los ojos, voy a matizarte las ojeras para que no se te noten.

 

Yunjin abrió la boca para protestar, pero una mirada de mala hostia de Chaewon fue suficiente para que la cerrase y le hiciese caso. Cerró sus ojos y trató de dejar su mente en blanco, sin pensar en que de repente tenía a su mejor amiga sobre ella... su mejor amiga de la que llevaba enamorada desde el primer momento en la que la había conocido. Siempre se había dado por satisfecha con que Chaewon fuese su amiga, estaba contenta de esa forma, pudiendo estar a su lado y que ésta la considerase también una persona importante en su vida, entre todas la gente que conocía, que no era poca. No obstante, jamás había pensado que tendría que lidiar con una situación como aquella, una situación en la que Chaewon hiciera algo tan erótico con ella como subirse encima de su cintura, con sus rodillas a cada lado de su cuerpo e inclinada sobre ella, a pocos centímetros de su cara para maquillarla. Era una situación de riesgo y Yunjin se tuvo que recordar respirar en más de una y de dos ocasiones porque cada vez que notaba la respiración de Chaewon contra su rostro se quedaba completamente sin aire, estática, con su corazón latiendo a mil por hora dentro de su pecho y su cuerpo calentándose de una forma irremediable. Así, teniendo en cuenta todo aquello, el tiempo se le hizo terriblemente largo a Yunjin mientras la chica matizaba sus ojeras primero y después le aplicaba la base en su rostro, extendiéndola con una esponja y con sus dedos, rozando suavemente su piel. De la misma forma que se le hizo terriblemente eterno cuando Chaewon comenzó a maquillarle los ojos, rozando sus párpados con el pincel y con la yema de sus dedos, extendiendo las sombras de la manera en la que quería o cuando le hizo la raya, su pulso completamente firme mientras dibujaba una fina línea y la extendía un poco más allá del contorno de sus ojos.

 

Creo que ha quedado bien murmuró Chaewon. Abre los ojos y así veo si tengo que hacer la línea más ancha o con este grosor va perfecta.

 

Yunjin abrió los ojos lentamente, notando cómo sus párpados pesaban algo más de lo que los recordaba y viendo a Chaewon a escasos centímetros de ella. Su corazón se aceleró de nuevo, muchísimo y Yunjin tuvo que hacer un esfuerzo mental muy grande para que su cerebro dejara de gritarle que levantase un poco su rostro y atrapase sus labios con los suyos mientras la chica observaba cada rincón de su rostro y fijaba sus ojos en los suyos de una forma demasiado intensa para comprobar si el maquillaje que le había hecho estaba bien o tenía que retocarlo.

 

Perfecto dijo tras unos momentos, una sonrisa apareciendo en sus labios. Te pongo el rímel y solo me quedaría buscar el color de pintalabios adecuado.

Vale...

 

Chaewon cerró el boli con el que le había dibujado la raya en el ojo y después cogió del montón en el que había dejado su maquillaje un rímel y lo destapó, pidiéndole que cerrara levemente sus ojos, pero no del todo, para poder aplicarle el producto con comodidad. Yunjin lo hizo y tuvo que volver a hacer gala de toda su fuerza de voluntad para no besarla allí mismo cuando la chica se inclinó todavía más sobre ella al comenzar a alargar sus pestañas con el rímel. Cuando Chaewon volvió a alejarse un poco para soltar el rímel y coger varios de los pintalabios, Yunjin pudo volver a respirar de nuevo con un poco de normalidad, aunque su corazón seguía yendo a mil por hora. Menos mal que ya solo le quedaba el pintalabios, porque no estaba segura de que fuese a aguantar mucho más aquella situación.

 

Estoy entre el rosa pastel y el fucsia, no sé cuál quedaría mejor comentó la chica. Pero antes de eso quiero probar otra cosa.

 

Yunjin quiso preguntarle qué era lo que quería probar, por darle un poco de conversación y así alejar su mente de cualquier otro pensamiento porque durante todo el proceso anterior había estado completamente callada, concentrada en intentar no morirse... sin embargo, solo le dio tiempo a abrir la boca para hacer la pregunta, porque antes de que se diese cuenta de lo que estaba pasando, los labios de Chaewon ya se habían estrellado con los suyos moviéndose contra éstos, besándola con ganas. Yunjin abrió los ojos como platos, sin saber qué más hacer que quedarse completamente estática de la impresión y el shock hasta que esta se separó de ella unos momentos más tarde, con una sonrisa pícara en sus labios, labios que Yunjin acababa de probar y sabían a fresa.

 

Por favor, Huh Yunjin, no te hagas ahora la sorprendida dijo, con una leve carcajada. Llevo todo el rato escuchando cómo tu corazón se te va a salir por la garganta desde que estoy sobre ti.

Yo... murmuró la chica, intentando responder a aquello, pero sin saber qué decir realmente porque era totalmente cierto lo que le había dicho.

Llevaba un tiempo esperando a que te declarases, ¿sabes? sus labios formaron un leve puchero. Pero no lo hacías, así que ideé con Kkura y Kazuha un cambio de look para darte más confianza en ti misma... me ha servido para poco porque sigues sin declararte y ahora me toca espantarte a los tíos que revolotean a tu alrededor.

¿Qué-?

 

Yunjin no pudo decir nada más de nuevo porque la boca de Chaewon volvió a callarla, no obstante, en esa ocasión, apenas unos segundos más tarde, Yunjin respondía al beso con el mismo hambre que la otra chica, no queriéndola dejar escapar por si todo aquello era un sueño o parte de su imaginación, no ahora que por fin podía besarla como había querido desde la primera vez que se habían encontrado y las miles de veces después de que se hicieran amigas. Yunjin solo dejó de besar los labios de Chaewon cuando se quedó sin aire y la chica se alejó de ella un poco, volviendo a sentarse sobre ella de forma recta, con una sonrisa en sus labios adornando su rostro de rasgos que nunca perderían los atributos de su niñez, una sonrisa tan preciosa que en otras épocas habría hecho caer imperios.

 

Ahora sí que estás dejando salir tus sentimientos le dijo. Y por si no te quedaba claro con los dos morreos que te acabo de dar: me gustas, me gustas mucho, Huh Yunjin.

 

Ni en sus sueños y fantasías mentales más salvajes, Yunjin habría pensado jamás que Chaewon la correspondiese, ella tenía bastante con ser su amiga y tenerla a su lado de esa forma, si le hubieran dicho que algo como aquello le estaría pasando en algún futuro cercano, jamás se lo habría creído porque era completamente imposible... pero estaba pasando, era real, muy real, tenía a Kim Chaewon sentada sobre ella, bastante desnuda, y diciéndole que le gustaba. Yunjin no podía pedirle más a la vida, con aquello se conformaba porque era lo mejor que le había pasado nunca y estaba muy segura de que acababa de gastar toda la suerte de su vida en esa noche.

 

Yo... carraspeó, sintiendo su garganta demasiado seca como para responderle a Chaewon lo que debía de haberle dicho muchísimo antes sin que la voz le fallase. También hace mucho tiempo que me gustas y ahora mismo creo que estoy viviendo un sueño.

¡Genial! respondió Chaewon, dando una palmada. Ahora que ya lo hemos hablado y que ambas estamos de acuerdo en que nos gustamos, voy a hacer algo que llevo mucho tiempo queriendo hacer: comerte el coño.

¿¡Chaewon!? gritó Yunjin, escandalizada.

¿Qué? replicó ella, su inocente rostro se había pintado con una expresión de lascivia absoluta. Te gusto, me gustas, me pones bastante, de hecho, quería que lo supieras añadió, y además llevo aguantándome las ganas de hacerlo desde que te he visto salir del baño así de puto preciosa, ¿qué más es necesario?

Sabía que eras una puta pervertida, pero no sabía que llegabas a estos niveles soltó Yunjin, sin siquiera pensar en sus palabras, pero en el momento en el que salieron de su boca, durante un segundo, se arrepintió de ello... pero solo fue durante un segundo, porque cuando una sonrisa pícara apareció en el rostro de Chaewon, supo que el comentario no la había molestado ni lo más mínimo.

Seré una puta pervertida respondió, pero soy tu puta pervertida a partir de ahora y te voy a llevar al paraíso con mi lengua antes de salir por esa puerta aunque me tenga que retocar el maquillaje entero.

 

Yunjin abrió la boca para protestar y al final la acabó cerrando sin ser capaz de decir absolutamente nada porque la firmeza y el deseo con el que Chaewon había hablado, la habían dejado sin palabras. No era como si a lo largo de todo aquel tiempo que había tenido aquel crush no hubiera habido ninguna ocasión en la que hubiese imaginado algo de carácter sexual, claro que lo había imaginado, así que, que Chaewon quisiera hacer algo con ella de ese calibre la excitaba y la ponía feliz a partes iguales, aunque quizás todo había escalado demasiado rápido... pero aún así, no era nadie para decir que no quería porque obviamente sí que quería, era algo que había querido mucho tiempo y que jamás había pensado que obtendría, así que, ahora que lo podía tener, no iba a ser gilipollas. Si Sakura y Kazuha tenían que esperar un poco más hasta que llegasen por aquello, que esperasen, Yunjin no iba a dejar pasar esa oportunidad... y Chaewon obviamente tampoco parecía que quisiera desaprovecharla, porque viendo que Yunjin no protestaba ni decía que no, simplemente se bajó de su cuerpo y le subió la falda de cuerpo de un tirón para dejársela encajada y un poco arrugada en la cintura, exponiendo por completo sus bragas. La chica aprovechó que ahora tenía facilidad de movimiento ahora que la estrecha falda no estaba en medio para poder abrir las piernas Yunjin, encajándose entre ellas sin problema y lamiéndose los labios al observar su entrepierna.

 

Estás mojada para mí... susurró, su voz rebosante de deseo por ella. Quiero que me enseñes todas tus impurezas.

No podías pretender subirte sobre mí medio desnuda y que yo no sintiera nada replicó Yunjin sin poder callarse aquello.

Me gusta que ahora tus palabras también sean sinceras con lo que te provoco y no solo lo sea tu cuerpo contestó Chaewon, aquella sonrisa pícara que no abandonaba su rostro. Itadakimasu.

 

Yunjin no tuvo tiempo de reírse ante la tontería que Chaewon acababa de hacer, porque ésta simplemente le bajó las bragas por las piernas del tirón, sacándolas de sus piernas hasta dejarla expuesta por completo y se inclinó sobre ella de forma inmediata para comenzar a besarla, muy cerca de la ingle, enviando de esa forma escalofríos por todo el cuerpo de Yunjin, sonriendo contra su piel cada vez que notaba cómo ésta se le erizaba o cómo la chica temblaba por ello, pero sus besos sobre su ingle no le provocaron ni la mitad de lo que le provocó el primer lametón que le dio a su entrepierna, moviendo su lengua de abajo arriba, introduciendo levemente su punta dentro de su vagina y luego subiendo hasta llegar a su clítoris, haciendo que Yunjin viera estrellas bajo sus párpados cerrados y que no pudiera evitar que un sonido vergonzoso saliese de su garganta, un gemido alto que seguro que habían escuchado sus vecinos porque las paredes de aquel piso eran casi de papel. Chaewon sonrió contra su cuerpo y después continuó con su tarea, lamiendo sin descanso la entrada de su vagina y rozando con su pequeña nariz su clítoris mientras Yunjin se retorcía de placer sobre la cama. Que la chica le estuviera haciendo eso era mucho más excitante de lo que había pensado que sería y muchísimo mejor que cuando ella misma se tocaba, sobre todo porque la lengua de Chaewon era pequeñita, pero se movía rápido y la hacía ver las estrellas en cada instante.

 

Dios mío... me encantas... dijo la chica, separándose de ella lo justo para poder hablar y para mirarla a los ojos mientras le hablaba, con toda su boca y barbilla empapadas. Eres más sensible de lo que me esperaba.

Chaewon dijo su nombre, haciéndolo sonar como una protesta, sintiendo muchísima vergüenza por sus palabras.

Si eres multiorgásmica me lo voy a pasar pipa contigo fue lo que la chica dijo en respuesta, obviando por completo la protesta de Yunjin y volviendo a inclinarse sobre ella.

 

Otro gemido salió de la boca de Yunjin cuando además de la lengua de la chica, lo que notó dentro de ella fue uno de sus dedos, llegando lo más profundo que podía y moviéndose en su interior, rozando sus paredes. Ni siquiera un minuto después, eran dos dedos los que se movían dentro de su vagina y la lengua de Chaewon se dedicaba a lamer una y otra vez su clítoris mientras no paraba de introducir y sacar sus dedos, de una forma rápida, provocando que Yunjin no parase de gemir, llevándose su mano hasta su boca para ahogar sus sonidos y que éstos no fuesen tan fuertes, hundiendo sus talones en la cama y comenzando a mover sus caderas, buscando más, mucho más, de una forma completamente irracional y queriendo más y más placer. Yunjin lo encontró tan solo unos momentos después, llegando al orgasmo mientras Chaewon tenía todavía sus dedos dentro de ella, quien no los sacó a pesar de que los músculos de su vagina lo intentaron, prolongando mucho más su orgasmo hasta que Yunjin cayó agotada sobre la cama.

 

¿Y si les decimos a las chicas que pasamos de salir con ellas hoy? cuestionó Chaewon, alejándose de su cuerpo, lamiéndose los labios y mirándola con un deseo demasiado intenso, mientras Yunjin todavía seguía recuperando el control de su cuerpo y su respiración. Quiero quedarme contigo toda la noche.

 

Yunjin no pudo evitar la risa que se escapó de sus labios, todavía sin ser capaz de controlar su cuerpo. Entendía la fascinación de Chaewon, ella mimas también querría pasarse toda la bendita noche explorando todo su cuerpo y haciéndole sentir lo mismo o más que lo que ésta le había hecho sentir a ella, pero también sabía a la perfección lo rencorosa que podía ser Sakura y lo mucho que Kazuha las iba a odiar por dejarlas tiradas esa noche, así que, su razón aunque nublada todavía por el placer fue la que habló cuando Yunjin pudo volver a encontrar su voz.

 

Tenemos mucho tiempo por delante para poder hacerlo una y otra vez le dijo, abriendo sus ojos y mirando fijamente a Chaewon. Muchos más días y muchas más noches para hacerlo sin que nuestras amigas nos odien.

En el fondo tienes razón replicó Chaewon con una sonrisa. Voy a retocarme el maquillaje al baño y tú ponte otras bragas le dijo. Hoy nos vamos a divertir fuera, pero mañana te aseguro que no te voy a dejar salir de la cama advirtió.

Me parece correcto fue lo único que dijo Yunjin en respuesta.

 

Chaewon dio un gritito de felicidad y luego casi saltó sobre ella para darle un corto beso en los labios, para después salir de la cama y volver a rebuscar entre su maquillaje todo lo que necesitaba para retocarlo antes de salir de casa. Yunjin la observó durante todo el proceso y cuando la chica finalmente desapareció tras la puerta del baño, lo único que pudo hacer fue quedarse tumbada sobre la cama, mirando al techo, sin siquiera hacer por buscar unas bragas limpias y bajarse la falda que todavía seguía arrugada en su cintura, no pudiéndose creer lo que le había pasado en la última hora escasa de su vida. Quizás nunca se terminaría de creer la locura que había pasado esa noche, pero se sentía terriblemente feliz y no lo cambiaría por nada ni en un millón de años.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Tanto el título, como una frase del fanfic hacen referencia a las impurezas, el sentido que le he dado es el que define a las impurezas como algo que es corrupto, perverso, indecente, tal y como he tratado de exponer al inicio en el resumen de la historia y no en el sentido de las imperfecciones.

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