Postre
TaeYeon había estado jugando con
fresas y nata durante ese día para su parte de la sesión de fotos para el
photobook que la empresa quería sacar. Para este propósito, habíamos hecho un
viaje a Las Vegas y, aunque la mayor parte del tiempo nos encontrábamos
trabajando, teníamos también nuestros ratos libres en los que podíamos hacer lo
que nos viniera en gana y nos lo pasábamos bien.
Pero de todas las noches que
teníamos libres, aquella sería la más divertida. Al menos para TaeYeon y para
mí.
Llegué a la habitación que compartía
con mi chica tras haber convencido al chico encargado de la cocina, con miradas
calientes y exponiendo un poco de piel, para que me diera gratis un bote de
nata y un cuenco con fresas. Ella estaba tumbada en la cama, ajena a todo, con
los auriculares puestos y cantando quedamente con los ojos cerrados.
Sonreí y pensé que lo mejor sería
acercarme a ella de forma sigilosa, así que eso hice, hasta que acorté la
distancia que nos separaba y luego me senté de golpe sobre la cama,
sobresaltándola.
—Fanny —dijo ella un poco molesta—.
¿Qué haces? —sonreí traviesa y le enseñé el bote de nata y las fresas—. ¿Para
qué es eso?
—Desnúdate, Tae —demandé—, porque
esta noche serás mi postre.