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jueves, 1 de febrero de 2018

[Drabble] Ask Drabbles 5: Blind Date: Red Wine {JongKey}



Título: Blind Date: Red Wine
Autora: Riz Aino
Pareja: JongKey (JongHyun + Key) (SHINee)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 773 palabras
Resumen: Kim JongHyun está harto de ir a citas a ciegas… aunque quizás eso acaba de cambiar, tras entrar el restaurante y ver en la mesa reservada a Kim KiBum.
Notas: historia escrita para mi querida Choa, que ganó un jueguecillo por twitter (a través de Elena).
Comentario de autora: llevo como siglos sin escribir de SHINee… pero siglos, así que creo que ha salido algo más random de lo que pretendía. Espero que te guste.

Blind Date: Red Wine

JongHyun salió del coche después de haberlo aparcado en un lugar cercano al restaurante al que se debía de dirigir a continuación y no pudo evitar que un suspiro pesado escapara de sus labios. No tenía ninguna motivación para ir hasta aquel lugar, no quería hacerlo, de hecho, pero como heredero de la empresa familiar y de todo el conglomerado de subsidiarias de ésta, debía hacerlo. Era su deber y por ese motivo llevaba ya dos años haciendo aquel paripé, para que al menos todos los que lo rodeaban vieran que estaba tratando de encontrar una esposa y formar una familia para convertirse en el presidente respetable que todos querían que fuera una vez su padre le dejara el cargo. Por eso mismo, casi cada mes tenía que asistir al menos a una cita a ciegas con la hija de algún otro gran empresario… y estaba cansado.

jueves, 23 de julio de 2015

Burned Dream

Burned Dream

            Cuando MinHo entró en el baño que los cinco chicos que pertenecían a SHINee compartían con su mánager en su apartamento a las afueras de Seúl, estuvo a punto de gritar por la escena que se extendía ante sus ojos: KiBum y JongHyun estaban desnudos, frotando sus miembros erectos el uno contra el otro, con los ojos cerrados y expresiones de inmenso placer en sus rostros. MinHo jamás había visto nada como aquello y le impactó, le impactó tanto que algo comenzó a despertar en sus pantalones sin que se diera cuenta. Solo fue consciente de que estaba más duro que una piedra cuando su erección comenzó a dolerle.

            Sin saber qué era lo que estaba haciendo, el chico llevó la mano a sus pantalones y la metió dentro de sus bóxeres para tocar aquella parte de su cuerpo que clamaba por atenciones sin apartar sus ojos ni un solo segundo de la escena que se estaba desarrollando en frente de sus narices. KiBum y JongHyun comenzaron a gemir débilmente a la vez que buscaron los labios del otro para ahogar sus ruidos y MinHo no pudo evitar querer sumarse a aquello y compartirlo, sin embargo, sentía que siendo un mero espectador y no partícipe también lo iba a pasar de lujo. Y no se equivocaba.

            Viendo cómo JongHyun le daba besos en el cuello a KiBum mientras buscaba con sus dedos la entrada del menor, MinHo se encendió más de lo que creía que fuera posible y, aunque su mano ya había comenzado con un lento vaivén alrededor de su erección, sentía que no era suficiente para apagar el fuego que se encontraba en su interior y que no hacía más que crecer a medida que sus dos compañeros de grupo iban más y más allá. En el momento en el que KiBum fue penetrado, MinHo sintió cómo si su miembro hubiera sido el que se encontraba en su interior y no pudo evitar cerrar los ojos ante la sensación de calor y estrechez que lo envolvió, tampoco pudo evitar dejar escapar un gemido grave de placer contenido cuando empezó a moverse rápido. MinHo abrió los ojos y descubrió que ahora él ocupaba la posición que antes tenía JongHyun y que KiBum estaba a su completa merced mientras que el mayor era el que disfrutaba del espectáculo con una cámara en su mano izquierda y la derecha sujetando su miembro.

           MinHo sentía que no podía más y, en apenas unos movimientos, se corrió en el interior de KiBum.

            Cuando MinHo abrió los ojos se encontró en su solitaria habitación, jadeando débilmente y sintiendo sus calzoncillos empapados por su semen. El chico suspiró hondo antes de sentarse sobre la cama y se pasó la mano que no tenía manchada por la cara para retirarse el flequillo que se le había pegado a la frente. Había sido un maldito sueño, pero un sueño que lo había encendido hasta límites que jamás habría sospechado.


jueves, 20 de noviembre de 2014

Russian Roulette

Russian Roulette

            Sentados alrededor de una mesa, mirándose fijamente a los ojos, se encontraban KiBum y MinHo. Ante ellos, sobre la tabla había una gran cantidad de dinero que se habían encargado de robar horas antes, sin embargo, solo uno de ellos se lo podía lleva consigo a casa, ese había sido el trato. Ante ellos y sobre los billetes que aún olían a nuevo se encontraba un revólver Nagant M1895, una reliquia rescatada de la casa de un multimillonario ruso al que le gustaba coleccionar todo tipo de armas.

            —¿Quién empieza? —le preguntó su compañero.
            —Los mayores primero —respondió.

            KiBum asintió y tomó el arma de la mesa, abriéndola para sacarle seis de sus siete balas. Después, hizo girar el tambor, cerrándolo rápidamente para que ninguno de los dos pudiera ver el lugar en el que finalmente había quedado la bala y se colocó el revólver contra su sien derecha. El chico lo miró, tragando saliva y cerró los ojos antes de apretar el gatillo. El segundo que le siguió al disparo realizado, gasta el momento en el que ninguna bala salió del tambor se le hizo eterno y luego, sintió anticipación porque era su turno.

            —Te toca —KiBum le tendió el arma y él hizo lo mismo que su compañero anteriormente, colocarse el arma en la sien y disparar, rezando en el proceso por no ser él a quien le tocara la bala. Nada sucedió tras esto, así que le volvió a pasar el arma al otro chico, ya que el juego de la ruleta rusa acababa solo cuando uno de los dos participantes moría.

            El chico que había frente a él alzó el revólver de nuevo y, apretando los dientes, apretó también el gatillo. Sin embargo, volvió a librarse de la muerte.

           Con el corazón martilleándole en su pecho, MinHo volvió a coger el arma y apuntó contra su sien. Miró fijamente a los ojos del otro y luego disparó. El chico escuchó esa vez algo extraño procedente del interior del revólver una milésima de segundo antes de que la única bala que había en la recámara saliera disparada contra su cabeza.



martes, 18 de noviembre de 2014

Delicious

Delicious

            Nam WooHyun se despertó solamente porque a través de sus fosas nasales olfateó un olor completamente delicioso. Se desperezó y, aun con los ojos cerrados, se levantó de la cama y caminó hacia la cocina, el lugar desde el que procedía aquel rico olor. Allí se encontró a su, a ojos de todo el mundo compañero de piso, pero a sus ojos la persona que más amaba del mundo, haciendo la comida.

            WooHyun miró el reloj de la cocina, dándose cuenta de que casi era la hora del almuerzo y maldiciendo por haberse quedado dormido y haberse perdido la mañana. Al escucharlo, KiBum se giró hacia él con una gran sonrisa y le indicó que se acercara a él.

            —Buenos días, bello durmiente —le dijo y WooHyun hizo un puchero, justo antes de besar sus labios a modo de saludo—. ¿Quieres probar el almuerzo?
            —Si sabe tan bien como huele —comenzó con una sonrisa—, estará riquísimo —KiBum sonrió, dándole a probar con la cuchara—. Mmm... tan delicioso como tú —murmuró.

            KiBum le pegó con la mano abierta en el brazo gritándole pervertido y mandándolo a la ducha con agua bien fría para que se le aclararan las ideas.



martes, 23 de septiembre de 2014

The Last Sundae

Título: The Last Sundae
Pareja: KeyAri (Key x Ari) (WGM)
Clasificación: G
Género: romance, fluff
Número de palabras: 1.020 palabras
Resumen: la lista de cosas sundae para Arichan se acaban justo cuando lo hacen las grabaciones del programa, pero ella no quiere perder la oportunidad de tachar una última cosa de la lista.
Notas: Os dejo los capítulos del WGM Global de Key (SHINee) y Yagi Arisa (modelo) por si tenéis curiosidad aquí.
Comentario de autora: no he podido resistirme a escribir esto porque Arichan es tan adorable y tan mona y tan cuca y tan… ¡qué alguien me deje adoptarla, por favor! Total, que espero que os guste.


The Last Sundae


            —¡Corten!

            Con aquel grito del director, las cámaras comenzaron a apagar las luces rojas que indicaban que estaban grabando y también empezaron a ser retiradas del lugar en el que Key–oppa y yo nos encontrábamos. Era el último día de rodaje y aquella había sido la última escena, nuestra despedida, después de aquello, no volveríamos a grabar aquel programa, cada uno volvería a sus propios trabajos y no volverían a estar en contacto nunca más, a pesar de que los sentimientos que habían crecido en mi pecho a lo largo de los últimos meses junto a él no iban a desaparecer así como así.

            —Bueno, terminamos de grabar —murmuró él, girándose hacia mí—, has hecho un gran trabajo todos estos meses —me dedicó una sonrisa bastante amplia—. Llevaba mucho tiempo queriendo grabar este programa y contigo ha sido muy divertido, así que muchas gracias, Arichan.

            Asentí, porque no sabía qué decirle, a pesar de que él me estaba hablando en japonés y esa era mi lengua materna, no podía hablar, no me salían las palabras. Además, temía que si abría mi boca, las lágrimas comenzaran a aflorar en mis ojos.

            —Me hubiera gustado que la grabación durase mucho más —comentó Key–oppa—, de todas formas SHINee no va a hacer comeback este año y tengo tiempo de sobra solo con el musical, ¿por qué tiene que acabarse tan pronto?

            Ver a oppa refunfuñar sobre aquello hizo que mi corazón comenzara a latir rápidamente. Quizás él tampoco se quería separar de mí, quizás él quería quedarse para siempre a mi lado, quizás tuviera los mismos sentimientos por mí que yo sentía por él.

            —Me gustaría al menos haber terminado la lista sundae —murmuré—, y también quería añadir cosas nuevas que pensé después.
            —Puedes seguir haciéndolas aunque yo no esté —contestó, haciendo que mi corazón diera una punzada de dolor.

            Quizás solo me estaba imaginando que de verdad él sentía algo por mí. Aquellas palabras habían hecho que toda mi ilusión se desmoronara. Key–oppa no quería saber nada de mí, yo solo era una niña a la que había tenido que cuidar durante el programa y con quien había tenido que lidiar algunos meses, nada más.

            —Hacer las cosas de la lista sundae no tiene sentido si no las hago con oppa —susurré, mirando al suelo.
            —Entonces podríamos vernos de vez en cuando —propuso él y alcé mi cabeza rápidamente, muy sorprendida—. Yo tendré que ir a Japón muchas veces y tú tendrás que venir a Corea también, podríamos vernos si nuestras agendas no están muy apretadas, ¿qué dices?
            —Estaría bien… pero… ¿no te causaría problemas?
            —Si sabemos escondernos no pasará nada —me comentó confidencialmente—, pero por ahora no podremos vernos en un tiempo, así que si quieres hacer algo de la lista antes de que nos vayamos esta noche podemos hacerlo.
            —Déjame pensarlo un momento, hay muchas cosas —pedí y él asintió.

            Comencé a recordar lo que habíamos hecho y lo que no, lo que habíamos apuntado y tachado de la lista, lo que yo quería hacer pero que finalmente no había sido posible y de repente di con ello. Miré a Key–oppa y le sonreí, después alargué mi mano hacia él y tomé la suya para llevarlo lejos de las miradas indiscretas de las cámaras, de los miembros del staff y de cualquiera, porque quería que aquel momento fuera para nosotros solos.

            —Oppa —dije cuando nos alejamos del mundo—, ya sé qué es lo que quiero tachar de la lista.
            —Muy bien, dime.

            Le sonreí, pero no le contesté con palabras. Me acerqué a él y, con un valor que no sabía que poseía, lo besé. No fue demasiado largo, pero tampoco demasiado corto y los pequeños labios de oppa se ajustaban perfectamente a los míos. Tan suaves, tan cálidos, tan húmedos, tan perfectos. Me separé a regañadientes, porque no quería hacerlo, pero tampoco quería que Key–oppa se enfadara, así que lo hice, notando cómo mis mejillas ardían de la vergüenza.

            —Ari–chan —murmuró, su voz se había hecho un poco más aguda de lo normal, como cuando estaba sorprendido o enfadado y sus ojos estaban abiertos como platos.
            —Yo… quería tachar eso de la lista —murmuré—, quería darte mi primer beso.
            —Ari–chan —volvió a murmurar, esta vez de una forma más calmada—. Me lo podrías haber dicho antes.
            —¿Por qué?
            —Porque así podría haber hecho que fuera especial —contestó con una sonrisa.
            —¿Oppa…?
            —Pero si quieres, podemos hacer que el segundo sí lo sea.

            Casi sin darme cuenta de lo que hacía, acabé lanzándome a sus brazos y abrazándolo fuertemente. No podía créelo, no podía creer que él también sintiera algo por mí, no era posible.

            —Key – oppa…
            —Mandémonos mensajes, llamémonos de vez en cuando y veámonos cada vez que sea posible Ari–chan —propuso—, no quiero que esto sea la última cosa que tachar de la lista sundae, quiero tachar contigo todos tus sundaes.
            —Yo también quiero tacharlos contigo…


            Apreté más fuerte mi abrazo y él me atrajo hacia su cuerpo. Esbocé una gran sonrisa en mi rostro. Aquella no sería la última vez que lo viera, aquella no sería la última cosa que tacharía de la lista sundae. Aquello significaba que después de todo, él también tenía sentimientos por mí, así que estaba muy feliz porque eso hacía que pudiéramos tener un futuro más allá del programa ‘We Got Married’.


viernes, 20 de septiembre de 2013

Ready 2 Love

Ready 2 Love


   -Te repito que estás jugando con los sentimientos de ambos y eso no es nada justo para ellos- dijo por quinta vez ese día mi amiga Yulenia, sentándose a los pies de mi cama.
   -Y yo te contesto que mientras que no se enteren no pasa nada- ella se levantó automáticamente de la cama y bufó con desesperación.

   Todos los días eran así desde que se enteró (bueno, más bien me extorsionó hasta que me lo sonsacó) que estaba saliendo con dos chicos a la vez. Me decía una y otra vez que tenía que acabar con ello, que les haría daño y un montón de chorradas más. Yo era de la opinión de “ojos que no ven, corazón que no siente” y además, ellos ni se conocían, jamás podrían enterarse del doble juego que llevaba.

   Cualquiera me podría juzgar por lo que hacía (como mi amiga), pero estaba en la edad de experimentar y me gustaba esta situación.

   -Eres desesperante, Naye- la escuché murmurar.
   -Oh, venga, Yul, no seas así- dije y ella me miró mal.
   -¿Cómo que no sea así?- preguntó- Onew es mi hermano, no puedo dejar que juegues con sus sentimientos.
   -No estoy jugando con los sentimientos de nadie…
   -¡Le estás poniendo los cuernos con Key!
   -No le pongo los cuernos…- ella encaró una ceja.
   -Ah, ¿no? ¿Y entonces cómo se llama eso que estás haciendo?
   -Doble vida- contesté- lo he buscado en internet, por si las moscas- sonreí y ella suspiró, cansada.
   -Naye…
   -Tranquila, pequeña, mientras no se enteren no habrá daño alguno- le aseguré.
   -¿Por qué lo haces?
   -Quiero experimentar, quiero ver con cual es más probable que acabe saliendo de verdad y no podía hacerlo de otra manera- contesté.
   -Claro que podías.
   -No.
   -Sí.
   -¿Cómo?
   -Saliendo con uno, dejándolo, saliendo con el otro, dejándolo y luego decidir.
   -Entonces les haría daño.
   -Lo que tú digas- volvió a suspirar y se dirigió a la puerta- simplemente intenta que no se encuentren nunca, ¿vale?
   -Vale- y salió.

   No sabía por qué ella temía que nos encontráramos, era muy fácil no hacerlo, Seúl es una ciudad muy grande. Pero cuando los planetas se alinean y se ponen en tu contra, una ciudad tan grande cómo Seúl se queda pequeña.
~.~.~

   Durante los siguientes días, si salía con Onew, en algún lugar acababa viendo a Key entre la gente y salía corriendo en la otra dirección. Si salía con Key, pasaba exactamente lo mismo y eso me estaba volviendo loca a mí y también un poco a ellos.

   Llegué al piso que compartía con mi amiga y me dejé caer sobre la cama, agotada. Había sido un día muy duro.

   -¿Qué te pasa?- preguntó Yulenia entrando a mi habitación, preocupada por el estado en el que había llegado a la casa.
   -¿Por qué las cosas siempre tienen que torcerse?- pregunté y ella abrió los ojos con pánico.
   -¿No me digas que os habéis encontrado los tres?
   -No, nada de eso- ella respiró tranquila.
   -¿Entonces?
   -Tengo que huir de un lado para otro porque salga con quien salga, siempre aparece el otro cerca y tengo que cambiar el rumbo para no cruzarnos- conté.
   -Te dije que era un juego muy peligroso.
   -Ya… lo repetiste cerca de quinientas veces desde el día que te lo conté.
   -Y no me has hecho caso en lo de dejar todo esto…
   -Creo que… voy a hacerte un poquito de caso…- ella sonrió triunfante.
   -Asegúrate de que eliges al indicado, luego no puedes cambiar como si de una camiseta que no te queda bien se tratase- advirtió saliendo de mi cuarto.

   No me gustaba nada tener que darle la razón a mi amiga, pero estaba jugando con fuego y había estado a punto de quemarme varias veces.

   Sin embargo, no podía decidir. Los dos me gustaban demasiado. Key era tan atento, tan educado, tan cariñoso, aunque a veces un poco caprichoso y mandón. Onew era de otra forma, era muy dulce, muy alegre, muy cariñoso, se preocupaba de mi bienestar, pero a veces podía ser un verdadero idiota y parecía tener dos pies izquierdos.

   No sabía por cual decidirme. Ambos tenían sus cualidades y sus defectos, y por ambas cosas me gustaban.

~.~.~

   Durante la siguiente semana apenas salí de casa e intenté no encontrarme con ninguno de los dos. Debía pensar y nada, ninguna acción podía determinar cuál sería mi decisión.

   La inspiración divina me pareció llegar el día en el que abrí la puerta de casa y por ella entró un muy preocupado Onew, abrazándome hasta dejarme prácticamente sin respiración.

   -¿Cómo estás, tesoro?- me preguntó y yo lo miré confundida- llevo una semana sin saber nada de ti, no contestas al móvil, no te conectas a las redes sociales y no te he visto en la Facultad.
   -Oh bueno… yo…
   -Y cuando le pregunté a mi hermana sobre ti, primero me daba largas, pero después, ante mi insistencia me contó que estabas enferma y que era algo contagioso- me apretó más fuerte contra su pecho- me estaba volviendo loco de preocupación.

   Su confesión me dejó de piedra unos instantes, mientras me abrazaba, pero después, mi corazón comenzó a saltar de alegría. Él ya había tomado la decisión.

   -No te preocupes- murmuré contra su cuello- ya estoy bien…- lo rodeé con mis brazos- “ya estoy lista para amar”- pensé.

~.~.~

   Esa misma noche, después de que Onew se fuera de casa, le di las gracias a mi amiga por encubrirme y encendí el móvil para llamar a Key y cortar con él. En cuanto lo hice, me comenzaron a llegar miles de notificaciones del Wassap, del Line, del Kakao, del Twitter, de FaceBook, llamadas perdidas, mensajes de texto, e-mails… todos de Onew. Eso hizo que aun fuera más firme en mi decisión.

   Busqué el chat del Kakao que tenía con Key y lo llamé, ya que de esa manera me salía gratis. No pasó mucho tiempo para que él me contestara.

   -¿Naye?- preguntó.
   -¿Quién si no?
   -No sé… cómo llevas sin dar señales de vida un par de días…
   -Fue una semana.
   -¿Tanto?
   -Sí.
   -Ah…

   Ah. Había estado una semana sin verme y lo único que decía cuando contactaba con él era “ah”. Estaba más que decidida a cortar con él y seguir adelante con Onew.

   -He estado pensando…- murmuré- sobre nosotros… y… quiero cortar- dije. Al otro lado de la línea solo se escuchó la respiración de alguien durante un par de minutos.
   -¿De verdad es eso lo que quieres?
   -Sí.
   -Entonces… ¿cortamos?
   -Sí.
   -Genial.
   -¿Genial?
   -Sí.
   -¿No estás triste?
   -No, la vida sigue y bueno, no hay que amargarse por cosas como esta- contestó.

   Bueno. Al menos no le había roto el corazón como temía Yulenia. Parecía que se lo estaba tomando bastante bien.

   -Entonces está bien- murmuré- ya… nos veremos…
   -Sí- contestó- oh, por cierto… ¿tú amiga, la que vive contigo, está soltera?
   -¿A qué viene esa pregunta?
   -La vida sigue- repitió.
   -Sí, está soltera.

   -Entonces nos veremos mucho.





sábado, 26 de enero de 2013

Ficha de Personajes EXO. Enemigos


Ficha de Personajes EXO. Enemigos























Key: Kim KiBum
Fecha de Nacimiento: 23 de Septiembre, 1991.
Lugar de Nacimiento: Daegu, Corea del Sur.
Estatura: 1’77 cm.
Peso: 60 kg.
Grupo Sanguíneo: B.
Signo Zodiacal: Libra.
Familia: Padres y abuela.
Hoobies: Escuchar música rap, bailar y hacer esquí acuático.
Idiomas: Coreano, Inglés, Japonés, Chino y algo de Español Básico.
Apodos: The almighty Key, Key umma, Keybum, Pinkey, Diva Key, Key Todopoderoso.
Personalidad: Es muy franco y directo. También bastante sobreprotector con sus compañeros. Es bueno y amable.
Es quien tiene más fans en Europa.
No le gustan las zanahorias.
No se enfoca en el pasado o futuro, disfruta vivir el momento.




domingo, 23 de septiembre de 2012

GET OUT MY KITCHEN


GET OUT MY KITCHEN


   ¿Cuándo me enamoré de él? Ni idea, este sentimiento no surgió de la noche a la mañana, sino del día a día y ahora estoy enamorado como un perro de él (N.A: nunca mejor dicho XD). Me desperté esa mañana y lo primero que hice fue mirar hacia la cama de al lado. Él no estaba. Miré el reloj. Las 6 a.m. ¿Dónde podría haberse metido? Él no tenía que despertarse temprano hoy, al igual que yo, sólo los otros tres miembros de nuestro grupo debían hacerlo para ir a la sesión de fotos que tenían. Me levanté pesadamente de la cama y agucé el oído por si estaba en el baño. No se escuchaba nada de ruido en aquel lugar, así que descarté ese sitio. Entré después de asegurarme que no estaba. Aunque amaba a mi compañero de habitación, nunca se me había ocurrido hacerle nada, quiero decir, sólo lo abrazaba o daba besos de vez en cuando, nunca había ido más allá de eso.

   Sumido en mis pensamientos como estaba, salí del baño y me dirigí a la búsqueda del desaparecido, no podría haber ido muy lejos, la casa no era muy grande. Busqué por todas las habitaciones del piso superior. No estaba, aunque tampoco es que tuviera mucha esperanza de encontrarlo por allí. Bajé las escaleras y me dirigí directamente hacia la cocina al notar el rico olor de algo dulce haciéndose allí.
   Estaba de espaldas a mí, mirando el horno fijamente, aún en pijama pero con un delantal puesto. Sabía lo que estaba haciendo. ¿Cómo no podía haberme acordado antes? Hoy era su cumpleaños y estaba haciendo su pastel. Llevaba tiempo planeando cuál iba a ser su regalo, y me había metalizado, incluso, para todas las reacciones posibles, pero al ser tan olvidadizo, no había recordado su cumpleaños.

   Me quedé en la puerta de la cocina, observándolo. Miraba con atención el horno y de vez en cuando se revolvía nervioso el cabello y consultaba el reloj de la cocina. No quería sobresaltarlo, por lo que esperé en silencio hasta que una alarma sonó y él apagó el horno dando saltitos feliz. Al girarse me descubrió echado sobre el marco de la puerta y pegó un grito.

   -¿Qué haces ahí?- preguntó- menudo susto que me has dado- dijo colocándose la mano ceca del corazón y girándose de nuevo. Me había quedado embobado, tenía su rostro lleno de harina, y eso me parecía excitante, pero tenía que controlarme- ¿vas a decir algo o te vas a quedar todo el día mirándome con cara de bobo?
   -Feliz Cumpleaños, KiBum- dije solamente. Él se volvió lentamente y me miró durante bastante tiempo a los ojos.
   -Creía que te habías olvidado- comentó.
   -¿Cómo me voy a olvidar del cumpleaños de mi diva caprichosa?- pregunté acercándome y le di un largo abrazo, seguido por un beso en la mejilla.
   -Oish, ya, aparta, lapa- me dijo intentando deshacerse de mí, cosa que no logró, así que pasó a lo siguiente- y… ¿dónde está mi regalo?
   -Yo soy tu regalo- contesté.
   -¡Ja!- rio fuerte- yo no quiero un perro- comentó- ahora, venga, dame ya lo que sea que me hayas comprado.
   -Es en serio.
   -Jong…- se mordió el labio inferior, nervioso. Lo abracé más fuerte y pegué mis labios a su oreja.
   -Te quiero, KiBum- susurré. Noté como temblaba de los pies a la cabeza- éste es mi regalo, mis sentimientos por ti- me separé un poco- puedes aceptarlos o no, pero es lo más preciado que tengo, y te los regalo.

   KiBum se quedó estático, mirándome fijamente. No decía nada, no hacía nada, sólo me miraba.

   -Ya veo…- susurré al darme cuenta de que mis sentimientos no eran correspondidos. Comencé a darme la vuelta lentamente, pero su voz me detuvo.
   -No, espera…- susurró- Jong… yo…- me giré y lo vi abriendo el horno- yo… también… te quiero.

   Mi corazón comenzó a dar saltos de alegría dentro de mi pecho y lo primero que hice fue salir corriendo a abrazarlo por la espalda. Él pegó un respingo y soltó el plato con el pastel recién hecho que cayó al suelo, rompiéndose. Pero no me importó, era la persona más feliz del mundo. Noté como KiBum temblaba, pero lo achaqué a que era por mi cercanía y no porque me iba a pegar una voz.

   -¡KIM JONGHYUN!- gritó alejándose de mí- ¡LLEVABA PREPARANDO ESE PASTEL DESDE LAS DOCE DE LA NOCHE!
   -Lo siento- susurré, pero no fue suficiente para aplacar su enfado.
   -¡GET OUT MY KITCHEN!
   -Yeobo, no entiendo inglés…
   -¡QUÉ TE VAYAS DE MI COCINA O HOY COMEREMOS PERRO PARA ALMORZAR!- gritó agarrando un cuchillo peligrosamente.
   -Te quiero- dije mientras salía de la cocina y lo escuché reír mientras decía: “Y yo a ti, babo.”







miércoles, 25 de julio de 2012

[One Shot] AYER, HOY, MAÑANA {JongKey}



POV Key.

Hace frío, mucho frío, me estoy congelando. Abro mis ojos y me encuentro en la más absoluta soledad. No hay nadie a mi lado, ni siquiera tú. Todo lo que veo está distorsionado por una luz blanquecina que me hace daño en los ojos, así que los cierro de nuevo y la oscuridad me envuelve. ¿Por qué estoy aquí? No lo sé. No lo sé, y eso me asusta. Quiero que estés a mi lado, por favor, JongHyun.

POV JongHyun.

-Vamos, Key, despierta, por favor- pido, pero sé que por mucho que yo esté allí nada se arreglará, si tan solo hubiera... Comienzo a llorar antes de darme cuenta- por favor...

Flash Back.

El sol me ciega. Debí haber cogido mis gafas, pero en este momento no importa, lo único que importaba era salir de aquel infierno en el que vivía. Corro por las calles, sin fijarme en nada, sólo dejo que mis pies me guíen, seguro que ellos me llevan a un lugar seguro. Llego a un parque que nunca antes he visto, está medio abandonado, pero no me importa, necesito descasar. Jadeo por la carrera. Busco un banco donde sentarme, pero como todos están oxidados y no quiero coger nada opto por sentarme en el suelo, apoyado contra uno de los árboles. Respiro hondo e intento calmarme. De repente, escucho algo al otro lado del árbol, un hipido. Alguien llora.
-¿Estás bien?- pregunto. No obtengo respuesta y me muevo un poco para poder ver a la otra persona.
-No... te... acer...ques...- escucho decir a la voz de un chico. ¿Por qué tenía que ser un chico? Yo esperaba más una damisela hermosa en apuros.
-Como quieras- digo. Tampoco es que me importara mucho le que le pasara a otra persona, yo ya tenía bastante con mis propios problemas. Pero sigo escuchándolo llorar. Lentamente comienzo a darle la vuelta al árbol y lo veo. Está sentado abrazando sus rodillas. Sus cabellos negros son lo único que puedo ver con claridad de él. Todavía no se da cuenta de mi presencia, así que me quedo a unos pasos para no asustarlo- esto...- comienzo, pero él se asusta y se aleja de mí. En el instante en el que levantó su cabeza pude ver su rostro amoratado. Alguien le había golpeado. Ahora sí que no me podía ir de allí. Ese pensamiento se incrusta en mi mente y no sale de ella. Me quedo plantado en el mismo lugar, mirando el pequeño cuerpo que se encuentra delante de mí y no lo resisto más. Me siento a su lado en el suelo y le paso el brazo por los hombros para acercarlo a mí- no me digas que me vaya- pido- si quieres llorar hazlo, esta ropa es para lavar.
Aunque al principio te resistes, luego me agarras la camiseta y comienzas a desahogarte. Tiempo después, paras de llorar.
-Lo siento- me dices.
-No pasa nada- contesto- ¿qué es lo que te ha pasado?- me atrevo a preguntar.
-Me he peleado con mis padres.
-¿Por?
-No es de tu incumbencia- sueltas y te levantas dispuesto a marcharte.
-Espera- digo agarrándote del brazo. Tú te vuelves.
-¿Qué?
-Dime tu nombre- pido.
-KiBum.
-JongHyun- te digo mi nombre y sonrío- ¿vendrás aquí mañana?- pregunto. Sólo me miras, no dices nada, y entonces te sueltas y te vas.

Fin Flash Back.

-Allí fue donde nos conocimos- digo aun entre lágrimas- Key, eras muy Diva incluso en aquel entonces- intento sonreír, por si me estás viendo en el lugar en el que estés- desde ese momento, íbamos a aquel parque todas las tardes. Nos hicimos amigos enseguida, aunque tú lo negaras- sonrío al recordarlo- estando contigo, todos los problemas que tenía en casa se esfumaban.

Flash Back.

Otra vez se hace insoportable estar en casa. Salgo de nuevo al encuentro de aquel parque en donde sé que KiBum me estará esperando. Lo veo apoyado contra nuestro árbol y mirando al cielo. Ha crecido desde la primera vez que nos vimos, ahora es algo más alto que yo, y no me gusta, yo soy un año mayor que él, debería ser más alto también. Olvido mis pensamientos homicidas cuando repara en mi presencia y me sonríe. Siento la ya bastante conocida opresión en mi pecho cuando estoy con él, es la alegría de verlo, por lo que me siento así.

-Hola, KiBum- le digo. Él sólo hace un gesto con la cabeza. Aunque le encanta hablar, siempre es muy tímido al principio- ¿qué tal el día hoy?
-Me han intentado molestar de nuevo en clase- dice tan tranquilo.
-Pero... ¿por qué no dices nada?- me angustia mucho que lo traten mal en la escuela y yo no pueda ayudarlo.
-Te lo he dicho a ti.
-Pero yo no te puedo ayudar en la escuela- le digo- tienes que decírselo a los profesores.
-Cómo si hicieran algo- agacha la cabeza.
-KiBum...- no me hace caso, empieza a actuar como un niño pequeño caprichoso. Me acerco a él y le cojo la barbilla, haciendo que me mire a los ojos- no puedo protegerte si tú no haces algo también.
-¿Y quién quiere tu protección?- me dices arrogante y te separas de mí con los ojos vidriosos. Te he vuelto a hacer llorar, y eso no me gusta. Todos los días peleamos, pero no en serio, hoy no es así.
-KiBum...
-¡Aléjate!- gritas. Estás muy cabreado, pero no me doy por vencido. Me acerco a ti por la espalda y te abrazo. Al principio te sobresaltas, pero luego te dejas mecer por mis brazos. Cuando te calmas te giro y hago que me mires a la cara.
-No te voy a pedir perdón porque no es mi culpa- digo, y haces un puchero encantador- pero si te voy a pedir perdón por hacerte llorar- me miras muy raro, como sin entender, yo tampoco me entiendo, pero da lo mismo- lo siento, KiBummie, y quiero que sepas que te protegeré- pasamos unos minutos en silencio, hasta que te dignas a hablar.
-No te entiendo Jjong- dices y sonrío- y tampoco me gusta que me llames KiBum.
-Entonces, ¿cómo quieres que te llame?- pregunto desconcertado.
-Busca algo- me dices, y te alejas de mí corriendo.
-¡Hey!- te grito para que regreses, pero no me haces caso y desapareces.

Fin Flash Back.

-Me pasé semanas decidiendo cuál sería tu nuevo nombre, ¿sabes?- digo al cuerpo inmóvil y rodeado por tubos que tengo tumbado ante mí- sé que nunca te dije cuál era su significado, pero te prometo una cosa, te lo diré en cuanto despiertes, te diré eso y muchas cosas más, Key.

POV Key

Aquí hace demasiado frío. Demasiado. Tú siempre haces que entre en calor cuando estás junto a mí. ¿Por qué no estás aquí? Quiero que estés aquí, te necesito, Kim JongHyun. ¿Por qué nunca estás aquí cuando te necesito? Nunca, nunca estás aquí. Nunca.

POV JongHyun.

Flash Back.

-Key- digo mientras te acomodas entre mis piernas. Te sientas ahí desde que comenzó el invierno y hace frío, porque siempre estás helado y yo soy un horno.
-¿Qué dices?- preguntas sin entender, girando un poco tu cara.
-Así te llamaré de ahora en adelante- te contesto- querías que te llamara de otra forma, ¿no?
-Sí, pero, ¿por qué así?
-Son cosas mías- no podía decírselo. Lo había descubierto mientras pensaba en su apodo. ¿Qué era KiBum para mí? Era más que un amigo, porque yo tenía muchos amigos en el instituto y no me sentía así con ninguno. Me di cuenta que en realidad me había enamorado de él, y por eso le puse ese nombre. Key, la llave que abrió mi corazón al amor.
-Venga, porfa, dímelo- formas un puchero en tus labios y me pongo muy nervioso. Desde que me dí cuenta de qué es lo que siento, mi corazón late muy rápido cada vez que estoy contigo. Me entran unas ganas enormes de besarte, pero no puedo, no quiero asustarte.
-Te lo diré algún día- logro decir sin que me tiemble la voz.
-Anda- pides de forma sensual retorciéndote en mis brazos y quedándote cara a mí. No me puedo resistir más, me acerco a ti y te beso. No dura mucho. Tú no me correspondes, y entonces siento como mi corazón se rompe en pedazos. Rompo el beso y abro los ojos. Me miras lloroso. No quería hacerte llorar.
-Key...- te levantas y echas a correr- Key- me levanto y voy detrás de ti, pero me detengo al dar unos cuantos de pasos. No está bien que haga esto. No puedo ir detrás de ti. Te he perdido porque soy un inútil- lo siento, Key- digo a la nada, porque y hace un rato que te has ido- lo siento.

Fin Flash Back.

-Dos días después comenzaron las vacaciones de Navidad- cuento- fui al parque todos los días, lloviera, nevara o hiciera sol. Tenía la esperanza de que algún día volverías, aunque fuera sólo para pedirme explicaciones, pero tú nunca volviste... no lo hiciste.

Flash Back.

Comienzo el nuevo curso en otro instituto. Mis padres se han separado y yo me he ido a vivir con mamá. Ahora el parque está más lejos que antes, pero sigo yendo todos los días. Debido a la separación de mis padres y a tu desaparición, suspendí todas las asignaturas y repito curso. Quiero olvidarlo todo, pero no puedo. Quiero olvidarte, pero no puedo, te has clavado bien hondo en mi corazón... Key. Entro a la clase y te veo, en la primera fila. Varios chicos están a tu alrededor. Te están molestando, lo sé, pero no puedo acercarme, me tiemblan las piernas. Llevo mucho tiempo sin verte y mi corazón da saltos dentro de mi pecho. De repente, uno de los chicos levanta la mano dispuesto a pegarte y salgo corriendo en tu busca. Le agarro la mano, lo alejo de un empujón y me pongo delante de ti.
-¿Quién eres tú?- me pregunta uno.
-No es de tu incumbencia- le digo.
-¿Eres amigo de la princesita?- me pregunta otro.
-¿O su amante?- dice el que había empujado.
-Ni se os ocurra tocarlo- les grito- para eso tenéis que pasar por encima de mí- se retiran porque son todos más delgados y tienen menos fuerza que yo y yo me giro hacia Key. Está llorando de nuevo, me agacho y me quedo a su altura. Le quito las manos de la cara y lo hago mirarme- Key- susurro.
-¿Jjong?- preguntas entre hipidos- ¿eres tú?- asiento- ¿qué haces aquí?
-Me he cambiado de instituto- contesto.
-Jjong...- dices y me abrazas. Llevo tanto tiempo sin estar a tu lado que te apretujo contra mí y te acaricio el pelo, ahora dorado.
-Te he extrañado mucho- susurro- Key- te alejas y te secas las lágrimas.
-Yo también te he extrañado- reconoces con una sonrisa.
-¿Por qué no volviste?- le pregunto.
-No sabía que decir.
-Eso no importa- digo, y te vuelvo a abrazar.

Fin Flash Back.

-Me alegré mucho de encontrarte de nuevo en el instituto- digo- ahora si podría protegerte, tal y como te prometí, y eso hice, o intenté. No podría haberme imaginado nunca lo que pasaría...

Flash Back.

Acabo el entrenamiento de baloncesto y te busco. No estás por ninguna parte y me asusto. Me prometiste que siempre me esperarías viendo el entrenamiento y después te llevaría a casa para que esos matones dejaran de intimidarte. Salgo corriendo como un loco y te buso por todo el instituto. No te encuentro. Te llamo al móvil y no contestas. Te dejo mil veces el mismo mensaje: “¿Dónde estás, Key?” Pregunto a todo el que me encuentro por ti. Nadie sabe dónde estás. No me pienso dar por vencido. Te he buscado por todas partes y no hay rastro de ti. Los únicos lugares que no he mirado han sido los baños de las chicas, pero ahí no puedes estar... ¿o sí? Entro en ellos, sin preocuparme, pues a estas horas ya no debe haber ninguna chica. Cuando ya casi creo que me he vuelto loco y que nunca te encontraré, te veo, tirado en el suelo, con la ropa de chica con la que estás vestido, destrozada, llorando.

-Key- te llamo y alzas la cabeza. Además de todo, también te han golpeado. Corro a tu lado y te abrazo- lo siento, lo siento mucho- digo- si yo hubiera estado a tu lado... yo... Key... te hubiera protegido... Key... lo siento...

No dices nada, solo te dejas abrazar. Tienes la mirada perdida y parece que no sabes qué estoy aquí. No me gusta lo que te han hecho. Pagarán por ello. Te dejo un momento y saco de mi bolsa de deporte mi ropa de baloncesto. Está sudada, pero es mejor que lo que llevas. Te quito la camisa y las veo, las veo y la rabia me consume. Te han dejado marcas sobre tu fina piel. Los mataré, es lo que me juro en aquel momento. Te pongo mi camiseta, te queda grande, pero importa. Luego te quito la falda y veo que también hay marcas en tus piernas. Quiero matarlos ahora mismo, pero tú eres mas importante. Termino de vestirte y te cargo en brazos. Salgo del lugar y los veo, están allí, riéndose de todo lo que te han hecho. Paso delante de ellos y les hecho una mirada de odio por la que se encogen. La venganza se sirve en plato frío.

No te llevo a tu casa, sino a la mía. No creo que tus padres puedan verte en este estado, y a mi ni siquiera me tragan, así que te llevo a la mía. Mi madre trabaja, por lo que no habrá preguntas incómodas. Cuando te dejo sobre mi cama todavía no has reaccionado. Eso me preocupa.

-Key- te llamo. Sigues sin contestar, aunque parece que me reconoces- Key- te abrazo y me abrazas. He conseguido una reacción. Pienso que será mejor que te de un baño y así pueda borrar todo a lo que te has tenido que enfrentar. Te cargo al baño, te desnudo y te meto en el agua calentita. Empiezas a reaccionar lentamente mientras voy pasando la esponja por tu cuerpo.
-Puppy- dices, últimamente te ha dado por llamarme así.
-Sí, soy yo.
-Tengo miedo.
-Estoy aquí- digo- nunca más te alejaré de mí, siempre estaré a tu lado.

Fin Flash Back.

-Siempre rompo mis promesas, ¿verdad?- pregunto- aunque te dije eso, no pude cumplir mi promesa...

POV Key.

El frío y el silencio me envuelven. Intento recordar porqué estoy en este lugar, pero lo único que encuentro en mi memoria es una luz cegadora. Nada más. Después de eso nada más. Y antes de eso, tu rostro, tu rostro asustado, y tus brazos extendidos hacia mí. Nada más.

POV JongHyun

Flash Back.

Después de sacarte de la bañera y de secarte con una toalla te llevo de nuevo a mi cama y voy a por el botiquín. Al regresar, te encuentro hablando por teléfono.

-¿De verdad?- dices- creía que lo había dicho, bueno, no importa- me miras- me quedo en casa de Jjong, sí, sí, su madre está- haces una pausa- oh, ha ido a... a... comprar algo para la cena- suspiras- claro, sí, adiós- cuelgas- no me gusta mentirle a mi madre- me dices.
-A mí tampoco- te contesto y me acerco con un algodón para curarte los cortes y raspones. Comienzo a curarte y no te quejas demasiado, es cuando termino que te pones a llorar de nuevo-Key-ssi...
-Jjong- susurras entre hipidos.
-Perdóname- digo- lo siento... tenía que haber estado allí...
-No te culpo- me dices- ellos... me emboscaron... antes... de que pudiera hacer nada... tú... no tienes la culpa... no tienes la culpa...

Te quedas dormido en mis brazos poco después, sigues con la toalla así que te la quito y te pongo un pijama mío. Te queda corto, pero ya he visto demasiadas veces tu cuerpo desnudo y no puedo más. Me voy al baño y me comienzo a desahogar. Es demasiado lo que te ha pasado hoy, y encima yo tengo más ganas que nunca de hacerte mío y borrar de tus recuerdos todo lo que esos hijos de puta te hicieron. Me corro susurrando tu nombre.

Fin Flash Back.

-No pude salvarte aquella vez- digo- ni tampoco pude salvarte esta... soy un fracaso, de verdad que soy un fracaso...

Flash Back.

Me giro al escuchar un ruido detrás mía y te veo. Intento taparme con lo primero que pillo y tú te ríes.

-Me has visto desnudo- dices- es justo que yo también te vea a ti.
-¿Qué?- pregunto.
-¿Recuerdas el día que nos conocimos?- preguntas de pronto.
-¿A qué viene eso?- digo.
-¿Te acuerdas?- repites, y asiento- ese día me había peleado con mis padres- asiento de nuevo- ese día les dije que era gay- abrí los ojos desmesuradamente, me lo esperaba todo menos eso, yo ya había aceptado que lo era porque estaba enamorado de Key, pero nunca llegué a pensar que él sintiera lo mismo hacia los hombres- me encanta hacer los bailes de los grupos de chicas- confiesas- y también me enamoré de Rain, aunque sé que es mayor para mí.
-¿De Rain?- digo sin creérmelo todavía. La verdad es que a mí no me gustaban otros tíos, sólo Key.
-Sí- dices- está muy bueno, pero a él no lo tengo al alcance de mi mano- haces una pausa y te me acercas- a ti sí.

¿Eso qué era? ¿Una declaración? ¿Key se quería acostar conmigo? Avanzas hacia mí y me comienzas a tocar. En unos instantes vuelvo a estar listo y sonríes. Me llevas a mi cama, me tiras encima y te quitas toda la ropa que te puse antes.

-Hazme olvidarlos.

Fin Flash Back.

-Esa fue nuestra primera vez- digo al recordarlo- intenté no hacerte daño, pero sé que sufriste. Ahora me pregunto si fue lo correcto, pero en ese momento, los dos lo queríamos...- agarro tu mano y la beso.

POV Key.

Siento algo cálido. Algo cálido que se extiende desde mi mano por mi brazo y mi corazón late fuertemente. ¿Estás a mi lado? ¿De verdad estás a mi lado? ¿Jjong?

POV JongHyun.

Flash Back.

Tomé mi venganza y esos hijos de puta fueron expulsados del colegio. Sabían que fui yo el que lo orquestó todo, pero no tenían ninguna prueba. Ya no tenía porqué preocuparme por lo que te pudiera pasar. Terminamos el instituto y entramos a la Universidad, además, nos fuimos a vivir juntos. Tú estudiabas diseño, mientras que yo me decanté por administración y gestión de empresas. Ya no estábamos siempre juntos, y por las tardes, yo me conseguí un trabajo de medio tiempo. Nuestra relación se acabó deteriorando sin que pudiéramos hacer nada.

-¡Te vi con ella!- me gritas con lágrimas en los ojos- ¡la abrazabas!- me tiras el conejo de peluche que te regalé para tu anterior cumpleaños- ¡me estás engañando!
-Key, por favor, escúchame- pido- te lo puedo explicar.
-¡No quiero que me digas cómo te la tiraste!- coges las llaves y te diriges a la puerta.
-Tienes que creerme- te pido de nuevo sujetándote por la espalda.
-¡SUÉLTAME!- te deshaces de mi abrazo y sales del apartamento.

Me quedo unos momentos plantado, sin saber qué hacer y luego cojo mi chaqueta y salgo detrás tuya. Te alcanzo cuando estás apunto de cruzar la calle con el semáforo en rojo.

-¡Key!- grito- te quiero, sólo a ti.

Te vuelves, e intentas venir hacia mí. Extiendo los brazos. Pero es demasiado tarde...

Fin Flash Back.

-Si te hubiera dicho desde el principio que te quería, si te hubiera retenido en el apartamento, si no hubiera abrazado a aquella chica a la que acababa de rechazar... si tan solo hubiera sido capaz de estar a tu lado en todo momento... esto no habría pasado- comienzo a llorar de nuevo- Key, te amo, te amo...

POV Key.

El calor del brazo empieza a extenderse por todo mi cuerpo y mi corazón comienza a latir muy rápido, como cuando tú estás a mi lado. El lugar vacío y frío se torna cálido. Estás junto a mí. Siento tu cálida mano apretar la mía y siento tus lágrimas cayendo sobre ella. ¿Lágrimas? Tú nunca lloras, ¿por qué lloras? Escucho tu voz. Me dices que me amas. Ya lo sé, yo también te amo. Abro los ojos.

POV JongHyun.

Noto cómo tu pulso relativamente bajo comienza a acelerarse. No sé qué pasa pero sigo diciéndote que te amo. Aprietas mi mano. Te estás moviendo. Te mueves.

-Key, te amo, te amo- Abres los ojos de golpe. Te ves desubicado- Key, ¿me conoces?
-Jjong...- dices con voz pastosa.
-Key- te abrazo con mucho cuidado de no hacerte daño.
-¿Dónde estoy?- preguntas.
-En el hospital- contesto separándome- te atropelló un coche.
-Oh, vaya...- me seco las lágrimas- ¿por qué lloras?
-Creí que nunca te iba a poder volver a ver despierto- contesto- fue por mi culpa que todo esto te pasara...- me puso un dedo en los labios.
-No es tu culpa, es mía por cruzar en rojo y por no creerte.
-Entonces, ¿me crees?
-Claro que sí, ¿cómo podría gustarte esa tipa si me tienes a mí?- dices sonriendo.
-Te quiero, no lo olvides.
-Yo también te quiero.


Espero que os haya gustado este One Shot de SHINee. Nos veremos próximamente.