Título: Beautiful Night
Autora: Riz Aino
Pareja: VHope (V + J–Hope) (BTS)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 1.109 palabras
Resumen: todo comienza en una hermosa noche cuando todos se reúnen.
Notas: drabble escrito para Haine.
Comentario de autora: esta historia está basada en un hecho real que ocurrió una madrugada en la que había demasiadas cosas que hacer como para desperdiciar el tiempo en dormir. Espero que os guste.
Beautiful Night
La noche había comenzado ya hacía demasiadas horas como para que las personas que se encontraban en aquel salón pudieran contarlas, aunque no es que quisieran hacerlo tampoco, estaban demasiado bien allí, solo bebiendo, riendo, contando anécdotas y jugando a lo que primero se les ocurría. Llevaban siglos sin encontrarse todos y tenían muchas ganas de verse, pero eso había sido pasado a un segundo plano cuando las botellas de alcohol comenzaron a extenderse vacías sobre la mesa y el suelo de la habitación.
A quién primero se le subió el alcohol fue a JiMin, que no estaba demasiado acostumbrado a beber, y se puso a bailar sensualmente ante todos ellos, pidiéndoles a todos que lo tocaran. Las risas comenzaron a extenderse por el lugar y ninguno podía parar de observar cómo el chico movía su cuerpo, porque era algo hipnótico, cada minúsculo movimiento lo era.
HoSeok también estaba borracho, o eso es lo que se repitió mentalmente una y otra vez después de aquella noche, porque lo que hizo, era algo que no habría hecho anteriormente sin llevar ni una gota de alcohol en las venas. Mientras JiMin bailaba y todos lo jaleaban para que se acercara a alguno y así poder tocar sus torneadas y duras piernas, TaeHyung se le acercó, sentándose frente a él y mirándolo con los ojos brillantes.
—¿Quieres que nos besemos? —le preguntó, dejándolo en un inicio bastante confuso.
La verdad era que TaeHyung ya le había dado varios besos a JungKook y a NamJoon en algunos descuidos que éstos habían tenido, así que, no debía de haberle sorprendido… y sin embargo lo hizo porque con él nunca había sido de esa forma. Se conocían desde hacía muchos años y, al igual que TaeHyung había dejado claro desde el principio que era homosexual, HoSeok había dejado claro todo lo contrario.
—¿Besarnos?
—Sí, ya sabes —sonrió el chico—. Tu boca y la mía se juntan durante unos momentos… vamos… un beso…
—Sé lo que es un beso, Tae —contestó—. Pero…
—Anda, vamos… —rezongó el menor, poniendo ojitos y haciendo monerías.
Al principio, el chico quiso negarse, pero no supo por qué finalmente asintió con su cabeza y dejó que TaeHyung lo besara en los labios. Fue un contacto esperado, pero aun así, HoSeok sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, como si hubiera estado anticipando aquel beso y, sobre todo, como si le gustara. Algo en su cerebro se desajustó en aquel momento y el chico no supo qué fue exactamente, pero tuvo una ligera idea sobre lo que era. El beso no duró mucho, y el mayor se encontró deseando que hubiera durado mucho más.
—¿Ves? Un beso —le dijo con una sonrisa preciosa que HoSeok siempre había visto pero en la que nunca se había fijado realmente.
HoSeok decidió que lo mejor que podía hacer en aquel momento era callarse y meterse en su mente para analizar qué era lo que acababa de pasar. Él tenía una novia que no había asistido a aquella reunión y ésta tampoco necesitaba enterarse de lo que había sucedido porque ya habían acordado previamente que cualquier cosa que ocurriera allí no saldría de aquella habitación, pero también era porque aquello que había sucedido entre TaeHyung y él no era nada importante. Un beso no significaba nada.
—Este es el primer beso que nos damos —susurró el chico a su lado. Sin que se diera cuenta había acabado sentado en el hueco que antes había ocupado JiMin y había recargado su cabeza sobre su hombro—, a pesar de que nos conocemos desde hace mucho —HoSeok asintió, dándole la razón—. Incluso besé a YoonGi hace tiempo y él nunca ha sido de dejarse querer por ninguno de nosotros —el chico parecía estar hablando más para sí mismo que para él, pero HoSeok no pudo evitar estar atento a sus palabras—. ¿Sabes que en realidad siempre me has parecido muy atractivo? Mucho más atractivo que SeokJin.
—Tú también me pareces muy guapo —reconoció, haciendo que el menor se interesara en seguir con aquella conversación, dejando de recargarse sobre su hombro.
—Te voy a plantear algo… —murmuró—. Si a ti también te gustaran los hombres… ¿habría habido alguna posibilidad de que hubieras querido salir conmigo?
A HoSeok le pilló bastante desprevenido aquella pregunta y tuvo que pensarlo, darle vueltas muchas veces en su caótica mente más llena de alcohol de lo que le hubiera gustado en esa situación. Sin embargo, como una pequeña bombilla se le encendió y finalmente obtuvo su respuesta.
—Creo que sí… pero solo si no fueras tan promiscuo —a TaeHyung pareció dolerle un poco su comentario, pero un momento después pareció entender por qué lo decía. Desde que se habían conocido, cinco años atrás, el menor había tenido más parejas sexuales que todos los demás juntos.
—¿Y si prometiera que solo estaría contigo? —cuestionó—. ¿Y si dejara de buscar satisfacerme porque ya hubiera obtenido todo lo que necesito?
—Sí… —susurró.
Y allí, en mitad de todos, TaeHyung volvió a acercarse a su rostro, esta vez mirándolo a los ojos fijamente. El mundo pareció detenerse, haciendo que solo ellos dos existieran en aquel momento, y HoSeok fue quien, finalmente, acortó la poca distancia que lo separaba de los pecaminosos labios del menor y de su aún más pecaminosa lengua, lengua que el chico no dudó en usar en cuanto sus labios chocaron. Aquel beso fue mucho más intenso que el que se habían dado antes, mucho más excitante y mucho más confuso para HoSeok, que no sabía por qué anhelaba tanto aquellos labios y por qué no podía parar de pensar en qué sería sentir aquella boca contra otra parte más sensible de su anatomía.
En lo que restó de noche, los dos chicos estuvieron más tiempo besándose que pendientes de lo que ocurría a su alrededor. Ninguno de los demás los molestó tampoco, estaban demasiado ensimismados en sus propios menesteres y HoSeok no volvió a pensar en que fuera de allí tenía una novia, una novia a la que no sabía cómo decirle que había besado a su mejor amigo y que no podía parar de querer hacerlo una y otra vez.
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