sábado, 1 de julio de 2023

[One Shot] History of KINGDOM (part II): Make you a believer {LouJin}

Título: Make you a believer

Autora: Riz Aino

Pareja: LouJin (Mujin + Louis) (KINGDOM)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, romance, drama, hurt/comfort

Número de palabras: 1.280 palabras

Resumen: Sungho tiene la misión de convertir en creyente a Dongsik, mientras que Dongsik lo único que quiere es enseñarle otro mundo completamente diferente a Sungho.

Advertencias: conflictos de fe y mención a relaciones sexuales.

Notas: historia inspirada porque Mujin suele ir a la iglesia de vez en cuando.

Comentario de autora: tengo muchas historias sobre OnlyOneOf sobre la religión y los pecados, pero también quería hacer algo con KINGDOM en este sentido. Espero que os guste.

 

Make you a believer

 

Dongsik entró a la iglesia, aquel edificio amplio de fríos muros de piedra sabiendo perfectamente que allí sería el lugar en el que encontraría a la persona que llevaba buscando toda la mañana. No se había decidido a ir hasta aquel lugar antes porque había pensado en un primer momento que Sungho habría preferido estar en cualquier otro lugar antes de allí, atormentándose por lo que había pasado entre ambos la noche anterior, pero en el fondo, allí era en el único lugar en el que alguien tan religioso como él podría encontrar algo de consuelo. Ni siquiera tuvo que buscarlo mucho en cuanto entró a la iglesia, su cabeza asomando entre los bancos de ésta, de rodillas, con los ojos cerrados, rezando. Dongsik se detuvo unos momentos, observándolo, aprovechando que el mayor no se había dado cuenta todavía de que había llegado, mordiéndose el labio inferior, teniendo un pequeño sentimiento de culpa al ver cómo en el rostro de Sungho se reflejaban todas sus preocupaciones, sabiendo a la perfección que él había causado la mayor de ellas.

 

En ningún momento Dongsik se había planteado llegar tan lejos, nunca había querido hacerle daño a Sungho de aquella forma, solo había deseado enseñarlo un poco el mundo que se estaba perdiendo mientras que el mayor había tratado de convertirlo en creyente. Ambos habían hecho un trato, un trato en el que ninguno de los dos tenía que salir herido, solo debían pasarlo bien, solo tenían que mostrarse el uno al otro qué era lo que hacía atractivo el mundo en el que vivían, Sungho tratando de inculcarle las enseñanzas de su fe y Dongsik mostrándole el mundo de la noche. Aunque al principio sus dos mundos habían chocado de forma irremediable, poco a poco se habían ido abriendo a lo que éstos les ofrecían y Dongsik se había visto a sí mismo disfrutando de algunas cosas de la religión que jamás habría pensado que le serían útiles, de la misma forma que Sungho había comenzado a soltarse y a comportarse más como el chico joven que era. Ninguno había pensado que su pequeño trato fuera más allá... ninguno había pensado que su amistad pudiese evolucionar de aquella forma, pero ninguno lo había detenido tampoco cuando había pasado.

 

Dongsik se había comenzado a sentir atraído por Sungho y, por la forma en la que el mayor se había empezado a comportar con él, había visto que éste también se sentía atraído por él. Apenas les había costado ir dando pasitos en la misma dirección, pequeños toques, cogerse de las manos, abrazarse, dormir el uno junto al otro... todo había pasado de una forma tan natural entre ellos, que casi había parecido que los guiaba algo sobrenatural hacia aquello... y Dongsik se había acabado lanzando a la piscina la noche anterior cuando no debería haberlo hecho porque ambos habían salido de fiesta, habían bebido más de lo que acostumbraban y no estaban en plenas facultades. Pero Sungho había respondido a sus besos, había respondido a sus caricias, había gemido su nombre una y otra vez mientras le daba placer con su mano hasta que había llegado al orgasmo... y Dongsik había creído que todo sería perfecto. Sin embargo, cuando Sungho había vuelto en sí, su mente menos nublada por el alcohol y había comprendido lo que ambos habían hecho en la cama del menor, su rostro se había desencajado y había salido corriendo, sin darle a Dongsik tiempo a reaccionar y cuando finalmente lo había hecho, ya era demasiado tarde.

 

¿Qué haces aquí? la voz de Sungho resonó en la iglesia, sacando a Dongsik de sus pensamientos y se enfocara en el chico ante él. Ya no estaba de rodillas, se había sentado en el banco y lo miraba con los ojos rojos e hinchados. ¿Vienes a llevarte lo poco que me queda de dignidad contigo?

No... no... Dongsik se mordió el labio inferior y dio un par de pasos hacia él, pero se detuvo antes de llegar siquiera al extremo del banco. No es eso... nunca ha sido así... me gustas mucho, hyung... y sé que lo de anoche fue ir demasiado lejos porque no había hablado contigo de ello y tenía que haber hablado primero, pero me gustas... me gustas mucho y yo...

 

Dongsik dijo todo aquello de corrido, pero se detuvo a mitad porque en ese momento Sungho comenzó a sollozar, tapándose la cara con las manos y no pudo soportar más la distancia que había entre ellos, en un par de zancadas se colocó a su lado y se agachó para ponerse a su altura, rozando con sus dedos tentativamente sus rodillas.

 

Por favor... no llores hyung...

Para ti... todo esto es fácil... sollozó Sungho, detrás de sus manos todavía. Es muy fácil decir que te gusto, es muy fácil besarme y tocarme y hacer como si nada... pero para mí no lo es...

Hyung...

 

Sungho comenzó a llorar mucho más fuerte y Dongsik se acabó alzando del suelo, poniéndose frente a él y abrazándolo con fuerza, haciendo que el mayor enterrase su rostro en su estómago mientras lloraba. Éste se resistió en un primer momento a aquello, pero tras unos segundos se rindió al contacto y simplemente rodeó la cintura de Dongsik con fuerza, sin parar de llorar y de murmurar cosas. El menor trató de prestar atención a todo lo que le decía, entendiendo la mayoría de las palabras que éste susurraba contra su camiseta mientras la empapaba, acariciando su cabeza y tratando de consolarlo de la mejor forma que podía, aunque no sabía si Sungho encontraría consuelo. Para él era muy difícil salirse de las normas de la iglesia, ignorar las enseñanzas que siempre había obedecido al pie de la letra, conocer a Dongsik había hecho que todo su mundo se tambalease y jamás había pensado que lo que había empezado como un pequeño juego llegara tan lejos. Dongsik entendía todo aquello, sabía que no era nada fácil para él dejarse llevar como lo había hecho la noche anterior, motivado por el alcohol, y que los remordimientos y los conflictos con su fe lo estaban haciendo sentir miserable. Dongsik lo entendía y por ello se sentía culpable por lo que había pasado, por no haber sido capaz de llevar las cosas de una forma diferente para que Sungho no tuviera que pasar por todo lo que estaba pasando en aquellos momentos.

 

No obstante, no se iba a rendir. No le importaba en absoluto estar ahí para Sungho todo el tiempo que éste lo necesitase, tratar de hacer esa gran transición junto a él, dar todos los pasos uno tras otro con él hasta que viese que no había nada de malo en querer a otra persona, aunque fuese de su mismo sexo, en tener relaciones sexuales con esa persona, en disfrutar de la vida porque solo tenían esa vida para poder vivirla. Dongsik estaría allí junto a él para intentar hacerle entender que aunque fuera un creyente en la fe, también podría serlo en otros aspectos de su vida.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario