domingo, 2 de julio de 2023

[One Shot] History of KINGDOM (part II): Erase you {DannHan}

Título: Erase you

Autora: Riz Aino

Pareja: DannHan (Dann + Jahan) (KINGDOM)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, romance, drama, angst

Número de palabras: 1.207 palabras

Resumen: Jihun necesita borrar todos sus recuerdos con Seungbo para poder seguir adelante... pero le es demasiado difícil dejar ir todo su pasado con él.

Notas: historia escrita porque tenía en bucle el álbum de Pygmalion de ONEUS y era necesario escribir cosas inspiradas en las letras de sus canciones.

Comentario de autora: para cerrar la colección tenía ganas de ponerme muy dramas y aunque no sea lo que acostumbro a escribir, creo que no ha quedado mal. Espero que os guste.

 

Erase you

 

Jihun suspira profundamente mientras observa la caja que se encuentra ante él, sin dar el último paso y sacarla fuera de su casa, echarla al contenedor de la basura para perder de vista todo lo que se encuentra en ella y borrar de esa forma todos sus recuerdos con él, eliminándolo por completo de su vida. El chico se muerde el labio inferior. Le ha tomado mucho tiempo decidirse a hacer aquello, decidirse a coger absolutamente todos los regalos, todas las fotos y todas las cosas compartidas durante su relación con él y meterlas en aquella caja, pero ahora que lo tiene todo allí no puede terminar de deshacerse de ello y Jihun quiere llamarse gilipollas, porque lo es. Después de todo el daño que le hizo, que le sigue haciendo, no es capaz de desprenderse de sus recuerdos porque en el fondo, la mayoría de ellos, son increíbles.

 

Jihun suspira de nuevo y acaba alejándose de la caja, yendo hasta la cama y tumbándose en ella de espaldas, con los brazos abiertos y mirando al techo, a la lámpara con forma de sol que hay en este, hasta que las lágrimas se acumulan en sus ojos y comienzan a caer por su rostro. No puede evitarlo, no puede evitar llorar una y otra vez mientras piensa en él, en los momentos compartidos, en todas y cada una de las cosas que han hecho juntos en sus dos años de relación. Es difícil para él dejarlo ir todo, borrarlo todo, hacer como si jamás hubiese existido en su vida y tratar de seguir adelante.

 

Aquel apartamento sin él lo siente muy vacío, la habitación en la que han dormido juntos en los últimos dos años parece enorme ahora que no está él allí y no solo el espacio es el que está vacío sin su presencia, Jihun se siente tan vacío por dentro que la mayoría de los días es algo que no puede soportar. A pesar de todo, a pesar de lo que le hizo, a pesar de la forma en la que se alejó de él y lo terminó todo entre ambos, Jihun es incapaz de hacer otra cosa que no sea echarlo de menos. Echa de menos sus manos grandes y brazos fuertes que siempre estaban dispuestos a sujetarlo cuando tropezaba, metafórica o realmente; echa de menos sus palabras, su voz suave confesando cosas inconfesables en la oscuridad; echa de menos sus labios contra los suyos, a veces demandantes, otras desprendiendo un cariño y una calidez que se extendían por todo su cuerpo; echa de menos cómo su simple presencia podía hacer que el día más terrible que Jihun hubiera tenido se convirtiese en un día feliz. Lo echa demasiado de menos... y no tiene corazón para dejar de hacerlo.

 

Y sabe que es idiota, sabe perfectamente que es un idiota y que está atrapado en el pasado que tuvo junto a él, en esos recuerdos llenos de felicidad que no terminan de opacar lo malo que sucedió al final, los pocos meses en los que las peleas fueron continuas hasta que él acabó su relación. Jihun está herido y sabe que tiene que comenzar a tratarse, a curarse todas las heridas porque le están haciendo un daño irreparable, pero es terriblemente duro para él hacerlo, incluso algo como desprenderse de sus cosas, de sus memorias juntos, le es difícil a pesar de que la caja ya está llena y que lo único que tiene que hacer es llevarla hasta el contenedor que hay a unos pocos pasos de su bloque de apartamentos.

 

El chico vuelve a suspirar profundamente y se levanta de la cama, quedándose sentado en el colchón, mirando a la pared frente a él en la que antes había un corcho lleno de fotos de ambos, pero que ahora está totalmente vacío. Le ha llevado varios días y muchas sesiones de llantos acabar de quitar todas las fotos de allí y meterlas en la caja, ha sufrido demasiado para tratar de deshacerse de todo lo que le está haciendo daño y lo que no lo deja avanzar, continuar con su vida y no quiere que su esfuerzo sea en balde. Sabe qué es lo que tiene que hacer, sabe que tiene que seguir con su vida, que no puede estar arrastrándose de un lado para otro sin alma como lo ha estado haciendo todo este tiempo desde que él se fue de su lado y que es lo mejor para él, borrarlo del todo de su vida y de su mente, retarse a hacer cosas nuevas que se salgan de su zona de confort, tratar de volver a disfrutar de las cosas que hacían juntos él solo de nuevo y, en definitiva, dejar atrás aquella etapa de su vida para comenzar con una nueva, salir de la oscuridad en la que se ha sumido para volver a ver la luz.

 

Jihun finalmente toma una decisión, la decisión correcta.

 

Con su nueva determinación y antes de que las dudas lo carcoman, el chico se seca las lágrimas con el dorso de sus manos y se levanta de la cama, cogiendo la caja llena de recuerdos que ha soltado antes y llevándola hasta la entrada. Se pone las zapatillas sin siquiera desabrocharlas, con práctica, y sale finalmente de su apartamento con la caja en sus brazos y sin mirar atrás. Cada paso por el edificio hasta llegar al ascensor es pesado, lento, pero firme, Jihun no se permite vacilar en un momento tan importante como aquel, y el viaje corto en el ascensor se le hace terriblemente eterno, pero no puede evitar observarse en los espejos de éste y ver sus ojos tristes, pero llenos de decisión y le gusta mucho más esa mirada que la que ha estado viendo en el reflejo de su espejo en los últimos tiempos. Por eso, con renovada energía, sale del edificio y llega hasta los contenedores. Vacila un instante antes de hacerlo, unas últimas dudas cruzando su mente, pero aún así lo hace y acaba volcando el contenido de la caja en la basura y después dejando el cartón en el contenedor correspondiente, tratando de no tener ningún remordimiento, intentando mantenerse firme por una vez en lo que debe hacer.

 

Adiós... Seungbo... murmura.

 

Y Jihun vuelve a casa, a la casa que ahora es suya y no de los dos, al lugar que debe de llenar de buenos recuerdos otra vez, recuerdos que no estén plagados de aquel que le hizo tanto daño y que lleven su vida de nuevo hacia la felicidad que sabe que se merece.

 

 

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