Mostrando entradas con la etiqueta Enamorado de Mi Enemigo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Enamorado de Mi Enemigo. Mostrar todas las entradas

martes, 27 de noviembre de 2012

Enamorado de Mi Enemigo


Enamorado de mi Enemigo


   Era un día normal y corriente, uno como cualquier otro en mi vida desde que había comenzado el instituto. Y en ese día, que había comenzado igual a todos, me di cuenta de que me había enamorado, y no de cualquier persona, sino de la persona que más me odiaba en el mundo...

   Kris…

   Él era un tipo imponente, llevaba repitiendo el mismo curso desde que yo tenía memoria, y ahora estaba en mi clase. Me miraba desde siempre con muy mala hostia y con recelo. Siempre que nos encontrábamos, me apartaba de su camino de un empujón.

   Yo no sabía qué hacer. Ni siquiera me gustaban los hombres, pero Kris hacía que se removiera algo en mi interior.

   -Buf- suspiré cansado tirándome encima de la cama.
   -¿Qué te pasa?- preguntó mi hermano entrando a la habitación que compartíamos desde que estábamos en aquel Internado.
   -No es nada, JungSoo- contesté, no le quería decir nada a mi hermano, no quería que se riera de mí o que me evitara por ser diferente.
   -Anda… dímelo…- comenzó a molestarme una y otra vez hasta que no tuve más remedio que contárselo. Nadie era más maruja que mi hermano, ni las marujas que había en su clase, ni siquiera esas eran tan marujas cómo él.
   -Creo que me he enamorado…
   -Wooo… eso es fantástico- dijo muy feliz.
   -… de un chico…

   Mi hermano se quedó pillado y dejó de saltar de la alegría para mirarme muy seriamente. Lo acababa de decepcionar. Él se esperaba a una cuñada guapa, y ahora no la iba a tener.

   -¿Estás seguro?- me preguntó.
   -Cada vez que estoy cerca me pongo nervioso, no puedo mirarlo a los ojos y desvío mi mirada, mi corazón se acelera y noto un cosquilleo en el estómago cada vez que me mira o si me toca, siento escalofríos.
   -Vaya…- susurró sentándose en mi cama- tiene toda la pinta…
   -Sí.
   -¿Te gustan otros chicos o sólo él?
   -No lo sé… no me he fijado antes en otros chicos… puede… o no… no lo sé…- me agarré el cabello desesperado.
   -Tranquilo, Channie, tranquilo- se acercó a mí y me abrazó- todo se solucionará.
   -Tú siempre tan positivo- contesté intentando sonreír, pero no tenía muchas ganas.
   -En la vida hay que ser positivo- me dijo- sino, todo te parece horrible.
   -Eres muy sabio- dije- cómo se nota que te estás haciendo mayor…
   -¡Oye!- se lanzó sobre mí y comenzó a hacerme cosquillas- ¿a quién llamas viejo?

   A la mañana siguiente caminaba hacia mi clase cabizbajo y metido en mis pensamientos, ése iba a ser otro día de infarto en el que con tan sólo ver a Kris mi corazón comenzaría a latir tan rápido en mi pecho que casi se saldría. Metido en mi mismo, como estaba, ni me di cuenta que enfrente de mí se colocó mi mejor amigo, BaekHyun, hasta que me saltó encima y se me enganchó como un mono.

   -Buenos días- dijo feliz, con una sonrisa de oreja a oreja, bajándose de mí.
   -Buenos días.
   -¿Y esa cara?- preguntó tirándome de los mofletes- ¿no me digas que sigues triste por ese inútil?
   -No es eso…
   -Claro que es eso- aseguró- ese tipo no te conviene, es un bruto, un borde, un malcriado y un inútil- BaekHyun intentaba decir insultos desagradables, pero no podía, además con esa cara de niño bueno, tampoco le pegaba mucho.
   -Ya, ya, lo sé- contesté- pero es algo que no puedo evitar.
   -Babo…- se agarró a mi brazo y echamos a andar, al girar la esquina, nos encontramos con el responsable de mis desvelos, de mis sentimientos encontrados y, en definitiva, de todos mis problemas. Nos echó a ambos una mirada asesina y luego siguió su camino- hablando del rey de Roma…- murmuró BaekHyun y me miró- ¿Channie?- se paró delante de mí, me cogió el rostro con sus manos y me agachó hasta quedar a su altura- no estés triste.
   -No estoy triste…
   -No me vengas con rollos- contestó- te conozco desde hace mucho.
   -BaekHuynnie…- susurré.
   -Estoy aquí, no te abandonaré- dijo.
   -Gracias- y seguimos nuestro camino.

   Las clases comenzaron y todo fue igual que siempre. Los profesores daban la chapa, los estudiantes pasábamos de ellos… vamos, como siempre. Pero había una cosa que no era como siempre. Normalmente, durante las clases, Kris no me miraba, pero eso no era así este día. Me miraba, y me miraba mucho. No quitaba sus penetrantes ojos de mí, pero no me miraba con odio o con enfado, me miraba de otra manera, una manera que no lograba identificar.

   Nos tocaba Deporte, y tras cambiarnos en los vestuarios, salimos al patio y el profesor nos puso a correr, dándole veinte vueltas al lugar. Yo tenía bastante fondo, pero BaekHyun no, así que me quedé algo rezagado con él. Mientras corríamos, me di cuenta de que el profesor me llamaba.

   -Te dejo solo- dije a mi mejor amigo.
   -Odio al profesor por llamarte ahora- murmuró.
   -Lo siento.

   Salí corriendo hacia el profesor, y cuando llegué, me di cuenta de que no estaba solo, con él estaba Kris. Miré hacia atrás buscando con la mirada a BaekHyun y él me hizo un gesto con las manos diciendo que me acercara, que no pasaría nada. Le hice caso y me coloqué cerca del profesor.

   -¿Quería algo?- pregunté.
   -Sí, ¿puedes ir con Kris a por unos materiales al gimnasio?- dijo.
   -Mmm… claro, sí…
   -Pues bien, vamos, daos prisa- le dio las llaves a Kris y comenzó a pegarle voces a los demás alumnos.

   Kris echó a andar y yo detrás de él. Nos dirigimos hacia el gimnasio, atravesando el patio y luego los jardines, hasta llegar al gimnasio, que estaba al otro lado del colegio. Él metió la llave en la cerradura, abrió la puerta y entró dentro. Entré tras él y la puerta se cerró por el aire que hacía. Vi a Kris moverse por el lugar y me acerqué a él.

   -¿Qué es lo que el profesor quería que buscáramos?- pregunté.
   -Quiere que saquemos unos materiales que están muy altos como para que él llegue.
   -Oh, vale.

   Kris y yo éramos los más altos del curso y casi del lugar, por lo que no me extrañaba que el medio metro del profesor nos mandara a nosotros a por los materiales. Él se subió a unas escaleras y luego comenzó a darme las cosas. Una bolsa de balones, una de petos, otra con conos… y así, con un montón de cosas.

   Cuando terminó, bajó de las escaleras y cogió la mitad de las cosas. Yo cogí la otra mitad y nos dirigimos hacia la salida. Kris giró la manecilla de la puerta, pero ésta no se abrió. Rebuscó en sus bolsillos intentando encontrar las llaves, pero no las halló. Se giró hacia mí entonces.

   -¿Tú tienes las llaves?- sólo pude negar con la cabeza ante su tono tan demandante- ¿cerraste la puerta?- volví a negar- ¡joder!- maldijo por lo bajo soltando todas las cosas que llevaba en el suelo, su brusco gesto me asustó un poco y me alejé algo de su lado- estamos atrapados- murmuró girándose hacia mí y frunciendo el ceño al ver que estaba más lejos que antes- ¿traes tu teléfono móvil?-me preguntó.
   -No- dije casi en un susurro- lo dejé en el vestuario.
   -Entonces no tenemos manera de comunicarnos con el exterior- dijo negando con la cabeza, parecía cansado- anda, suelta las cosas, sino te cansarás- le hice caso y solté todas las bolsas en el suelo mientras él se sentaba con la espalda recargada en la pared junto a la puerta.
   -Seguro que alguien se da cuenta de que no estamos- dije intentando que el ambiente se relajara. Esta era la vez que más palabras había cruzado con Kris, y mi corazón latía tan fuerte que pensaba que tenía que oírse en todo el gimnasio.
   -¿Con el profesor tan despistado que tenemos?- preguntó- déjame decirte sinceramente que lo dudo mucho.
   -Pero algún alumno… BaekHyunnie podría…
   -BaekHyun…- susurró con algo de jactancia.

   Me quedé petrificado ante el tono en el que dijo el nombre de mi mejor amigo. Parecía como si le tuviera un odio muy profundo, incluso más del que me tenía a mí. Me sentí muy mal por dentro, no tenía ningún motivo para odiar a mi amigo, él era una persona agradable con todos y muy simpático. No me pude contener.

   -¿Por qué odias a BaekHyunnie?- dije poniéndome de rodillas frente a él.
   -¿Quién te ha dicho que lo odie?- preguntó brusco.
   -Tu tono de voz- respondí.
   -Si te digo la verdad, sólo no me cae bien por diversos motivos- asentí algo aliviado. Entonces otra duda atacó mi mente.
   -Entonces, ¿por qué me odias a mí?

   Kris me miró de una manera muy extraña, como decepcionado por mis palabras y suspiró cansado, mientras agachaba su cabeza.

   -No es que te odie- murmuró y dijo otra cosa más, pero no pude entenderlo bien.
   -Entonces… ¿por qué siempre me miras como si quisieras matarme?- él alzó la cabeza.
   -¿De verdad parece que quiero matarte?- asentí y suspiró- ¿tan aterrador parezco?- preguntó, y sentí cómo mi corazón daba un vuelco al ver su mirada triste.
   -No, no, no, no, no- negué varias veces, con mi voz, mi cabeza y mis manos- no eres aterrador.
   -¿Entonces?
   -Serio, tal vez- dije- alguien serio.
   -Vaya… no sabía que me veía así- murmuró.
   -Bueno… se puede cambiar intentando hablar más con la gente y esas cosas- dije sincero sonriendo- y… me gustaría… saber sino me odias… ¿qué es lo… que piensas… de mí…?- no pude contenerme, parecía que estaba siendo sincero en sus respuestas así que le pregunté para saber a qué atenerme, para saber si tenía esperanzas, para saber si…

   Mis pensamientos se vieron interrumpidos por sus labios que chocaron contra los míos en un intento feroz de transmitirme todo lo que parecía no podía decir con palabras. Mi corazón latía desenfrenadamente, y mis labios correspondían su beso moviéndose con los suyos. La falta de aire fue lo único que nos hizo separarnos.

   Nos miramos a los ojos fijamente, y durante unos momentos, pensé que no había nada, ni nadie más en este mundo aparte de nosotros dos. Kris abrió sus piernas y me agarró con sus brazos de la cintura para que me pusiera en el hueco creado y así estar más cerca. Acto seguido, volvió a atacar mis labios, esta vez con desesperación, con ansia, y con algo más que no podía identificar. Al separarnos la siguiente vez, él agachó su cabeza y suspiró hondo.

   -Lo siento- murmuró, y mi corazón se paró al escuchar esas dos palabras.
   -¿Por qué?- pregunté con algo de mal humor. Me besaba como si fuera el último día de la Tierra y luego me decía esas dos palabras que herían mis sentimientos.
   -Yo… yo… no sé lo que hago… tú… estás saliendo con… BaekHyun… y…

   Todas las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar en mi cabeza. Las miradas de odio que nos dirigía, todo lo que habíamos hablado desde que estábamos allí dentro, sus acciones… todo… sonreí mientras le tomaba el rostro con mis manos.

   -Babo…- susurré- yo no estoy saliendo con BaekHyunnie- Kris alzó la cabeza y me miró sin comprender.
   -¿Entonces…?
   -Él y yo sólo somos buenos amigos, nada más.

   Y sin decir más palabras me acerqué a él y le di un dulce y lento beso en los labios. Kris pasó sus brazos por mi cintura, acercándome más y pegándome a su cuerpo, para acrecentar el contacto. Cuando nos separamos, respirábamos entrecortados, y nuestros rostros estaban adornados con sonrisas de felicidad.

   -Me gustaría… que nosotros… comenzáramos algo…- murmuró.
   -¿Me estás pidiendo salir?- pregunté algo incrédulo.
   -Si tú no quieres…
   -Claro que quiero- dije inmediatamente y le di un pequeño beso.

   Él sonrió contra mis labios y justo cuando otro beso iba a comenzar, escuchamos el ruido que hacía la puerta al abrirse. Nos separamos como pudimos y los dos quedamos sentados en el suelo a escasos metros pero sin ningún indicio de lo que había pasado. Por la puerta entró BaekHyun y oí cómo Kris suspiraba. Sonreí ante su reacción.

   -Channie- dijo el recién llegado abalanzándose sobre mí y abrazándome fuertemente- menos mal que estás bien- susurró- pensé que este desalmado podría haberte hecho algo- detrás de BaekHyun pude ver como la imponente figura de Kris se levantaba del suelo con una mirada de mala leche que asustaba.
   -No ha pasado nada- dije- nada malo, quiero decir…- él se separó de mí y me miró sin comprender- luego te lo cuento- murmuré- pero lo mejor ahora será que te separes de mí si no quieres que despertemos al dragón.

   Mi amigo pareció entender lo que había pasado entre nosotros al escuchar mis palabras y se levantó rápidamente, después me ayudó a levantarme para seguidamente murmurar un “le avisaré al profesor que estáis bien” y salir corriendo del lugar. Cuando desapareció de la vista, Kris me dirigió una mirada incrédula con una ceja alzada y yo me acerqué a él para abrazarlo.

   -Sigo queriendo salir contigo- dijo él- no hace falta que te me pegues tanto- sonreí y me abracé aún más fuerte a él.
   -Es que BaekHyunnie es muy efusivo- murmuré- lo siento, y… pensé que estabas celoso…
   -Y lo estoy…
   -No tienes por qué…
   -Está bien- dijo- pero a partir de ahora, esas muestras de cariño sólo están permitidas conmigo- sonreí por sus celos.
   -Está bien… pero no te prometo nada.

   Sé que iba a comenzara protestar, pero lo callé con un beso y luego cogí los materiales que habíamos ido a buscar. Kris me siguió poco después y me dio un beso en la mejilla antes de salir corriendo hacia la pista, con una gran sonrisa.

   Y así fue, cómo me enamoré de mi enemigo.