El Retrato de Cho KyuHyun
Al fin había vuelto a casa. Había
viajado por todo el mundo durante los últimos años de mi vida y había sucumbido
a todos y cada uno de los placeres que este me había brindado. Mujeres y
hombres caían rendidos ante mi belleza y pasaban la noche en mi cama. Era el
mejor amante de maridos y esposas, de prostitutas y vírgenes. No me había
vuelto a enamorar desde aquella vez, ni tampoco había pensado en ello más, pero
ahora que estaba en casa, los recuerdos acosaban mi mente.
Intenté despejarme yendo a la fiesta
que organizaba mi mejor amigo cuando había vivido en Londres, Park JungSoo. A
esta me acompañaba mi fiel servidor, ChangMin, al que había conocido mientras
me dedicaba a los placeres de la vida. Al entrar en la gran casa y, tras
realizar los pertinentes saludos a las damas y caballeros de la alta sociedad
de Londres, me dirigí hacia mi buen amigo, que estaba hablando con una
jovencita de muy buen ver.
Habían pasado veinte años y él había
envejecido bastante, pero aún tenía aquel brillo travieso en su mirada que me
hizo pensar en los viejos tiempos.
―JungSoo ―saludé. Él, al escuchar mi
voz, inmediatamente me miró y su rostro reflejó una expresión que no pude
identificar, pero que no me gustó nada.
―¿KyuHyun? ―preguntó―. ¿Cómo es
posible?
―He regresado a casa.
―Imposible… Es imposible… Estás
exactamente igual… ―murmuró.
―Y por ti han pasado muchos años ―comenté
riéndome a carcajadas. Tras la impresión inicial, mi amigo comenzó a reír
conmigo y todo pareció quedar olvidado.
―Ven, te presento a mi hija ―tomó a
la joven con la que había estado hablando antes por los hombros y la colocó
frente a mí―. Ella es Victoria.
Su pelo castaño y ondulado estaba
recogido en un moño como los que se llevaban durante aquella década. Su rostro
era tan blanco y fino como la porcelana que venía de Oriente. Sus ojos grandes
y de color miel. Su boca pequeña y rosada. Su cuerpo delgado y torneado, debido
seguramente al corsé obligatorio para las mujeres de alta sociedad.
―Encantado de conocerte ―murmuré―.
Mi nombre es Cho KyuHyun.
Ella esbozó una sonrisa y mi muerto
corazón se saltó un latido. No podía ser posible, me había vuelto a enamorar.