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lunes, 30 de diciembre de 2013

Behind the Cameras

Behind the Cameras

            —Entonces XiuMin, ¿para ti quién es la más sexy?
            —¿Para mí? —el chico nos miró a todas de arriba abajo antes de detener sus ojos en mí— Narsha sunbaenim sería la más sexy.

            Sonreí de lado y lo miré pícara de arriba a abajo. Él me devolvió la sonrisa. Ahora que me fijaba bien, el chico no estaba nada mal. No era guapo, pero en conjunto era bastante atractivo. Tenía un par de polvos.

~.~.~

            Terminamos de grabar el programa un par de horas después. Había sido divertido, pero yo había estado más enfocada en el chico que en lo que sucedía a mi alrededor. Nuestras miradas se habían encontrado en varias ocasiones y en sus ojos pude ver que si le proponía sexo no me iba a decir que no. Sin embargo, como los miembros de EXO eran bastante jóvenes, tenía que preguntarle a Miryo a ver si era al menos mayor de edad.

            —Miryo —la llamé. Ella se giró hacia mí.
            —Dime, unnie.
            —Tú sabes mucho de EXO, ¿no?
            —Claro, soy una fan como cualquier otra —contestó con una sonrisa.
            —Bueno, ¿entonces sabrías decirme si XiuMin es menor de edad?

            Durante unos segundos, mi compañera de grupo me miró con los ojos muy abiertos, pero luego sonrió pícara y me guiñó un ojo a la vez que comenzó a darme codazos en las costillas.

            —Te ha molado, ¿eh?
            —Contesta, Miryo —ella bufó, pero comenzó a hablar.
            —No hay ninguno que sea menor de edad ahora y XiuMin es el mayor.
            —¿Edad?
            —Veintitrés.
            —Perfecto.

            Me alejé de ella y busqué con la mirada al chico. Lo encontré hablando animadamente con ShinDong, así que no tardé en dirigirme hacia allí, pensando por el camino una excusa para interrumpir su conversación. Me acerqué de frente, para que ambos me notaran llegar, así que, aun cuando estaba a unos metros, ellos dejaron de hablar.

            —Oh, Narsha —dijo ShinDong amablemente—. ¿Qué necesitas?
            —Nada, solo agradeceros que nos hayáis invitado al programa junto a EXO —contesté—. Miryo está todavía en shock.
            —¿En serio? —asentí. Él sonrió y buscó con la mirada a la chica—. Entonces os dejo, los chicos y yo tenemos que molestarla un poco más antes de que os vayáis.

            Rápidamente se alejó, dejándonos solos a XiuMin y a mí. Lo miré de arriba abajo y me mordí el labio inferior. Él sonrió, así que me acerqué un poco para que nuestra conversación no fuera escuchada por oídos ajenos.

            —Si te hiciera una proposición indecente… ¿saldrías corriendo?
            —No.
            —¿Te gustaría una noche de sexo conmigo?
            —Me gustaría mucho —sonreí ante su respuesta.
            —¿Cuándo estás libre?
            —Esta noche no tengo nada que hacer.
            —Perfecto. Si me das tu número te mandaré un mensaje con el hotel y el número de la habitación.

~.~.~

            Ya le había mandado el mensaje y había obtenido su respuesta. En unos minutos, el chico estaría allí.

            Me miré en el espejo del baño y me arreglé un poco el cabello. Después, comencé a ensayar poses sexys que harían caer a cualquiera por mí, para luego colocar la camisa que me quedaba algo grande de una forma pecaminosa sobre mi cuerpo desnudo.

            Unos golpes en la puerta me sobresaltaron, pero me tranquilicé al escuchar el sonido de una notificación llegando a mi teléfono móvil. Tomé este y lo desbloqueé para ver la notificación.

            “Soy yo, abre”.

            Solté el teléfono y fui hacia la puerta de la habitación. Abrí una pequeña rendija y pude verlo, con una camisa blanca y unos vaqueros ajustados. Estaba de muerte con aquella ropa, así que deseé internamente que siguiera estando de muerte cuando se la quitara. Lo hice pasar al interior y cerré la puerta rápidamente. No podíamos arriesgarnos ninguno de los dos a que nos vieran en aquel lugar. Sentí su mirada sobre mi cuerpo y me giré lentamente, sonriendo.

            —¿Te gusta lo que ves? —pregunté. Él tragó saliva y se mordió el labio inferior.
            —Muy sexy.

            Caminé hacia él, hasta salvar la distancia que separaba nuestros cuerpos, quedándome a apenas unos centímetros de distancia. Lo miré intensamente a los ojos y él me devolvió la mirada justo antes de llevar una de sus manos a mi nuca e inclinar su cabeza para darme un salvaje beso en los labios que me dejó sin respiración.

            Llevé mis manos a su cabello, mientras nuestras lenguas se encontraban, para tirar de él más hacia mí. Solo nos separamos cuando el aire se hizo necesario. Nos volvimos a mirar a los ojos con lujuria justo antes de buscar la boca del otro con ansia.

            Entre besos, comencé a guiarlo hacia la gran cama de la habitación del hotel hasta que esta topó con sus piernas y cayó de espaldas al colchón, arrastrándome sobre él en su caída. Reí quedamente y me separé un poco de él para admirar aquel cuadro. Despeinado, con los labios hinchados y la camisa desarreglada, ganaba bastante.

            Sin previo aviso y sin dejar de mirar mis ojos me agarró con una mano de la cintura para movernos a ambos sobre la cama y quedar en una posición cómoda. Luego me tumbó de espaldas sobre el colchón y se colocó sobre mí, comenzando a desabrochar la única prenda que vestía, dejándome completamente desnuda ante él.

            —Me has ahorrado trabajo —comentó mirando mi cuerpo con descaro mientras se lamía los labios.
            —Normalmente los tíos y la ropa interior no os lleváis bien —contesté—. Y no tenemos mucho tiempo.
            —Muy cierto —susurró acercándose a mi pezón derecho.
            —Dos reglas —murmuré cuando su lengua entró en contacto con mi piel—. No dejar marcas y no juegos preliminares.
            —¿Quieres pasar directa al grano? —preguntó.
            —Sí.
            —Está bien.

            Se alejó un poco de mí para desabrocharse la camisa, dejándome ver su delgado y musculado cuerpo. Después, le tocó el turno a sus pantalones, que tiró por algún lugar de la habitación y a sus bóxers. Su miembro estaba algo duro por los besos de antes, pero no lo suficiente como para penetrarme.

            —¿Me ayudas o lo hago yo? —cuestionó alzando una ceja.
            —¿Qué tal si me ofreces un poco de espectáculo?
            —Como quieras, pero luego tendrás que ofrecerme un poco de espectáculo a mí —contestó.
            —Trato hecho.

            En ese momento, llevó su mano derecha a su miembro y comenzó a masturbarse, mirándome fijamente a los ojos. El ritmo al principio fue lento, pero luego, su brazo se tensó, revelándome un bíceps desarrollado, a la vez que la velocidad aumentó. Unos momentos después, tras comenzar a lanzar los primeros gemidos, se detuvo, con su miembro ahora completamente erecto.

            —Ahora tú —pidió.

            Abrí mis piernas ante él y empecé a tocar mi clítoris, para calentarme más rápidamente con una mano, a la vez que con la otra, iba introduciéndome dedos en la vagina. Durante mi excitación lo vi buscar en los bolsillos de sus pantalones, sin quitarme los ojos de encima hasta que cogió un condón. Abrió el paquete con los dientes y luego se colocó la goma en su palpitante miembro. Segundos después, apartaba mis manos con cuidado y se internaba en mí completamente en una embestida que me dejó sin respiración.

            El entrechocar frenético de nuestras caderas, sus manos clavándose en mi cintura, su miembro entrando una y otra vez en mi interior y sus ojos castaños fijos en los míos fueron las causas del orgasmo que me sacudió el cuerpo aquella noche.

~.~.~

            Me envolví en las sábanas mientras veía a XiuMin abrochándose la camisa de espaldas a mí. Lo habíamos hecho dos veces más y podríamos haber seguido, pero él se tenía que ir, EXO tenía una agenda muy apretada. Se giró y me dedicó una sonrisa satisfecha que yo le devolví.

            —Nos vemos —dijo a modo de despedida, cruzando la habitación, antes de salir por la puerta.






N.A.: Os preguntaréis por qué Minako ha escrito un shot de una pareja tan random... (o tal vez no, yo creo que ya tenéis que estar curados de espantos conmigo). Todo se debe a que este verano, B.E.G. y EXO fueron al Beatles Code y pasó esto:









Debido a que Narsha es mi diosa y XiuMin mi amante (?), no pude seguir ignorándolo por más tiempo y decidí que lo mejor que podía hacer era escribirlo de una vez por todas.