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domingo, 28 de septiembre de 2014

Press Play

Título: Press Play
Pareja: JungSis (Jessica y Krystal Jung) (F(Girls))
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, smut, incest
Número de palabras: 1.510 palabras
Advertencias: sexo explícito, inserciones e incesto.
Resumen: quedarse solas en casa se convierte en un buen momento para jugar para las hermanas Jung.
Notas: escrito para Ajumma (Queen of Angels) en agradecimiento por la portada de “Ninfómana”, un fic que ya veréis por aquí cuando lo termine y muchas gracias también por hacerme la portada para este shot.
Comentario de autora: ¿sabes que el día que hablé contigo y me mandaste “esas” fotos tuve un montonazo de ideas? Dejé volar mi mente yurista (?) Total, que esto es muy perver, a ver si te gusta ^^
Aclaraciones: como sé que mucha gente de mi blog no se sabe los nombres reales de estas dos hermanas y esos son los que voy a utilizar en este shot, los pongo aquí.
—Jessica: SooYeon
—Krystal: SooJung


            El volumen de la televisión estaba a tope y por los altavoces salía la musiquita del videojuego al que las dos hermanas estaban jugando entretenidas. SooYeon pulsaba las teclas del mando a la vez que movía su cuerpo y su brazo derecho para intentar asestarle puñetazos certeros en la cara al personaje virtual de su hermana menor, pero SooJung era demasiado buena en el boxeo y no estaba consiguiendo absolutamente nada. La mayor bufó mientras lanzaba un derechazo. Tenía que ganar sí o sí.

            Sin embargo, dos segundos después, su personaje caía a la lona y por más que le dio al botón de reincorporarse, este no le hizo ningún caso. En su parte de la pantalla aparecía un “YOU LOST” en letras demasiado grandes para su gusto, a la vez que la cámara hacía un giro dramático y se elevaba lentamente, mostrando a su personaje en el suelo. Mientras, en la de su hermana aparecía su muñeco celebrando la victoria.

            SooYeon hizo un puchero, resignada. El siguiente juego lo elegiría ella y sería golf, eso se le daba mucho mejor.

            —¡Chicas! —llamó su madre desde la puerta del salón—. Vuestro padre y yo nos vamos a hacer la compra, ¿queréis algo?
            —Yo no, mamá —contestó SooYeon.
            —Yo tampoco —dijo SooJung, dejando los mandos que había estado utilizando sobre la mesa.
            —Vale, volveremos en un rato —la mujer les sonrió antes de salir del salón, para dirigirse a la entrada.
            —No hace falta que os deis prisa en volver —murmuró la menor, girándose hacia su hermana con una sonrisa maliciosa—. SooYeon y yo tenemos que jugar.
            —¿Una partida de golf para desempatar? —propuso la mayor replegándose contra el respaldo del sofá y juntando sus piernas, haciendo fuerza deliberadamente para que no pudieran ser abiertas por nada ni por nadie.
            —No, unnie —negó SooJung—. Dijimos que quien ganara la partida de boxeo podía hacerle lo que quisiera a la perdedora —la chica sonrió mientras se subía a las piernas de su hermana, poniendo sus rodillas una a cada lado de su cadera—. Así que, me toca hacerte disfrutar de mis atenciones.

            Tras decir aquellas palabras con un tono tan seductor que hizo que SooYeon sintiera un escalofrío recorrerle la espina dorsal, SooJung se inclinó hacia delante y besó sus labios. Habían sido tantas las ocasiones en las que sus bocas se habían encontrado a lo largo de los años que ya no era tan extraño como al principio, aunque sí que seguía siendo tan excitante como al principio. La relación entre hermanas era algo prohibido y por ese motivo a las hermanas Jung les encantaba su pequeño y particular secreto.

            SooJung mordió el labio inferior de la mayor, haciendo que esta abriera su boca levemente para jadear. La chica aprovechó aquella oportunidad de oro para introducir su lengua en la boca ajena y explorar la cavidad a su gusto, sin encontrar oposición ninguna ya que SooYeon se encontraba perdida en las sensaciones que su hermana menor le provocaba.

            En un momento dado, SooYeon sintió como los dedos de su hermana tocaban juguetonamente su muslo izquierdo, subiendo más y más hasta introducir su mano debajo de su falda y comenzar a tocar su clítoris a través de la tela de sus bragitas. La mayor profirió un gemido que fue ahogado dentro del beso y SooJung se separó en ese momento de su boca para mirarla fijamente a los ojos durante unos momentos. SooYeon pudo ver la decisión que emanaba de ellos y, a partir de aquel momento, se dejó hacer.

            La menor dirigió sus labios esta vez a su cuello y comenzó a besarlo y a lamerlo, muchas veces había mordido aquel lugar tan sensible de su hermana, dejando marcas en el proceso que eran muy complicadas de esconder y por las que había tenido que dar muchas explicaciones, por eso ahora procuraban no dejarlas. SooJung se movió un poco, explorando aquel lugar que tan bien conocía y llevando una de sus manos hacia arriba, recorriendo su cuerpo por debajo de la camiseta que llevaba SooYeon, levantándosela en el proceso, para dejar así su abdomen al descubierto.

            SooYeon jadeó cuando su hermana le mordió el hombro a la vez que apretaba con una mano su clítoris y con la otra su pezón derecho.

            —SooJung… ahh…
            —Shhh… —la menor suspiró contra su piel—. No hagas ruido.
            —No hay nadie en casa…
            —Pero podrían volver en cualquier momento —contestó con un tono travieso.

            Luego, SooJung se levantaba de sus piernas y luego le bajaba las braguitas y haciendo que abriera sus piernas para dejar al descubierto su entrepierna completamente mojada por las atenciones que previamente había recibido. Tras esto, la menor se sentó en el suelo e introdujo su cabeza entre estas. SooYeon sintió su aliento en su entrepierna un par de segundos antes de que la lengua de SooJung la recorriera entera desde su vagina hasta su clítoris de una pasada comenzando después a maltratar aquel lugar tan sensible con sus dientes.

            SooYeon estaba hecha un mar de gemidos provocados por aquella experta boca que sabia lo que tanto le gustaba.

            Algunos minutos después, a su boca se le unían dos dedos introducidos por su vagina, buscando su punto G para enloquecerla aún más. En el instante en el que lo encontró, la mayor no pudo contener más su placer y se corrió. Una oleada de conocidas sensaciones recorrió su cuerpo de una punta a otra, arqueando su espalda y doblando los dedos de sus manos y de sus pies a la vez que su vista se nublaba por unas décimas de segundo.

            SooJung se alejó de ella y se levantó del suelo con una sonrisa traviesa en sus labios. La mayor la vio dar vueltas por el salón, aun extasiada por lo sucedido y con la mente volando por cualquier otro lugar, buscando algo a su alrededor con ahínco. Cuando encontró aquello que buscaba y lo tomó, mostrándoselo mientras volvía a recuperar su posición anterior, la mayor ahogó un grito al verlo.

            No podía ser posible.

            —SooJung… Eso…
            —Calla —la cortó, lamiendo el aparato—. Las reglas eran que podía hacerte lo que quisiera si ganaba, así que eso hago.
            —Soo…

            SooYeon aun sentía los espasmos de su orgasmo cuando su hermana agarró firmemente el mando de la play que habían estado utilizando algunos minutos antes para jugar y lo llevó hasta su entrepierna. La mayor todavía tenía la vagina hinchada cuando el mando le fue introducido por esta y SooJung comenzó a moverlo dentro y fuera, al principio con lentitud, pero después con una rapidez enloquecedora.

            La mayor se deshacía en gemidos de nuevo porque no muchas veces podía expresar cuánto le gustaba lo que le hacía su hermana, casi nunca podían dedicarse a sus juegos en soledad, así que tenía que aprovechar aquellos momentos al máximo. La velocidad a la que SooJung movía el mando en su interior fue aumentando más y más y también la de los dedos que masturbaban su clítoris, hasta que SooYeon no pudo aguantar más y volvió a recorrerle la misma sensación de placer por todo el cuerpo cuando se corrió de nuevo, haciendo que el mando saliera solo de su vagina por los espasmos que la recorrían entera.

            SooYeon todavía sentía su mente ida y la respiración agitada, al igual que los latidos de su corazón, cuando sintió a su hermana colocarle las braguitas en su sitio y luego sentarse a su lado, tomando el mando que había utilizado para masturbarla y limpiándolo con un pañuelo para que no hubiera ninguna evidencia de su juego. Cuando SooYeon se recuperó miro a SooJung de reojo y la vio con una enorme sonrisa en su rostro. La menor notó su mirada y se giró hacia ella, ampliando su sonrisa.

            —Me gusta mucho esto —le dijo, acercándose un poco para darle un leve beso en los labios—. La próxima vez espero que seas tú la que cabe el juego —SooJung se separó de ella y luego encendió la consola y pulsó el play.





Notas finales:

—El mando que utiliza SooJung para masturbar a SooYeon es este.