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viernes, 11 de septiembre de 2015

[Drabble] Ask Drabbles 4: Sunflower {SooSun}

Sunflower

            Como los girasoles hacían con el recorrido del sol, SoonKyu seguía todos y cada uno de los movimientos que realizaba SooYoung a lo largo del día, hasta que por la noche, ambas se iban a dormir y luego todo comenzaba de nuevo al día siguiente. SoonKyu hacía aquello de forma completamente inconsciente, como si fuera su instinto hacerlo, como si no saber dónde estaba la otra chica en cada momento la marchitara. Era algo extraño, pero ambas habían aprendido a vivir con ello y, mientras no se alejaran mucho tiempo la una de la otra, todo estaría bien.





viernes, 1 de agosto de 2014

All Hanshin Kyojin

All Hanshin Kyojin

            All Hanshin Kyojin. Así era como nos llamaban todas una vez TaeYeon se vio el anime ‘Lovely Complex’ y comentó que nosotras nos parecíamos a la pareja principal. “La chica es alta y el chico es muy pequeño, además, juntos son bastante graciosos, me recuerdan a vosotras” esas fueron las palabras que desataron la locura y las que hicieron que a partir de entonces fuéramos conocidas por ese sobrenombre dentro de nuestro pequeño círculo.

            Al principio fue divertido, de hecho, SoonKyu y yo a veces representábamos alguna que otra locura para amenizar el ambiente cuando regresábamos a casa después de un día con una agenda apretadísima. Nos gustaba hacerlas reír un poco y relajarlas haciendo el payaso; pero poco a poco, aquello se convirtió en una maldición.

            Casi un año después de la primera actuación de nuestra versión de los All Hanshin Kyojin, todavía seguían pidiendo nuestro espectáculo y, aunque no tuviésemos ganas, éramos medio forzadas a hacer algo. Ambas estábamos cansadas de todo aquello porque sí, vale, a veces parecíamos más un dúo cómico que una pareja, pero tampoco era para que nos trataran da aquel modo. Así que nos rebelamos.

            Ese día habíamos llegado tan cansadas del programa radio que lo único que queríamos era meternos en la cama a dormir, sin embargo, las chicas tenían otros planes para nosotras. Cuando nos dimos cuenta de ello, salimos corriendo del apartamento, huyendo de ellas, para adentrarnos en la noche de Seúl, toda llena de luces y casi tan en ebullición como el resto del día.

            Caminábamos muy juntas, SoonKyu se agarraba a mi brazo para no quedarse atrás por culpa de mis zancadas, más grandes que las suyas, y con ojo avizor por si había alguna persona que pudiera reconocernos. Nuestro grupo había estado ganando fama en los últimos tiempos y teníamos que tener mucho cuidado con ser vistas en la calle.

            —SooYoung… —murmuró mi chica.
            —Hum… —con esto le hice saber que la escuchaba y que podía continuar hablando.
            —¿Crees que si les decimos con aegyo que no queremos hacer más presentaciones como un dúo cómico nos dejarán en paz? —preguntó.
            —Creo que hará efecto si lo decimos enfadadas —le contesté y ella sonrió.
            —Ha sido un placer formar los All Hanshin Kyojin contigo, pero es hora de que sigamos nuestros caminos hacia el estrellato por separado —dijo.
            —Concuerdo contigo, nuestro fin ha llegado —ambas reímos—. Aunque la verdad es que echaré de nuevo nuestras presentaciones —comenté.
            —Yo también —murmuró ella—. Pero aún podemos juntarnos de vez en cuando y hacer apariciones especiales cuando la situación lo requiera. Los All Hanshin Kyojin nunca morirán —la miré unos segundos antes de estallar en carcajadas y no pasó mucho tiempo hasta que ella me acompañó. Después de todo, aquellas actuaciones nos habían acercado más como pareja y habíamos pasado unos buenos momentos que serían inolvidables.





viernes, 22 de febrero de 2013

Midnight Circus


Midnihgt Circus


    Aburrida, estaba más que aburrida de la fiesta aquella a la que mis amigas me habían llevado. Era una chica alegre y simpática, que agradaba a todo el mundo, pero de verdad, ése día no tenía ni la más mínima gana de salir de marcha. Se lo hice saber a ellas, pero son más pesadas que una vaca en brazos y, al final, porque me dolía la cabeza de escucharlas y tenía ya la visión borrosa con tanto aegyo y puchero, accedí a salir. Pero cómo nadie me dijo nada de la vuelta, aproveché para, a la media hora de estar allí, decirle a TaeYeon, la “más sensata”, que me volvía a casa y que pasaba de la fiesta.

   Caminé por las calles de Seúl, que a esas horas de la noche eran un hervidero de gente que venía y que iba de un lado para otro, pero en vez de dirigirme a mi apartamento, como dije, caminé hacia otro lugar, hacia el río Han. No sabía que me había atraído hacia allí, pero era un lugar tranquilo por el que pasear un poco y aclarar mis ideas, un rodeo un poco más largo no me iba a hacer daño, y además, conociéndolas como las conocía, mis amigas no iban a volver hasta la madrugada.

   Me cogí bien la falda del vestido corto que llevaba y me senté en aquel lugar. Cerré mis ojos y dejé que la ciudad me envolviera mientras pensaba en todo. Pensaba en mis estudios, en aquel chico que amaba y que me dejó tirada por su mejor amigo, en mis locas amigas, en mi familia, bueno, en realidad, pensé en toda mi vida en general mientras estaba en aquel lugar. Sólo desperté de mi ensoñación, cuando noté una mano en mi hombro, sobresaltándome.

   Me levanté corriendo del suelo y me giré para encontrarme cara a cara con un niño. Bueno, un niño no. Era un chico, joven, con cara infantil, debía de ser adolescente. Me miraba cómo preocupado o algo así, con su cabeza inclinada y una media sonrisa en su rostro.

   -¿Estás bien?- preguntó.
   -Sí- le dije, no sabía a qué venía aquella pregunta.
   -Oh, bueno- llevó una de sus manos a su cabeza, avergonzado- es que salí a tirar la basura… y te vi ahí… y bueno… pensé que te había pasado… algo… no sé… yo… lo siento…- acabó bajando su cabeza, parecía incapaz de mirarme a los ojos, sonreí levemente.
   -No pasa nada, no te disculpes- le dije y me acerqué a él para revolverle el cabello- eres muy mono por preocuparte por mí, pequeño.
   -Yo no soy pequeño, tú eres menor que yo…- dijo haciendo un puchero.
   -¿Qué te apuestas a qué no?- dije con una gran sonrisa y él alzó su cabeza.
   -No tengo dinero…- murmuró él, todo inocente.
   -Era una forma de hablar…- contesté- ¿edad?
   -18- yo tenía razón, era un pequeño inocente- ¿y tú?
   -A una dama no se le pregunta la edad- le di un pellizco en la nariz y él luego se quejó- pero por ser tan mono te la diré…- me acerqué un poco más- pero es un secreto…- él asintió, dispuesto a guardarme el secreto y sonreí- tengo 2150 años- me alejé de él para ver su reacción, tenía los ojos abiertos como platos- ¿a qué no los aparento?- comenté divertida.
   -¿Me estás tomando el pelo?- preguntó haciendo un puchero.
   -Jajaja, sí, lo siento, pequeño- dije juntando mis palmas un momento- en realidad tengo 24- sus ojos volvieron a abrirse como platos.
   -¿Me sigues tomando el pelo?- preguntó de nuevo y ésta vez negué.
   -No… tengo esa edad… ya estoy vieja… a partir de ahora la ley de la gravedad hará su efecto en mí y en un par de años seré una vieja decrépita- comenté poniendo un puchero.
   -No, qué va- dijo muy convencido- estás muy joven, yo creí que tenías 15 o 16 años- sonreí y le hice aegyo, vi cómo tragó saliva, pero luego sonrió- mi hermano mayor, JinKi tiene tu edad y él sí que parece ya un viejo decrépito- comenzó a reír tapándose la boca con la mano y yo sonreí.
   -Y… ¿cómo te llamas tú?- le pregunté, me dio la curiosidad, ya que había dicho el nombre de su hermano.
   -Oh, es verdad, no me he presentado… que mal educado soy…
   -Bueno… yo tampoco me he presentado- murmuré, pero él no me escuchó, ya estaba diciendo su nombre.
   -Soy Lee TaeMin- se inclinó exageradamente hacia mí- noona… ¿y tú?
   -Oish, que espanto, no me digas noona, que me hace parecer mayor- bromeé- mi nombre es Lee SoonKyu… aunque las locas de mis amigas me llaman Sunny.
   -Y… ¿cómo puedo llamarte yo?- preguntó tímido.
   -Llámame Sunny, también- lo vi sonreír.
   -Entonces… tú puedes llamarme TaeMinnie… así me dicen mis amigos…- comentó.
   -Capicci amicci- dije y él se quedó un poco pillado- “entendido, amigo” en italiano- él volvió a abrir mucho sus ojos.
   -¿Sabes italiano?- preguntó asombrado.
   -Sé muchas cosas- dije con una sonrisa.
   -Wow…- iba a seguir hablando, pero de repente, su teléfono móvil comenzó a sonar- perdón- descolgó y comenzó a hablar, después, se volvió hacia mí- lo siento- mi madre está preocupada por mí, tengo que regresar.
   -Claro, no importa- dije, era verdad, todavía era un niño.
   -Pero… esto… yo… me gustaría… poder volver a verte…- dijo muy avergonzado y sonreí.
   -Cada vez que quieras- contesté- vendré aquí cada día.

   Y así lo hice. Cada día, iba a aquel lugar del río a pensar, a encontrarme con aquel chico encantador y hablar de una y mil cosas, a veces interesantes, y a veces estupideces que ni sabía cómo se nos ocurrían. Pero poco a poco, ese niño se fue haciendo lentamente un hueco en mi corazón, al principio como conocidos, luego como amigos, y desde una tarde, la tarde en la que me dijo tiernamente “me gustas”, y nos dimos nuestro primer beso, como algo más, como la persona que ocuparía mi corazón y mi vida durante mucho, mucho tiempo, y fui feliz.