Título: The other half
Autora: Riz Aino
Pareja:
MarkRen (Mark + RenJun) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, soulmates, high school, romance, drama, fluff
Número de palabras:
1.274 palabras
Resumen:
a Mark no le gusta el contacto físico de forma excesiva, pero un día, de forma
totalmente arbitraria, el chico comienza a no alejarse de RenJun ni un solo
centímetro.
Aclaraciones:
en este soulmates!au, cada parte de la pareja de almas gemelas tiene una marca
tatuada en su piel que se completa con la de la otra parte y esto solo ocurre
cuando ambos se dan cuenta de que han encontrado a su otra mitad, no antes.
Notas: historia
escrita para Angie, que me la pidió hace demasiado tiempo y yo no he podido
ponerme con ella antes por los malditos bloqueos y la necesidad de acabar otros
proyectos antes de que terminara el año.
Comentario de autora:
no soy especial devota de las historias de soulmates, pero cuando llega una
petición hay que ponerse a pensar cosas bonitas para poder hacerlas y que sean
geniales. Espero que os guste.
The
other half
—Mark está… raro —murmuró un día
RenJun, aprovechando que el mayor de todos había ido a la cafetería a comprarse
un zumo mientras los demás se quedaban en clase sacando sus almuerzos y
preparando las mesas para comer todos juntos.
—¿Raro? —cuestionó DongHyuck, haciendo una pequeña mueca de confusión—. ¿Más raro de lo que es él de por sí dices?
—Sí —replicó el chico—. Sabéis todos
que es un escuerzo y que odia un mundo cuando nos acercamos a él y le damos un
abrazo o le toqueteamos las orejas —todos los demás asintieron a sus palabras—,
pero hace unos pocos de días que no deja de estar pegado a mí, creo que ahora
ha sido la única vez desde que nos quedamos todos en casa de ChenLe a dormir
este finde que se ha despegado de mi lado.
—Ahora que lo dices… —comenzó
JaeMin—, sí que ha estado muy pegado a ti estos días en clase y en los
descansos y cuando volvíamos a casa en el metro también, aunque no hubiera
mucha gente iba como si fuera tu sombra o algo.
—¿Verdad? ¿A que es muy raro?
—coincidió el interesado.
—Es tan raro como si algún día
JiSung se dejara querer por alguno de nosotros de la nada —comentó ChenLe,
tratando de acariciar la cabeza del chico y llevándose por ello un bufido.
—¿Creéis que le ha podido pasar algo
raro? —cuestionó Jeno.
—Que se haya dado un golpe en la cabeza y que
le haya arreglado eso de ser un tsundere de libro, por ejemplo —siguió
DongHyuck.
—Si hubiera pasado eso… ¿no creéis
que entonces sería cariñoso con todos vosotros también? —dijo RenJun.
—También es verdad —susurró Jeno.
—¿Hiciste algo extraño cuando os
quedasteis en mi casa? —cuestionó ChenLe—. Algo que no suelas hacer y que haya
invitado a Mark a no separarse de ti ni un solo segundo.
—Que yo recuerde no…
En su mente aparecieron imágenes de
las cosas que habían hecho aquel fin de semana en casa de los Zhong, jugando
todo el rato con los cientos de videojuegos y las tres consolas que el chico
poseía, cocinando un poco y contando historias sobre fantasmas y alienígenas
antes de dormir todos juntos, con los colchones en el suelo en el salón. No
había pasado nada especialmente raro o que no hubieran hecho antes, quizás lo
único diferente había sido que había hecho un calor algo insoportable la noche
del domingo y habían estado todos medio despelotados para poder pasar las altas
temperaturas del final del verano; pero RenJun no creía que por haber estado
medio en bolas delante de Mark hubiera comenzado a pegarse a él como una sombra
y a tocarlo cuando menos se lo esperaba.
—¿Dónde tienes tu marca de alma
gemela, hyung? —cuestionó en ese
momento JiSung, llamando su atención y dejándolo terriblemente confuso por lo
extraño y repentino de la pregunta.
—Debajo del omoplato derecho
—respondió—. ¿Por qué?
—¿Y qué forma tiene?
—Es… como una caracola, creo… aunque
no estoy seguro porque sabéis que solo se completa cuando encuentras a tu alma
gemela —dijo—, pero, ¿por qué preguntas esto, JiSung?
—Mark hyung tiene una marca parecida a la tuya en el mismo lugar
—contestó JiSung.
—¿¡Qué!? —dijeron todos sus amigos a
coro.
RenJun no habló durante unos
momentos porque tardó un buen rato en asimilar la información que le acababa
dar el menor de todos. Era imposible. ¿Cómo podía ser cierto? ¿Cómo podían él y
Mark ser almas gemelas? El chico solo salió de su ensimismamiento cuando
escuchó la voz de la persona de la cual habían estado hablando todo el rato
preguntar si les pasaba algo porque estaban muy callados y en shock. En ese momento, RenJun se giró
hacia él y pareció verlo con unos nuevos ojos, como nunca antes lo había visto,
con un aura a su alrededor que lo hacía resplandecer.
Sin pensarlo ni un segundo, se levantó de la
silla y cogió a Mark de la muñeca para tirar de él lejos de allí. Por los
pasillos llenos de alumnos se escucharon murmullos a su paso, de la misma forma
que RenJun escuchó leves protestas salir de los labios de Mark, pero no le hizo
caso a ninguna de ellas hasta que no llegaron al baño de la planta. Solo allí,
el chico soltó la muñeca del mayor y miró por debajo de las puertas de los
retretes para asegurarse de que no había nadie en el lugar para después cerrar
con pestillo la puerta del baño de chicos y que así no pudiera entrar nadie a
interrumpirlos.
—¿Qué pasa, RenJun? —le cuestionó Mark.
—Quítate la camisa —le pidió, mientras él mismo
comenzaba a desabotonarse la suya, porque tenía que comprobar que lo que había
dicho JiSung era cierto. Necesitaba comprobarlo.
—¿Para…?
—Quítate la camisa, hyung, por favor… —pidió de
nuevo, con la suya ya prácticamente desabrochada.
Mark lo miró interrogante durante unos momentos
más, pero después se encogió de hombros y comenzó a desabotonarse la camisa
para quitársela de la misma forma que RenJun ya lo había hecho. En el momento
en el que la camisa blanca de manga corta del uniforme de verano cayó por sus
hombros y descubrió la espalda ancha del mayor, RenJun hizo que se girara y le
diera la espalda para ver que, tal y como JiSung había dicho, Mark tenía bajo
el omoplato derecho una marca que recordaba a la de una caracola, como la suya
propia. Sin mediar una palabra, el chico los colocó a ambos de espaldas al
espejo y miró hacia atrás, esbozando un sonido de sorpresa al ver cómo en sus pieles
se completaba el dibujo de una caracola y ésta era idéntica en ambos.
—Creía que no te ibas a dar cuenta
nunca —murmuró Mark en ese momento, girándose hacia él para encararlo—, y que
iba a tener que esperar milenios y ambos nos haríamos viejos esperando.
—¿Por qué no me lo dijiste?
—cuestionó RenJun. Su mente iba a toda velocidad sin poder asimilar lo que
estaba sucediendo todavía—. ¿Por qué no me lo dijiste cuando lo descubriste?
—Porque no quería influir… —dijo el
otro—, aunque estaba tan feliz de que fueras mi alma gemela que no he podido
evitar estar a tu alrededor todo el rato —sonrió.
—Eres un idiota —murmuró RenJun, sin
poder evitar corresponderle con otra sonrisa, después de haber averiguado el
motivo por el cual Mark no se alejaba de él y que éste fuera porque ambos eran
almas gemelas.
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