Capitulo
2:
Novio
ingeniero
—¿Qué
crees que es lo que le debería de comprar a JiMin entonces? —le pregunta
MinJeong a NingNing mientras la chica termina de recoger sus cosas de la
taquilla.
Ha
aprovechado que las actividades en la mayoría de los clubes del instituto
acaban a la vez para esperar a su amiga y poder contarle sobre la invitación de
JiMin y también preguntarle a ella qué es lo que a la mayor le podría gustar
más. Al principio, la chica se ha reído de ella porque era demasiado obvio que
estaba crusheada con JiMin, pero después le ha prometido ser seria.
—Hay
un montón de cosas que le gustan —responde—. Creo que si le regalas unos
cuantos de botes de Pringles rosas incluso te ganarías su corazón.
—¿No
es un poco cutre lo de las Pringles? —cuestiona, frunciendo su ceño y torciendo
el gesto. Obviamente, no le va a regalar patatas fritas.
—Oye,
eres tú la que me ha preguntado —dice la chica, encogiéndose de hombros—, yo
solo te doy opciones.
—Pero
opciones buenas, qué menos —replica.
—A
mí me parece un regalo de cumpleaños excelente —responde.
NingNing
se vuelve a encoger de hombros y MinJeong pone los ojos en blanco. Es verdad
que a JiMin le apasionan las Pringles rosas, en realidad a las cuatro les
apasionan porque están buenísimas y cuando alguna de ellas las encuentra en
alguna tienda 24h suelen acaparar con todos los botes y luego llevarlos al
instituto para compartirlas. Son difíciles de encontrar, así que, cuando pasa,
es casi un día de fiesta. Pero le sigue pareciendo demasiado cutre como regalo
de cumpleaños, aunque a JiMin le encanten.
—¿No
se te ocurre otra cosa? —le pregunta.
—Mmmmm…
déjame pensarlo…
NingNing
se queda callada durante unos momentos, pensativa y, en el momento en el que va
a abrir la boca, una conversación llega hasta sus oídos, haciendo que ambas
pierdan el hilo por completo.
—¡Dice
JungWoo que está esperándome en la puerta! —la voz de SungChan, su compañero de
clase, resuena en la zona de las taquillas y las dos se miran.
—El
novio ingeniero —dicen las dos a la vez.
Rápidamente,
NingNing cierra su taquilla y se coloca la mochila bien, para salir corriendo
hasta el lugar en el que han escuchado la voz de SungChan, porque aquello es un
acontecimiento que no pueden perderse. JungWoo lleva jactándose desde que
finalizó el curso anterior que se había echado un novio mayor y que además
estudiaba Ingeniería. Durante todo aquel tiempo les ha estado enseñando fotos
del chico y bebiendo los vientos por él tantas veces que los chicos —ChenLe— le
han prohibido hablar de su novio ingeniero más de una vez a la semana. Pero
todos en la clase y todos los que conocen la historia del novio ingeniero,
tienen curiosidad por saber quién es y, sobre todo, por verlo en persona.
Aquella es una oportunidad única.
MinJeong
y NingNing llegan a donde está SungChan, junto a Shotaro, cuando el chico ya
está cerrando su mochila atropelladamente y preparado para salir corriendo. Las
dos chicas, obviamente, van tras él porque no se pueden perder al novio
ingeniero y, al pasar por al lado de Shotaro, el chico se une a ellas riéndose
escandalosamente.
—Ya
veo que yo no soy el único que tiene ganas de verlo en persona —dice, todavía
riéndose.
—¿Ni
siquiera tú lo has conocido? —pregunta NingNing, con los ojos como platos—. Si
eres su mejor amigo.
—Me
tiene banneado de sus citas —responde Shotaro.
—No
me lo puedo creer —murmura la chica.
—Yo
sí que no me lo puedo creer —responde MinJeong.
Ya han llegado a la
puerta de la verja del instituto, en la que hay un alboroto de dos pares de
narices porque allí se encuentra un chico mayor, con el pelo tintado de castaño
claro, el flequillo largo y un cigarrillo en sus labios, sentado en una moto.
Es el chico del que SungChan les ha enseñado un montón de fotos en los últimos
meses, pero en persona es mucho más guapo y, además, es altísimo, aunque no
tanto como SungChan, que es demasiado alto incluso para él mismo, porque
siempre se va pegando contra los dinteles de todas las puertas si no presta
atención.
—No
es justo que tenga un novio tan guapo —murmura NingNing a su lado y tanto ella
como Shotaro asienten. Es muy injusto.
Pero
a SungChan le da bastante igual porque lo primero que hace al ver a su chico es
correr hacia él y lanzarse a sus brazos. Todas las chicas que hay allí y que no
sabían nada sobre el novio ingeniero comienzan a protestar que es demasiado
injusto que todos los chicos guapos fueran gays. Muchas de ellas ya se habían
llevado el año anterior la decepción de sus vidas porque JaeMin y Jeno se
dieron un beso en plena hora punta en la cafetería. MinJeong las entendería y
probablemente sería una de ellas en aquellos momentos sino fuera porque ella
tiene un crush de libro con JiMin. Las protestas se incrementan cuando SungChan
se monta en la moto con su novio y se van de allí unos minutos después, pero
luego se van dispersando y cada una se va por su lado.
MinJeong
suspira profundamente porque algunos nacen con estrella y otros nacen
estrellados, pero no es algo contra lo que ella pueda luchar, así que, se gira
hacia NingNing para seguir con la conversación que han dejado a medias antes de
todo el tema del novio ingeniero de SungChan.
—NingNing…
¿qué le compro a JiMin por su cumpleaños?
Pero
NingNing no atiende a nada, demasiado ensimismada mirando a la nada, al lugar
en el que hasta hacía solo unos momentos habían estado SungChan y su novio.
MinJeong sabe perfectamente lo que está pensando.
—Si
vas a escribir un fanfic sobre esto y no recuerdas todos los detalles, me
preguntas, pero primero ayúdame con el regalo de JiMin —NingNing se gira hacia
ella con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos brillando de ilusión.
—Trato
hecho.
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