Celebrate
Lu Han caminaba despacio, con tacto,
intentando no chocarse contra ningún mueble de su apartamento y poniendo sus
otros cuatro sentidos en no matarse, ya que le había sido arrebatado el de la
vista por JunMyeon nada más entrar al lugar en el que compartían sus vidas.
Solo había atravesado la puerta y dicho “Ya
estoy en casa” cuando unas manos salieron disparadas hacia sus ojos y un
aliento cálido le había susurrado al oído “No
mires, es una sorpresa”.
