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sábado, 3 de octubre de 2015

[DAY 2] 30 Days REDEXO Challenge: Once Upon a Time {XiuRene}

            Día 2: Un ship de XiuMin


Once Upon a Time

            Érase una vez… un príncipe que se había embarcado en un largo y peligroso viaje después de oír los rumores que circulaban por los caminos del reino de su padre. Al apuesto joven no le había importado dejar su tierra atrás por ir en la búsqueda de aquel misterioso castillo encantado en el que dormía hechizada una hermosa princesa que solo despertaría con un beso de amor, porque antes incluso de verla, el príncipe MinSeok sabía que estaba hecha para él y que la amaría locamente.

viernes, 3 de octubre de 2014

[DAY 2] 30 Days EXOPINK Challenge

Hola Hermosas Criaturas

            Aquí sigo con el 30 Days EXOPINK Challenge, por ahora voy bastante bien con él porque son solo pequeños drabbles los que tengo que escribir. Hoy toca el segundo reto, espero que os guste ^^


            Día 2: Un ship de XiuMin



Piano


            Kim Minseok odiaba sus clases de piano tanto como odiaba a su profesor. Era un hombre bastante estricto que no podía escuchar una nota equivocada o un ritmo más lento que el marcado, por eso no le gustaba para nada tener que ir a la casa de hombre. Minseok había comenzado sus lecciones con una profesora encantadora, que lo ayudaba, lo corregía y lo animaba a seguir adelante. Tenía seis años y se había enamorado de su profesora de casi treinta, pero a él eso no le importaba, porque era feliz. Sin embargo, cuando la mujer se casó y se fue de la ciudad, Minseok comenzó a dar las clases en casa de aquel señor que al principio le dio mucho miedo y que, a sus quince años, seguía temiendo.

            Se bajó del coche y se colocó bien la mochila sobre su hombro, se despidió de su madre con un pequeño beso y luego tomó aire antes de dirigirse a la casa. Llamó a la puerta y esperó unos minutos a que alguien le abriera, deseando internamente que lo hiciera la mujer de su profesor, que era mucho más amable. Cuando la puerta fue abierta y por el hueco apareció la mujer, el chico se relajó.

            —Oh. Minseok —dijo sorprendida—. No te esperábamos aquí tan pronto.
            —Mi madre ha tenido que irse a trabajar y no podía traerme más tarde —respondió—. No quería molestar.
            —No, no molestas —la mujer se hizo a un lado y lo dejó pasar al interior de la gran casa—, aunque tendrás que esperar media hora a que mi marido finalice la clase que está dando ahora.
            —No es ningún problema.

            Ella asintió y lo llevó hasta el salón, donde le indicó que se sentase mientras ella iba a la cocina a por unos aperitivos y a preparar el té. Minseok se dejó caer en el floreado sofá y miró a su alrededor. Aquella habitación, como todas las demás estaba decorada con un estilo antiguo, muebles pesados de madera oscura y un montón de figuritas, y objetos de porcelana sobre estos. Al chico le parecía todo un poco recargado, pero él no tenía voz ni voto en aquel lugar, así que simplemente suspiró.

            En ese instante, una melodía que reconoció como "Für Elise" de Beethoven procedente de la sala en la que su profesor impartía las clases llegó hasta sus oídos y, con curiosidad, se levantó y caminó hacia la puerta para ver quién era la persona que estaba ejecutando aquella pieza con tal maestría que parecía un sonido celestial. La puerta era de madera y cristal, por lo que se colocó de forma que podía ver su interior pero sin ser visto, llevándose una agradable sorpresa.

            Era una hermosa chica la que tocaba, tenía un rostro angelical y, de hecho, rivalizaba con ellos en belleza. Sus dedos se deslizaban sobre las teclas como si solo hubieran nacido para ello y sus ojos estaban fijos en la partitura que seguía. Aquella chica no podía ser de este mundo. Minseok se quedó tan embobado mirando a la chica que no se dio cuenta de que la esposa de su profesor estaba justo detrás de él hasta que no tosió levemente para llamar su atención. El chico rápidamente se alejó de la puerta, con las mejillas encendidas por la vergüenza de haber sido cazado mirando a aquella alumna. La mujer simplemente rio por su acción y le indicó que regresara con ella al salón. Cabizbajo, no tuvo más remedio que seguirla.

            —Así que... ¿Te gusta mi hija NamJoo? —Minseok tragó saliva porque lo que menos se esperaba era que aquella hermosa chica fuera la hija del demonio de su profesor.
            —Yo...
            —No hace falta que disimules —le dijo la mujer—. Los domingos por las tardes los tiene libres, puedes quedarte con ella cuanto quieras y no me importaría si la invitadas a salir algún día y creo que a ella tampoco.

            Minseok asintió sin saber qué más hacer y la mujer volvió a reír. Él simplemente había ido un poco antes a aquella casa que no le producía mucho agrado, pero se llevaba de ella el comienzo de algo que jamás hubiera imaginado: el gran amor de su vida.