Mostrando entradas con la etiqueta I Wanna Love You. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta I Wanna Love You. Mostrar todas las entradas

lunes, 28 de abril de 2014

I Wanna Love You

I Wanna Love You

            El apartamento se sentía vacío desde que él se había ido. Todavía no podía creer que lo hubiera hecho, que se hubiera ido de mi lado, que me hubiera dejado solo. Me dejé caer contra el sofá en el que habíamos compartido tanto y comencé a llorar.

            Si tan solo lo hubiera cuidado más, si tan solo no lo hubiera molestado tanto, si tan solo le hubiera dejado alguna vez estar arriba, si tan solo le hubiera dicho lo mucho que lo amaba. Pero ya era tarde, lo había perdido, él se había ido de mi lado y por mucho que le suplicara seguro que no volvería junto a mí.

            El tono de llamada de mi teléfono móvil me sobresaltó, pero no hice ademán de levantarme. No quería que me molestaran, pero la persona que llamaba parecía ser muy insistente, porque una vez que se cortó la primera llamada, volvió a llamar de nuevo. Me levanté con rabia y descolgué sin siquiera mirar el nombre de la persona.

            —¿Qué quieres? —grité.
            —He encontrado a JongWoon hyung —dijo la voz al otro lado del teléfono, voz que reconocí como la de mi mejor amigo.
            —¿Dónde está, SungMin?
            —En el Rabbit Mouse Coffee.
            —Gracias.

            Salí corriendo da casa sin coger siquiera la chaqueta, a pesar de que hacía bastante fresco aquella noche, y corrí por las calles de la ciudad hasta llegar a aquel café que tanto le gustaba y al que todavía no había ido a buscarlo. Jadeando, cansado, entré como una exhalación al local, sobresaltando a la clientela y buscando con la mirada a mi hyung hasta que lo encontré. Era la única persona del local que no me estaba mirando como si fuera un loco, él me miraba sorprendido por verme allí.

            —JongWoon… —murmuré acercándome a él—. JongWoon…
            —¿Qué haces aquí? —preguntó con una voz de hielo.
            —He venido a por ti, para que vuelvas a casa… —susurré.
            —No pienso volver.
            —Te juro que cambiaré —rogué—. Por favor, hyung… Te juro que todo va a cambiar, que no volveré a ser ese gilipollas que te hacía daño, te juro que lo único que quiero es amarte hasta el fin de mis días.

            En aquellos momentos era muy vulnerable, nunca había sido tan vulnerable ante nadie, nunca había sido tan sincero. Solo quería que volviera a mi lado, no podía vivir sin él. El muro que JongWoon había puesto a su alrededor comenzó a resquebrajarse al verme de aquel modo, hasta que finalmente se levantó y me abrazó.

            —Es la última oportunidad que te doy para que me ames —susurró y yo lo apreté fuertemente entre mis brazos para que no se fuera nunca más, llorando.