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viernes, 3 de julio de 2015

선생님 (Seonsaengnim)

Título: 선생님 (Seonsaengnim)
Pareja: HaeHun (DongHae x SeHun) (Super EXO – Super Junior x EXO) y mención a EunHae (EunHyuk x DongHae) (Super Junior) y TaoHun (Tao x SeHun) (EXO)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, escolar, smut
Número de palabras: 2.218 palabras
Resumen: SeHun lleva algunos años en una especie de relación basada en encuentros sexuales en el despacho de su profesor de Literatura.
Avisos: relaciones sexuales explícitas con un menor y entre menores (tienen diecisiete años, no os asustéis tampoco).
Notas: pre-cuela de “The Fluffer”.
Comentario de autora: siempre quise escribir un HaeHun porque estos dos son demasiado alkskandsjka juntos, pero como siempre me pasa, no acababa de decidirme. Sin embargo, un día de lluvia me dio la paranoia y pensé que quedaría bien hacer un fic de ellos. Espero que os guste esta historia ^^

miércoles, 13 de agosto de 2014

The Fluffer

Título: The Fluffer
Pareja: KrisKaiHun (Kris x Kai x SeHun), mención a TaoHun (Tao x SeHun) (EXO)
Clasificación: NC–17
Género: AU, porno
Número de palabras: 5.440 palabras
Resumen: SeHun necesita encontrar un trabajo desesperadamente, por eso confía sin pensarlo en su amigo LuHan y acaba trabajando de fluffer en una producción de porno gay.
Avisos: sexo, lenguaje vulgar, tríos.
Notas de traducción: fluffer; literalmente, estimulador. Persona que se encarga en las películas porno de mantener la erección del actor, ya sea manual u oralmente.
Comentario de autora: no puedes salir un sábado por la noche con tus amigas kpopers porque ideas salvajes aparecen con el más mínimo comentario. Ya sabéis que los tríos no son lo mío, pero bueno… Espero que os guste esta cosa random.


The Fluffer


            Unos golpes en la puerta de su apartamento hicieron que SeHun alzara la cabeza de la maraña de papeles de facturas que se extendía ante él en la mesa y se levantara con un suspiro de resignación a abrir la puerta. Su mejor amigo le había dicho que quería verlo sí o sí y él no había podido negarse. Descorrió el pestillo y abrió la puerta, encontrándose a ZiTao mirándolo preocupado en el pasillo. Suspiró de nuevo y lo hizo pasar antes de que hiciera algo extraño en un lugar público.

            ZiTao lo miraba todo escrutándolo y desaprobando cada rincón del pequeño apartamento que solo tenía una cocina, un salón que hacía las veces de dormitorio y un pequeño baño. Era lo único que se había podido permitir el chico con el trabajo que había conseguido de camarero en un local de mala muerte y ahora ni siquiera podía pagarlo porque lo habían echado del trabajo.

            Se sentaron en el suelo de madera junto a la mesa en la que se encontraban todas las facturas y el recién llegado lo volvió a mirar con preocupación.

            —Estoy bien, ZiTao —le aseguró ante la pregunta muda del otro—. Solo estoy pasando una mala racha, pero en cuanto encuentre trabajo todo volverá a ser como antes.
            —Tus padres están preocupados —SeHun se sorprendió al escuchar eso de los labios de su amigo, sobre todo cuando algunos meses antes fue él quien lo apoyó para tomar la decisión de irse de casa definitivamente antes de que las cosas empeoraran.
            —No es verdad y lo sabes —contestó—, ellos no se han preocupado por mí nunca, solo les importan las apariencias.
            —Pero aun así… Creo que deberías volver —el chico lo decía sinceramente, de eso no quedaba duda, pero SeHun no iba a volver a casa nunca.
            —No lo haré y sabes el por qué.
            —Están arrepentidos y quieren darte una oportunidad —comentó ZiTao.
            —Es solo una treta para que vuelva a ellos, luego me harán obedecerlos en todo, obviando lo que yo quiero —respondió mirándolo fijamente, con decisión.
            —SeHun…
            —Si has venido solo a esto puedes salir por la puerta —lo invitó—. Tengo muchas cosas que hacer.
            —SeHun…

            ZiTao no pudo continuar con lo que quisiera haberle dicho porque en ese momento unos golpes en la puerta hicieron que se quedara callado de golpe. SeHun se mordió el labio inferior, titubeante. Llevaba esperando aquel día con mucho temor y, aunque había preparado varios discursos, no se sentía capaz de hacer aquello.

            Se levantó, intentando que las piernas no le temblaran y caminó hacia la puerta, seguido de ZiTao. Miró por la mirilla, encontrando efectivamente a la persona menuda que esperaba, y cogió aire antes de abrir.

            —Hola, señor Do —saludó.
            —Vengo a por el dinero del piso —anunció el hombre sin rodeos, como siempre. SeHun tragó saliva.
            —Sí, sobre eso —comenzó—. Todavía no me han pagado este mes en el trabajo, por lo que no tengo el dinero por ahora, me dijeron que me pagarían la semana que viene, así que si fuera usted tan amable de esperar un poco…
            —SeHun, no quiero que pienses que soy mala persona —dijo el casero—, pero necesito el dinero del piso para pagar algunas deudas, por lo que no puedo esperar una semana, necesito el dinero hoy o tendré que echarte del piso y alquilárselo a otra persona.
            —Señor Do —empezó, pero una voz a sus espaldas lo cortó.
            —¿Cuánto es el mes? —preguntó ZiTao.
            —580.000 wons —respondió el señor Do.
            —¿Acepta cheques?
            —Por supuesto.
            —¿Qué haces? —preguntó SeHun girándose hacia su amigo.
            —No puedes pagar el piso este mes porque entonces no puedes pagar las facturas y viceversa —le susurró el chico—. Así que te lo pago yo y ya me lo devolverás.
            —Tao…
            —No protestes —el chico sacó su chequera y fue hacia el casero para pedirle sus datos y escribirlos en el cheque, poniendo la cantidad de dinero y estampando su firma antes de entregárselo al señor Do.
            —Muchas gracias —dijo el hombre—. Nos vemos el mes que viene.

            ZiTao se despidió de él con una sonrisa y cerró la puerta. SeHun seguía clavado en el sitio, sin saber qué decir o hacer. Cuando se había ido de casa había jurado que no le pediría dinero a nadie, que él se valdría por sí mismo y que pagaría todo con el salario que ganara en su trabajo con esfuerzo. Pero ahora le debía dinero a ZiTao.

            —Tranquilo, ya me lo pagarás —le dijo este—. No me voy a morir por esa nimia cantidad de dinero, así que me lo puedes pagar cuando encuentres trabajo.
            —Tao, yo no quería que…
            —Tranquilo, lo sé —su amigo se acercó a él y lo abrazó fuertemente contra su pecho—. Sé que querías valerte por ti mismo y esto no lo hago por caridad o por pena, lo hago porque soy tu amigo y no quiero verte más hundido —SeHun pasó los brazos por la cintura del otro chico, apretándolo con fuerza—. No lo veas como una derrota, sino como una ayuda para poder continuar con tu sueño. Tienes que encontrar otro trabajo rápidamente, uno en el que paguen bien y con el que puedas ir ahorrando para pagarte la matrícula en la universidad.
            —Gracias —murmuró.
            —¿Puedo cobrarme hoy los primeros intereses por el préstamo? —preguntó ZiTao, dejando muy confundido al chico—. Los intereses no serán pagados con dinero, sino con tu cuerpo —SeHun rápidamente se separó, mirándolo con sorpresa.
            —¿Qué?
            —Vamos, hemos hecho esto otras veces —se volvió a acercar al chico y metió las manos bajo su camiseta, mirándolo con deseo—, y me gusta mucho ver rebotar tu trasero mientras te embisto.
            —Tao… —advirtió.
            —No digas que no —lo agarró firmemente por su delgada cintura para que no tuviera escapatoria y se inclinó un poco para llegar hasta sus labios y darle un beso corto.
            —No quiero vender mi cuerpo por dinero —murmuró contra sus labios cuando se separaron, mirando fijamente los ojos afilados de su amigo.
            —Y no lo vas a vender por dinero, será solo una manera de tenerme contento mientras espero a que me pagues.

            ZiTao volvió a cruzar la distancia que separaba sus labios y esta vez los tomó con posesividad, mordiendo, succionando e introduciendo la lengua en la boca de SeHun, que se abandonó a los besos de su amigo. El mayor hizo que se tumbara sobre el suelo de la entrada casi sin despegarse de sus labios y le subió la camiseta hasta las axilas, dejando al descubierto su torso. ZiTao dejó sus labios y comenzó a besar su cuello, entreteniéndose en el lunar que tenía en el lado derecho de este, a la vez que pellizcaba sus pezones para ponerlos duros.

            SeHun se estaba excitando por todas aquellas acciones en su cuerpo, pero sentía que necesitaba más, mucho más. Arqueó su espalda cuando ZiTao dejó de maltratar su cuello y comenzó a bajar por su cuerpo dejando un camino de besos hasta llegar a la cinturilla de su pantalón. Lo miró justo antes de bajárselos hasta las rodillas, buscando una aprobación que el otro apenas pudo dar por la velocidad de los acontecimientos y porque una de las manos del chico había apretado su miembro a través de la tela de su bóxer. Se le escapó un jadeo ahogado de sus labios y eso hizo que ZiTao se excitara y quisiera acabar con aquello lo más rápido posible.

            —No te la voy a meter porque eso necesitaría preparación y un lubricante que no tengo ahora mismo —le dijo con la voz ronca por el placer contenido—, pero necesito que me toques.

            Tiró de SeHun para que se sentara en el suelo, él se quitó los pantalones y tiró de los del otro hasta sacarlos por sus pies junto a su bóxer. Después, abrió sus piernas, pasando las del menor por encima de las suyas hasta que sus miembros, levemente erectos, se rozaron el uno con el otro, haciéndolos jadear. ZiTao agarró el miembro de SeHun y comenzó a masturbarlo, pidiéndole que hiciera lo mismo con el suyo.

           Con las frentes juntas, los jadeos mezclados con besos y los movimientos erráticos de dos manos, llegaron al clímax en la entrada del piso de SeHun.

★★★

            SeHun salía de su apartamento por la mañana temprano. Iba a pasar todo el día en entrevistas de trabajo para conseguir alguno y así poder pagarle tanto a ZiTao como al casero los siguientes meses. Con su cualificación no podía aspirar a mucho, pero no podía acceder a la universidad hasta que no obtuviera un trabajo más o menos fijo en el que pudiera ahorrar para pagar los gastos de la matriculación.

            Puso buena cara en todas las entrevistas, respondió a todas las preguntas con una sonrisa y, al final del día, cuando llegó a la cafetería en la que había quedado con su amigo LuHan, lo único que había recibido eran dos “ya te llamaremos” y diez “no eres lo que buscamos”.

            Se dejó caer en la silla, agotado, haciendo que su amigo, que ya se encontraba allí alzara la cabeza.

            —¿Qué tal te ha ido? —le preguntó. SeHun lo miró mal.
            —¿Cómo crees tú que me ha ido?
            —Mal.
            —Pues eso.
            —Entonces te alegrará la noticia que voy a darte —comentó LuHan con una gran sonrisa.
            —¿Qué noticia? —preguntó el menor, curioso.
            —Sabes que me han contratado para otra película, ¿no? —SeHun asintió, había recibido su mensaje hacía algunos días con la noticia de que su amigo dejaría de estar por fin las listas de personas desempleadas—. Pues necesitan a alguien para hacer de ayudante, así que les hablé de ti y dijeron que tendrías que te pasaras por el rodaje para ver si podías realmente ayudar. Pagan muy bien, por cierto.
            —LuHan… Eso es —la mirada del chico brillaba de emoción.
            —No me lo agradezcas, yo solo hablé de ti y ellos pensaron que podrías ayudar —lo cortó—, depende de ti hacerlo bien para que te den el trabajo.
            —Te quiero, LuHan y te daría un beso si no estuviéramos rodeados de personas —dijo SeHun.
            —Eh, sin mariconadas, que ya sabes que yo no soy gay —rio.
           —Está bien —dijo el menor con una sonrisa—. Muchas gracias, LuHan, en serio, muchas gracias.
            —Para eso están los amigos —contestó—. Empiezas el lunes, te recogeré en el lugar ese al que llamas casa temprano y te llevaré hasta el lugar en el que se hace la grabación.
            —Gracias.

★★★

            Como LuHan le había advertido, el lunes por la mañana, antes incluso de que amaneciera, el mayor estaba en su piso apremiándolo a que terminara de arreglarse porque si no llegarían tarde al rodaje. Unos minutos después salían del lugar y se montaban en el coche de segunda mano que LuHan se había comprado con su primer sueldo y que pasaba más tiempo en el taller que siendo usado por su dueño, pero el chico le había cogido cariño y no quería deshacerse de él hasta ahorrar para comprarse uno mucho mejor.

            Atravesaron la mitad de la ciudad antes de llegar a unos almacenes a las afueras. A SeHun no le gustó mucho el sitio elegido, pero no dijo ni una palabra, quizás dentro de aquella mole había un gran decorado, ya que allí fuera solo se encontraban diversos coches y furgonetas. Aparcaron cerca de la entrada y cuando entraron, LuHan lo guio hasta el lugar en el que se tenía que hacer la grabación.

            Por dentro, el almacén era muy grande y tenía una serie de habitaciones cerradas con puertas que SeHun supuso que serían los camerinos de los actores y los lugares donde se guardaba el material. Un poco más adentro se encontraban algunos sets de grabación. Uno era una habitación, otro un salón y el último una oficina. Había mucha gente de un lado a otro y LuHan iba saludando a las personas que pasaban por su lado hasta que llegaron justo al lugar en el que se encontraban las cámaras.

            —Quédate aquí —le dijo el mayor—. No toques nada ni hagas nada, voy a buscar al director para avisarle de que estás aquí —un chico pasó por su lado en ese momento y LuHan lo tomó del brazo para detenerlo—. YiXing, ¿dónde está XiuMin?
            —Debe estar con SuHo, discutiendo el presupuesto, otra vez —le contestó.
            —Iré a buscarlo, échale un ojo a mi amigo, será el fluffer.

            Y tras decir eso, se fue, dejándolo con aquel desconocido y sumamente confuso porque jamás había escuchado aquel término y no tenía ni idea de lo que era. El tal YiXing le sonrió amablemente, pero cuando iba a decirle algo, alguien lo llamó y, disculpándose, tuvo que irse. SeHun aprovechó que estaba solo para curiosear un poco sin moverse mucho del sitio en el que lo había dejado LuHan. Parecía una grabación en toda regla, aunque algo cutre. Estaba metido en sus pensamientos cuando escuchó un par de voces graves a su espalda y se giró, encontrándose con algo que no esperaba para nada.

            Dos chicos un poco más altos que él caminaban hacia donde se encontraba, uno llevaba un traje bastante caro, de los que SeHun había llevado hasta entonces cuando sus padres lo obligaban a asistir a algún evento social; el otro llevaba un albornoz sin abrochar y bajo este estaba desnudo. El chico abrió sus ojos como platos al ver el gran miembro de este, escandalizado. Cuando llegaron hasta él, el que estaba desnudo lo miró con una sonrisa torcida y luego le habló.

            —¿Te gusta lo que ves?

            SeHun tragó saliva porque sí, le gustaba, de hecho le encantaba y se estaba imaginando algunas situaciones en las que aquel miembro acabara dentro de su cuerpo y le diera más placer del que jamás había recibido en su vida. La carne era débil. Pero no pudo responder nada coherente, simplemente balbuceó un poco.

            El chico iba a volver a hablar, pero entonces llegó hasta ellos LuHan, acompañado por otros dos chicos. Ninguna de las personas que había en el lugar parecía tener los treinta y eso lo sorprendió bastante, aparte del shock que seguía teniendo debido al desnudo.

            —SeHun… Ya veo que conoces a uno de nuestros actores —comenzó, sonriendo forzadamente. SeHun le lanzó una mirada que decía claramente “cuando salgamos de aquí me tienes que explicar muchas cosas”. el mayor tragó saliva antes de hablar de nuevo—. Este es Kris —señaló al del albornoz, que se acercó a él con un par de zancadas y lo tomó por la nuca antes de plantarle un beso en los labios que lo dejó sin respiración—, eh… Y este es su agente, ChanYeol —Kris se separó de él con una sonrisa traviesa, lamiéndole los labios y SeHun pudo ver que el tipo trajeado le tendía la mano, así que la estrechó, dudoso—. Este es el director, XiuMin.
            —Encantado —uno de los chicos que estaba junto a él, el que parecía más bajito, fue el que habló—. LuHan dijo que harías un buen trabajo.
            —Y este es SuHo, el que pone la pasta —un tipo tintado de rubio platino lo saludó desde la distancia, inclinando un poco su cabeza—. Bien, ya que os conocéis, ¿por qué no vamos haciendo los preparativos? ¿Dónde está Kai?
            —Iré a buscarlo —se ofreció el tal ChanYeol.
            —Vamos a ir comenzando, que todo el mundo haga lo que tiene que hacer —dijo XiuMin y todo el mundo comenzó a ir de un lado para otro—. Escena 5.

            SeHun aprovechó ese momento para acercarse a su amigo, cogerlo del brazo y tirar de él hasta que estuvieron un poco alejados de los demás.

            —¿Dónde mierda me has metido LuHan? —le preguntó—. ¿Qué clase de película es esta y por qué el tipo ese va desnudo y me ha besado? Ah, ¿y qué es eso de fluffer?
            —Tranquilo, tranquilo… —comenzó el chico con una pequeña risita—. A ver, esto es una película de cine independiente… De cine porno gay independiente —SeHun quiso gritar un “¿¡Qué!?”, pero al verle las intenciones, LuHan le tapó la boca con sus manos—. Kris es uno de los protagonistas, el otro es Kai, ahora lo conocerás… Y te ha besado porque es bastante gay y le has gustado, a mí también me lo hizo el primer día y… —se detuvo para coger aire—. Tu trabajo será hacer de fluffer… Lo que significa que tendrás que hacer que durante el rodaje los miembros de Kris y Kai sigan erectos.
            —¿¡QUÉ!? —esta vez LuHan no pudo retener su grito y fue escuchado por todas las personas del lugar—. Me voy de aquí.
            —No, espera —el mayor lo cogió por la muñeca para que no se fuera—. No es nada no hayas hecho antes, quiero decir, eres gay y ya has estimulado a otros tíos, recuerdo que no tenías problemas en hacerle todo lo que te pedía el profesor DongHae cuando estabas en el instituto y luego seguro que ha habido otros.
            —Pero LuHan…
            —Necesitas un trabajo y SuHo está forrado, así que tu sueldo será bueno —lo cortó, mirándolo fijamente—, además, podrás tocar y chupar pollas todo lo que quieras.

            Iba a protestar de nuevo, pero el mayor tenía razón, necesitaba un trabajo urgentemente y, de todas formas no era nada que le pillara de nuevas. Pero aun así… Pero el dinero… SeHun se mordió el labio inferior, sopesando las posibilidades y finalmente asintió.

            —Sabía que podía confiar en ti —lo llevó de nuevo hasta donde estaban todos—. SeHun está listo —anunció. En el lugar había dos personas más un chico de piel morena y pelo plateado y otro bajito con la piel muy blanca. El moreno también estaba desnudo bajo el albornoz, así que dedujo que sería el tal Kai sin que nadie se lo presentara.
            —Perfecto, vamos a comenzar entonces —dijo XiuMin—. Kris, Kai id hacia la cama, ya hemos hablado antes de lo que tenéis que hacer —se giró hacia SeHun—. Ve con ellos, SeHun y comienza a trabajar mientras terminamos de organizar.

            Con un nudo en la garganta que intento bajar tragando saliva, el chico asintió y fue hacia el set que simulaba una habitación, siguiendo a los dos actores que comenzaron a quitarse los albornoces por el camino y llegaron desnudos hasta la cama. SeHun se lamió los labios inconscientemente al ver que los tamaños de ambos chicos no eran nada corrientes, sobre todo el de Kris.

            —¿Has hecho antes algo como esto? —le preguntó Kai y él negó.
            —No profesionalmente.
            —Entonces te daremos una pequeña lección —dijo Kris—. Solo tienes que hacer que se nos levante cuando se vaya bajando la erección, tu trabajo es solo ese —SeHun asintió—. Comienza entonces.

            Titubeante, se acercó a la cama, donde ambos estaban sentados y se colocó de rodillas sobre el suelo. Llevó una mano al miembro de Kris y lo tocó un poco, buscando los lugares más sensibles, antes de abrir su boca al máximo y metérselo en esta, comenzando a succionar y a chupar, a jugar con su lengua en el glande y, en definitiva a endurecerlo. Cuando lo sintió firme dentro de su boca, se alejó de él, arrancando un suspiro de sus labios y entonces se giró hacia Kai, que ya lo esperaba para hacer exactamente lo mismo que le había hecho a Kris.

★★★

            —Bien, ya hemos terminado por hoy —dijo XiuMin y los cámaras comenzaron a alejarse de los dos chicos que yacían en la cama cubiertos de semen y de sudor después de estar grabando todo el día—. Mañana empezaremos muy temprano, por lo que os recomiendo quedaros por aquí en los colchones que hay por alguna de las salas —se acercó a Kai y a Kris, que yacían el uno sobre el otro en la cama—. Buen trabajo.

            SeHun vio cómo se acercaba el tipo trajeado que le había presentado como ChanYeol, el manager de Kris, aquella mañana hasta el chico que representaba y otro, un poco más menudo, que había conocido en la hora del almuerzo, llamado BaekHyun, que era el manager de Kai. Ambos llevaban los albornoces y se los tendieron a sus respectivos representados, dándoles palmaditas en los hombros, felicitándolos por el buen trabajo.

            —¿Qué tal tu primer día de trabajo? —le preguntó LuHan, soltando la cámara que había estado cargando la mayor parte del tiempo, ya que era el encargado de rodar los planos cortos.
            —No ha estado tan mal —murmuró SeHun—. Podría haber sido peor.
            —Ha sido una gran idea, ¿verdad?
            —Yo no he dicho eso, solo he dicho que no ha estado tan mal —replicó.
            —Bien, lo que tú digas —sonrió LuHan.
            —Deja al pobre muchacho —intervino Jongdae, otro de los cámaras—. Ha hecho un gran trabajo hoy y debe estar cansado —le dedicó una sonrisa gatuna—. Deja que se duche y luego en la cena ya lo molestamos como es debido —terminó despidiéndose. LuHan negó mientras reía.
            —Hay varias duchas por aquí y también ropa por todas partes, así que dúchate y luego ven a cenar —informó—. Nos vemos ahora.
            —Vale.

            SeHun siguió a todos los trabajadores del lugar hasta la zona en la que se encontraban las duchas y esperó su turno para meterse en una de ellas. No había querido reconocer frente a LuHan que aquel trabajo le había gustado demasiado, igual que tampoco iba a reconocer delante de nadie que llevaba desde las ocho de la mañana empalmado y que había tenido que masturbarse varias veces a lo largo del día cuando en los descansos no se requerían sus servicios.

            Llevó su mano derecha a su entrepierna y la otra la apoyó en la fría pared de azulejos para sujetarse mientras comenzaba el vaivén contra su miembro, rozando una y otra vez, apretando en los lugares más sensibles y buscando el orgasmo lo más rápido posible. Cuando lo alcanzó se mordió el labio inferior fuertemente y tras unos momentos recuperando la respiración, terminó de ducharse y se puso una muda limpia con lo primero que encontró, para luego ir a cenar como LuHan le había dicho.

★★★

            SeHun no sabía la hora que era, sabía que solo hacía un par de minutos que se había echado a dormir cuando ya era arrastrado por dos personas fuera de la habitación en la que se hacinaban todos los que trabajaban en la película. Tenía los ojos medio cerrados, así que no sabía de quién podría tratarse, pero se dejó llevar porque tenía demasiado sueño. Solo los abrió cuando sintió su espalda contra una superficie mullida y escuchó dos risas graves junto a él.

            Kris y Kai, las dos personas a las que había estado estimulando todo el día para que pudieran continuar con el ritmo de la grabación estaban sentados en la gran cama en la que habían sido rodadas las escenas junto a él. Rápidamente se incorporó y los observó confundido.

            —Nos hemos dado cuenta de que has estado todo el día con un gran problema entre las piernas —comenzó Kai, acercándose a él—, así que habíamos pensado en hacer algo con ello, ya que tú nos has ayudado tanto.
            —¿Qué? —SeHun seguía confundido y medio dormido, así que a pesar de haber escuchado perfectamente las palabras dichas por el de piel canela, no las había entendido para nada.
            —Queremos follar contigo —aclaró Kris, llevando una de sus grandes manos a la entrepierna del chico, agarrando su miembro y arrancándole un jadeo a SeHun por esta acción.
            —Pero…
            —Nada de peros… —dijo Kai, metiendo su mano bajo la camiseta de este para callarlo—. Vas a recibir la atención de dos actores porno, deberías estar halagado.

            Y tras decir esas palabras lo besó, introduciendo de primeras su lengua en la boca ajena y buscando dejarlo sin respiración. Kai besaba como nadie antes lo había besado, se notaba que era actor porno hasta en esa nimiedad, así que no podía esperar a notar la experiencia en otros lugares de su cuerpo. Sintió unas manos bajándole los pantalones y se rindió a estas cuando rozaban sus piernas haciendo que los vellos se le pusieran de punta.

            SeHun jadeó cuando otro par de manos comenzaron a pellizcarle los pezones y la lengua que se movía juguetona por su boca se fue. El chico abrió los ojos y vio cómo Kai luchaba por quitar su camiseta sin separarse de sus pezones, así que le echó una mano y luego buscó quitarle la camiseta a este. Volvió a jadear cuando Kris esta vez retiró su bóxer, rozando deliberadamente su miembro, haciendo que se pusiera más duro.

            —No hagas mucho ruido —le advirtió Kai, llevando su boca a su cuello—. No querrás que nos escuchen todos, ¿verdad?
            —No —medio gimió, medio dijo al sentir sus labios en aquella parte tan sensible de su cuerpo.
            —Aunque a mí me excitaría que nos escuchasen —murmuró Kris y SeHun sintió su aliento chocar contra su pene—. Así que puedes hacer todo el ruido que quieras.
            —Kris… —comenzó a protestar, pero este se metió su miembro en la boca a la vez que Kai le dio un mordisco en el cuello y toda la coherencia que quedaba en su mente en ese momento se esfumó de golpe.

            SeHun se dedicó a gemir, a veces más bajo, a veces más alto, dependiendo de su el lugar que los otros maltrataban era más o menos sensible.

            De repente, cuando ya pensaba que no iba a poder contenerse más, Kris paró de jugar con su miembro y Kai también se alejó de su cuello. SeHun se vio levantado de la cama y puesto a cuatro patas sobre esta, teniendo al de pelo plateado tras él y al castaño delante. Kris lo miró con una sonrisa cínica antes de tomarlo por el mentón y besarlo. En ese instante, Kai comenzó a jugar con su trasero, provocando que el chico se tensara unos momentos. Desde que se había independizado, hacía algunos meses ya, no había tenido relaciones de aquella manera, así que deseó que el otro tuviera un poco de cuidado.

            Kris dejó de besarlo y se colocó de rodillas ante él, dejando su miembro levemente erecto a la altura de su boca. Casi sin pensarlo, porque era lo que llevaba prácticamente todo el día haciendo, SeHun hizo que se acercara un poco más y comenzó a lamer la punta, sujetando con una de sus manos la base y acariciando de vez en cuando sus testículos. Escuchó un gemido ronco salir de la garganta del chico y comenzó a succionar con ganas.

            Tras él, sentía cómo Kai había dejado de juguetear con su entrada y ahora introducía uno de sus dedos con facilidad, por lo que dedujo que el lubricante no había faltado. Unos momentos después, sentía otro dedo más unirse a la fiesta hasta que tres dedos campaban a sus anchas por su trasero. Intentaba concentrarse en lo que hacía Kai, ya que no lo veía, pero cuando esto ocurría, Kris lo tomaba por el pelo y hacía que su gran miembro se internase más en su boca.

            De repente, sintió cómo Kai comenzaba a internarse en su cuerpo, empujando poco a poco su miembro dentro de su recto y gruñó, apretando levemente con sus dientes el pene de Kris. Kai se internó hasta lo más profundo y se quedó unos momentos sin moverse. SeHun sentía su miembro palpitar, ávido por atenciones, y la sensación aumentó cuando Kai comenzó a embestirlo. El chico se estaba ahogando en las sensaciones y no sabía cuál de ellas le gustaba más.

            Kris lo tomó por la cabeza para que comenzara a moverse más y más rápido mientras succionaba su miembro hasta que se corrió en su boca, llenándola de semen tras varios espasmos. Se retiró y SeHun tragó, cogiendo aire desesperadamente después. Kris estaba frente a él, con una capa de sudor perlando su piel y los ojos velados por el placer.

            Sintió unas manos agarrando sus caderas con firmeza y giró un poco su cabeza hacia atrás, viendo una sonrisa torcida en el rostro de Kai antes de comenzar a moverse rápidamente en su interior, entrando y saliendo casi por completo, buscando aquel punto que lo haría volverse loco, hasta que entre gemidos, se corrió. Sin embargo, en contra de lo que había pensado, ningún líquido caliente llenó sus entrañas. Kai se retiró, dejando ver un condón sobre su miembro, ahora flácido, que se quitó, haciéndole un nudo y dejándolo por cualquier lugar.

            SeHun fue tumbado de espaldas en ese momento y vio cómo Kris y Kai se intercambiaban las posiciones. Ahora era Kris quien estaba junto a su parte inferior.

            —Intentaré no hacerte daño —fue lo que dijo el castaño.

            Después, se colocó un condón y echó sobre su miembro abundante lubricante, al igual que en la entrada de SeHun. Le abrió las piernas al máximo y las colocó sobre sus hombros antes de guiar su pene hasta comenzar a internarlo en su recto. El chico cerró los ojos y apretó los dientes fuertemente. El tamaño de Kai, a pesar de no ser normal tampoco, no le había provocado ningún problema, pero el de Kris lo estaba partiendo en dos. Se agarró a las sábanas, aguantando el dolor hasta que el otro estuvo completamente dentro, en ese momento, SeHun pudo soltar todo el aire que había estado conteniendo.

            —Al principio molesta —escuchó que le susurraba Kai en el oído—, pero una vez te acostumbras es el mejor.

            SeHun no supo si asintió o no, dándole a entender que lo había escuchado y entendido, porque en ese momento, Kris comenzó a moverse y no tenía cabeza para nada más que aquello, era demasiado para él. Sin embargo, aunque pensaba eso, no pudo evitar no disfrutar cuando Kai se tumbó sobre él, con su miembro medio erecto de nuevo, buscando entrar en su boca y comenzar a lamer y a succionar como había hecho con el otro anteriormente.

            Tras algún tiempo sintiendo las dobles embestidas, SeHun gimió sin poder controlarse cuando Kris golpeó por primera vez su próstata y siguió gimiendo ahogadamente contra el miembro de Kai las repetidas veces que el otro dio en aquel lugar. Notó una mano grande en su desatendido pene y unos momentos y vaivenes después, no podía controlarse y se corría apretando a Kai con su boca y a Kris con su entrada, haciendo que ambos llegaran al orgasmo también, segundos después.

            Todavía tenía la espalda arqueada y los dedos de los pies y las manos doblados por el placer, cuando los otros dos chicos salieron de su cuerpo. Parecía un muñeco de trapo tendido en la cama, ya que sus extremidades no le funcionaban correctamente todavía y solo podía intentar recuperar la respiración por el momento. No obstante, podía decir que aquella había sido la mejor experiencia de su vida.

            —Tendremos que ducharnos —escuchó decir a Kai.
            —Y dormir unas horas porque volvemos a grabar dentro de un rato —terminó Kris.

            SeHun asintió e intentó levantarse de la cama, pero las piernas le fallaron y acabó siendo sujetado por los otros dos chicos, que comenzaron a reír quedamente. Kai se quedó recogiendo la ropa, mientras Kris lo llevó hasta las duchas. Se metieron los dos en una y esperaron a que llegara Kai, una vez estuvieron los tres de nuevo, SeHun fue pegado a la pared mientras todo comenzaba de nuevo y el chico no podía evitar pensar en que tenía que darle las gracias a LuHan por haberle conseguido aquel empleo como fluffer, porque lo estaba disfrutando mucho.





Notas finales: si, lo sé, los tríos no son lo mío. Don’t worry, pasará tiempo hasta que vuelva a darme la vena de hacer alguno.