Título: 600th Days
Autora: Riz Aino
Pareja: JinEun (Jin Jin + EunWoo) (ASTRO)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 1.697 palabras
Resumen: hace seiscientos días que JinWoo y DongMin están juntos… seiscientos días
en los que han tenido que esconderse… pero JinWoo ya no quiere esconderse…
Notas: historia inspirada en la actuación de Jin Jin en el ASTRO25 junto a
EunWoo. (Pinchar aquí para ver el momento en el que ellos se shippean
muchísimo).
Comentario de autora: todavía sigo un poco vacilante con las cosas de ASTRO porque aunque me
estoy metiendo, no he terminado del todo… pero vi el ASTRO25 y vi el momento en
el que Jin Jin actuó como si fuera gay y EunWoo fuera su amorcito y no me pude
resistir a escribirlo. Espero que os guste.
La relación entre JinWoo y DongMin se había desarrollado
de forma lenta, tan lenta que ninguno de los dos se había dado cuenta realmente
de qué era lo que había pasado entre ellos hasta que todo se volvió patas
arriba. Sus sentimientos habían ido creciendo en su interior sin que ninguno de
ellos pudiera hacer algo por detenerlos y cuando finalmente habían terminado
descubrir que lo que sentían por el otro era algo que iba mucho más allá de la
amistad, había sido demasiado tarde para tratar de alejarse del otro. Por ese
motivo, ambos habían acabado cediendo a lo que sus corazones les habían dictado
y su relación sufrió un cambio drástico, aunque un cambio que no fue notado por
las personas que se encontraban en su entorno más inmediato… porque JinWoo y
DongMin habían comenzado a salir juntos, pero absolutamente nadie lo sabía.
Nadie sabía de su relación porque las personas que se
encontraban cerca de ellos no concebían las relaciones entre personas del mismo
sexo y ambos chicos habían decidido que lo mejor que podían hacer era vivir su
amor en secreto todo lo que éste durara, ya fuera toda la vida o solo por
algunos días.
Pero ya habían pasado casi dos años… Seiscientos largos
días en los que habían tenido que esconderse del mundo que los rodeaba para no
decepcionar a nadie, seiscientos días en los que JinWoo había vivido con el
miedo a que alguien descubriera que estaban juntos y que se amaban, seiscientos
días en los que había tenido que fingir que se sentía atraído por las mujeres y
de los que había pasado cien junto a una chica por la que no sentía
absolutamente nada… seiscientos días en los que ambos se habían hecho mucho
daño solo por tener que esconderse.
Por eso, JinWoo ya no sentía ganas de tener que seguir
escondiéndose. DongMin era su novio, así que iba a mostrarlo a todo el mundo… y
lo haría sin remordimientos.
JinWoo había quedado con DongMin en una cafetería para
poder celebrar de aquella manera sus seiscientos días juntos. Nunca habían
hecho algo especial en público, porque siempre habían tenido miedo de hacer
algo o decir algo que los delatara como pareja, pero aquel día, no tenían que
esconderse más, no debían hacerlo porque JinWoo había planeado contarle a la
persona que había sido su novia que le gustaban los hombres y que DongMin era a
quien amaba realmente. Quizás tuviera que ser un poco cruel, pero el chico no
sabía de qué otra forma podía decir algo como aquello, no sabía cómo podía
terminar aquella relación que nunca le había aportado nada y que tanto daño le
había hecho a DongMin.
—¿Estás seguro de que
está bien que celebremos esto aquí? —le cuestionó DongMin cuando llegaron a la
cafetería y se sentaron en una de las mesas libres, mirando a su alrededor.
—Está bien —contestó
él—. No hace falta estar escondidos para siempre, alguna vez habría que ir
empezando a mostrarnos…
—¿Hyung? No estarás pensando en nada extraño… ¿verdad?
JinWoo simplemente
sonrió a aquella pregunta de forma enigmática porque no tenía el valor
suficiente para decirle a su novio que pensaba cortar con la chica con la que
había estado saliendo los últimos meses por mandato de sus padres, algo que en
cuanto hiciera, por supuesto iban a saber sus padres y todo su entorno y que le
iba a causar un montón de quebraderos de cabeza… pero por DongMin todo aquello
merecía la pena, así que, lo iba a hacer antes de que pasara más tiempo y se
hicieran más daño estando de aquella manera.
—¿Qué quieres para
comer? —le preguntó a su chico—. Hoy invito yo, así que puedes elegir lo que
desees de la carta.
A DongMin se le iluminó
la cara escuchando aquello y no hizo ninguna pregunta más sobre aquello en el
resto del tiempo que estuvieron en la cafetería, al menos hasta el momento en
el que por la puerta entró la “novia” del mayor. En ese momento, DongMin no
dijo nada tampoco, pero sí que le cuestionó con la mirada qué era lo que hacía
la chica allí y comenzó a mover sus pies nerviosamente contra el suelo. JinWoo
le puso una mano sobre el muslo para tranquilizarlo un poco antes de levantarse
de la mesa e inspirar hondo para encarar a aquella chica.
—Perdona por haber
llegado un poco tarde, JinWoo —le dijo—, pero ya estoy aquí… ¿qué era eso de lo
que querías hablarme tan importante?
JinWoo apretó sus labios
en una fina línea y luego le puso una mano en el hombro a DongMin, apremiándole
para que se levantara de la silla y se colocara de pie junto a él. El menor lo
miró con el ceño fruncido, extrañado porque no tenía ni idea de lo que estaba
pasando en aquel lugar, pero JinWoo le sonrió tranquilizadoramente y el chico
acabó levantándose y quedándose a su lado. DongMin era mucho más alto que él,
pero a pesar de ello, se veía mucho más delicado y frágil que JinWoo a su lado.
—¿Quién es él? —le
cuestionó la que todavía era su chica.
JinWoo tragó saliva
porque se le había quedado la boca seca e inmediatamente después tomó la mano
de DongMin y la apretó fuertemente, mostrándosela a la chica.
—Él es Lee DongMin —lo
presentó—. Y hoy hacemos seiscientos días juntos.
El ruido en la cafetería
pareció menguar después de que el chico dijera aquellas palabras, del mismo
modo que los ojos de la persona que tenía delante se abrieron debido a la
sorpresa que le había producido aquella repentina declaración. JinWoo sintió
temblar la mano de DongMin, así que la apretó en la suya para darle apoyo. Era
normal que el chico estuviera nervioso después de aquello porque no le había
dicho nada para que no se preocupara, así que, era culpa suya y después de eso,
lo compensaría por haberle hecho pasar un mal rato.
—¿Cómo puedes decir eso?
—le cuestionó la chica—. Eres mi novio…
—Yo… realmente me gustan
los chicos… lo siento —respondió.
—No se te ocurra bromear
conmigo, Park JinWoo… —dijo ella.
Estaba visiblemente
indignada y bastante cabreada, pero JinWoo no iba a dar marcha atrás en
aquello, ya había empezado a declarar la verdad y no pararía. DongMin pareció
darse cuenta de aquello también, porque aprovechó aquel momento para echarle un
brazo por los hombros y atraerlo hacia su cuerpo, algo que le arrancó una
sonrisa a JinWoo y que le dio el coraje para seguir adelante con aquello.
—Lo siento por haber
jugado contigo durante estos meses… pero de verdad me gustan los hombres —continuó—,
tú solo has sido una amiga para mí.
—No puedo creerlo… esto
tiene que ser una maldita broma…
—No lo es, lo siento
mucho…
JinWoo la vio respirar
hondo varias veces, tratando de tranquilizarse y en el fondo de su corazón
quiso acercarse a ella para calmarla… pero ella no era su novia, ella no era la
persona que quería, la persona que amaba con toda su alma se encontraba en aquellos
momentos rodeando sus hombros fuertemente, sin dejar ni un milímetro entre sus
cuerpos, mostrando claramente que aquello que tenían era totalmente real y que
no iba a dejar que JinWoo se fuera de su lado. El mayor estaba muy agradecido
porque DongMin hubiera leído tan bien aquella situación y se hubiera calmado,
al menos lo suficiente, para que saliera bien.
—No puedo entenderlo…
—murmuró ella.
—Mis padres me dijeron
que debía empezar a salir con una chica pronto y tú eras la opción que me
pareció más adecuada… —le dijo—, pero por agradar a mis padres le he estado
haciendo daño a la persona que amo y esto no puede seguir siendo de esta manera
—JinWoo cogió aire para poder decir lo siguiente—. Por eso creo que lo mejor es
que dejemos nuestra relación ahora antes de que todo se vuelva más complicado.
—No tienes corazón, Park
JinWoo —replicó ella—. Esto no va a quedar así, se lo voy a decir a todo el
mundo, todos sabrán lo que me has hecho.
—Estoy preparado para
dar todas las explicaciones —contestó—. Estoy preparado para mostrar a todos
que a quien realmente quiero es a DongMin.
Ella los miró a ambos
fijamente durante unos momentos, con su ceño fruncido, para después darse la
vuelta y salir de la cafetería pisando fuerte. JinWoo la observó irse hasta que
su figura se perdió en la lejanía y solo cuando eso sucedió, se permitió
dejarse recargar en el cuerpo de DongMin, sintiendo que las piernas no lo iban
a poder sujetar mucho más tiempo.
—Has sido muy valiente, hyung —murmuró DongMin, abrazándolo
fuertemente—, aunque me tendrías que haber dicho lo que ibas a hacer…
—Tú también has sido muy
valiente —respondió desde su pecho—, aunque no supieras qué era lo que iba a
pasar.
—¿Estás seguro de que
esto era lo correcto?
—No quería seguir
escondiendo lo mucho que te quiero… quería que todo el mundo lo supiera…
—Yo también te quiero, hyung…
Notas finales:
—He usado los nombres reales de Jin Jin y EunWoo para
hacer más cercano este fic a lo que sería una realidad, por lo que Jin Jin ha
sido llamado todo el rato JinWoo y EunWoo, DongMin.
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