Mostrando entradas con la etiqueta ChanTao. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ChanTao. Mostrar todas las entradas

viernes, 27 de septiembre de 2013

Quirky {ChanTao}

7/8 Quirky {ChanTao}

   Todavía no llegaba a comprender porque me hallaba en aquella extraña situación. Le había pedido a ChanYeol hyung que nos bañáramos juntos, pero solo quería eso, darme una ducha. Sin embargo, él quería más cosas de mí y yo no me estaba negando a dárselas.

   Así era cómo habíamos llegado a aquella situación. Lo sabía, pero no podía comprenderlo. ¿Por qué así? ¿Por qué con él? Muchas preguntas que no tenían respuesta, o más bien, que no tenía ganas de responder. Gemí cuando sentí su lengua lamer la porción de piel de mi hombro que antes había mordido con fuerza, saliendo de mis pensamientos.

   Él estaba ante mí, desnudo, como yo, con una gran sonrisa adornado su rostro, pidiendo con sus grandes ojos que le diera permiso para seguir adelante con aquello, para poder profundizar más.

   No tardé mucho tiempo en asentir levemente y en apenas un segundo, él ya me estaba besando como si le fuera la vida en ello. Su lengua buscaba la mía y se enredaba con ella, sus dientes chocaban con los míos y a veces mordisqueaban mis labios ferozmente.

   ChanYeol hyung era un verdadero lobo, aunque todos pensaran que Kris gege y yo éramos los más parecidos a uno, ya que él mordía, mordía mucho, y más cuando se acercaba la Luna Llena. Parecía como si tuviéramos a un Hombre Lobo viviendo con nosotros, sin embargo, aquello no podía ser.

   Nos separamos cuando se hizo necesario respirar y nos miramos fijamente a los ojos durante unos momentos. Justo después, volvió a abalanzarse sobre mi cuello y mis hombros, para seguir mordiendo y mordiendo. Cuando le daba aquella fijación por los cuellos también me preguntaba si en realidad era un Vampiro. Pero como con lo del Hombre Lobo, ambas cosas eran imposibles.

   Gemí sin poder controlarme cuando de repente, una de sus manos agarró firmemente mi miembro y comenzó a tocarme. Sus manos callosas por tocar la guitarra hacían que mi sensible miembro reaccionara a ellas de manera espectacular, excitándome, poniéndome mucho más duro de lo que ya me ponía con sus besos y sus mordiscos.

   -Quiero metértela- susurró contra mi hombro- quiero metértela.
   -Hyung… la bañera… es incómodo…- susurré.
   -En nuestra habitación no podemos- me dio un mordisco- y quiero ya…
   -Hyung…
   -Tao…- se separó de mis hombros y me miró. Sus ojos estaban cargados de lujuria. Cogió mi mano y la llevó hasta su miembro, en cuanto lo rocé, lanzó un gemido- ¿ves lo que me provocas?- susurró- quiero follar contigo.

    No me lo pensé mucho cuando ataqué de nuevo sus labios mientras ambos nos masturbábamos el uno al otro. El beso estaba descompasado por culpa de nuestros jadeos y gemidos y a veces mordíamos, pero me gustaba que ChanYeol hyung me mordiera y él adoraba ser mordido.

   En cuanto cortamos el beso, me miró intensamente y me indicó que me levantara. Lo hice y él me siguió. Me cogió por los hombros y me giró, para quedar él a mi espalda, después, comenzó a inclinarme hacia delante hasta que tuve una inclinación de unos 90º, como si estuviera saludando a alguien con respeto.

   -Agárrate a algo- murmuró y yo me agarré al grifo justo cuando noté algo húmedo y cálido bordeando mi entrada.
   -Ahhh… hyung… ahh… ¿qué haces?
   -Lamerte.
   -Hyung… eso es… ahhhh…- no pude terminar de decir que aquello era asqueroso porque su legua penetró en mi interior y aquello se sintió demasiado extraño y demasiado bien.
   -¿Qué decías?- preguntó mordiéndome un cachete.
   -Que hagas conmigo lo que quieras.
   -¿Estás seguro?
   -Sí.

   Nada más acabar aquel monosílabo volvió a penetrarme con su lengua y me agarré más fuerte al grifo para no caer de rodillas. Lo del Vampiro había quedado demostrado que no podía ser, debía ser un Hombre Lobo, porque incluso me estaba lamiendo el culo.

   Siguió con aquello durante unos minutos, hasta que se separó de mí y comenzó a buscar algo.

   -¿Qué buscas?- pregunté.
   -Algo que funcione como lubricante- contestó- ya que no tenemos.
   -Utiliza la saliva- dije- ya me has lamido el trasero, me da igual.
   -Si pudiera meterte todo esto sólo con saliva, te estaría follando salvajemente desde hace un rato- comentó pegando su miembro a mi entrada.

   La tenía grande y si lo hacía con saliva, probablemente no podría bailar en unas cuantas semanas. Bueno, ni bailar, ni andar, ni sentarme siquiera. Así que asentí.

   -Busca lo que sea, pronto- contesté. Me dolía mi miembro por la excitación tan grande que tenía y por apenas haber sido atendido.
   -Impaciente- susurró y me mordió el hombro antes de retirarse. Apenas pasó un minuto cuando sentí sus dedos contra mi entrada.
   -¿Qué vas a utilizar?- pregunté con miedo.
   -Gel.
   -Ni se te ocurra- me levanté rápidamente y alejé mi trasero de sus dedos- ¿tú no sabes que el gel es mal para los ojos?
   -Tao… no es un oj… oh- dijo al caer que al ano se le llamaba el ojo del culo- ¿cómo sabes que no se puede utilizar?
   -Lo leí en una página.
   -Entonces… ¿cómo lo hacemos?
   -¿Has escuchado el dicho de “con paciencia y saliva el elefante se la metió a la hormiga”?
   -Es la primera vez que lo escucho- contestó riéndose- pero si no hay más remedio…

N.A.: ¿Recordáis el juramento que hice en Sea Of Love? Pues aquí vuelvo con otro. Juro solemnemente que he buscado en Internet si se podía usar el gel como lubricante y me salió que era una de las 10 cosas que no se podían utilizar.

   Enjuagó sus dedos y me indicó que me volteara y me colocara en la misma posición que antes. Apenas tuve tiempo a agarrarme cuando comenzó a penetrarme con un dedo. Un dedo no dolía, es más, se sentía como algo placentero, más cuando llegaba a mi próstata. En esos momentos me sentía morir de placer.

   Sin embargo, cuando introdujo el segundo, fue algo más doloroso. Con lubricante aquello no pasaba, con el lubricante apenas me dolía cuando me la metían, pero con la saliva era otra cosa. ChanYeol hyung debería haber traído el bote si lo que realmente quería desde el principio era metérmela y no sólo bañarse conmigo.

   Sentía sus dedos en mi interior. Moviéndose al mismo tiempo, abriéndose, cerrándose, creando hueco en mi interior para lo que vendría después. Intenté no gritar cuando introdujo el tercer dedo, pero parecía que me estaban desgarrando por dentro. Dolía. Dolía mucho.

   -Lo siento- murmuró- espera, te haré sentir mejor.

   Tras decir estas palabras se inclinó sobre mi espalda, penetrándome más con sus dedos, pero llegando así, con la otra mano a tocar mi miembro. Al principio, seguía notando el mismo dolor, pero tras unos momentos, fue sustituido por un placer inmenso.

   La paja me estaba distrayendo completamente de lo mucho que me dolía aquella penetración sin lubricante y sentía que si seguía así, me iba a correr más temprano que tarde.

   De repente, ChanYeol hyung se apartó de mí, sacando sus dedos y dejando de tocar mi ansioso miembro. Pero poco después, lo noté comenzar a empujar, intentando internar su miembro en mi ano. Me agarré fuertemente al grifo de la ducha y apreté mis dientes mientras él me penetraba lentamente.

   -Juro que no lo volveré a hacer más sin lubricante- jadeé en el momento en el que se internó por completo en mí con un gemido ronco.

   Él no me contestó, simplemente se agarró fuertemente a mis caderas y comenzó a salir de mí, lentamente, solo un poco, para volver luego a introducirse, gimiendo roncamente, gimiendo en mi oreja. Excitándome con aquellos sonidos más de lo que ya estaba. Pasó unos momentos así, intentando que me acostumbrara al dolor de la penetración.

   Unos golpes en la puerta detuvieron todo movimiento y nos quedamos a la espera de que la persona que había llamado hablara.

   -¿ChanYeol?- dijo la voz de Chen- ¿eres tú el que se está bañando con Tao?
   -Eh… sí, ¿por qué?- le gritó y comenzó a moverse en mi interior.
   -¿Qué haces?- susurré aguantando un gemido.
   -¿No es más excitante, follar mientras hablas con alguien que no sabe que lo estás haciendo?- contestó hundiéndose más y más en mi interior.
   -JunMyeon quería hablar contigo de algunas cosas- dijo Chen hyung- no sé de qué querrá hablar contigo, pero bueno.
   -¿No lo sabes?
   -No.
   -¿Celoso?- una embestida que me dejó sin aire.
   -Sí, porque dijo que era muy importante- contestó el otro- si es algo muy importante puede hablarlo conmigo, ¿no?
   -A lo mejor es que a ti no te lo quiere contar- embistió de nuevo y esta vez tocó mi próstata. Tuve que morderme el labio inferior para no gemir fuerte, aun así, un jadeo se escapó de mis labios.
   -Mira, no tengo ganas de bromas- dijo- sal cuando te apetezca, le diré a JunMyeon que estás muy ocupado follándote a su hijo, le hará una gracia infinita.
   -¿Por qué dices eso?- preguntó ChanYeol hyung.
   -Porque estoy escuchando cómo se la metes- contestó y yo sentí que enrojecía de pies a cabeza. Nos había escuchado- suerte con JunMyeon.
   -Chen- gritó, pero nadie volvió a contestar- voy a tener que ser rápido- murmuró- antes de que me maten.

   Apenas tuve tiempo de asentir cuando una de las manos con las que se sujetaba a mi cadera, se desplazó hacia delante y agarró mi miembro con fuerza, para comenzar a masturbarme a la velocidad de la luz. Mientras, se internaba una y otra vez en mí, cada vez más rápido y más fuerte, intentando tocar siempre mi próstata.

   Los movimientos se hicieron frenéticos, al igual que nuestros jadeos y gemidos. Y unos momentos después, ambos nos corríamos, yo en su mano y él en mi interior.

   Me temblaron las piernas y tuve que agarrarme fuertemente al grifo para no caer, mientras que él se apoyó contra mi espalda, poniendo sus manos contra la pared, para sujetarse. Temblábamos, respirábamos entrecortados y la sensación del orgasmo era absolutamente exquisita.

   Hice una mueca cuando lo sentí salir de mí y su semen salió de mi agujero, recorriendo mis piernas lentamente, hacia abajo. Nos quedamos, quietos, abrazados unos momentos.

   Así estábamos cuando una persona comenzó a aporrear la puerta y supimos que nuestro fin estaba cerca.

   -¿Cómo te atreves a desvirgar a mi hijo?- gritó la voz de JunMyeon hyung y ChanYeol hyung se rio contra mi cuello, que había comenzado a mordisquear.
   -¿Si supiera que hace siglos que no eres virgen que nos haría?- me preguntó.
   -A ti te matará- murmuré- a mí me encierra en una torre y tendré que dejarme crecer el pelo como Rapunzel.

   Ambos nos reímos y nos separamos. Aquella vez había sido rara, muy rara.