Día 20: Un ship de Tao
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El agua tiene vida, cuando te
sumerges en ella, de inmediato te ataca con sus colmillos. Pero no hay porqué
temer, no hay que resistirse al agua. Sólo colocas los dedos en ella y vas
abriéndote paso, y en ese espacio que obtienes vas deslizándote en ella.
Moviendo los brazos, la cabeza, el pecho, los pies.
Tao salió a la superficie y se
agarró al borde de la piscina, jadeando después de haber estado nadando durante
bastante tiempo. Cogió una gran bocanada de aire y alzó su cabeza para observar
el cielo, sin embargo lo que encontró al hacerlo fue el rostro de HaYoung, la
mánager del equipo de natación del instituto, muy cerca del suyo y el chico
solo pudo echarse hacia atrás, internándose en el agua de nuevo debido al
susto.
—HaYoung —dijo—, ¿qué hacías ahí?
—Quería preguntarte algo —contestó
la chica—, pero cuando nadas parece que no existe nada más para ti y no estaba
segura de que me fueras a contestar si te preguntaba desde lejos.
—¿Qué era lo que querías? —preguntó
Tao, acercándose de nuevo al borde, en el lugar en el que se encontraban las
escaleras, y comenzó a salir de la piscina mientras HaYoung comenzaba a hablar.
—Siempre me ha llamado la atención
nadar porque mi hermano SeHun y tú habláis de ellos como si fuera algo
maravilloso, pero él nunca ha tenido tiempo para enseñarme —la chica hizo una
pausa y miró hacia otro lado en el momento en el que Tao finalmente salía del
agua, mostrando su escultural cuerpo—. Y me preguntaba si tú podías hacerlo.
—¿Hacer qué? —cuestionó.
—Enseñarme a nadar.
—Yo solo nado estilo libre —respondió
Tao, después, cogió su toalla y se adentró en los vestuarios que le habían sido
asignados al equipo de natación.
