Título: I Love You, I
Hate You
Pareja:
TaoKai (Tao x Kai)
Clasificación:
PG–13
Género:
UA, romance
Número de palabras:
1.070 palabras
Resumen:
Como el perro y el gato. Como el agua y el aceite. Dos personalidades como las
suyas podían estar cerca, incluso convivir más o menos en armonía, pero jamás
podrían llegar a mezclarse porque, simplemente, aquello era imposible.
Comentario de autora: hace
un tiempo me preguntaron por Ask cuándo haría un TaoKai y le estuve dando
vueltas hasta que salió esto. Espero que os guste.
I Love You, I Hate You
Como el perro y el gato. Como el
agua y el aceite. Dos personalidades como las suyas podían estar cerca, incluso
convivir más o menos en armonía, pero jamás podrían llegar a mezclarse porque,
simplemente, aquello era imposible.
JongIn y ZiTao llevaban viviendo
juntos un par de años en aquel piso que habían alquilado cerca de la
universidad de Dongguk. No eran grandes amigos, pero tampoco se llevaban del
todo mal, tenían alguna que otra pelea en la que acababan el uno encima del
otro lanzando puñetazos hasta que desquitaban en el otro todo el estrés
acumulado y otras veces se quedaban a ver películas bajo una manta de cuadros
sentados muy juntos en el sofá. Se conocieron gracias a SeHun, un amigo de
ambos, que los puso en contacto porque los dos necesitaban alguien con quien
vivir una vez comenzara su vida en la universidad.
La primera vez que se pelearon solo
discutieron porque alguno no había realizado la limpieza cuando le tocaba, se
gritaron un poco y luego estuvieron sin hablarse dos semanas hasta que SeHun
los invitó a unas copas y a bailar. La segunda vez, llegaron a las manos.
Ninguno recordaría después quién había dado el primer puñetazo, pero la pelea
se tornó violenta y JongIn acabó con un ojo morado y ZiTao con el labio partido.
El mayor se había acostado con SeHun, sabiendo que JongIn llevaba enamorado de
su amigo desde secundaria.
Después de aquello, quisieron irse a
vivir cada uno por su lado, pero cuando SeHun los vio de aquella manera y supo
el motivo que había provocado la trifulca, los hizo prometer que no se
volverían a pelear por él, porque los quería a ambos por igual.
Durante el primer año, las peleas se
siguieron sucediendo una tras otra, pero después siempre acababan dejándolo
todo claro y arreglado, por lo que siguieron viviendo juntos el siguiente
curso.
La primera vez que se besaron fue
ZiTao quien tomó la iniciativa. JongIn le estaba gritando porque había puesto a
lavar cosas de color junto a sus bóxeres blancos y se los había teñido todos y
para no seguir escuchándolo se acercó hasta él y besó sus labios. JongIn se
calló inmediatamente, mirándolo con los ojos como platos por aquella acción y
después salió corriendo hacia su habitación, tapándose la boca con sus manos.
La segunda vez fue JongIn quien se
acercó al mayor mientras veían una comedia romántica bajo la manta de cuadros y
besó sus labios suavemente, siendo correspondido de inmediato por el otro, que
profundizó el beso tanto que cuando se separaron lo hicieron para coger aire desesperadamente.
Después, se miraron a los ojos y sonrieron antes de volver a besarse, porque
sin darse cuenta, habían encontrado su adicción en los labios del otro.
A pesar de llevar varios meses con
aquella extraña relación sin nombre en la que se besaban, se tocaban y
practicaban sexo, la mayoría del tiempo lo pasaban peleando porque sus
caracteres eran demasiado similares y era algo que no podía evitarse. Sin
embargo, las peleas que antes acababan a golpe limpio, ahora lo hacían con una
sesión de sexo en cualquier lugar del apartamento, guiado por cualquiera de los
dos.
SeHun se enteró de su relación el
día que entró al apartamento (porque se sabía la clave para desbloquear la
puerta) y los encontró en la encimera de la cocina, a ZiTao con las piernas
abiertas y a JongIn entre estas, penetrándolo una y otra vez. Ninguno de los
dos notó su presencia en aquel momento, pero cuando días después volvió al piso
y se negó a pisar la cocina les pareció que era algo muy extraño.
“Te quiero”
o “te amo” eran palabras que jamás
salían de sus labios, ni un simple “me
gustas”. Eran torpes con las palabras y sus gestos y las reacciones de sus
cuerpos cuando estaban junto al otro eran lo único que necesitaban por el
momento.
Fue SeHun quien sacó el tema sobre
su relación un día que habían salido de fiesta y ambos chicos habían rechazado
la compañía de diversos hombres y mujeres que quedaban prendados de ellos y los
dos contestaron que solo era una forma de liberar tensiones y no acabar con la
cara destrozada y moratones por todo el cuerpo (aunque lo que no contaron fue
que en vez de moratones, lo que ahora adornaba sus cuerpos eran los
chupetones).
Días después, lo sabía todo su
círculo de amigos porque SeHun no sabía mantener la boca cerrada y BaekHyun lo
ayudó a difundir la extraña relación. Las burlas no tardaron en llegar y las preguntas
de “cómo podían estar juntos si eran como un perro y un gato” se sucedieron una
y otra vez, haciendo que los chicos se replantearan diversas cosas.
La primera vez que hablaron sobre su
relación, ambos acordaron que no eran absolutamente nada para el otro y que, a
pesar de que se acostaran y se besaran de vez en cuando, podían seguir haciendo
sus vidas con tranquilidad y podían estar con otras personas, pero la vez que
JongIn salió de su cuarto acompañado de una pelirroja sexy que vestía solo una de
las camisetas del chico, ZiTao supo que algo estaba mal y, aunque esa noche se
acostó con su profesora de Física, no pudo llenar el vacío que se había
instalado en su pecho.
La segunda vez que hablaron sobre su
relación, acabaron enredados bajo las sábanas de alguna de las camas del
apartamento, susurrando las palabras que antes no podían ser dichas en voz alta
por miedo a perder lo que tuvieran.
ZiTao y JongIn eran como el agua y
el aceite, podían convivir, pero no mezclarse, eso era lo que se decía de
ellos, pero a ambos les daba igual que en la naturaleza aquello fuera
imposible, ellos estaban juntos a pesar de todo.