miércoles, 10 de septiembre de 2014

Kisses in the Darkness

Título: Kisses in the Darkness
Pareja: Peter x Caspian X
Clasificación: PG–13
Géneros: romance, slash
Número de palabras: 3.024 palabras
Resumen: dos reyes de un mismo trono están condenados a odiarse o a intentar cooperar por el bien de los narnianos… pero también existe otra opción…
Notas: basado en la novela ‘Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian’ del genial C.S. Lewis. Los personajes de esta historia no me pertenecen, solo los tomo prestados para dejar volar mi imaginación.
Comentario de autora: juro que no sé por qué lo he hecho, un instante estaba viendo ‘Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian’ y al siguiente ya había escrito el comienzo de esta historia. Es el primer fic de un libro / película que hago, así que I’m nervious por la acogida. Espero que os guste <3





Kisses in the Darkness


            —Con el debido respeto, Peter —comenzó Caspian cuando todos se hubieron ido del lugar—. Es una maldita locura. Aquí estamos a salvo, ¿por qué atacar el castillo?
            —Ya lo he dicho —respondí, cansado. Acabábamos de llegar, ni siquiera habíamos tenido un momento de respiro, pero teníamos que encargarnos de aquello porque ese proyecto de príncipe no sabía lo que era una guerra—. Tenemos la ventaja del factor sorpresa y, además, la mayoría de sus tropas están construyendo un puente para pasar por el río en el vado, para cruzar y llegar hasta nosotros. En cuanto lo hagan, aquí no habrá escapatoria posible.
            —Pero eso costará vidas —replicó.
            —Crece, Caspian —dije, encarándome a él—. Esto es la guerra y en la guerra se sufren bajas.

            Comencé a retirarme, pero de repente sentí una mano en mi brazo que tiró de mí con fuerza hasta que me hizo chocar de espaldas contra la pared más cercana. Caspian se colocó ante mí, imponente y no me dejó escapatoria, colocando sus brazos a cada lado de mi cabeza, apretando mis hombros contra la pared.

            —He estado a su mando desde hace semanas —comenzó—. He cuidado que no nos encontráramos con telmarinos para que no supieran de su existencia y los he protegido de cualquier peligro —me miró fijamente—. Ahora no puedes llegar y simplemente enviarlos a una muerte segura.
            —Eres quien los está enviando a una muerte segura dejándolos en esta tumba —dije—, en cuanto los telmarinos crucen el río no habrá escapatoria y los narnianos serán masacrados en este lugar porque no hay salida.
            —Hay miles de pasadizos por aquí, alguno de ellos tendrá que ser una salida…
          —¿Y mientras los buscas qué? ¿Dejamos que los telmarinos lleguen hasta aquí y nos masacren?
            —Oh, ¡cállate!
            —Soy el Sumo Monarca Peter, rey de todos los reyes pasados y futuros de Narnia no puedes ordenarme absolutamente na…

            Mis palabras fueron acalladas repentinamente por unos labios suaves que chocaron contra los míos. Me quedé petrificado hasta que la presión dejó de ser ejercida y miré a Caspian de la misma forma en la que él me estaba mirando, reflejando mi miedo y mi confusión porque mi corazón había comenzado a acelerarse.

            Antes de que pudiera decir nada más, Caspian se alejó de mí y salió del lugar.

♖♖♖

            —¿Cómo ha ido? —preguntó Lucy llegando hasta nosotros, saliendo del Altozano.
            —Pregúntale a él —respondí, señalando a Caspian con rencor mientras echaba a andar.
            —¿A mí? ¿Por qué?
            —Porque si te hubieras ceñido al plan nada de esto habría pasado —respondí, mirándolo con odio—. ¡Simplemente tenías que ir a abrir la maldita puerta! —comencé a alejarme de él —.Eres como todos los telmarinos, como Miraz, como tu padre.
            —¡Eh! —llamó y yo me giré, a la vez que sacaba la espada, él hizo lo mismo con la suya y las cruzamos, mirándonos con odio.
           
            Necesitaba una buena pelea con él. Necesitaba dejar las cosas claras. Necesitaba hacerle pagar por lo del beso. Sin embargo, cuando nuestras espadas chocaron, la voz de Edmund nos detuvo.

            —¿Queréis dejar eso? —me giré y pude ver cómo cargaba en sus brazos a Trumpkin, que no parecía encontrarse en muy buen estado.

            Rápidamente, Lucy fue hasta él, sacando la botellita mágica que le había regalado Santa Claus para curarlo. Caspian retiró su espada y, después de dirigirme una mirada de odio, se adentró en el Altozano.

♖♖♖

            Susan fue la última en abandonar el lugar después de mirarnos. Sus ojos azules mostraban claramente su decepción. Habíamos estado a punto de ceder ante los deseos de la Bruja Blanca, habíamos estado a punto de echarlo todo por la borda, de dejar en las manos del mal el futuro de los narnianos, el futuro por el cual luchábamos.

            Escuché un suspiro a mi lado y giré mi cabeza hacia la derecha. El príncipe Caspian se encontraba allí, confuso, enfadado consigo mismo y triste por haber decepcionado a todo el mundo, igual que me sentía yo.

            —Lo siento murmuré. Después de todo, no somos tan diferentes.

            Él me miró y sonrió triste.
            —No, después de todo, no lo somos esbozó una pequeña sonrisa. Yo también lo siento.

            Asentí, aceptando sus disculpas y luego caminé hacia la mesa de piedra, aquella en la que Aslan había muerto y luego resucitado para ayudarnos tanto tiempo atrás a luchar contra el poder maligno que ahora habíamos estado a punto de despertar. Toqué con las yemas de mis dedos la fría piedra y sentí un escalofrío.

            —Lo siento volví a decir. Siento no haber seguido creyendo en ti, Aslan…
            —¿Cómo es? dijo la voz de Caspian justo detrás de mí.
            —¿Quién? pregunté confuso.
            —Aslan me tomé un poco de tiempo para contestar.
            —No puedo describirlo… no encuentro las palabras para hacerlo… recibí una pequeña sonrisa del chico ante mí.
            —Entonces tendré que esperar a verlo con mis propios ojos.

            Comenzó a alejarse de mí, pero lo detuve, agarrándolo por el brazo. Se giró y me miró a los ojos, haciendo una pregunta muda sobre mi acción. No sabía por qué lo había sujetado, pero ahora que estábamos solos había recordado el momento en el que nos habíamos besado, solo unos días antes y había sentido que debíamos hablar de ello.

            —¿Lo que pasó el otro día…? —comencé.
            —Sería mejor que lo olvidásemos —respondió con demasiada rapidez antes de soltarse de mi agarre y encaminarse hacia la salida. Me mordí el labio inferior y miré el relieve de Aslan en la roca sin entender por qué había sentido cómo si me acabaran de atravesar mi corazón con una espada y la estuvieran retorciendo para hacer más daño.

♖♖♖

            Estábamos entrenando para la batalla que se avecinaba. Habíamos dispuesto que la pradera que se extendía delante del Altozano de Aslan fuera una especie de campo de entrenamiento bastante bien equipado gracias a las armas que les habíamos robado a los telmarinos. Todos los narnianos que no sabían luchar estaban allí, aprendiendo.

            Yo, por mi parte, entrené un poco con la espada con mi hermano Edmund, el mejor espadachín que hubo, hay y habrá en Narnia y más tarde, fui hacia la zona de tiro, dónde Susan se encontraba bastante ocupada enseñando cómo manejar el arco a algunos de los enanos. Todavía se me hacía raro ver a los enanos de nuestra parte, más después de lo que había pasado con Nikabrik. Sin embargo, toda ayuda era poca en la guerra contra los telmarinos.

            Cogí una de las ballestas y coloqué la flecha, después, intenté acertar a una de las dianas, pero fallé estrepitosamente.

            —¿Necesitas ayuda? —preguntó una voz a mis espaldas y me giré rápidamente, descubriendo a Caspian con una sonrisa socarrona.
            —Puedo perfectamente —coloqué otra flecha y la lancé, fallando de nuevo.
            —Yo diría que necesitas mi ayuda —lo volví a mirar.
            —A ver cómo lo haces tú.

            Caspian se acercó a mí y tomó de entre mis manos la ballesta que sujetaba, después, colocó una flecha en ella, apuntó y disparó, dando justo en el centro de la diana a la que yo no había podido siquiera acercarme. Él me sonrió triunfante y, a regañadientes, tuve que aceptar su ayuda. Me tendió de nuevo la ballesta, y me hizo sujetarla de la misma forma en la que lo había hecho él, luego, se puso detrás de mí, agarrando con una de sus manos mi cintura y con la otra dirigiendo la ballesta para apuntar correctamente. Hacía mucho calor en aquel lugar, aunque antes no me había dado cuenta.

            —Ahora, dispara —susurró en mi oído y yo hice lo que me dijo. La flecha dio en el blanco, justo en el centro.

            Me giré sonriendo y… no, jamás, no le iba a decir gracias por haberme ayudado. Me libró de la incomodidad de aquel momento un fauno que llegaba corriendo al lugar en el que ambos nos encontrábamos.

            —Su Majestad —dijo—. Los vigilantes han visto a un telmarino en los límites del bosque.

            No hizo falta que dijera nada más. Solté la ballesta en el suelo y recogí mi espada antes de salir corriendo hacia el bosque. Escuchaba cómo detrás de mí alguien corría para servirme de apoyo y pensé que debía ser Edmund, quien estaba cerca cuando el fauno llegó. Me sentía más seguro teniendo a mi hermano allí.

            Llegué al bosque y vi cómo el telmarino intentaba escapar, así que aceleré hasta llegar hasta él y me lancé contra él para derribarlo. Comenzamos a luchar y rodamos por el suelo, quedando a veces uno encima y a veces otro. Lancé un par de puñetazos y recibí otros. Intenté dejarlo inconsciente, pero el telmarino sabía luchar bien. De nuevo quedó encima de mí y me inmovilizó, sacando una daga y clavándola en mi brazo. Aullé de dolor.

            En ese momento, alguien atravesó el pecho del telamrino con una espada y este cayó sobre mí, muerto. Me lo quité de encima con el brazo que tenía libre y luego saqué la daga del otro, reprimiendo un quejido.

            —¿Estás bien? —preguntó la voz de Caspian y maldije por haber mostrado esa imagen tan desastrosa ante él. Era el Sumo Monarca, tenía que tener un poco de reputación.
            —Perfectamente —respondí, levantándome del suelo, rechazando la mano que me tendía para ayudarme. Caspian me ignoró y se acercó para mirar la herida de mi brazo.
            —Es pequeña, pero profunda —sentenció.
            —No me había dado cuenta —ironicé.
            —Deberías dejar que Lucy utilizara su brebaje.
            —Habrá más gente cuando acabe esta guerra que lo necesite más que yo, así que no —respondí—. Lu debe guardar ese líquido.
            —Entonces deja que yo te cure.
            —Volvamos al Altozano.

♖♖♖

            Ese día había decidido ayudar a luchar a un par de faunos que no tenían ni idea de cómo se sujetaba una espada. Eran criaturas pacíficas, así que les costaba mucho esfuerzo esto. Hice un movimiento, demostrándoles que era fácil y sentí un pinchazo en el brazo en el que el telmarino me había alcanzado. Puse una mueca de dolor, pero rápidamente volví al trabajo. No podía dejar que una cosa como aquella me importunara.

            Después de acabar el entrenamiento, me dirigí al Altozano de Aslan, donde habían habilitado una serie de espacios como dormitorios. Todos los narnianos dormían en el subsuelo, y aunque nosotros nos hubiéramos quejado por no poder dormir con ellos, nos habían mandado lejos de allí porque éramos los reyes y reinas de Narnia. Me senté en lo que era mi cama y comencé a mirar la herida de mi brazo, no tenía muy buena pinta.

            —Parece infectada —alcé mi cabeza al escuchar aquella voz—. Si sigue así perderás el brazo.
            —Vete.
            —Déjame curarte.
            —Fuera.

            Ignorando mis palabras, Caspian se acercó a mi cama y se sentó a mi lado, dejando una serie de cosas para curarme desperdigados por allí. Intenté alejarme de él, pero tomó mi brazo fuertemente y no me dejó escapatoria posible. Me echó un líquido que escocía en la herida y apreté los dientes, inmediatamente, él comenzó a soplar sobre la herida y el picor desapareció.

            Ahora que lo tenía tan cerca y me fijaba bien, Caspian era atractivo. Sus ojos y pelo oscuro contrastaban terriblemente conmigo, pero eso lo hacía muy guapo. Abrí mis ojos desmesuradamente, asustado por mis pensamientos y negué en mi mente. No me podía parecer atractivo, era imposible, para nada.

            —Siento haberte besado el otro día —murmuró—. Y también siento haberte cortado de aquella forma cuando quisiste hablar del tema. Estaba asustado.
            —¿De qué hablas? ¿No decías que lo olvidáramos?
            —Sí —el chico tragó saliva—, pero por más que lo he intentado no dejo de pensar en ello y tampoco dejo de pensar en que quiero volver a besarte.
            —Caspian —murmuré y él me miró a los ojos, desarmándome.
            —Peter… no sé qué es lo que me pasa… pero desde que te besé siento que me falta algo —mientras hablaba, se había ido acercando a mi rostro y las últimas palabras las había susurrado contra mis labios—. Siento que me faltas tú —murmuró antes de besarme de nuevo, beso que correspondí esta vez, gustoso de poder probar aquellos labios.

♖♖♖

            Eran cientos los pasadizos que recorrían el Altozano de Aslan tanto por arriba como por abajo. La antorcha que Caspian portaba a un par de metros por delante de mí era nuestra única guía y luz, así que, solo esperaba que el príncipe supiera exactamente dónde me llevaba o acabaríamos perdidos dentro del Altozano.

            De repente, él se detuvo y se giró hacia mí, con una sonrisa en su rostro.

         —Hemos llegado —dijo.
            —¿Dónde? Aquí no hay nada ni nadie —le respondí, mirando a mi alrededor.
            —Es por eso que te traje aquí —dejó la antorcha sobre uno de los soportes que había en el pasadizo y se acercó a mí, acorralándome contra la pared—. Si hay gente, no podemos hacer esto, Peter —susurró contra mis labios antes de besarme.

♖♖♖

            —Me niego a dejarlas ir solas al bosque cuando las tropas de Miraz están en las puertas del Altozano de Aslan Caspian se acercó a mí una vez todos abandonaron la sala para decirme aquellas palabras.
            —No nos queda otra opción, Caspian le contesté, mirándolo a sus ojos oscuros. Lo sabes tan bien como yo. Solo Lucy es capaz de hacer que Aslan nos ayude y, además, Susan va con ella.
            —Son tus hermanas… ¿no temes que les ocurra algo?
            —No, no tengo miedo porque son mis hermanas respondí sinceramente, mirando el relieve de Aslan que había tallado en la roca. Susan es excepcional con el arco y Aslan no dejará que a Lucy le ocurra nada malo volví mi vista hacia el príncipe. Además, ya he enviado a Edmund con el reto a Miraz, no puedo echarme atrás, soy el Sumo Monarca Peter y no puedo dejar que en los anales de la historia de Narnia se me recuerde como a un cobarde Caspian me sonreía, pero no se veía muy convencido. Estarán bien, confía en mí.
            —Confío en ti murmuró, acercándose para darme un abrazo. Ten cuidado con Miraz, a pesar de ser algo mayor y tener menos fuerza que tú, puede utilizar algunas técnicas no demasiado legales, así que no dejes que te haga daño se separó de mí, mordiéndose el labio inferior y mirándome a los ojos unos segundos antes de cruzar la distancia que separaba nuestros labios para besarme levemente. Ten mucho cuidado, por favor.

            Y tras decir esto, se alejó de mí.

♖♖♖

            Los soldados telmarinos dejaron las armas una vez el usurpador Miraz fue derrotado y los narnianos fueron los vencedores de aquella contienda. Por fin podíamos relajarnos, por fin había acabado todo.

            Se organizó una celebración a las orillas del paso de Berona, donde estaba montado el campamento telmarino. Diversas fogatas estaban encendidas y alrededor de una de ellas nos encontrábamos nosotros. Edmund hablaba sobre lo valiente que había sido mientras luchaba contra Miraz, contándoselo a Lucy, ya que ella no había estado presente y Reepicheep ayudaba a la narración, representándola con uno de sus seguidores. El alcohol corría como el agua y yo no podía estar atento a nada más que a Caspian.

            Sentado al otro lado de la hoguera, justo en frente de mí, me miraba de una forma hipnótica a través de las llamas.

            El nuevo rey de Narnia se levantó y yo, sin pensar, hice lo mismo y comencé a seguirlo, adentrándonos así, ambos en la espesura del bosque. Caspian se detuvo cuando el sonido de los cánticos de los narnianos dejó de escucharse y se giró hacia mí, dejándose caer sobre el tronco de uno de los árboles, ahora repletos de vida de nuevo. Me acerqué a él hasta que solos separaban nuestros cuerpos algunos centímetros y me dejé llevar.

            Busqué sus labios y los tomé desesperadamente, dejándole ver el miedo que había pasado durante aquel día. El miedo a morir en el combate con Miraz, el miedo a que él muriese en la batalla, el miedo a no poder estar así nunca más.

         —Hey, hey, hey… —murmuró alejándome un poco de él para poder respirar—. Un poco más despacio.
            —No puedo ir más despacio —le dije, mirando aquellos ojos marrones—. He pasado mucho miedo —comencé a besarlo de nuevo, aunque más pausadamente, saboreando sus labios y el interior de su boca cuando dejó paso a mi lengua—. No me queda mucho tiempo aquí ahora que todo ha terminado —Caspian tomó mi rostro entre sus manos y me miró fijamente.
            —¿Tienes que volver a tu mundo?
            —Sí. Nuestra misión ha acabado —dije—. Ahora tú eres el nuevo rey y ya no se nos necesita aquí.
            —Peter…
            —Por eso quiero aprovechar al máximo el poco tiempo que me queda contigo… si tú me dejas…

            Caspian se tomó unos momentos para pensar y luego simplemente asintió, dejando que mis labios y mis manos recorrieran todo su cuerpo y solo la oscuridad fue el único testigo de nuestros sentimientos desatados, de nuestra pasión desenfrenada, de nuestro amor expresado en su más alto nivel.




Notas finales: sí, lo sé, esto es muy random y seguro que acabo de destrozar la infancia de muchas… espero que os haya gustado… un poquito al menos…


sábado, 6 de septiembre de 2014

Dandelion

Título: Dandelion
Pareja: KaiNoe (Kai x Noe) (EXO)
Clasificación: G
Género: AU, romance, fluff
Número de palabras: 859 palabras
Resumen: JongIn era como un diente de león: precioso, delicado e inestable.
Notas: dedicado a Noe.
Comentario de autora: hace tiempo que por ask me pediste un KaiNoe, en mi primer reto, y te dije que te lo haría aunque no formara parte de este. Sé que no tiene perdón de Zeus porque he tardado demasiado, pero hoy ha venido mi inspiración y quería darte este regalo. Espero que te guste ^^




Dandelion


            JongIn era como un diente de león: precioso, delicado e inestable. Noe lo sabía, lo sabía muy bien porque lo conocía desde que eran pequeños y jugaban al pilla–pilla en el parque con los demás niños o en casa, poniendo de los nervios a sus respectivas madres. Lo sabía porque había sido ella quien le curaba las heridas cuando se caía y se hacía daño en la rodilla y porque cuando creció siempre era la que lo animaba tras una ruptura.

            Noe había estado prácticamente toda su vida con él y sabía hasta sus más oscuros secretos, como el lugar en el que guardaba las diversas revistas de contenido no apto para menores. Por eso sabía también, que el JongIn que mostraba al mundo no es el que ella conocía.

            Porque él nunca fue sexy, nunca pudo aguantarle la mirada más de dos segundos a una chica, nunca sonrió como si se creyera el mejor del mundo y nunca la había dejado de lado.

            La banda de rock que había formado con sus amigos años atrás ganó la atención de una discográfica que los había visto tocar en el club hacía apenas unos meses y JongIn fue a perseguir su sueño, de hecho, fue ella la que lo animó a hacerlo. Pero Noe nunca había pensado que aquello sería el fin de su amistad.

            Desde el momento en el que salió al mercado su primer single y su videoclip, desataron la histeria entre las adolescentes del país y JongIn no había vuelto a hablar con ella desde aquel día, cuando la llamó para preguntarle “¿qué te ha parecido? No me gusta mucho el maquillaje, pero… ¿a qué salgo guapo?” y Noe solo le pudo contestar que sí le había gustado y que estaba guapísimo.

            Después de aquello lo había intentado llamar, le había mandado un montón de mensajes, pero siempre era su mánager quien atendía el teléfono o no recibía ninguna respuesta.


            Hacía demasiado tiempo que no tenía noticias de JongIn, así que cuando este la llamó y le preguntó si podían quedar le pareció tan irreal que dijo inmediatamente que sí.

            El parque en el que jugaban cuando eran pequeños había sido el lugar elegido para el encuentro, porque era un sitio al que apenas iba ya gente porque el barrio en el que habían crecido se había convertido en un lugar prácticamente desierto. Noe se dejó caer en el suelo, importándole poco que su ropa se ensuciara, dispuesta a esperar al que todavía consideraba su amigo a pesar de no mantener contacto ninguno.

            Unos minutos después, el chico llegaba al lugar. El saludo fue torpe, los silencios al principio incómodos y la conversación bastante mala porque las palabras no querían salir ni con sacacorchos, pero a medida que avanzaba la tarde, pudieron soltarse lo suficiente como para volver a estar cómodos el uno con la otra.

            —Lo siento —le dijo JongIn en un momento dado y Noe lo miró confundida.
            —¿Por qué te disculpas?
            —Por todo lo que ha pasado desde que me convertí en el miembro de una banda de éxito —respondió, sin alzar la cabeza del suelo—. Quería contestar a tus llamadas, hablar contigo y quedar, pero nuestro mánager nos quitó nuestros móviles y los guardó él para que nos concentráramos. Así que lo siento si pensabas que me había vuelto un imbécil que no quería saber nada de ti —Noe le alzó la cabeza para que la mirara, descubriendo su sonrojo y que seguía sin poder mantenerle la mirada. Aquel era el JongIn que conocía.
            —Sí que lo he pensado algunas veces, ¿para qué te lo voy a negar? —él hizo un puchero—. Pero me alegra que estés de vuelta y que no hayas olvidado como eras antes de subir a los escenarios.
            —Te he echado mucho de menos y, a veces, sí que era un completo imbécil porque no tenía a nadie que me bajara los humos —JongIn jugueteaba con sus dedos mientras decía aquellas palabras—, por eso, a partir de ahora prometo hablar contigo todos los días, para que la fama no se me suba a la cabeza y porque me gustaría saber de ti.
            —¿Eso es una promesa?
            —Lo es.

            Ambos juntaron sus dedos meñiques mientras sonreían ampliamente. Noe estaba feliz porque por fin el JongIn que conocía había vuelto y porque ya se ocuparía ella de que no se fuera de nuevo.






Notas finales: en realidad te estoy escribiendo otro fic, un poquitín más largo y con más sentido que esto, pero pensé que te había hecho esperar demasiado y que te lo debía.

jueves, 4 de septiembre de 2014

First Sarang

Título: First Sarang
Pareja: KaiGi (Kai x SeulGi) (REDEXO)
Clasificación: G
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 1.519 palabras
Resumen: SeulGi regresa a los tiempos de su primer amor.
Notas: inspirado/basado en el primer capítulo del genial manga Ao Haru Ride de Io Sakisaka, pero con algunas diferencias.
Comentario de autora: hacía algunos días que me estaba rondando la cabeza escribir sobre esta pareja porque son buenos amigos y el anime salvaje de Aoharaido apareció en mi vida justo en el momento indicado. Espero que os guste ^^


First Sarang


            Caminaba por los pasillos de mi instituto con mis amigas cuando ocurrió. Estaba distraída, hablando con ellas, riendo y no me di cuenta de que me dirigía directamente hacia una persona hasta que me choqué con esta, haciendo que mi teléfono móvil, que llevaba en un precario equilibrio, saltara de mi mano. Lo siguiente ocurrió a cámara lenta para mí aunque realmente no pasó ni un segundo. Una mano de piel morena agarró mi móvil justo antes de que cayera al suelo y luego me lo tendió, diciendo estas palabras con voz grave:

            —Ten cuidado.

            En ese momento, algo se removió en mi interior. Mi corazón comenzó a latir rápidamente y no pude evitar girarme para intentar verlo porque era imposible. No era la misma voz, no era la misma altura, pero en el fondo de mi ser, sabía que era él… mi primer amor.

            Sin poder evitarlo, me vi sumergida en el torrente de mis recuerdos mientras observaba su espalda alejándose.


            La lluvia había comenzado tan repentinamente que no pude hacer más que correr para ponerme a cubierto en el primer lugar que encontré, un templo que había a unos cuantos minutos de casa. Subí las escaleras lo más rápido posible y luego me refugié bajo el saledizo del tejado para esperar a que escampara. No me di cuenta de que había alguien justo al doblar la esquina hasta que no giré mi cabeza y lo vi.

            Era Kim JongIn, un chico de mi clase, no habíamos hablado mucho pero lo conocía un poco. Parecía que también le había pillado de improviso el aguacero y se había resguardado como yo en el templo. Lo miré de reojo, haciendo un leve puchero porque me sentía empapada, y en ese momento él se giró hacia mí, notando por primera vez mi presencia. Nuestros ojos se encontraron un par de segundos, pero inmediatamente apartamos la mirada.

            —Ha empezado repentinamente… la lluvia… —murmuró, tosiendo para aclararse su suave voz.
            —Sí —contesté.

            Después de esto, estuvimos un buen rato en silencio, solo mirando a cualquier sitio para que nuestros ojos no volvieran a coincidir. Estábamos incómodos, no sabíamos qué hacer o qué decir.

            Mis ojos se detuvieron entonces en un póster que se encontraba colgado en la pared en el que anunciaba el festival de verano. Lo miré con los ojos entrecerrados porque aún faltaba más de un mes para él, pero pensé que sería mi oportunidad para entablar una conversación.

            —¿Irás al festival, JongIn? —pregunté de pronto. En ese momento me di cuenta de que aquello había sonado a que le estaba proponiendo una cita—. Quiero decir, JooHyun, SooYoung y Wendy vendrán y tú puedes venir con tus amigos y nos encontramos todos luego y… achús —antes de que pudiera terminar mi explicación estornudé.

            Me tapé la nariz y la boca con las manos para ocultar los posibles mocos y babas que hubieran escapado y busqué en mis bolsillos un pañuelo para sonarme la nariz. Lo hice mirando hacia el lado contrario, intentando no ser demasiado brusca.

            —Toma —de repente sentí algo sobre mi cabeza y la alcé, viendo cómo JongIn había dejado una toalla sobre esta—. Puedes secarte con ella para no resfriarte —dijo desviando su mirada.
            —Gracias —le sonreí y comencé a secarme con la toalla.

            La lluvia se detuvo un poco después y cada uno se dirigió a su casa. Mi corazón latía muy rápido y mis mejillas ardían todavía por el encuentro. Nadie lo sabía, pero Kim JongIn siempre me había gustado y siempre lo había observado desde la distancia. Era un chico tímido, pero agradable y amable con todos, y se llevaba muy bien con casi todos los chicos de la clase. Era delgado y muy moreno de piel y eso hacía que las chicas como yo suspiráramos por él.

            Al día siguiente, cuando le devolví la toalla después de lavarla, le agradecí por lo que había hecho por mí.

            —No… No fue nada… —murmuró.
            —Aun así, muchas gracias —me incliné levemente y me dispuse a volver a mi asiento junto a mis amigas, pero él me detuvo llamándome por mi nombre.
            —SeulGi —me giré y vi la morena piel de sus mejillas cubierta por un sonrojo—. A las siete, bajo el reloj del parque junto al tempo el día del festival —se tapó la boca con las manos y desvió su mirada, como si no pudiera creer que hubiera hecho eso. Sin poder evitarlo, una amplia sonrisa apareció en mi rostro.
            —Allí estaré.

            Sin embargo, cuando un mes después llegó el día del festival, por más que lo esperé bajo el reloj del parque, él no apareció.


            Salí de mi ensoñación cuando mis amigas me zarandearon y me hicieron volver a la realidad. Miré a un lado y a otro y vi que él todavía no había desaparecido de mi vista, así que, sin pensarlo, corrí hacia él. Tenía que comprobar que no era JongIn, que no era el chico de mis recuerdos, que no era mi primer amor. Lo perseguí por los pasillos, intentando encontrar el momento para llamarlo, pero cuando me dispuse a hacerlo, alguien se me adelantó.

            —Kai —escuché y él se volvió. Un chico pasó por mi lado y se acercó a él—. ¿Dónde te habías metido, Kai?

            Su rostro era parecido, su sonrisa también, su piel, sus ojos, todo era muy parecido… pero no podía ser él, su nombre era JongIn, no Kai. Me había ilusionado pensando que era mi primer amor, pero me había equivocado.


            Me despedí de mis amigas al salir del tren, ya que ellas tomaban un camino diferente a casa y me dirigí a la mía. Iba tan metida en mis pensamientos que casi no me doy cuenta de que delante de mí, caminaba el chico que se parecía a JongIn. Mi corazón comenzó a latir rápido, aunque lo intenté calmar. No era él, así que ¿por qué me exaltaba? Negué con la cabeza y me centré en seguir caminando.

            “No es él, SeulGi, no es él” me repetía una y otra vez como un mantra.

            Sin embargo, cuando llegó al templo que había cerca de casa se detuvo y miró hacia atrás, me miró a mí y me dirigió una cálida sonrisa antes de adentrarse en los terrenos sagrados.

            “No puede ser. Imposible”.

            Sin pensarlo, salí corriendo detrás de él y recorrí el mismo camino que había hecho tres años atrás cuando la lluvia había comenzado a caer repentinamente y me había refugiado bajo el saledizo del tejado. Lo encontré en el mismo lugar que aquella vez y, aunque en mi interior me repetía que no podía ser, que era imposible, mis labios dejaron escapar un nombre.

            —¿JongIn?
            —No, Kai —respondió.
            —Lo… lo siento… me he confundido… yo… —comencé a girarme, pero unas palabras me detuvieron.
            —Ha empezado repentinamente… la lluvia… —me giré de nuevo hacia él, con los ojos brillándome.
            —Jong…
            —Kai, mi nombre es ahora Kai —asentí, tragando saliva—. Pensé que no tardarías tanto en reconocerme, yo supe quien eras en cuanto te vi, SeulGi.
            —Estás… distinto… más alto…
            “Más guapo” pensé.
            —He crecido, como tú.
            —¿Por qué no viniste al festival? ¿Por qué te transferiste de instituto sin decirle nada a nadie? —pregunté. Siempre había tenido aquella duda, ¿Por qué se había ido de mi vida sin decir ni una palabra?
            —Las cosas se pusieron complicadas en casa y no tuve la oportunidad de avisar a nadie, lo siento —se disculpó—. De la noche a la mañana ya lo teníamos todo empaquetado y listo para mudarnos.
            —Yo… —las lágrimas comenzaron a acumulárseme en los ojos—, te esperé… durante horas… te esperé… me gustabas y yo… me sentí fatal… —murmuré, sin poder controlar mis sentimientos. Después de tres años lo volvía a tener frente a mí y tenía que decírselo, decirle lo que me había callado en otro tiempo.
            —Lo siento —se acercó un par de pasos y comenzó a retirar las lágrimas de mi rostro—, de verdad que lo siento… tú, también me gustabas —alcé mi cabeza y lo vi con una tímida sonrisa—. Podríamos… podríamos intentarlo, si quieres… —sin dudar asentí y su sonrisa se hizo más amplia—. Estaba preparado para un no, pero esto me hace muy feliz —murmuró abrazándome. Su pecho era cálido y me apreté contra él.
            —Podemos volver a aquellos tiempos…

            No estaba segura de que funcionara ahora que ambos habíamos crecido, teníamos metas diferentes y ya no éramos tan inocentes, pero quería aferrarme a mi primer amor, por lo menos, para saber qué nos hubiera pasado.



lunes, 1 de septiembre de 2014

[RANDOMLAND] 100.000 Visitas

Hola Hermosas Criaturas

Me complace dirigirme a vosotras para daros una gran noticia. El blog está próximo a las 100.000 visitas (sí, sé que todavía quedan cerca de 10.000, pero tengo que ir haciendo esto con antelación), así que he pensado en daros como regalo un fic dirigido a vuestros gustos.

Cuando empecé hace poco más de dos años con este proyecto jamás pensé que llegaría a ser tan grande y la verdad es que estoy muy ilusionada, así que agradecería vuestra participación. Aquí abajo os dejo una lista de grupos y de géneros, para que podáis ir eligiendo las parejas y lo que queréis que tenga la historia.

Dejad un comentario en esta entrada con vuestra selección. Las listas estarán abiertas todo el mes de Septiembre y a partir de Octubre comenzaré a escribir para cuando se lleguen a las 100.000 visitas tener el fic de regalo.


Lista de Grupos por Agencias

SM

Solistas

J-Min (Oh JiMin)
Zhang LiYin

Super Junior

LeeTeuk /Park JungSoo)
HeeChul (Kim HeeChul)
YeSung (Kim JongWoon)
KangIn (Kim YoungWoon)
ShinDong (Shin DongHee)
SungMin (Lee SungMin)
EunHyuk (Lee HyukJae)
ZhouMi (Jin ZhouMi)
DongHae (Lee DongHae)
SiWon (Choi SiWon)
RyeoWook (Kim RyeoWook)
KyuHyun (Cho KyuHyun)
Henry (Henry Lau)

SNSD (Girls' Generation)

TaeYeon (Kim TaeYeon)
Jessica (Jung SooYeon)
Sunny (Lee SoonKyu)
Tiffany (Hwang MiYoung)
HyoYeon (Kim HyoYeon)
Yuri (Kwon YuRi)
SooYoung (Choi SooYoung)
Yoona (Im YoonAh)
SeoHyun (Seo JooHyun)


SHINee

Onew (Lee JinKi)
JongHyun (Kim JongHyun)
Key (Kim KiBum)
MinHo (Choi MinHo)
TaeMin (Lee TaeMin)


F(x)

Victoria (Song Qian)
Amber (Amber Liu)
Luna (Park SunYoung)
Sulli (Choi JinRi)
Krystal (Jung SooJung)

EXO

XiuMin (Kim MinSeok)
LuHan (Xi LuHan)
SuHo (Kim JunMyeon)
Lay (Zhang YiXing)
BaekHyun (Byun BaekHyun)
Chen (Kim JongDae)
ChanYeol (Park ChanYeol)
D.O. (Do KyungSoo)
Tao (Hwang ZiTao)
Kai (Kim JongIn)
SeHun (Oh SeHun)

Red Velvet

—Irene (Bae JooHyun)
—SeulGi (Kang SeulGi)
—Wendy (Son SeungHwan)
—Joy (Park SooYoung)

JYP

2PM

—Jun.K (Kim Min Jun)
—Nichkhun (Nichkhun Buck Horvejkul)
—TaecYeon (Ok TaecYeon)
—WooYoung (Jang WooYoung)
—JunHo (Lee JunHo)
—ChanSung (Hwang ChanSung)

2AM

—ChangMin (Lee ChangMin)
—SeulOng (Im SeulOng)
—Jo Kwon
—JinWoon (Jeong JinWoon)

GOT7

—Mark (Mark Yi En Tuan)
—JB (Im JaeBum)
—Jackson (Jackson Wang)
—Jr. (Park JinYoung)
—YoungJae (Choi YoungJae)
—BamBam (Kunpimuk Bhuwakul)
—YuGyeom (Kim YuGyeom)

TOP Media

TEEN TOP

—CAP (Bang MinSoo)
—ChunJi (Lee ChanHee)
—L.Joe (Lee ByungHun)
—Niel (Ahn Daniel)
—Ricky (Yoo ChangHyun)
—ChangJo (kim JongHyun)

100%

—MinWoo (Kim MinWoo)
—RokHyun (Kim RockHyun)
—JongHwan (Jo JongHwan)
—ChanYong (Kim ChanYong)
—ChangBum (Woo ChangBum)
—HyukJin (Jang HyukJin)
—SangHoon (Lee SeungHoon)

TS

B.A.P.

—Bang YoungGuk
—HimChan (Kim HimChan)
—DaeHyun (Jung DaeHyun)
—YoungJae (Yoo YoungJae)
—JongUp (Moon JongUp)
—Zelo (Choi JunHong)

Secret

—HyoSung (Jeong HyoSung)
—Hana (Jung HaNa)
—JiEun (Song JiEun)
—SunHwa (Han SunHwa)

Woolim

INFINITE

—SungGyu (Kim SungGyu)
—DongWoo (Jang DongWoo)
—WooHyun (Nam WooHyun)
—HoYa (Lee HoWon)
—L (Kim MyungSoo)
—SungYeol (Lee SungYeol)
—SungJong (Lee SungJong)

Tasty

—DaeRyong (Zheng DaeRyong)
—SoRyong (Zheng SoRyong)

PLEDIS

NU'EST

—Aron (Aaron Kwak)
—JR (Kim JongHyun)
—BaekHo (Kang DongHo)
—MinHyun (Hwang MinHyun)
—Ren (Choi MinKi)

Jellyfish

VIXX

—N (Cha HakYeon)
—Leo (Jung TaekWoon)
—Ken (Lee JaeHwan)
—Ravi (Kim WonSik)
—HongBin (Lee HongBin)
—Hyuk (Han SangHyuk)

Solistas

Han Geng
Kris (Wu YiFan)


Géneros

AU (universo alternativo = protagonistas no idols)
Angst (angustia)
Ciencia-Ficción
Drama
Fantasía
Fluff (historias que dejan una sensación agradable)
Romance
Smut (sexo)
Thriller (miedo)
Tragedia

*Podéis elegir varios géneros