Título: Sharp blade
Autora:
Riz Aino
Pareja:
WookJun (JunJi + Nine) (OnlyOneOf)
Clasificación:
R
Géneros:
AU, “historical”, action, drama
Número de palabras:
1.223 palabras
Resumen:
la afilada hoja de la espada de WookJin nunca había tenido rival, hasta que se
cruzó en su camino JunHyung.
Advertencias:
intento de asesinato y relaciones sexuales no consentidas del todo, pero
tampoco completamente explícitas.
Notas: la historia
se corresponde con el “day 23: blade” del OOOctober.
Comentario de autora:
al principio no estuve segura sobre cómo hacer esta historia, pero un día me
llegó la inspiración divina y acabé por plotearlo de esta forma. Espero que os
guste.
Sharp
blade
WookJin siempre había sido el mejor
guerrero. Había sido entrenado para serlo desde muy pequeño y había practicado
duro para convertirse en el mejor. Lo había dado todo para serlo, había
sacrificado demasiado por ello y, a medida que iba creciendo, iba siendo el
mejor guerrero de su generación y de las anteriores, luchaba con chicos
mayores, a veces con adultos y nunca perdió un combate. La afilada hoja de la
espada de WookJin nunca había tenido rival... hasta que se cruzó en su camino
JunHyung. JunHyung, que jamás le había dirigido la palabra a ninguno de los
guerreros que continuaban formándose en la academia; JunHyung, que había
llegado desde tierras lejanas y simplemente había ocupado uno de los puestos
más altos entre todos ellos; JunHyung, que cuando se enfrentó a WookJin lo
único que necesitó fue engañarlo, dando un paso en falso, pretendiendo avanzar
hacia un lado, para finalmente, rápido, dar un paso hacia el contrario,
pillándolo completamente desprevenido, colocando la hoja de su espada en su
cuello, dando de aquella forma por finalizada la lucha entre ambos, provocando
la primera derrota de WookJin… la primera de muchas.
Cada vez que se enfrentaban el uno
al otro, cada vez que entrenaban juntos, WookJin perdía. Cada derrota se le
clavaba al chico como mil agujas en su corazón, cada derrota hacía que su rabia
creciera en su interior, cada derrota provocaba que se sintiera como poco más
que un despojo. Porque WookJin había crecido con la victoria, su carácter se
había moldeado a partir de ganar absolutamente siembre, si ya no podía hacerlo,
si ahora tenía un rival que era mucho más ágil, mucho más fuerte, mucho mejor
que él y no lo podía superar, qué se suponía que debía de hacer. No había
perdido nunca antes, no sabía cómo manejarlo y lo único que podía pensar era en
entrenar para hacerlo mejor, pero por más que lo intentaba, por más que se
dejaba la piel en ello, lo único que volvía a hacer era perder cada vez que se
enfrentaba ante él… y el único camino que a WookJin le quedaba por explorar era
el de la venganza y el deseo de sangre.
Por ese motivo, WookJin decidió que
lo que único que podía hacer para recuperar su vida tal y como la había vivido
hasta entonces, invicto, debía de asesinar a JunHyung.
Con aquello en mente, WookJin salió
de su habitación en la academia de madrugada, cuando todo el mundo dormía y
quienes montaban guardia no prestaban realmente atención a su alrededor,
recorriendo sigilosamente los pasillos que albergaban los dormitorios de los
guerreros, dirigiéndose al cuarto de JunHyung. Conocía aquel lugar como la
palma de su mano, había vivido allí desde prácticamente siempre, sabía
mezclarse con las sombras, convertirse en una, en la academia los enseñaban a
luchar con todo tipo de armas blancas, a ser capaces adentrarse en los más
recónditos lugares sin ser vistos, asesinos, guerreros, la élite de aquel
reino. No tardó mucho en llegar hasta su habitación y entrar en ella sin que
nadie advirtiera su presencia, cerrando la puerta a sus espaldas con cuidado.
JunHyung dormía plácidamente en su cama, sin darse cuenta de su presencia en el
interior de la habitación, por lo que WookJin se acercó rápidamente hasta la
cama, sin hacer ningún tipo de ruido hasta llegar junto a él, desenvainando una
daga corta de su cinto. No era la primera vez que mataba a alguien, estaba
mentalizado para ello, preparado, solo tenía que rebanarle la garganta, un
corte rápido, profundo. No obstante, cuando estaba ya bajando su mano para
hacerlo, un veloz movimiento del chico que estaba en la cama, hizo que WookJin
perdiera su oportunidad.
Fue rápido, tan rápido que WookJin
no lo vio venir. La mano izquierda del otro salió de debajo de las sábanas y
atrapó su muñeca con ella, arrancándole la daga de los dedos con su mano
derecha y lanzándola lejos del alcance de WookJin. Para cuando éste quiso
reaccionar, JunHyung ya había tirado de él hasta la cama y se había colocado
sobre él, atrapando sus dos manos juntas por encima de su cabeza. El chico se
retorció, trató de sacarse de encima al otro, pero no fue capaz de hacerlo, la
fuerza que ejercía sobre él JunHyung era demasiada.
—El cazador ha sido cazado —dijo
JunHyung. Aquella fue la primera vez que WookJin lo escuchaba hablar y su voz
resonó en sus oídos de una forma casi sexual.
—Suéltame —le respondió, alejando de
su mente aquel pensamiento.
—No —replicó el otro—. Venías dispuesto
a matarme, ¿por qué? Porque soy mejor que tú.
—Suéltame ahora mismo, Kim JunHyung
—siseó.
—No —y ese “no”, sonó casi cínico—.
Me voy a divertir contigo un rato.
WookJin apretó sus dientes y trató
de conjurar toda su fuerza para quitárselo de encima, pero lo único que
consiguió fue que JunHyung se riera y, con un rápido movimiento, le acabara
atando sus manos al cabecero de la cama con una cita que WookJin ni siquiera
supo de dónde sacó. Intentó soltarse, intentó deshacer el nudo, intentó patalear,
pero nada de lo que intentó acabó dando resultado. WookJin se sintió
completamente frustrado porque ni una sola vez había podido ganar a JunHyung en
nada y cuando se había decidido a ponerle fin a sus problemas matándolo, éste
lo había atrapado de aquella forma.
—Espero que te guste.
JunHyung susurró aquello y WookJin
abrió los ojos como platos cuando la mano de éste se metió por su ropa, tocando
su entrepierna. WookJin apenas evitó gritar sorprendido por aquello porque si
lo hacía, los demás lo encontrarían en aquella situación vergonzosa con
JunHyung y su reputación había acabado gravemente dañada desde la llegada de
este, no podía permitir que lo vieran de aquella forma. Por eso apretó los
dientes y no dejó que ni un solo sonido escapara de sus labios mientras
JunHyung lo tocaba, ni un solo sonido a pesar de que cada vez que aquellos
dedos envolvían su miembro lo único que quería escaparse por estos era un
gemido de placer. No dejó de observarlo fijamente, de demostrarle todo su odio
a través de su mirada, tratando de dejarle claro que odiaba aquello, que lo
odiaba a él y que algún día lo mataría. Y JunHyung le sostuvo la mirada durante
todo el tiempo mientras lo tocaba hasta que finalmente WookJin acabó
corriéndose.
—Vuelve cuando quieras más —le dijo,
desatándolo—. O cuando seas capaz de matarme.
WookJin se sintió herido, profanado,
débil. Salió de la cama rápidamente, alejándose del cuerpo de JunHyung, huyendo
de la habitación sin siquiera recoger su daga, corriendo por los pasillos con
un único pensamiento en su mente: matarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario