sábado, 13 de enero de 2024

[One Shot] Lost in Euphoria {BSung}

Título: Lost in Euphoria

Autora: Riz Aino

Pareja: BSung (BM + Woosung) (KARD + THE ROSE)

Clasificación: NC–17

Géneros: canon, pwp, smut

Número de palabras: 4.500 palabras

Resumen: Woosung no suele ponerse en contacto con aquellos a los que considera amigos para tener sexo con ellos, pero hace tiempo que Matthew le hace sentir “cosas” que no puede controlar.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas.

Notas: historia escrita para completar la casilla del Seasons of Bingo 6 “casual sex” e inspirada por estas dos cosas que ambos dijeron este diciembre pasado. (1, 2)

Comentario de autora: estos dos señores son una bomba de relojería andante y cada vez que pueden sueltan unas perlas maravillosas, así que, después de resistirme todo lo que pude, al final era imposible dejar pasar todas estas burradas que se les ocurren sin escribirlas. Espero que os guste.




Woosung observa las últimas fotos que ha subido a instagram Matthew y no puede evitar llevar su mano hasta la cremallera de su pantalón y bajarla con premura, introduciéndola dentro de sus calzoncillos y tocando su miembro, excitado, sin sentir un mínimo de vergüenza por estar tocándose observando las fotos medio desnudo de un tío al que considera amigo suyo. Quizás no debería hacerlo, pero Woosung nunca ha sido una persona con una moralidad ejemplar y Matthew tiene un cuerpo de escándalo, un cuerpo que le encantaría tocar, arañar y morder, un cuerpo escultural sobre el cual le gustaría correrse y pintar con su semen un lienzo en sus marcados abdominales, por ese motivo, pensando que es una de las grandes manos del mayor la que se aferra a su miembro y lo toca, Woosung se deja llevar y acaba llegando al orgasmo de una forma vergonzosamente rápida. Cuando unos pocos minutos después recupera su respiración, saca su mano de sus calzoncillos, manchada con su semen y la lame para limpiarse, a pesar de que sabe a la perfección que lo que debería hacer es coger una toallita para hacerlo y cambiarse los calzoncillos manchados, lo que Woosung hace finalmente es abrir los mensajes directos de la aplicación y enviarle uno a Matthew, uno que sabe que el otro no va a poder rechazar. Woosung no suele ponerse en contacto con aquellos a los que considera amigos para tener sexo con ellos, pero hace tiempo que Matthew le hace sentir “cosas” que no puede controlar y, en el calor del momento, no puede hacer nada más que insinuársele, esperando que el otro acepte y, sino lo hace, siempre puede jugar la carta de que era solo una broma.

 

“Quieres venir a comerme la polla?”

“Bro?”

 

La respuesta de Matthew denota su sorpresa y Woosung casi se puede imaginar la expresión que el otro tiene en su rostro. En muchas otras ocasiones han hablado sobre sexo, sobre sus propias experiencias con diferentes personas, Matthew le ha contado cómo le gusta follar con hombres y con mujeres y cómo en una ocasión participó en un trío y Woosung le ha contado cómo, a veces, se deja llevar y acaba en la cama con cualquiera que se lo pida... también han sido muchas las veces en las que ambos han bromeado sobre acostarse juntos, no solo por sus redes, sino también cuando se han encontrado en persona, tanto solos como en alguna reunión aleatoria entre amigos comunes, así que, lo más probable es que Matthew piense que su mensaje forme parte del flirteo insano que mantienen de vez en cuando. Los minutos pasan y los dedos de Woosung arden por escribirle que era una broma y que no se lo tenga en cuenta porque solo está haciendo aquello como lo hace siempre, para que se echen unas risas, pero aunque sus dedos le pican por hacerlo, no lo hace y, finalmente, tras lo que le parece una eternidad pero no han sido más que unos minutos, Matthew le responde.

 

“Sabes qué?”

“Soy un top increíble”

“Estoy en tu casa en 20 mins”

 

Woosung respira hondo y le envía el emoji con el pulgar hacia arriba para indicarle de esa forma que le parece totalmente correcto que vaya a su casa a follárselo, solo unos segundos después Matthew ve el mensaje y el estado en instagram deja de estar disponible, lo que le dice a Woosung que se ha puesto en camino y que en tan solo unos pocos minutos, estará llamando a la puerta de su apartamento. Quizás debería levantarse del sofá, recoger un poco todo el desorden que hay en su casa, cambiarse de una buena vez los calzoncillos, pero Woosung no hace nada de eso, solo se queda allí sentado, observando de nuevo las fotos de Matthew y sintiendo cómo vuelve a excitarse un poco, aunque hace tan solo unos minutos que se ha corrido. El cuerpo desnudo de Matthew provoca aquello en él, una excitación desmedida y se siente caliente, mucho, por lo que imaginarse que en tan solo unos minutos tendrá eso ante él, lo deja a punto de estallar de nuevo y sin ser capaz de levantarse para hacer nada. Si fuera una chica a la que quisiera impresionar, Woosung se daría brío en, al menos, adecentar todo un poco recogiendo la ropa sucia que tiene tirada por allí, pero es solo Matthew, su amigo Matthew, el que está en camino para tener sexo con él y eso es lo único que le importa realmente.

 

Los minutos pasan más rápido de lo que Woosung espera y antes de que se dé cuenta siquiera, el timbre de su puerta está sonando, solo es entonces cuando se percata que hace algo menos de media hora desde que Matthew le dijo que iba para allá, así que, se levanta rápidamente del sofá, tropezando en la entrada, donde tiene varios pares de zapatos, antes de poder abrir la puerta y encontrarse al hacerlo con el mayor, gorra y capucha sobre la cabeza, ocultando su rostro de la multitud que debe de poblar a aquellas horas las calles porque los fines de semana aquella zona de la ciudad es siempre un hervidero de gente. Matthew le dedica una pequeña sonrisa de la cual Woosung no termina de descifrar el significado, pero abre la puerta un poco más y se hace a un lado para que pueda entrar a su minúsculo apartamento, quitándose las zapatillas y dejándolas con el revoltijo que son las suyas en la entrada. Matthew no espera a que Woosung cierre la puerta para dirigirse directamente hasta el salón porque no es la primera vez que ha estado en aquel lugar y Woosung espera que no sea aquella la última tampoco, aunque todo dependerá de cómo solucionen lo que se traen entre manos ese día.

 

Si de verdad quieres que te coma la polla deberías ir viniendo escucha que Matthew le dice desde el salón y Woosung asoma la cabeza desde la entrada. Se supone que he quedado con gente esta noche.

Quiero que lo hagas replica, intentando que en su voz no se notase la excitación porque el otro parecía estar dispuestísimo a hacer aquello. De verdad.

 

Una sonrisa asoma en el rostro de Matthew y unos momentos después le está indicando con la mano que se acerque hasta él, algo que Woosung hace sin dedicarle ni un pensamiento más. No tiene sentido que, justo ahora que el mayor está allí, que ha ido hasta su casa porque ha aceptado su propuesta de sexo, se eche atrás y le diga que no, no ahora que está tan cerca de hacer por fin una de sus pequeñas fantasías realidad. Sin embargo, aunque no quiere perder esa oportunidad, tampoco quiere echar a perder su amistad con Matthew, por lo que tiene que asegurarse de algo antes de seguir adelante... y lo hace en el momento en el que se coloca de pie frente al mayor, su entrepierna a tan solo unos pocos centímetros del rostro del otro, que lo está esperando.

 

Sin rencores ni resentimientos le dice, aunque casi suena como una pregunta.

Y sin sentimientos añade Matthew, asintiendo.

 

Woosung está completamente conforme con aquello, así que, da el último paso hacia delante, notando la prominente nariz de Matthew contra el pequeño bulto que se ha ido formando en su pantalón y suspira profundamente, sintiendo una leve oleada de placer recorriendo su columna vertebral. Una sonrisa pícara aparece en el rostro del mayor, antes de llevar una de sus manos hasta su cintura como forma de sujeción, mientras que la otra la dirige hacia el botón que mantiene cerrados su pantalones, abriéndolo y bajando la cremallera, dejando que estos se deslicen por las delgadas piernas de Woosung hasta las rodillas, donde se quedan atascados. Su miembro no está completamente duro, pero viendo con el hambre con el que el otro lo mira, siente cómo crece un poco más. Matthew no pierde tiempo en comenzar a tocarlo, durante unos momentos por encima de sus mojados calzoncillos, sonriendo de nuevo de lado ante aquello y no pudiendo contenerse de hacer un comentario jocoso al respecto.

 

¿Te estabas tocando antes de que llegara? pregunta, alzando una de sus cejas. ¿Pensando en mí y en todo lo que querías que te hiciera?

Me he corrido pensando que era tu mano la que me tocaba antes de decidir que quería probar de verdad cómo era que lo hicieses tú le responde, sincero y a la vez usando su voz ronca para darle una sensualidad a lo que ha dicho que provoca algo en Matthew, algo que hace que sus ojos se vuelvan aún más intensos cuando lo miran, llenos de fuego.

Eres todavía más guarro de lo que me pensaba le dice, haciendo que otro escalofrío recorra la espalda de Woosung. Pero no te preocupes, que no voy a tardar en darte lo que quieres.

 

Es lo que añade en un susurro grave que le pone la carne de gallina a Woosung antes de bajarle también los calzoncillos y dejarlo desnudo de cintura para abajo ante él. A Woosung no le da tiempo siquiera a experimentar un poco de vergüenza transitoria porque es uno de sus amigos el que está ante él, dispuesto a dejarlo temblando de placer, porque al instante lo que nota alrededor de la punta de su miembro, envolviéndola, son los labios y la lengua de Matthew, tanteando un poco antes de comenzar a hacerle una mamada en toda regla. Su boca es grande, profunda, y parece que ni siquiera tiene que forzarla para tragar entero el miembro de Woosung, su lengua obrando maravillas cuando no es su cavidad húmeda la que lo hace, o sus labios apretándolo deliciosamente. No es la primera vez que Matthew le come la polla a un tío, está totalmente claro que tiene gran experiencia en ese campo y tiene a Woosung jadeando y gimiendo levemente desde el minuto uno, sin que este quiera ni pueda contenerse. Todo es aún más increíble de lo que se habría esperado jamás y las sensaciones que le produce la boca de Matthew mientras su miembro entra y sale de ésta, son suficientes para que no pasen más que un par de minutos antes de que sienta cómo su orgasmo está a punto de estallar. Ni siquiera puede hablar, avisar al mayor de que va a correrse vergonzosamente pronto de nuevo, lo único que puede hacer es agarrarse al pelo corto de Matthew con fuerza porque siente que sus piernas van a dar de sí y no lo van a sujetar y gemir mucho más fuerte, sus ojos poniéndose en blanco, viendo un millón de estrellas bajo sus párpados, en el momento en el que su miembro tiembla todavía dentro de la boca de su amigo y comienza a correrse. Matthew es lo suficientemente rápido como para sacárselo después de la primera oleada, pero no puede apartarse lo suficiente porque Woosung tiene un férreo agarre sobre su pelo y las siguientes oleadas le caen sobre su rostro y la sudadera, manchándolo. Cuando vuelve en sí unos instantes después, su miembro ya flácido y un poco sobre estimulado, y se da cuenta de lo que ha pasado Woosung siente en su interior una oleada de orgullo por haber podido completar en parte una de sus fantasías, pero por fuera lo que hace es disculparse inmediatamente.

 

Lo siento, lo siento dice, soltando su pelo y girándose para coger de la mesa baja que hay frente al salón un par de pañuelos y limpiar el rostro de Matthew. Ha sido tan rápido y fuerte que no me ha dado tiempo a avisarte.

Es solo semen, Woosung replica este. No me voy a morir porque te hayas corrido sobre mí Woosung siente cómo su miembro se vuelve a excitar un poco con aquel comentario, pero no por eso deja de limpiar a Matthew, es lo mínimo que puede hacer. Tiene que coger un par más de pañuelos para intentar quitar lo máximo posible de su sudadera, a la que espera que no le tenga mucho cariño ni sea muy cara porque es bastante probable que le deje mancha. Lo que sí puede que me mate es no poder follarte hasta quedarme completamente satisfecho añade Matthew unos momentos después, provocando que el chico se quede completamente estático. Supongo que tienes lubricante y condones, o sino no me habrías hablado.

Tengo responde Woosung. En la habitación está todo.

Entonces vamos a la cama para estar más cómodos mientras te dejo gilipollas a pollazos le replica, con una sonrisa pícara en su cara y, dándole una palmada en su culo al levantarse.

 

Matthew ni siquiera espera a que Woosung termine de procesar aquello que le acaba de decir, sabe perfectamente dónde está su habitación y se dirige directamente a ella, abriendo la puerta y entrando a ella, dándole a la llavecilla de la luz para encender la lámpara del techo. Woosung tarda unos momentos en volver en sí, preguntándose a sí mismo por qué narices no ha contactado antes a Matthew para aquello porque la experiencia solo acaba de empezar, pero ya es más increíble que lo que lo han sido sus últimos encuentros con otra gente. Hace tiempo que Woosung no se siente tan excitado, meses, desde que se folló durante el tour en América a un negro con una polla gigante que le destrozó el culo, desde entonces todo le ha parecido insignificante, pero aunque nunca le ha visto el pene a Matthew y sabe que no puede ser más grande que el otro tiene esperanzas y expectativas porque todo en el mayor es grande, su estatura, sus manos... lo mínimo que puede es tener una buena polla también. El chico no puede evitar que una sonrisa aparezca en su cara solo de imaginarlo y después simplemente le pega un par de patadas a su pantalones y a sus calzoncillos para quitárselos y camina desnudo de cintura para abajo hacia su habitación, encontrándose con que Matthew se ha sacado la sudadera manchada y bajo ella solo lleva una camiseta de tirantes que se pega a su musculoso cuerpo como una segunda piel y que enseña sus brazos, aquellos bíceps que son casi más grandes que su cabeza. Woosung sabe que podría quedarse durante horas observando sus brazos y sus pectorales y la forma de sus abdominales que se adivinan bajo la tela, pero también sabe que si lo hace va a quedar como un pervertido de mierda, aun más, y prefiere simplemente que el otro lo folle hasta dejarlo tonto, por lo que, desvía su mirada antes de que sea evidente que le apasiona lo que ve para dirigirse hasta su mesita y sacar del primer cajón un par de condones y el bote de lubricante al que no le queda mucho, dejándolo todo sobre la cama.

Sé bueno y ponte de rodillas para mí, Woosung le dice Matthew en ese momento, enviando una nueva corriente eléctrica por su cuerpo.

 

No se lo tiene que decir dos veces para que Woosung obedezca. Ya está desnudo de cintura para abajo, así que, lo único que realmente tiene que hacer es subirse sobre la cama que tiene sin hacer desde no sabe cuando y ponerse de la forma que este le ha dicho, de rodillas sobre el colchón y con el culo levantado, para que pueda tener un mejor acceso a su recto y así prepararlo bien para metérsela hasta el fondo. Woosung está de espaldas a la puerta y a Matthew, así que, cuando nota el colchón hundirse un instante después no se lo espera y casi pierde el equilibrio, pero se apoya con fuerza sobre sus manos para no caer. Tras él escucha la leve risa del mayor, pero decide ignorarla porque cuanto más hable, más tardará este en follárselo, por eso simplemente separa un poco las piernas cuando escucha cómo Matthew abre el bote del lubricante y espera a notar el líquido viscoso y frío en cualquier momento, solo unos momentos después, los dedos de Matthew comienzan a tocar su ano, bordeándolo por fuera primero, tanteando, para después introducir uno de ellos. El primer dedo deja a Woosung sin respiración porque sus dedos, al igual que sus manos, son grandes, por lo que es más de lo que está acostumbrado a tener de primeras dentro de su cuerpo. No obstante, Matthew parece paciente y, sobre todo, experimentado en el uso de sus extremidades y lo que éstas provocan en las personas, porque tan solo unos momentos más tarde, la leve incomodidad inicial pasa a ser placer y Woosung está gimiendo levemente y apretando las manos en puños, agarrándose a las sábanas.

 

Te gusta esto, ¿verdad? le susurra Matthew, su voz tomada por el deseo.

Sí... jadea Woosung sin poder decir ni una palabra más.

 

Más lubricante y un segundo dedo le sigue al primero, penetrándolo en diferentes ángulos cada vez que entran una y otra vez dentro de su cuerpo, probando, buscando con cada incursión el lugar en el que se encuentra su próstata. No tarda en encontrarla y hacer que Woosung cierre sus ojos y vea de nuevo estrellas tras sus párpados del maldito placer que está experimentando. Los dedos de Matthew están obrando milagros en él, abriendo su recto para que luego lo pueda empotrar mucho más fácilmente, pero también buscando darle todo el placer posible en el proceso, haciendo que su miembro vuelva a ponerse duro poco a poco sin que siquiera lo toque, escalofríos y corrientes eléctricas recorriendo todo su cuerpo cada poco rato, provocando que tenga la sensible piel de todas partes de su ser como carne de gallina. Cuando le saca los dos dedos y echa aún más lubricante para meterle un tercer dedo, los brazos de Woosung acaban dando de sí y termina con la cabeza en la almohada gimiendo contra esta porque la sensación que le provocan es quizás demasiado para él y llegan tan lejos y de forma tan certera rozan contra su próstata, que está seguro que el fuego que se empieza a acumular en su bajo vientre va a acabar en una nueva corrida vergonzosa simplemente porque le está estimulando la próstata con sus dedos. Woosung no quiere pegarse por las dudas que ha tenido todo aquel tiempo en el que, a pesar de que ha querido mil y una vez proponerle sexo a Matthew no lo ha hecho en favor de su amistad. Tenía que haber mandado al carajo su amistad o lo que fuera que tuvieran antes si con ello puede tener lo que está teniendo ahora.

 

Creo que ya estás comenta Matthew en ese momento, sacando sus dedos de su trasero y dejando un vacío infinito en este que Woosung quiere que se llene lo más pronto posible. ¿Tienes por aquí algún juguete para que el trabajo que he hecho no se vaya al garete? le pregunta. Quiero que me comas la polla un rato antes de metértela hasta el fondo.

Eso... no lo tienes ni que preguntar... jadea Woosung en respuesta. En el mismo cajón del que he sacado el lubricante y los condones tengo un par de cosas.

 

Woosung nota cómo Matthew se baja de la cama y después camina hasta la mesita que hay al lado de su cabeza, abriendo el cajón donde tiene todas sus mierdas sexuales y sacando de allí un dildo negro de tamaño estándar que hace tiempo que no usa porque hace tan solo una semana que han vuelto a Corea del tour. El mayor vuelve a la cama e inmediatamente después echa un poco de lubricante sobre el dildo antes de introducírselo hasta el fondo en el culo, solo dejando la parte de la ventosa fuera. Woosung se queda sin respiración unos segundos por el placer y tarda unos momentos en volver a sentir las fuerzas suficientes en sus brazos y en sus piernas para alzarse de nuevo y comenzar a moverse por la cama. El dildo dentro de él es flexible y se adapta decentemente a sus movimientos, pero aún así es incómodo moverse con él ahí, así que sus movimientos son lentos, casi como los de un perezoso, antes de que pueda colocarse de cara a Matthew y ver el miembro de este frente a él, en todo su esplendor. Woosung se lame los labios porque sí, no es tan grande como la de aquel tío, pero sí que es más grande que la media de pollas a las que se ha acostumbrado a tener en Corea del Sur y, aquello le apasiona de una forma que no sabe ni explicar. No tiene ningún evento cercano y tampoco tienen ninguna grabación que hacer hasta dentro de semanas, se puede permitir metérsela lo más profundo que pueda y devolverle a Matthew el favor de antes.

 

Una información que creo que te va a encantar le dice, acercando su boca a Matthew, pero sin dejar de mirarlo a los ojos. No me darán nauseas si quieres ser un poco brusco conmigo.

 

Algo parece encenderse en la mirada de Matthew y Woosung se siente satisfecho por haber provocado aquello, así que, le dedica una sonrisa pícara antes de agarrar su miembro con sus manos y dirigirlo hacia su boca. La primera vez después de pasar algo de tiempo sin hacer una mamada, le suele costar un poco que los músculos de su cara y su mandíbula colaboren de la manera en la que quiere, pero una vez lo hace, pasa de meterse solo la punta de la polla para intruducirla lentamente en su boca, lamiendo toda la extensión de ésta mientras va entrando hasta que finalmente la siente rozar contra el fondo de su garganta. Woosung repite el proceso varias veces más hasta que se siente completamente comodo con el tamaño de Matthew y su boca se ajusta perfectamente, así que, empieza a hacer florituras con su lengua y con su boca que arrancan graves gemidos de la boca del otro, cada vez más y más altos. Woosung sabe lo que hace y, además, le gusta, así que no se queda parco en atenciones al miembro de Matthew hasta que éste finalmente termina por sacarlo de su boca tras un par de embestidas fuertes, en las que ha movido incluso sus caderas para llegar a lo más profundo de su garganta.

 

Matthew no dice nada en ese momento, no lo avisa siquiera de lo que va a hacer, pero con rapidez y fuerza, lo agarra y lo tira sobre la cama, de espaldas, para después girarlo y ponerlo con la cara en la almohada y el culo levantado hacia él. Woosung se siente un poco confuso ante la brusquedad del gesto, pero cuando escucha el plástico del condón ser rasgado, entiende que éste no puede más y necesita correrse cuanto antes. No pasan más que unos segundos entre aquel sonido y que Matthew le saque de golpe el dildo que ha pasado un rato dentro de su trasero para introducir su gran miembro en su lugar. Woosung se queda sin respiración por la fuerza con la que entra en él y la forma en la que las siguientes embestidas son una completa locura, pero el placer que siente con ellas porque Matthew está certeramente dando una y otra vez contra su próstata son suficientes para tenerlo temblando de placer y gimiendo una y otra vez, sin descanso, de la misma forma que lo penetra el mayor. Woosung se agarra a las sábanas con una mano, pero la otra la lleva hasta su miembro y se toca porque necesita acabar por tercera vez en aquella noche, necesita hacerlo mientras el otro lo embiste una y otra vez, con sus manos hundidas en sus huesudas caderas, apretando tan fuerte que sabe que le va a quedar marca, pero no le importa en lo más mínimo. A Matthew no parece tampoco importarle nada más que su propio orgasmo y placer, porque se mueve con locura, el ruido que hacen sus caderas llenando la habitación, mientras su miembro entra y sale de él como si aquello fuera lo único para lo que estuviera hecho.

 

Y no aguantan mucho más, ni el ritmo acelerado, ni las ganas de estallar en el máximo placer. Las caderas de Matthew de repente se quedan estáticas a la vez que un grave gemido sale de sus labios y después se vuelve a mover de manera errática dentro de él, mientras se corre en el condón, todavía dentro de él. Woosung no necesita mucho más para que su miembro esta vez manche sus sábanas y las embestidas de Matthew contra su próstata hacen que su cuerpo al completo tiemble y no pueda sostener sus caderas más, cayendo a peso plomo sobre la cama y sintiendo la viscosidad de su propio semen contra su estómago mientras Matthew finalmente termina de penetrarlo unos momentos después y sale de su cuerpo, dejándolo con una sensación de vacío que Woosung odia con todas sus fuerzas. No obstante, no puede decir nada, no puede hablar siquiera para protestar porque necesita mucho más de aquello... no, lo único que puede hacer es sacar su cara de la almohada, girándola hacia un lado, para intentar coger aire y respirar de nuevo con normalidad, su mente mucho más nublada por el placer de lo que lo ha estado en algún tiempo. Ha sido un buen polvo, un gran polvo. Uno que a Woosung no le importaría repetir una y mil veces más, sin ninguna atadura... y parece que Matthew piensa lo mismo que él, o al menos eso denotan sus palabras.

 

Le van a dar por saco a mis amigos esta noche dice, su voz grave rompiendo el silencio de la habitación. Quiero seguir follándote hasta que nos quedemos secos o nos dé sueño, lo que pase antes.

 

Y Woosung asiente porque, ¿qué otra cosa puede hacer? Mañana puede que le duelan músculos de su cuerpo que de otra forma nunca hubiera sabido que existían y que no pueda caminar porque tenga el culo abierto, pero con la euforia del momento nada le apetece más que Matthew siga follándoselo toda la noche sin descanso.

 

 

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