sábado, 6 de enero de 2024

[One Shot] Love Meter 100% {EunPyo}

Título: Love Meter 100%

Autora: Riz Aino

Pareja: EunPyo (Son Dongpyo + Lee Eunsang) (X1 | MIRAE + YOUNITE)

Clasificación: PG13

Géneros: AU, high school, romance, fluff, humor

Número de palabras: 3.422 palabras

Resumen: un chico guapo llega a su clase a mitad de curso y Dongpyo se queda completamente prendado de él.

Notas: historia escrita usando el MV de “EUNOIA” de Billlie como base para el #MVFest24. Contiene otros elementos del lore de Billlie, están a la vista si prestáis algo de atención.

Comentario de autora: simplemente quería hacer algo bonito sobre estos dos idiotas cuquis desde hace muchísimo tiempo y no he podido retrasarlo más. Espero que os guste.

 

 

 

¿Queréis ver a mi Liza al sol? es lo que pregunta Hyeongjun en el momento en el que Dongpyo deja caer su mochila sobre la mesa.

No, te lo pido por favor responde Woongki frente a él. El chico está sentado mirando hacia ellos, en lugar de al frente de la clase, como siempre, aprovechando los últimos minutos antes de que esta empiece. Me da muchísima grima el lagarto ese que tienes por mascota.

Pero si es monísimaaaaa replica entonces Hyeongjun, un puchero apareciendo en sus labios.

 

No le da tiempo a protestar más porque es en ese instante cuando entra su tutor, el profesor que tienen a primera hora, y los manda a callar y a sentarse correctamente. Los alumnos de último curso están disciplinados, pero a la vez se sienten ya lo suficientemente adultos y cansados de la vida de instituto como para no obedecer las instrucciones de forma rápida, por lo que a Dongpyo le da tiempo a sentarse y terminar de sacar sus libros con parsimonia antes de que Woongki se haya sentado de nuevo como una persona normal. Tienen que pasar al menos un par de minutos hasta que la clase al completo está preparada para comenzar aquella mañana y es entonces cuando el profesor Han decide que es momento para empezar a hablar de nuevo.

 

Sé que es raro porque estamos a mitad de curso, pero hoy os quiero presentar a un nuevo compañero de clase comenta. Su presentación hace que murmullos comiencen a escucharse en la clase y Dongpyo siente muchísima curiosidad por la persona nueva que van a tener allí y, sobre todo, por su historia, de la misma forma que siente que sus dos amigos, Woongki y Hyeongjun, no se pueden estar quietos tampoco, sus pies golpeando el suelo levemente, pero espero que lo tratéis bien y que se integre sin problemas, ya que solo quedan unos pocos meses antes de que tengáis que hacer el CSAT dice el hombre, con una pequeña sonrisa. Eunsang, puedes pasar.

 

Y, ante su llamada, la puerta de la clase se abre de par en par, aunque no estaba completamente cerrada, para dejar entrar a un chico alto, muy alto, con unos rasgos fuertes, pero a la vez todavía aniñados y un lunar en el mentón. Dongpyo siente cómo su boca se abre de par en par sin que pueda hacer absolutamente nada para cerrarla porque aquel chico que acaba de entrar por la puerta es totalmente su tipo.

 

Hola a todos dice el chico, su voz es grave y provoca que Dongpyo tenga todavía más calor de la que el inicio del verano le da. Mi nombre es Lee Eunsang y espero que nos llevemos bien el muchacho hace una pequeña reverencia y después una leve sonrisa adorna su rostro, tan corta y tan pequeña que Dongpyo no sabe si se la ha imaginado.

Puedes sentarte en aquel asiento libre que hay al fondo dice el profesor Han entonces, señalando hacia la fila en la que se encuentra su grupito. El asiento al lado de Woongki está libre desde el inicio del curso.

 

El chico asiente y después camina directamente hasta ellos, dejando caer su mochila con cuidado sobre la mesa y sentándose al lado de Woongki, que está tan excitado en aquellos momentos que no puede quedarse quieto, tanto, que ni siquiera espera hasta que el chico nuevo termine de instalarse a su lado cuando ya le está hablando.

 

Hola soy Cha Woongki y estos son mis amigos le dice, señalando hacia la fila de atrás, donde ellos se encuentran. Hyeongjun y Dongpyo los presenta rápidamente, pero no te pierdes nada si no quieres ser su amigo, conmigo vas más que sobrado.

¡Oye! protesta Hyeongjun.

 

Pero su protesta queda opacada por la voz del profesor Han, pidiendo que se callen y atiendan para comenzar la lección de aquella mañana y para Dongpyo todo se queda en silencio, todo desaparece a su alrededor y lo único que puede escuchar es el latido rápido de su corazón después de que Eunsang les dedique una sonrisa amplia y diga un “encantado de conoceros” para girarse hacia la pizarra un segundo más tarde.

 

~

 

Es el hombre de mi vida prácticamente chilla Dongpyo, dando pequeños saltitos por el pasillo del instituto, sin poder contener la felicidad.

¿Quién? ¿Eunsang? pregunta Woongki, pareciendo confuso.

 

Rápidamente, Dongpyo va hasta él y le pone la mano en la boca para que no hable de nuevo. Todavía están en el colegio, todavía hay un montón de alumnos en el pasillo en el que ellos están y, aunque el chico acabe de llegar esa misma mañana, Dongpyo ya ha visto cómo éste levanta pasiones y es la comidilla del lugar. Es normal, no solo ha llegado nuevo en el último curso, sino que lo ha hecho a mitad de semestre, así que, todo el mundo quiere saber por qué está allí... pero además, es guapo, es muy guapo, tiene todo lo que Dongpyo busca en un hombre y si él no está ciego y ve lo guapo que es, el resto del mundo tampoco lo está. No obstante, por mucho que sea muy guapo y que sea el nuevo centro de atención de prácticamente todo el colegio, Dongpyo no está cómodo con que la gente vaya diciendo por ahí que él tiene un crush con Eunsang, de ahí que le chiste a Woongki.

 

Es guapo dice Hyeongjun, mordiendo una de las salchichas que han ido a comprar a la tienda. Pero no es mi tipo.

Claro que no es tu tipo replica Woongki, librándose de la mano de Dongpyo lamiéndola. Todos sabemos que tu tipo es Park Serim, el profe de prácticas de gimnasia.

 

Obviamente, Hyeongjun no deja pasar aquello y replica cómo Woongki está colgado por su vecino universitario Seunghwan, pero Dongpyo no les presta demasiada atención, limpiándose dramáticamente la mano llena de babas en el pantalón de su uniforme y viendo con disgusto la leve mancha oscura que ésta deja sobre la ropa. En algún momento cercano, servirá la venganza contra Woongki por aquel asqueroso lametón, pero por el momento, tiene otras cosas mucho más interesantes que hacer, como pensar en la forma en la que se va a acercar a Eunsang y cómo lo va a encandilar para que se pille de él cómo Dongpyo se acaba de pillar del chico. No puede ser especialmente complicado que pasen algo de tiempo juntos, teniendo en cuenta que, por suerte, está sentado justo delante de él y de esta forma tiene mucho acceso a poder hablar con él, aunque solo sea de clases o preguntas tentativas sobre el chico para poder conocerlo mejor. Dongpyo no tiene tanta prisa, después de todo, aún queda algo más de un mes para las vacaciones de verano y para ese momento le gustaría tenerlo en el bote, pero tiene que comenzar a organizarse.

 

Pyo lo llama entonces Woongki. ¿Sabes que hay una app para ver si eres compatible románticamente con una persona?

¿Una app? pregunta, parcialmente confuso.

 

Dongpyo ha visto varios doramas ambientados en los noventa e inicios de los dos mil, los suficientes como para saber que en esa época, cuando él todavía no había nacido ni estaba en los pensamientos de sus padres, que las chicas buscaban si eran compatibles con sus crushes usando sus nombres y convirtiéndolos a números para ello, pero el chico jamás se había imaginado que hubiese una app para aquello mismo, de forma más moderna y sin que los nuevos enamorados tuviesen que estar haciendo cuentas.

 

Sí, mira responde Woongki, sacando del bolsillo de su pantalón su teléfono, desbloqueándolo y rebuscando entre las miles de aplicaciones de otomes bl hasta dar con una que tiene el icono de un búho con ojos en forma de corazón y bajo la cual se lee “Glau”. Es esta le señala. Entras, te registras, pones tus datos, tu fecha de nacimiento, con la hora y tal y después aquí, en esta pantalla introduces exactamente lo mismo de tu crush y te hace un cálculo de todo para ver cuál es tu porcentaje de compatibilidad explica su amigo, enseñándole una a una las funciones de la app y mostrando cómo se hace lo de la compatibilidad con los datos que tiene él introducidos de su vecino, mostrando como después de unos momentos sale el cálculo hecho, un 85% gigante y de color rosa adornando la pantalla. Es fácil, solo tienes que saber un poco más de él para poder usarla y que te dé el porcentaje más certero.

Pero no sé ni a qué hora nací yo responde Dongpyo, un poco confuso, mientras ve cómo Hyeongjun está completamente inmerso en descargarse él también la app. ¿Cómo voy a saber todo eso de él?

No te preocupes, siempre puedes preguntarle a tu madre por el tuyo para sacar tu carta astral dice el chico. Y seguro que encuentras algún momento para preguntarle a Eunsang por todo esto, aunque preferiblemente no lo hagas todo a la vez, para no asustarlo.

 

Dongpyo asiente y se descarga la aplicación antes de que acabe el almuerzo, esperando que se le ocurra una idea para poder preguntarle todo lo que necesita saber sobre el chico sin que este quiera huir de él.

 

~

 

Resulta que Dongpyo al final no tiene ni que preguntar él mismo, solo escuchar, porque al parecer no es el único interesado en obtener los mayores datos posibles de Eunsang para usarlos en “Glau”. Apenas tres días después de la llegada del chico a clase, entre Matemáticas II y la hora de Auto estudio, un grupito de chicas de su clase arrastran sus sillas para sentarse en torno a la mesa que Eunsang y Woongki comparten para preguntarle al chico por absolutamente todo lo que necesitan de él y todo lo que Dongpyo también necesita. Su cumpleaños completo, incluido la hora en la que nació, su signo del zodiaco... todo, literalmente todo lo que se tiene que meter en la app para saber la compatibilidad amorosa con él, así que, el chico no duda en coger una de sus libretas e ir apuntando según escucha todo, haciendo como que en realidad está anotando los ejercicios de uno de los libros que tiene abierto encima de su pupitre, bajo la atenta mirada de sus dos amigos, que no pierden detalle de todo lo que hace, con unas sonrisas malvadas en sus caras. Si aquel hubiera sido otro día, otro momento, y Dongpyo no estuviese tan concentrado en hacer su investigación formal sobre Eunsang, les habría quitado aquellas sonrisas a base de comentarios sarcásticos sobre sus propias vidas amorosas, pero eso tendría que esperar a que terminase de enterarse de todo lo que necesita.

 

Las chicas de su clase hacen un trabajo de investigación espléndido y Dongpyo se lo agradecerá toda la vida, porque para cuando llega uno de sus profesores a vigilar que todos están haciendo lo que se supone que deben, estudiar o hacer ejercicios, y manda a todo el mundo a sus pupitres, Dongpyo tiene absolutamente toda la información necesaria para ver si es compatible con Eunsang. Está bastante ilusionado con ello, aunque en el fondo sabe que es una tontería, pero después de ver cómo funcionaba la app con Woongki y buscar comentarios sobre su precisión en redes, quizás está convencido de que el resultado que le salga es algo a tener en cuenta para poder determinar su siguiente paso con el recién llegado. No puede esperar a ponerlo en marcha y se muere de ganas por hacerlo, pero sabe que su reacción va a ser intensa, sea cual sea el resultado, por lo que Dongpyo no puede hacerlo en clase y llamar así la atención de todos sus compañeros de clase, incluido Eunsang, así que, el chico se limita a tratar de enfocarse en otra cosa hasta que aquella hora acabe, porque en el momento en el que lo haga, será libre para salir de clase e irse a casa.

 

No me esperéis para volver a casa le dice a Hyeongjun, a su lado, provocando que el chico le levante una ceja, confuso. Voy a comprobar con la app la compatibilidad le aclara, así que, necesito que el colegio se vacíe un poco para poder gritar a gusto sin llamar la atención.

 

Hyeongjun asiente y le levanta los pulgares, entendiéndolo. Los tres no son las personas más silenciosas ni calladas del mundo y tienen a hablar a gritos y a gesticular mucho en cualquier contexto, pero sobre todo cuando están emocionados, por lo que, sabe a la perfección que Dongpyo va a dejar todo ir en el momento en el que sepa el resultado, ya sea su alegría o su frustración por no obtener lo que espera. Cuando Hyeongjun le toca el brazo para susurrarle a Woongki lo que Dongpyo le acaba de decir, el chico está a punto de chillar en pleno silencio de la clase, pero se contiene llevándose él mismo las manos a la boca y le hace un “ok” con sus dedos, para después dedicarse a lanzarle corazones dramáticamente, haciendo que Dongpyo no pueda aguantar la risa. Hyeongjun tampoco la puede contener después de aquello y, al parecer, Eunsang se percata del movimiento que hace Woongki a su lado y también le parece terriblemente gracioso porque se une a las carcajadas. Que justo en ese momento pase de nuevo el profesor de guardia por su clase y los escuche partirse de risa es algo muy desafortunado porque los cuatro se llevan un aviso, pero para Dongpyo aquel momento vale oro porque la risa de Eunsang es tan preciosa como él.

 

~

 

En el momento en el que suena la campana que da por finalizada la última clase del día, Dongpyo ya tiene todas sus cosas recogidas y metidas en su mochila, así que, lo único que tiene que hacer es despedirse de forma dramática de sus dos amigos a los que literalmente va a ver a la mañana siguiente y salir pitando para esconderse en el patio trasero del instituto, lugar en el que no hay absolutamente nadie a aquellas horas porque todo el mundo se quiere ir a su casa, y parapetarse allí para comenzar a rellenar todos los campos que la app le pide, agachado tras unos arbustos, el móvil en una mano y la libreta donde lo ha apuntado todo en la otra. Su letra es un poco caótica y la forma en la que ha escrito las cosas aún más, pero Dongpyo se dedica en cuerpo y alma a su tarea y solo unos pocos minutos después ya lo tiene todo listo y lo revisa un par de veces para asegurarse de que no se ha equivocado en nada. Una vez ha comprobado que todo está perfectamente, el chico respira hondo y luego pulsa el botón de “start”.

 

Con el corazón en un puño, Dongpyo observa cómo la pantalla va cambiando de colores, mezclándolos y dibujando diferentes formas antes de que una especie de termómetro aparezca y se vaya rellenando poco a poco, subiendo y subiendo y subiendo sin descanso. El chico es incapaz siquiera de parpadear, mirando fijamente la pantalla de su móvil hasta que el termómetro estalla y un enorme “100%” aparece en ella. Dongpyo casi tira el teléfono al suelo de la emoción y comienza a saltar y chillar, dándole igual todo porque ahora mismo tiene la confirmación de que su crush con Eunsang tiene todas las papeletas para salir bien porque son totalmente compatibles. Sin importarle que novemBer, el gato negro que siempre merodea por el colegio lo observe desde una de las ramas de un árbol cercano, Dongpyo se levanta del suelo y comienza a bailar todas las coreografías de grupos de chicas que se sabe a la vez. Su excitación, felicidad y ensimismamiento son tan grandes, que el chico ni siquiera se da cuenta de que no es solo el gato el único que lo ha estado observando desde hace un rato, hasta que la persona en cuestión no entra en su campo de visión mientras está bailando la última canción de Billlie y Dongyo acaba quedándose completamente estático, con la mano que sostiene su móvil alzada, la pantalla prácticamente en la cara de Eunsang.

 

Oh es lo único que dice el chico, acercándose aún más al móvil para ver su pantalla mejor, y después esboza una sonrisa cálida que hace que el corazón de Dongpyo se ponga a latir como loco dentro de su pecho. Veo que somos totalmente compatibles murmura. El chico se da cuenta entonces de que quizás debe moverse, hablar, tratar de salvar un poco su reputación y, sobre todo, guardar el móvil para que Eunsang no siga viendo aquello, pero antes de que pueda hacer o decir nada, el chico ante él vuelve a hablar. Tenía un poco de miedo de acercarme a ti con otras intenciones que no fueran ser amigos, pero veo que mis dudas eran estúpidas... ¿te gustaría tener una cita conmigo para que nos conozcamos mejor?

 

Dongpyo parpadea rápidamente, abre y cierra la boca como si fuera un pez fuera del agua y, en resumen, se ha quedado completamente en blanco y no sabe qué hacer ni qué decir. El chico había estado calculando que tendría que pasar bastante tiempo cortejándolo y haciéndole indirectas para darle a entender que estaba interesado en él y que le gustaría ser algo más que amigos, con el consecuente tiempo invertido en ser amigos también, por lo que todo aquello le pilla totalmente desprevenido. Los minutos pasan y la sonrisa de Eunsang no se desvanece, así que, Dongpyo acaba calmándose poco a poco, lo suficiente como para ir asimilando todo lo que le ha pasado en los últimos minutos, hasta que todo termina haciendo clic en su cerebro y el chico salta, llevándose las manos a la cara.

 

¿Lo dices en serio? le pregunta a Eunsang para confirmarlo por última vez.

Claro que lo digo en serio responde el chico, la sonrisa de su rostro ampliándose. ¿Qué me dices?

Que sí replica rápidamente Dongpyo, sin poder creérselo todavía.

¿Te viene bien este domingo?

Me viene perfecto.

 

~

 

Dongpyo tiene que contener toda su excitación y nerviosismo durante todo lo que le queda de semana hasta que llega el domingo, mientras que en clase está todos los días con Eunsang, que se comienza a integrar poco a poco en la dinámica de su trío de amigos, volviéndolo un cuarteto... o al menos intenta contenerla, porque está claro que hacerlo es algo que se le da terriblemente mal y que tanto Hyeongjun como Woongki estén los dos todo el día pinchándole con cómo él y Eunsang van a ser un par de enamorados tan empalagosos que les van a dar mucho asco a pesar de que no han hecho absolutamente nada más que dedicarse sonrisas el uno al otro y caminar un rato juntos después de clase para volver a casa lo pone todavía más nervioso y sobre todo de mal humor. No obstante, Dongpyo aguanta el chaparrón como puede y cuando llega el domingo y se pasa el día de cita con Eunsang, primero comiendo teokbokki en un restaurante pequeñito del barrio y después en los recreativos jugando a todo lo que se les pone por delante, el chico siente que todas las decisiones que lo han llevado hasta ese momento han merecido la pena, sobre todo, cuando Eunsang lo deja en la puerta de su casa y le da un beso en los labios que hace que se le caigan al suelo los peluches del hombre de las nieves y el conejo de un ojo que el chico le ha sacado de una de las máquinas de los recreativos. Es probable, que en ese momento, Dongpyo se sienta como el chico más afortunado del universo y nada ni nadie le va a hacer cambiar de opinión.


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